C21 || PIEDRA FRÍA I
Ryker.
La decepción es una emoción dolorosa que se despierta en una persona al incumplirse una expectativa construida. Acompañada de ella vienen la desilusión y el desengaño. Hacen un trío perfecto, similar al tequila, limón y la sal, quizás es por ellos que uno se cura con el otro.
Cuando recibí el mensaje de Endrie, pensé que solo sería una excusa para que me acercara a él, como lleva haciendo desde la primaria, pero no, la triple D me azotó con fuerza al entrar en ese local y toparme en primera plana a Livi frente al ordenador.
Mi primer pensamiento fue "No, ella de entre todas las personas no me mentiría, no sería capaz", pero solo me bastó conectar nuestras miradas para saber que no solo me mintió, sino que era tan consciente de lo que eso causaría que me jodió aún más.
¿Por qué apalean al lobo si saben sus alcances?
—Ryker —grita al percibir que me voy.
¿Qué pretende? ¿Qué le pida una estúpida explicación? Si la verdad es para demonios, no sé como no me di cuenta que ella era un ángel; porque siempre la vi como uno olvidando que todos los seres, míticos o no, tienen defectos. Quizás mi error estuvo en creer que mi Caperucita era como la del cuento original, vi la diferencia y a la vez la opaqué. Mi Rojita no es buena, no es sana, no puede ser para mí si no sabe de sinceridad.
Si tan solo se hubiese confesado en el parque cuando le di mi verdad, pero no, le fue más fácil mentir que enfrentar las consecuencias. Ahora quiere enmendarlo, es tarde, es tan jodidamente tarde. Sus pasos no me dan tregua, el arrítmico trotar palpita en mi cabeza obstruyendo el paso de la cordura. ¡Quiero que pare!
—Deja de seguirme. —Alzo la voz, para que me escuche manteniendo la calma. Piedra fría.
Ese es el problema con el ser humano: que no sabe para cuando parar. Puedes decirle a una persona «no» y luego repetirlo varias veces más y no es hasta que explotas y los llenas de tu mierda que ellos reaccionan. Es entonces cuando te llaman monstruo, psicópata. No soy eso, él lo era.
Su llanto ahogado me hace vulnerable porque puedo jugar a ser el rey, pero ella será quien me derrote en todas las guerras. El lobo se inclina, domado, ante los pies de su cazadora y me jode como la mierda que sea así, me jode haberle dado un lugar que no merece. Mis pasos son fuertes, causan el impacto de un gigante, mi mandíbula se desintegrará en algún momento por lo apretada que la mantengo, mientras en mi interior llueve a cántaros.
«Dale tu confianza a alguien y la destrozara». Me dijo mi padre. ¡Joder! Aprieto mis manos en mi cabeza. Siempre sigo sus reglas, soy su soldado fiel y mírame aquí, jodido por incumplirlas una vez.
—Yo sólo quería protegerte. —Se está ahogando y tengo ganas de volverme, besarla lentamente hasta absorber su dolor. No quiero que llore, eso me vuelve vulnerable—. Tenía miedo, Ry, eres todo para mí.
«Solo quería protegerte. Tenía miedo» los sucesos vuelven a mi cabeza. Esos días, esa noche, su dolor, mi dolor. No me merecen, nadie me merece.
—Cállate. —Me giro como una bestia feroz, asustándola con mi repentina acción. No me acerco, no la toco. Sus mejillas están sonrosadas y brillantes por las lágrimas, sus ojos parecen a punto de explotar. Quiero abrazarla, pero algo me lo impide—. No quiero tratarte mal, aunque esté enojado, no deseo tratarte mal. Por favor, vete.
Casi le suplico. No quiero dañarla, no quiero ser ese monstruo. La quiero jodidamente tanto que la sola idea de lastimarla me causa demasiado dolor. Entonces, está ahí, no habla, pero no se va. Mi enojo aumenta porque siento que estoy viendo a otra persona, ella cometió los mismos errores de otra persona y por mi cabeza solo pasa una secuencia de imágenes donde la secuestran, donde la asesinan, donde no está y yo me sumo en la oscuridad. Nadie va a lastimarla, incluso si debo apartarla.
—Vete —grito fuera de mí, señalando detrás de ella—. No quiero verte ni estar cerca de ti, me repugna tu presencia mentirosa. Te lo advertí NO PERDONO UNA PUTA MENTIRA.
Alza el mentón con su bella cara empapada y esos labios que bese tantas veces luchan para mantenerse firmes.
«Ya basta, Ryker, solo vete. Si continúas la vas a lastimar». —me digo una y otra vez, pero ella no me va a dejar, su maldita mirada me lo dice todo.
—Te quiero tanto que me asquea.
—Que triste —dice mirando hacia la calle—. La primera vez que me dices que me quieres es en estas circunstancias.
Me río sin humor.
—Que cínica eres porque si estamos en esta situación es por tu culpa.
—Lo hice porque no puedo sopesar siquiera que te suceda algo.
—¿Y yo si puedo soportar que te pase algo? Tengo que, malditamente, aguantar que te hagan sabrá dios que cosas, mientras yo te hago en tu casa o haciendo algún trabajo de la escuela. —Aprieto los dientes—. Recoge tu puta dignidad y vete que no quiero verte.
—No te cuesta nada escucharme, si me quieres de verdad podemos arreglar esto. —Llora. Se ve tan frágil y rota—. Yo estoy dispuesta a hacerlo.
—Yo te puedo querer mucho, pero no confio un pelo en ti, si ya me mentiste una vez, ¿qué quita que lo hagas dos o tres? —Niego con la cabeza—. No tiene arreglo. Debo agradecerle a Endrie que me haya abierto los ojos contigo.
Su rostro cambia a uno de completa estupefacción. Me agarra del cuello atrayéndome a ella y no pongo resistencia memorizando el olor de su perfume.
—No se te ocurra. —Se dedo índice me amenaza desde abajo—. ¡Es que como no me di cuenta antes!
Se ríe como una desquiciada agregando espacio entre nosotros. Por un momento me da la espalda, maltratando su cuero cabelludo con sus dedos.
—Este era su objetivo. —Más lágrimas salen. Joder, como puede debilitarme eso tanto—. Solo quería separarnos para conseguir una oportunidad contigo. Vida de mierda, me dejé embaucar por un imbécil.
—La imbécil fuiste tú. —La corto—. Ante mis ojos queda claro quien vale la pena y quien no.
Sus labios forman un puchero tembloroso, mientras toma una profunda exhalación antes de hablar.
—Vete a la puta mierda, Ryker Winston. —Se le rompe la voz—. Pero vete solo porque mi faceta tóxica no te va a gustar y no estoy teniendo el control sobre ella.
Fuerzo una sonrisa burlona.
—Por mí como si quieres suicidarte.
Siento el ¡crack! de su corazón hasta aquí y tengo justo la reacción que quería. Se voltea sin decir alguna otra palabra y se va por la misma calle en la que estábamos parados, hacia un rumbo desconocido.
Por más que me repita que me falló y debo alejarme, pero como idiota no es el que comete un error sino el que no aprende él, la sigo a una distancia considerable. Varias personas la detienen para preguntarle si está bien y ella asiente con el mentón en alto. Rota, pero firme.
Llega a su casa y me doy por bien servido, yéndome a la mía.
Los pensamientos se me cruzan confundiéndome, algunos me empujan a perdonarla y otros me obligan a alejarla. Soy un manojo de contradicciones y para males mayores cuando llego a mi casa me toca toparme en primera plana con mi madre. Acelero el paso hasta ella, me le voy encima tomándola por sorpresa. No la toco, pero me inclino sobre ella, señalándola con un dedo acusador.
—¡Todo esto es tu maldita culpa!
Los ojos se le empañan y vuelvo a verme en aquel momento. Esos mismos ojos, mirándome con una mezcla de tristeza, arrepentimiento y miedo, vuelvo a ver a ese niño de diez años simulando una piedra fría mientras todo pasaba ante sus ojos, ciego de dolor porque le mintieron.
—Mi niño. —Le tiembla hasta el alma.
«Solo quería protegerte. Tenía miedo» Su voz hace estragos en mi autocontrol.
—Ryker Winston. —La voz fuerte y severa de mi padre me aleja de mi madre—. A mi despacho, ahora.
Tomo los tres pequeños escalones que llevan hasta su despacho y lo primero que hago es ir por una botella de alcohol, la cual no me molesto en mirar o servir en un vaso mientras camino como un lobo enjaulado. El reproductor de música se enciende a la orden de mi padre que entra con su característica actitud impasible.
♫Stone cold, stone cold♫
La canción es como un cubo de hielo a todos mis sentimientos, no los adormece, los despierta haciéndolos latir adoloridos. Mierda, ¿eso que siento son ganas de llorar? Me debilité, malditamente ella me hace sentir más de lo que debía, más de lo que nunca he sido capaz de experimentar.
♫You see me standing, but I'm dying on the floor♫
—¿Qué te dije el día que te di mi apellido?
¡Sorpresa! No, no soy un Winston pura sangre.
—Que debía honrarlo.
—¿Y desde cuando maltratar a tu madre es una forma de hacerlo? ¿Te mando a una escuela militar para que te reformen o qué es lo que necesitas?
El tono de su voz cada que habla es más bajo, más sombrío. Robert Winston es un hombre familiar, pero es frío y calculador de cojones. Él fue la razón por la que perdoné a mi madre. Él me dio la oportunidad de tener una familia de verdad y reinventarme, tener una nueva vida. Me advirtió sobre la condena de nuestro apellido, pero acepté sin rechistar. Tenía la oportunidad de pasar página y recomenzar, un lujo que no pueden darse todos.
—Ella y él me jodieron, papá. —Me empino de la botella hasta que mi garganta quema por tanto líquido corrosivo—. No recomencé, no volteé la página, sigo siendo el mismo niño resentido.
—Y no es para menos. —Toma siento en un sofá mullido—. El pasado nos marca, hijo, nos convierte en la persona que somos hoy. El dilema está en si decides quedarte viviendo en él o aprender y avanzar.
Mi progenitor, del cual no quiero recordar su nombre, prostituía a mi madre, le pregunté y me mintió. Mi progenitor era un delincuente que participaba mano a mano con las mafias, pregunté y me mintió. Mi progenitor me vendió a un vejestorio, una pedófila promiscua, sospeché, pregunté y escuché puros "está todo bien" hasta que dicha mujer llegó a mi casa, asesinó a mi padre por incumplir su venta y me tomó del brazo llevándome con ella no sin antes darle la paliza de su vida a mi madre que no me quería dejar ir.
«Solo quería protegerte. Tenía miedo». He recibido mentiras desde que nací.
¿Qué podía hacer un niño de diez años ante esa situación? Pasa y resulta que este niño de diez años tenía más cojones que todos los adultos que lo rodeaban. Pasa que siempre he carecido de miedo y, los sentimientos en general, los percibía con poca intensidad. Podemos deducir qué lo de "monstruo psicópata" lo heredé.
—El día que viniste a mí en ese club nocturno y me pediste ayuda te la di con una condición...
—Ser el hijo perfecto. —Asiente, otorgándome la razón con la mano en los bolsillos—. Te fallé, ¿sabes? Rompí las reglas.
Me mira con la misma expresión.
—Yo sigo viendo al mismo chico, creo que incluso has madurado; sin embargo. —Se incorpora acercándose hasta estar a mi lado—, si me aseguras que rompiste la reglas por algo que vale la pena, soy capaz de cambiarlas solo por ello. Tú y tu madre quebraban todas mis reglas y las modifiqué porque me demostraron que valían la pena.
Vuelvo a empinarme del trago atrayendo unos ojos verdes y tristes a mi cabeza.
—No la vale, papá.
Cuando alguien me importa le doy pistas. Me cuesta tanto abrirme y mostrar la cara oculta de la luna que lo hago mediante pistas, una anécdota, un libro, si en el parque ella se hubiese sincerado el mambo sería otro.
—No pareces muy seguro, pero si dolido. —Palmea mi hombro—. Así que dejame y te digo una frase que leí en algún lado y ahora viene a mi mente: El dolor se cura con amor, no con tanto tiempo. En esta vida no hay nada seguro, un día puede que esté y al otro se haya ido. Tómate tu tiempo, pero no te adormezcas.
Agrego más alcohol a mi garganta para aliviar el dolor en mi corazón.
—No puedo volver a donde la confianza se ha ido. Ni siquiera fue capaz de aceptar sus culpas sin excusarse en esas mismas palabras que usó mi madre aquella noche.
Sonríe como si descubriese el problema.
—Cuando superes el pasado podrás vivir el presente, solo espero que no sea muy tarde. —Besa mi sien encaminándose a la puerta—. Eso no sería muy Winston de tu parte.
Su broma me saca una sonrisa floja. Quizás no estoy tan muerto si puedo sentir tanto.
||~𑁍~♡~𑁍~||~𑁍~♡~𑁍~||~𑁍~♡~||
¡Hola, hola!
Luces de mi vida, luces de mi corazón tengo ganas de irme a llorar con todo lo que está sucediendo.😭
De verdad, que esto me duele muchísimo y quizás alguien piense "que pendejada, es solo para hacer drama", pero hay quienes entendemos a Ryker y podemos darnos cuenta que no fue lo ocultado, sino la acción. Se veían ya sus problemas con respecto a ciertas palabras y su disgusto con la mentira. Si tienen alguna duda déjenmela acá.
Los amito😍
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro