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𓂃꙳⋆ four

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Sus labios se atacaron con fiereza, con necesidad y aliviando la tensión que en ese momento se había creado entre los dos. Ninguno se quejó, mucho menos se alejó del otro. Las manos del mas bajo viajaron hasta la nuca ajena para poder atraerlo a el e intensificar su roce de belfos y es que en ese momento ya no importaba de quien se trataba... o si, tal vez si. Realmente ya no se entendía a si mismo, pero tampoco quería detenerse a pensar en ello. Ya estaba pasando y no iba a parar, por supuesto que no.

Las manos de San apresaron su cintura y sus dedos se hundieron en esta causando que el castaño suspirara sobre sus labios. Fue subido al escritorio que tenía detrás y sus piernas rodearon las caderas ajenas sin dudarlo. Los labios de San eran suaves y asimismo adictivos, y las ganas de este de besar al menor eran insaciables al parecer pues no tenía deseos de alejarse de estos. No importaba cuantos minutos habían pasado desde que entraron antes al cuarto.

Las manos del mas alto se metieron por debajo de su camiseta, acariciando su suave y delicada piel, trazando figuras en su cintura e intentando obtener toda la cercanía posible. Los dedos del más bajo tiraron de los cabellos contrarios con insistencia mientras sus labios se peleaban entre ellos, en un intento de ver quien dominaba al otro primero pero Wooyoung se veía incapaz de ganar, pues se estaba volviendo loco ante los movimientos ajenos y la lengua que ahora se rozaba contra la suya, haciéndose paso en el interior de su boca.

Wooyoung gimió contra sus labios cuando sus muslos fueron sujetados con fuerza y así mismo acariciados con necesidad. Sus dedos bajaron por toda su ancha espalda hasta entrometerse por su prenda superior, acariciando su espalda y rasguñando esta con suavidad, hasta permitiéndose rozar su marcado torso que lograba antes percibir en los entrenamientos a los que Yeosang lo arrastraba.

La habitación se sentía caliente, así como el ambiente pesado y caluroso. Hasta la música dejó de escucharse para ambos cuando su juego comenzó.

Chilló suavemente cuando su cuerpo fue cargado por los fuertes brazos ajenos que lo llevaron hasta la cama, lanzándolo en la misma y despegando sus labios por primera vez desde que comenzaron a besarse. Los belfos del mas bajo estaban hinchados, su brillo se habían corrido, pero San encontró esto terriblemente caliente porque había sido el causante de todo ello. Respiraron agitadamente antes de volver a acercarse y besarse, pero Wooyoung fue más rápido a la hora de quitarle antes la camiseta al mas alto, sintiendo que iba a babear al mirarlo con el torso al descubierto.

Pero Choi no se quedó atrás pues también lo despojó de su prenda superior antes de meterse entre sus piernas, acariciando su cintura antes de atacar sus labios con dominancia, gruñendo con satisfacción cuando el mas bajo acabó sumiso ante sus tactos y roces unidos. Apretó sus muslos a su gusto, descubriendo que había estado queriendo hacerlo desde hace tiempo. Wooyoung gimió ahogadamente, arrojando su cabeza hacia atrás ante la sensibilidad en su piel descubierta al ser esta tocada sin descanso.

Choi aprovechó aquello para atacar ahora su cuello, besándolo húmeda y suciamente, repartiendo mordidas que no tardaban mucho en pintar su piel. Wooyoung jadeó llevando sus dedos a la espalda ajena, trazando la misma con sus pequeñas uñas sin llegar a hacerle daño, mucho menos marcas notorias. Cuando su piel fue chupada con fuerza, su cuerpo se arqueó y sus caderas se alzaron con levedad, provocando que sus miembros se rozaran.

—Mírate, luciendo como toda una puta descarada para mí — Susurró Choi bajo con su aliento chocando contra su oído.

Wooyoung jadeó derritiéndose por las palabras ajenas cuando estas le enviaron olas de calor a todo su cuerpo.

—Juega conmigo... — Pidió de forma juguetona a la vez que bajaba su mano hasta la entrepierna de Choi para comenzar a acariciarla en un intento de molestarlo. Comenzaba a encontrar a los gruñidos y jadeos de San como lo mas caliente que sus oídos podían escuchar.

Sus veloces dedos se ocuparon de desabrochar el cinturón que llevaba puesto y luego de desprender sus pantalones, tomando el borde de su ropa interior para bajarla igualmente y así poder acariciar su miembro con mas insistencia, intentando no abrir sus ojos con sorpresa al notar el considerable tamaño que este poseía. San gruñó arrojando su cabeza hacía atrás, presionando sus dedos en la piel ajena y disfrutando de lo que este se encontraba haciendo mas abajo. Sin perder el tiempo, se posicionó mas encima de su cuerpo, y luego su polla se encontró con los labios del menor, quien gustoso los abrió para recibir su miembro en el interior de su cálida y húmeda boca.

San jadeó, bajando una mano hasta los cabellos del chico para enredar sus dígitos entre sus mechones y así dejar su cabeza quieta, comenzando a follar su cavidad bucal lenta y profundamente pues estaba seguro de que el mas bajo iba a poder tomarlo pues estaba seguro de que su experiencia era innata. Wooyoung cerró sus ojos, colocando sus manos en los muslos ajenos y relajando su garganta, dejando que el mas alto hiciera lo que mas deseara con ella pues estaba disfrutando de tener su polla saliendo y entrando de su boca, escuchando cada uno de los placenteros sonidos que le enviaban olas de placer a todo su cuerpo y especialmente a su propia erección.

Choi metía y sacaba su polla a una velocidad moderada pero profunda, y en efecto tenía que hacer un esfuerzo de no ahogarse. Dejó de prestarle atención a esto cuando sus estocadas se volvieron mas rápidas, mas toscas y desordenadas, y fue cuando ahuecó sus mejillas apretando sus labios a la vez y enviándole aún mas vibras de placer al mayor a la hora de chupársela. Wooyoung no se detuvo, mucho menos se podía controlar a ese punto, así que arremetió mas contra la boca ajena, abusando de la misma y con Wooyoung gimiendo alrededor de su polla.

Sus dedos tiraron de sus suaves cabellos antes de quitar su longitud del interior de su boca, observando como hilos de saliva se conectaban de sus labios a su glande. Deslizó su miembro por alrededor de sus belfos, golpeando sus mejillas y obteniendo a un sonriente Wooyoung que sacaba la lengua en busca de obtener mas de su polla, porque no podía negar que le fascinaba chupársela como solamente él sabía hacer. Su cabello estaba despeinado, sus adorables ojos un poco húmedos y su pecho subía y bajaba, y San no podía encontrarlo mas precioso que nunca y, en ese momento, podía confirmar que era una de las personas mas calientes con las que se había acostado.

Se apartó de su rostro, puesto que sabía que si seguía follando su boca acabaría por correrse en esta y definitivamente no era lo que deseaba. Sus manos tomaron sus caderas y lo volteó, dejándolo boca abajo. Se apresuró con despojarlo de sus últimas prendas y de esa forma dejarlo desnudo debajo de su cuerpo. Un gemido se atoró en su garganta al tenerlo en esa posición; dándole la espalda y con su trasero suavemente alzado, dejando en evidencia una curva que acababa por darle acentuación a su estrecha cintura que fue lo que en un momento le hizo perder la cordura.

¿De verdad ese chico nerd pero descarado ocultaba todo eso? Definitivamente no se lo hubiera imaginado ni en sus mas remotos sueños porque, a pesar de oír a Mingi decírselo una o dos veces, no iba a creerlo hasta tenerlo delante de sus ojos como esa misma noche.

Sus dedos apretaron la piel de su trasero, escuchando bajos jadeos provenir del menor. Se entretuvo apretándolo un par de segundos, antes de dejar caer sus palmas, escuchando un ruido seco a causa de los dos azotes que le dió cuando menos se lo espero. Wooyoung gimió con sorpresa, sintiendo el picor en su piel pero no negaba que le fascinó, que deseaba mas y que esperaba mas de donde vinieron esos dos. Choi se permitió subir sus manos por todo su culo hasta apresar su cintura, acariciando la curva junto a su espalda y observando como su piel se erizaba debajo de su tacto.

Volvió a bajar hasta su trasero, separó sus glúteos y próximo a eso escupió sobre su entrada. Definitivamente detestaba cuando la preparación era con saliva, no por un problema suyo, sino porque eso provocaba que luego todo fuese un poco doloroso para la otra persona, y la falta de lubricante no los estaba ayudando. Wooyoung suspiró cuando uno de los dedos ajenos se deslizó por los costados de su agujero antes de entrar lentamente. Se obligó a relajarse, a no pensar con claridad ya que eso era lo último que necesitaba. Sus paredes se apretaron al dígito que se hacía paso entre ellas.

La incomodad fue clara, pero no duró mucho pues apenas se acostumbró a su primer dedo, un segundo y último se hizo paso en su entrada al mismo tiempo. San comenzó a meterlos y sacarlos con lentitud, sintiendo como su polla volvía a reaccionar debido a que sentir la estrechez ajena solo con sus dedos ya lo estaba matando, porque solamente con pensar en como sus paredes apretarían a su miembro amenazaba con dejarlo fuera de sus sentidos. Con su mano libre se ocupó de acariciar su trasero, apretar el mismo y separarlo para tener una buena vista de su entrada tragándose sus dos dígitos sin problema.

Los gemidos de Wooyoung no tardaron en hacerse escuchar a medida que iba aumentando poco a poco la velocidad con la que lo preparaba con sus dedos, abriéndolos un poco para expandir su interior y que luego cuando le tocara meter su polla no fuese doloroso. El tiempo no era de sus mayores preocupaciones extrañamente, habían olvidado totalmente que solo tenían una hora y hasta seguramente la misma ya había pasado, pero era lo de menos porque estaban metidos en su propio mundo.

—Por favor... — Escuchó al menor suspirar—. Solo fóllame, San — Y con esa voz que se lo pedía, ¿Cómo podía decirle que no? Se veía incapaz de hacerlo.

Quitó lentamente sus dedos, gruñendo por la simple imagen de su entrada apretándose alrededor de la nada. El mas bajo se acomodó sobre sus rodillas, hecho ya un pequeño desastre de jadeos por lo que los dígitos ajenos causaron en él antes. San tomó su miembro entre sus manos, rosando el glande con su glande con la entrada ajena. Wooyoung se estremeció empujando sus caderas en busca del miembro y en obtener que este entrara en él.

— ¿Desesperado? — Se burló, presionando sus dedos en su cintura y atrayéndolo a su cuerpo. A ese punto se veía incapaz de alejar sus manos de su anatomía, pues lo que mas deseaba era poder explorar toda esta a pesar de saber que no era momento de ello. Al menos no ahora. — ¿Por qué no ruegas un poco?

Wooyoung gimió desesperado y como si estuviese al borde del llanto.

—Por favor, por favor, por favor, San... — Pidió con voz casi rota, moviendo su culo en dirección suya con el propósito de ganárselo rápido y olvidándose de su orgullo —Por favor, fóllame. Hazme gritar como la puta que voy a ser a ti — Y supo que con esas palabras se lo ganó pues no tardó en chillar alto cuando sintió como la punta de su miembro se hacía paso entre sus estrechas paredes —O-Oh, god...

Los dos jadearon alto, Wooyoung apretando sus manos alrededor de las sabanas debajo de su cuerpo, y San sintiendo como su miembro era asfixiado por las paredes ajenas mientras se hacía paso entre ellas hasta meter toda su longitud en su caliente interior. Acarició su cuerpo al sentirlo tenso, y es que era de esperarse así que se limitó a intentar relajarlo lentamente, tocando su miembro y masturbándolo al mismo tiempo, quitándole suspiros al menor a medida que se acostumbraba.

—Mierda... — Gimió roncamente San cuando su pelvis chocó contra el trasero del menor, quien arqueó su espalda una vez se relajó y sintió aquella incomodidad alejarse lentamente con el paso de los segundos —Aprietas demasiado bien.

La música se escuchaba lejana a ellos e igual el barullo de la gente que disfrutaba de la música todo lo posible. Pero era lo de menos, ya que estaban hundidos en esa incrédula fantasía caliente y perversa, descargando todas esas ganas que se sin pensarlo, sin saberlo hasta que les toco encerrarse en aquel cuarto. Ninguno iba a imaginar en su sano juicio que acabarían por acabar desnudos en una habitación y para colmo, follando como si no hubiese un mañana, gimiendo sin miedo a que alguien los escuchara. Nada de eso era importante en ese momento, solo existían los dos y nadie mas.

Sus estocadas eran profundas, rápidas y golpeaban en aquel lugar que lograba volverlo loco en cuestión de segundos, que lograban convertirlo en ese mar de gemidos que San definitivamente comenzó a adorar. Nunca pensó que escuchar los dulces sonidos ajenos iba a ser algo tan caliente y placentero para sus oídos, como una fantasía. O ver como su cuerpo reaccionaba ante sus roces y toques mas pequeños.

—E-Espera... — Alcanzó a decir entre uno que otro jadeo que lo interrumpía —Te quiero montar, ahora.

Y no se lo tuvo que pedir dos veces ya que en unos segundos, Choi ya se encontraba recostado en la cama, esperando al menor que tampoco perdió el tiempo. Se posicionó encima de su cuerpo, con una pierna a cada lado de su cadera. Tomó la polla ajena alineándola con su entrada y se dejó caer sobre la misma lentamente, suspirando al sentirse otra vez completamente lleno. Las manos del mayor se condujeron hasta sus muslos, acariciando los mismos conforme el se comenzaba a mover lentamente hacia adelante y atrás, acostumbrándose así a la nueva posición.

Sus gemidos no tardaron en salir de sus labios, a medida que tomaba un ritmo un poco un poco mas continuo y rápido, causando que San comenzara a soltar aquellos sonidos que encontraba igual de calientes y excitantes. Una sonrisa se apoderó de sus labios, los cuales relamió sin dejar de moverse encima del mayor, queriendo escuchar mas de sus jadeos, mas de sus maldiciones, mas de todo lo que este podía darle. Y, oh, definitivamente Choi estaba perdido en la imagen que tenía del chico moviéndose tan maravillosamente bien alrededor de su polla.

Comenzó a masturbar lentamente su miembro, observando como Wooyoung se retorcía y arqueaba su espalda, permitiéndole ver mejor su bonita cintura y dejándole apretar con mas insistencia sus muslos, deseando dejar la marca de la yema de sus dedos en los mismos, en su blanquecina y sensible piel.

—Mierda, Wooyoung. — Gimió roncamente antes de tomarlo por la nuda y atraerlo hacia él, atacando sus labios con desespero sin poder resistirse mas tiempo al tenerlo de esa forma, encima suyo y volviéndolo prácticamente loco.

Wooyoung subía y bajaba sobre su miembro, apretando sus paredes mientras no tenía intenciones de alejarse de los adictivos labios de Choi, quien mucho menos iba a dejarlo ir tan rápido. La mano ajena masturbaba su miembro a la par que se movía encima, causando que le fuese imposible no gemir alto sobre los labios ajenos, intentando no perder el ritmo por mas difícil que le era. Su cuerpo se encontraba sensible y al borde del colapso puesto que los juegos previos de antes hicieron gran efecto en el.Y cuando menos cuenta se dió, San lo sostuvo por la cintura y arrojó a la cama, no tardando en posicionarse entre sus piernas nuevamente y comenzando así a follarlo con mas rudeza en cada uno de sus movimientos. Wooyoung gritó cuando su próstata fue hallada, dejando notorios rasguños en los hombros ajenos al sostenerlos tan fuerte, quien solo atinó a gruñir a causa del placentero ardor que obtuvo, mas no dejó de profanar la entrada del castaño, yendo todo lo profundo que le era posible y abriendo sus ojos para deleitarse con la imagen de este mismo que tenía.

— ¡San! O-Oh, mierda — Cerró sus ojos con fuerza sintiendo como cada vez su orgasmo estaba mas cerca —Vo-Voy a-a...

Los dedos del mayor tomaron con firmeza su mentón, obligándolo a verlo mientras lo follaba.

—Hazlo.— Y no tuvo que oírlo dos veces antes de obedecer, obteniendo su ansiado orgasmo con un fuerte gemido, dejando salir el nombre ajeno de sus labios conforme su semilla manchaba los abdómenes de los dos. San gimió por como sus paredes se apretaron alrededor de su polla y embistió mas profundo buscando ahora su propio orgasmo.

—Fuck, Wooyoung. — Y no pudo formular nada mas cuando se corrió en el interior del chico, causando que este suspirara satisfecho al sentirse aún mas lleno.

—Dios... — Jadeó agotado el más bajo, oyendo su respiración agitada combinada con la de San, quien se limitaba a rozar su nariz contra la sensible piel de su cuello conforme los dos descansaban en silencio, en puro silencio pues, ¿Qué iban a decirse luego de todo eso?Lentamente el mayor abandonó su interior y Wooyoung pudo sentir como el semen ajeno se deslizaba fuera de su entrada. Choi fue el primero en levantarse y alejarse, y luego lo hizo él, tomando su ropa un poco veloz para así meterse al baño para cambiarse y también limpiarse un poco. Se miró al espejo y en ese momento sintió una gran timidez abordar en todo su cuerpo, con sus mejillas ardiendo en un potente color rosado que definitivamente no era debido al agite de cuando follaron. Sus cabellos castaño claro caían despeinados sobre su frente causando que se viera mas desastroso que antes, igualmente con su brillo corrido de la comisura de sus belfos.

Se limpió y se vistió rápidamente, intentando peinarse un poco a pesar de que esto dio poco éxito ya que su aspecto no había cambiado demasiado. Fue en ese momento en el que entró en razón de todo lo que había pasado... de que el de verdad se había acostado con San en la fiesta de Yang. Y de veras que no lo podía creer.

Abandonó el baño luego de respirar profundamente, dando con Choi abrochándose los pantalones cuando estuvo completamente vestido. Sus miradas se encontraron durante un par de segundos, no había sorpresa, mas bien ¿Indiferencia? Si, tal vez era eso. Y era entendible, ya que los dos estaban igual de perdidos en ese momento luego de todo lo ocurrido cuando cayeron en cuenta de lo sucedido. Wooyoung intentó que sus mejillas sonrojadas no delataran nada y así mismo Choi intentó que sus ojos no crisparan nada que confundieran mas las cosas.

Todo era muy extraño.

En puro silencio caminaron hasta la puerta, la cual claramente ya se encontraba sin cerrojo. El primero en cruzarla fue San y Woo lo siguió. Todo sin emitir ni una palabra, cosa que de cierta forma los hizo sentir extrañados, ¿Distantes? No entendían a que se debió ese revuelto en sus estómagos apenas abandonaron el cuarto donde todo pasó. Choi se detuvo en seco, provocando que Wooyoung chocara con su espalda y se quejara por esto mismo. Y cuando planeó decir algo, sus ojos dieron con los de Yeosang y Seonghwa subiendo las escaleras, detrás un confundido y sorprendido Felix al lado de Mingi sosteniendo la mano de una bonita muchacha con la que seguramente planeaba a revolcarse. Pero todos pararon por completo luego de ver a esos dos polos opuestos salir de un mismo cuarto, luciendo... luciendo básicamente como si hubieran follado.

— ¿Qué...? — Y Wooyoung no dejó que Felix terminara antes de darle una mirada de muerte que hizo que cerrara su boca de inmediato —No dije nada.

Mingi y Seonghwa en cambio, dejaron escapar fuertes carcajadas ante la cara de pocos amigos de su mejor amigo.

—Ya se habían tardado.— Seonghwa miró a los dos con diversión plasmada en su rostro, ganándose una inofensiva golpiza por parte de Yeosang. — ¡Auch amor!

Los dos recién salidos del cuarto se miraron de reojo y acabaron por separarse del otro y simplemente ir con sus amigos, jalando uno a cada uno para alejarse de esa habitación comprometedora.

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