—🍀—

Comieron en silencio, Sunghoon tenía un cara de pocos amigos, en muchas ocasiones Sunoo trató de disculparse pero no le hacia caso, provocando que el rubio tuviera un puchero en su rostro y solo mirara al mayor para tratar de hacerlo caer ante sus encantos, pero no lo estaba logrando.

Cuando Sunghoon terminó de comer, se levantó de la mesa y fue directo al cuarto como de costumbre. Kim soltó un suspiro y una ligera risa, nunca se esperó esa reacción por una simple broma.

Mientras terminaba de lavar todo una persona interrumpió su rutina cuando sonó el timbre, no recordaba haber invitado a nadie, así que con mucha duda abrió la puerta encontrándose con su mejor amigo sosteniendo dos bolsas grandes de comida y alcohol. Lo ayudó a llevar las bolsas al comedor.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó con una sonrisa.

— Realmente lo lamento, no pude venir ayer. Salí muy tarde del trabajo y no quería venir tan tarde — Dijo Jungwon abrazando a su amigo.

— No te preocupes, lo bueno es que estás aquí y mejor aún con comida — Correspondió el abrazo

— Perdona, sé qué es una día importante. Realmente me hubiera encantado verla —

— Tranquilo, ella sabe que estabas trabajando — 

— Ay mi amor, siempre tan lindo conmigo — Dijo separándose tomando las mejillas de Sunoo con delicadeza — Un día de estos te voy a robar —

Sunoo soltó una carcajada en respuesta, su amigo era muy tranquilo la mayoría del tiempo, pero cuando quería disculparse se volvía un tanto empalagoso.

— No, no, déjame — 

— Claro, como tu jefe es más importante que el amor de tu vida — Respondió fungiendo estar indignado por su atrevimiento — Ya no me tocas como antes — Dijo separándose de su amigo, mientras este reía. Jungwon iba a continuar con su broma, pero la presencia de alguien más los desconcertó.

Un chico de cabello negro, con una sudadera de Sunoo y nada abajo a su parecer, los estaba viéndolo fijamente y con una evidente furia.

El rubio se dio cuenta de que su amigo estaba perdido en algo más y al girar el rostro pudo ver un Sunghoon bastante furioso.

— Que te jodan Kim Sunoo — Dijo de manera sería antes de encerrarse en su habitación, tomando sus cosas para irse de ahí.

Sunoo entró en pánico y obligó a Jungwon a salir de la casa con la simple excusa: luego te cuento.

Una vez resuelto ese problemas, escuchó como la puerta de la habitación se abría dejando salir a un pelinegro completamente vestido. El rubio se quedó en la puerta de la entrada evitando que saliera.

— Sunghoon déjame explicarte — 

— Déjame salir —

— No, espera — Habló nervioso — No es lo que parece —

— ¿Ah sí? — Preguntó con sarcasmo.

— Hoon, te estoy diciendo la verdad, es solo un amigo —

— Sí claro, déjame salir Sunoo —

En un momento desesperado acorraló a Sunghoon contra la pared

— Déjame salir Kim —

Este se resistía pero la diferencia de fuerza era evidente.

— ¿Me vas a dejar explicar? —

— No, déjame — Susurró

Desesperado, el rubio decidió besar los labios de Sunghoon, no podía dejar que se fuera con la idea equivocada. Poco a poco cedió ante los labios de Sunoo, esa era una batalla que el menor siempre iba a ganar.

— No te vayas con la idea equivocada cariño —

— No parece ser tan equivocada — Respondió con los ojos ligeramente rojos.

— Hoon, no es lo que parece. ¿No logras ver que la única persona que me gusta física y emocionalmente eres tú? —

—Sunoo, para — Trató de soltarse pero teniendo Sunoo entre sus piernas y recargado en sofá no iba a lograrlo.

— Desde tu maldito carácter, tu ligera sonrisa y tus intensos gritos han causado un problema en mi vida y mi corazón —

Jaló del brazo al pelinegro y se sentó dejándolo encima de él. El mayor cedió finalmente juntando sus labios mientras acariciaba el cabello del rubio.

Sunoo terminó el beso y decidió hablar.

— Necesito explicarte muchas cosas—

Suspiró.

— He vivido aquí desde hace mucho tiempo, mi padre nos abandonó cuando yo tenía 5 años. Mi mamá fue la que más sufrió, se vio obligada a dejar a su hijo solo para poder mantenerlo, mis vecinos eran Jungwon que es el chico que vino hoy y el de las fotos, y mi otro querido amigo Jaeyoon. Cuando mi madre se iba a trabajar, ambos venían a mi casa o yo visitaba la suya con tal de no estar solo. Así fue por mucho tiempo siempre juntos, hasta que llegó la graduación de la preparatoria, Jae tenía pensado ir a la universidad para convertirse en un gran empresario como lo es actualmente. Jungwon y yo nunca pensamos en eso, ambos teníamos problemas familiares, desde muy joven él descubrió su gusto por los chicos y decidió enfrentar a sus padres, pero lo único que ganó fue que lo corrieran de su casa — Dijo con un nudo en la garganta

— Mi madre le ofreció quedarse con nosotros y él aceptó, éramos amigos desde muy chicos y no podía abandonarlo. Mi madre seguía trabajando para mantener ahora a una persona más, yo por mi parte no pensé en la universidad sino en traer dinero a la casa para que mi madre pudiera descansar. La foto que viste la vez pasada fue cuando Jungwon empezó a trabajar en ese lugar para ayudarnos con los gastos, yo por mi parte conseguí trabajo en otro restaurante. Ese día habíamos ido a festejar por nuestro primer sueldo, fue uno de los mejores momentos de mi vida, pero no duró mucho — Su llanto iba en aumentó y Sunghoon se sentía cada vez peor.

— Mamá enfermó poco después, Jungwon y yo trabajamos más duro para poder comprar los medicamentos y todavía tener tiempo para cuidarla. Pero desafortunadamente falleció, el día de ayer fue el aniversario de luto mi madre. Se cumplieron dos años de su muerte- —

— Sunoo, lo lamento — Dijo Sunghoon en un abrazo fuerte tratando de proteger al más joven.

— Mamá siempre me dijo que mi intuición era un don y que siempre confiara en eso sin dudarlo, esa intuición la sentí contigo — Confesó

Sunghoon abrió los ojos sorprendido por tal confesión, nunca espero que su destino estuviera marcado desde tiempo antes. Aún en la misma posición el CEO decidió contar su historia.

— Yo siempre tuve una vida llena de lujos, siempre con dinero, joyas, pero no había amor, mi padre trabajaba todo el día y mi madre siempre estaba afuera gastando el dinero. Mientras en la casa había un pequeño niño abandonado que no sabía con certeza cuál era su propósito, desde muy chico tenía niñera y nanas para cuidarme pero nunca duraban mucho, ya que mi madre siempre las corría — Continuó abrazando fuertemente al rubio

— Nunca tuve una muestra de afecto de mis padres, poco a poco el odio surgió en mí provocando que mi actitud y mi forma de ser se volvieran de esta forma. Me cuesta mucho trabajo expresarme porque nunca tuve el derecho de expresarme libremente. Me fui de mi casa cuando entré a la universidad, dejé todo el dinero, los lujos y mi familia. Trabajé por mucho tiempo en un negocio pequeño y no todo el dinero que recaudaba era para mí alimento, la gran mayoría era para ahorrarlo para el futuro. Jake me ayudó a fundar Belift y juntos lo convertimos en lo que es hoy. Pero yo creo que la mejor parte de todo es ver tu estúpida sonrisa — Dijo acariciando el cabello de Sunoo.

— Creí que era mi cabello —

— Bueno, también lo es —