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A lo largo de una semana y media todo seguía igual, con la excepción de que Sunghoon tenía un rechazó mayor al menor. No quería al rubio en su oficina a menos a que fuera una verdadera emergencia, ya que tenía una lucha interna en su interior respecto a lo que había pasado cuando se enfermó.
Desde ese día se fijaba más en el menor, después se regañaba internamente por lo que estaba haciendo. Pero lo más importante es que le huía a su mirada, no podía sostener la mirada de Sunoo por mucho tiempo, esa mirada traía recuerdos que el quería olvidar.
Cada vez que Kim entraba a la oficina era una tortura para Sunghoon, no prestaba mucha atención a lo que decía porque se perdía entre los rasgos de su rostro y su cabello rubio, tenía una ligera obsesión por su cabello. Cuando se daba cuenta de que no había prestado atención, preguntaba de nuevo y se sonrojaba.
Sunoo sentía el rechazo y le dolía, se estaba enamorando de Sunghoon lentamente. Se había quedado encantado de los gritos de su jefe aunque costaba creerlo, del como cuando estaba enojado sus orejas se ponían de un ligero rojo, del como cuando se equivocaba mordía ligeramente su labio inferior, del como cuando estaba nervioso mordía sus uñas mientras una de sus piernas temblaba ligeramente, del como hacía un ligero puchero cuando quería algo y no se atrevía a decirlo.
Sunoo había pasado por muchas cosas y no era bueno que su vida tuviera otro problema como lo era un enamoramiento. Se había olvidado por completo de la fecha del día siguiente, no podía falta a su compromiso y eso significaba faltar al trabajo. Su turno estaba por terminar y era buen momento para avisarle a su jefe.
Rápidamente entró a la oficina del CEO sin avisar encontrándose con el mismo viendo por la ventana como de costumbre.
— ¿Sunoo? ¿Qué pasa? —
— Señor, perdone el atrevimiento pero el día de mañana no podré venir —
— ¿De qué estás hablando? — Preguntó Sunghoon levantándose de su asiento — ¿Cómo que no vas a venir? —
— Lo lamento señor, pero es necesario —
— No puedes faltar, tu trabajo es estar aquí — Dijo levantando ligeramente la voz — Yo no te di permiso para faltar —
— Discúlpeme señor, pero esto es demasiado importante y no puedo aplazarlo —
— ¿Cuál es el motivo? —
— No le puedo decir — Contestó Sunoo
— No me salgas con eso — Levantó la voz al no conseguir la respuesta deseada.
— Lo lamento — Sin decir más salió de su oficina, tomó sus cosas y se fue de la empresa.
Este comportamiento y el misterio colmó la paciencia del CEO, se sentía dolido y estaba indignado. Sabía que no estaba bien lo que estaba haciendo pero no quería que fuera a dónde debía ir, pensaba lo peor de esa salida.
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Al día siguiente Sunghoon se encontraba afuera del departamento de su asistente, había decidido seguirlo y averiguar qué era eso tan importante que no podía aplazarse. Tenía unos celos enormes y mucho coraje en su interior.
Al poco tiempo el rubio salió con un pantalón negro y una sudadera grande, su rostro estaba completamente tapado por la sudadera. El chico caminó alrededor de 30 minutos hasta su destino "cementerio".
Sunghoon se desconcertó cuando entró al cementerio con la cabeza gacha, estacionó el auto cerca de ahí y entró al cementerio, por un momento pensó que lo había perdido, pero lo encontró sentado enfrente de una lápida.
— Hola mamá — Dijo en un tono bajo Sunoo.
El pelinegro se quedó petrificado cuando escuchó la palabra "mamá ".
— Mamá, te tengo una noticia, empecé a trabajar en Belift, Jaeyoon me ayudó a conseguirlo, ¿Te acuerdas de él? Era nuestro vecino hasta que tuvo que mudarse para estudiar en la universidad, ese pequeño que siempre estaba en nuestra casa al igual que Jungwon, se convirtió en la mano derecha del jefe — Dijo soltando ligeras lágrimas — Estoy muy orgulloso de él y sé que tu también lo estás.—
— Jungwon me sigue llamando, ha dejado de visitar la casa ya que el trabajo de ambos es pesado, es mi mejor amigo y sé que es mejor que trabaje a que aguante mis constantes lloriqueos. Te extraño mucho, necesito tus abrazos, tus sonrisa y tus consejos. Estoy enredado en un dilema muy grave, algo prohibido está pasando mamá y no sé que hacer — Contó Sunoo llorando por completo y tocando su pecho.
— Me duele al pensar en que todo puede salir mal, en que puedo salir lastimado por mis decisiones, tengo miedo de arriesgarme y que todo salga mal. Yo realmente estoy perdiendo la cabeza sin ti — Ya no podía hablar bien, su llanto era tanto que sus palabras ya no se podían entender.
La tristeza de Sunoo era palpable, tanto que Sunghoon terminó llorando al ver a su asistente sentado frente a la tumba de su madre y escuchando como este se derrumbaba lentamente. Se escondió detrás de un árbol , su llanto iba en aumentó. Esa simple imagen le recordaba lo que a él le había faltado: amor, cariño, paciencia y un cálido abrazo.
La vida de Sunghoon no había sido nada fácil, sus padres eran crueles y siempre veían el beneficio propio, a costa de la inocencia de su único hijo. Tuvo muchos problemas en su infancia por sus padres, no tenía amigos, ni nadie con quien hablar. La soledad lo había consumido por completo, tanto que la compañía de Sunoo lo tenía terriblemente mal. Su zona de confort había sido destruida por un chico de cabello rubio que se había colado en lo más profundo de su ser, obligándolo a acercase a él lentamente.
Escuchó como Sunoo cantaba una canción, conocía esa canción, era una de las más hermosas que había escuchado, pero escucharla con la voz del chico era mejor.
Siguió al rubio y cantó en un tono bajo.
Your goodbye, left me with eyes that cry
Now I'm lost without you
And now that you took that part
That used to be my heart
All of me, why not take all of me
Can't you see, I'm a mess without you
En la última parte ninguno de los dos pudo continuar con la letra, sus lágrimas escurrían por su rostro mientras abrazaban sus piernas.
La tristeza en ambos casos era diferente, uno lloraba por la pérdida de su madre y el otro porque nunca tuvo el amor de la suya. Eran completamente diferentes y eso cualquiera lo podía notar fácilmente, por eso eran perfectos juntos. Sunghoon se quedó mirando a Sunoo todo el tiempo, aunque este no hacía nada. Solo observaba la lápida fijamente sin decir nada, con unas ligeras lágrimas en sus mejillas.
—🍀—
Al llegar el atardecer, Sunoo decidió que era tiempo de irse.
— Lo lamento mamá, pero tengo que irme — Dijo triste y se levantó a besar la lápida. Logrando que nuevas lágrimas bajarán por sus mejillas.
Pero al darse vuelta se encontró con Sunghoon detrás de un árbol, se acercó a paso veloz y lo sacó de su escondite.
— ¿Qué está haciendo aquí? —
— Yo.. Bueno —
— No debería estar aquí —
— Lo sé, pero — Trató de excusarse
— ¿Pero qué? No debió de haber venido, no tiene ningún derecho de seguirme —
— Yo no sabía — Dijo bajando la voz.
— Esto es todo, renuncio — Se fue tomando camino a su casa.
Sunghoon se quedó petrificado, su mente repetía la palabra "renuncio" en su cabeza, al igual que el tono serio y molesto que había escuchado cuando Sunoo lo dijo. Sentía mucha tristeza, no podía dejarlo ir.
Cuando reaccionó, Sunoo ya se había ido y él decidió seguirlo de nuevo. Sabía que iría a su casa después de esto, así que fue al departamento del menor.
Sunoo escucho el timbre y se imaginó que su amigo Jungwon ya estaría ahí, pero se encontró con una persona completamente diferente.
— ¿Qué hace aquí? — Preguntó de nuevo molesto.
— No te puedes ir —
— Claro que puedo, acabo de renunciar. ¿No me escuchó? — Las palabras de Sunoo causaron un ligero temblor en Sunghoon, el tono y la forma en la que lo decía le creaba un dolor en el estómago.
— No, te necesito ahí —
— ¿Para qué? Para que me corra de su oficina cada vez que necesite darle un informe, para que me mire con coraje cuando me acerco a usted, para que me ignore olímpicamente cuando quiera —
— Te necesito ahí — Respondió Sunghoon en un tono bajo y con sus manos jugando con la orilla de su sudadera.
— No, no me necesita, ya no aguanto más. Traté lo más que pude para que usted y yo podamos tener una mejor relación, traté por todos los medios y siempre recibí lo mismo: nada. Ya me cansé de eso —
Sunghoon sintió como cada palabra pegaba en su corazón
— Puede conseguir fácilmente otro asistente — Dijo Sunoo tratando de cerrar la puerta, pero una mano logró impedirlo
— Yo no quiero a nadie más, yo te quiero a ti — Respondió levantando la voz
— Váyase, por favor — Dijo Sunoo tratando de quitar la mano del otro de la puerta pero este no quería irse.
— No me voy a ir, Sunoo yo te necesito mucho más de lo que te imaginas —
Se rindió y decidió dejar pasar a Sunghoon para terminar con todo.
— ¿Por qué estaba hoy en el cementerio? ¿Por qué se tomó el atrevimiento de seguirme?—Preguntó levantando la voz y con muy poca paciencia.
Sunghoon no aguantó más y dijo exactamente lo que sentía.
— Porque me moría de los celos —
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