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— ¿De qué está hablando? —

— Lo que escuchaste, me moría de los celos, lo primero que pensé cuando me dijiste de tu falta fue en que saldrías con Jake. Su relación es tan cercana y tan jodidamente perfecta que nunca dudé en que ustedes fueran pareja —

— Eso no es posible — Dijo Sunoo aún en shock

— En la última semana, no hubo día en que no esté pensado en ti, en que estarás haciendo, en si llegaste bien a tu casa, hasta en tu estúpida sonrisa. Voy a mi casa y al entrar a mi habitación lo primero que pienso es en ti cuando nos quedamos viendo fijamente, voy a la cocina y me acuerdo cuando te tenía en ese comedor haciéndome compañía, al despertar siento un terrible frío, porque tú ese día estabas a mi lado. Así que no te puedes ir —

— Lo lamento, eso no cambia nada — Respondió serio el rubio.

— Claro que lo cambia, haz hecho de mi vida un desastre — Gritó Sunghoon.

— ¿Y usted cree que no lo ha hecho con la mía? — 

— Hazte responsable de lo que haz hecho —

— ¿Cómo quiere que lo haga? — Preguntó con una mirada pesada y peligrosa.
Sunghoon se estaba rindiendo ante el rubio.

— Así — Dijo el CEO antes de agarrar el rostro de Sunoo y besarlo.

No entendía lo que estaba pasando, pero terminó aceptando el beso. Era desesperado, el pelinegro se aferró a la mejillas del más alto, mientras este agarraba las caderas del contrario fuertemente.

Sunghoon se separó lentamente por la falta de aire, pegó su frente con la de Sunoo y cerró los ojos sin soltar su rostro.

— No haga esto más difícil señor, por favor —

— No quiero que te vayas, Sunoo —

— Esto será difícil y podríamos terminar mal — Respondió tratando de alejarse.

— No me importa —

— Señor — Trató de decir, pero fue interrumpido por un Sunghoon desesperado juntado sus labios.

Se estaba enamorando de su jefe y ese beso demostraba todo el amor y pasión que sentía por él. Sunoo tomó a Sunghoon de las piernas y lo cargó. Se sentó en el sofá con él encima, esta posición provocó que el jefe estuviera ligeramente más arriba y lograra acariciar el cabello que tanto le gustaba.

— Me encanta tu cabello — Dijo en un momento de sinceridad y volvió a juntar sus labios.

El beso continuó, ambos tenían la respiración irregular con sus manos en el cuerpo del otro mientras se miraban fijamente.

— Tengo miedo, tengo miedo de que te vayas y no regreses, pero también tengo miedo de no poder soltarte y que todo salga mal —

—Yo también lo tengo —

Se quedaron en silencio por un momento pensando en cómo habían acabado en ese situación y que es lo que pasaría en el futuro. Sunghoon no había tenido una relación amorosa antes y por lo mismo no sabía que hacer, sus sentimientos era muy fuertes, al igual que el miedo de que todo salga mal.

Después de un tiempo el cómodo silencio fue interrumpido por el estómago de Sunghoon. 

— ¿No ha comido? — 

Este solo negó con la cabeza en respuesta, el rubio al ver que este no había comido en todo el día, volvió a tomarlo entre sus manos y llevarlo a la cocina, lo sentó en un mueble a lado de la cocina y antes de separarse tomó el rostro de Sunghoon y besos su labios por última vez.

Una vez lista la cena, ambos tomaron asiento y comieron en completo silencio algo acogedor.

Cuando terminaron, Sunoo cargó de nuevo al pelinegro dejando la mesa sin recoger y lo llevó a la cama. Le dio a una sudadera y un short para que pudiera dormir, fue al baño a cambiarse pero al salir del baño su rostro tenía un enorme sonrojo.

Corrió a la cama y se acostó con la cabeza completamente cubierta por la cobija.
Sunoo se quedó fascinado con la tímida actitud que tenía su acompañante en ese momento. Se acostó a su lado y por inercia Sunghoon se acercó aún más a su asistente y escondió su rostro en el pecho de este.

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Sunghoon fue el primero en despertar, su rostro estaba en el pecho del rubio, mientras este lo abrazaba.

Tenía sentía la necesidad de escuchar de nuevo el gemido del otro, así que acercó su mano a la dureza del rubio, la respuesta fue inmediata y Sunghoon decidió dejar de jugar o lo descubrirían. Intentó pararse de la cama pero fue detenidos por los brazos de Sunoo.

— ¿Qué era lo que hacías Hoon? —

— ¿Yo? Nada — Respondió nervioso 

— ¿Seguro?, porque no es la primera vez que pasa ¿verdad?—

Sunghoon perdió el aliento al escuchar eso.

— No sé, de que hablas — Dijo tartamudeando

— ¿No sabes? — Preguntó con una fingida inocencia — Cuando estábamos en tu casa ¿No lo hiciste? —

— S-sí me acuerdo — Dijo rápidamente con una voz nerviosa.

— Bien, ahora dime ¿Por qué lo hiciste? —

— Por curiosidad — Respondió rendido.

— ¿Las tres veces? — Preguntó acercando su rostro al del otro.

Sunghoon abrió los ojos sorprendido, nunca estuvo dormido — ¿Tú estabas..? — No pudo terminar la frase.

— Sí, estaba despierto. De hecho siendo sinceros yo estaba ocupado al verte dormir, traté de fingir que continuaba dormido pero vaya sorpresa que me llevé — Dijo besando ligeramente el cuello del pelinegro.

El teléfono de Sunghoon fue el que interrumpió el momento, Sunoo se levantó y fue por él para contestar, el pelinegro por su parte sentía su cuerpo demasiado caliente y su respiración se volvió irregular.

Sunoo le pasó el teléfono a Sunghoon y este contesto de inmediato.

— Hola —

— Sunghoon no haz venido a la oficina en dos días, ¿Todo está bien? — Preguntó Jake preocupado.

— ¿Oh? Sí, no te preocupes, no me sentía bien la verdad y preferí quedarme en casa — Dijo con voz nerviosa.

Sunoo se acercó a su jefe y continuó besando su cuello, tenía un batalla muy difícil en su interior, trataba de no soltar un suspiro ante la llamada de Jake.

— Me alegro que al fin te des cuenta, por cierto Sunoo tampoco vino — Contó curioso.

— Él vino a mi departamento — Dijo a duras penas.

— Que bien, estoy feliz de que se estén llevando tan bien — Respondió Jake

— Sí bueno, adiós — Colgó lo más rápido posible, no quería ser grosero con Jake pero su mente estaba ocupada en otra cosa.

Se acercó a Sunoo y lo besó desesperado. Este le saco la sudadera y pudo observar con lujo de detalle el perfecto desastre que era Sunghoon, tenía sus labios rojos e hinchados, un enorme sonrojo en las mejillas y su respiración era irregular, pero al levantar la mirada se detuvo de inmediato, la mirada y el rostro de su jefe mostraba una sola cosa, "temor". Sunoo soltó un pequeño suspiro y se levantó de la cama para encerrarse en el baño.

Sunghoon se sintió mal cuando el rubio se levantó de la cama y entró al baño. Su sonrojo aumentó al pensar en lo que pudo haber pasado, pero aún con el miedo y los nervios su cuerpo pedía más. Tomó la sudadera y se la puso, el calor en su cuerpo iba bajando lentamente.

Sunoo tuvo que tomar una ducha, pero una vez listo, salió del baño con ropa nueva y más tranquilo, al salir pudo notar que Sunghoon seguía en su cama pero estaba acostado y siendo cubierto por la cobija como la vez anterior.

Negó con una sonrisa, se acercó hasta quedar sentado en la orilla de la cama

— Señor, iré a preparar el desayuno — Dijo, pero antes de levantarse fue detenido por una pequeña mano que salía de la cobija para aferrarse a su playera.

"¿Que voy a hacer con usted? " Pensó Sunoo con una sonrisa.