▪︎♧ • ♤▪︎

▪︎♧ • ♤▪︎

—¡Soobin! ¡Taehyun!

Gritaba el pequeño Yeonjun en busca de sus primos menores, los tres se encontraban jugando en el patio trasero de su casa, pero al parecer no fue una buena idea ya que el comienzo del bosque le había causado curiosidad a los niños.

Estaba desesperado y asustado, sabía que la dirección a la que te llevaba el bosaje era a la casa del omega Min, quien era el loco del pueblo; los rumores siempre se enfocaban en él, decían tantas barbaridades del señor que Yeonjun temia de lo que le pudiera decir y hacer a sus primos.

Siempre que ibas al centro del pueblo, podías escuchar como las señoras hablaban del pobre omega que perdió a su pequeño cachorro por andar de zorra con otro alfa que no era el suyo, que había hechizado al alfa Park para que este con él, que si te acercabas te comenzaba a seducir con sus feromonas, que cuando empezaba a hablar te intentaba convencer a entrar a su casa para matarte o que no debias acercar a tus hijos ya que podría robartelo porque lo confundía como uno propio.

—¡Por favor chicos vengan, mamá se enojará! y no quiero un castigo... —Seguía pidiendo el pequeño, con temor de que la susodicha junto con su tía aparecieran en cualquier momento. Pero sin más remedio tuvo que adentrarse al bosque y seguir el camino de éste. No iba a dejar que le sucediera nada a sus primos.

A medida que avanzaba más y más, podía escuchar las risas de Soobin junto a una voz cálida. Creía conocer de quien se trataba. Y eso lo asustaba más.

—¡Ustedes son unos amores! —escuchó esa exclamación proveniente del omega Min y Yeonjun trago saliva al reconocerlo, pues, tuvo la oportunidad de oir la voz del magnante omega.

Se apresuró a llegar y lo primero que sus ojos vieron fue a Taehyun ser cargado por Min y a Soobin agarrale la mano.

—¡Sueltelos! —gritó asustado, pues, no sabía si todo lo que se decía era cierto. Y tampoco quería averiguarlo, y que su madre y tía le dieran un castigo por no poder cuidar bien de sus primos—. ¡Soobin, Taehyun! Les dije que no se adentraran al bosque, su madre los va a castigar.

Los niños y el omega vieron al recién llegado con asombro, miedo y arrepentimiento. Min Yoongi observó al mayor de los Choi y solo pudo sonreír al ver lo grande que estaba. Con cuidado dejó en el suelo al niño que cargaba y lo tomó de la mano.

—Jun, este omega nos dará galletas con leche —la emoción en la voz del pequeño Tae asustó a su primo mayor—, dijo que debemos descansar por el viaje tan largo que hicimos.

—¡Si! También dijo que podremos conocer a su bebé y que si nos portamos bien podremos jugar con él —. Esta vez fue Soobin al habla.

Los ojos de Yeonjun viajaban del omega hasta los niños, sabía que quitarles esa idea a ellos se le complicaría, los conocía al ser muy tercos en no aceptar un no a algo que querían hacer, ver o tocar.

—Chicos... debemos volver, su madre los está buscando para darles dulces —habló el pequeño mayor con miedo ante la atenta mirada del omega.— No pueden ir con... un desconocido.

—No es una desconocido, Jun. Se llama Yoongi —refutó Taehyun.

—Y es nuestro amigo —le secundó Soobin. Ambos se notaban molestos por lo descortes que se estaba comportando su primo.

—No se preocupen niños, si deben volver a sus hogares es mejor hacerle caso a su primo —habló por fin el adulto, siendo comprensivo con el mayor de los niños—. No deben hacer enojar a sus madres, pueden volver y conocer a Beomgyu otro día.

Con eso dicho, ambos niños fueron hasta Yeonjun y pronto se alejaron de la presencia del omega Min. Siendo no esta la primera vez que se encontraban y eran separados por su primo, quien reacio a dejarlos a solas con la escoria del pueblo, hacía todo lo posible por alejarlos y que se olvidaran de conocer al supuesto hijo de Min Yoongi.

[...]

Los meses pasaban y los pequeños cada vez que podían escapaban del cuidado de su primo e iban hacia la casa del omega Min. Ya habían tenido la oportunidad de conocer al hijo de éste, confirmando que uno de los tantos rumores era falso.

A penas con cinco años, Soobin y Taehyun eran conscientes de las mentiras de los adultos hacia el padre de su amigo Beomgyu. E intentaron explicarle a su gran primo Yeonjun, pero éste se negaba a creerle a un par de nños que no sabían de la vida.

Choi Yeonjun era un niño reacio ante los desconocidos, y que ese omega maldito se interesara en sus primos le hacía volverse arisco a cualquier excusa que los mismos inventaban.

En una de las tantas travesías de Soobin  su primo más cercano, pudo concoer al tal "Beomgyu" y no pudo evitar sentir curiosidad y credulidad, pues, ¿quién iba a pensar que era cierto lo del hijo del omega Min? Exacto, madie. Sin embargo, cuando tuvo la dicha de verlo, lo hizo de lejos por temor a que apreciera su madre alfa o el padre del niño; pero ello no causó que algo en él se removiera y qusiera acercarse, ser parte del lindo momento que su primo y ese niño pasaban.

—Jun, ven, Beomie te quiere conocer —habló Soobin en dirección de su primo, haciendo ademanes con su mano.

Negando con la cabeza, el pequeño Yeonjun ve a ambos con el entrecejo fruncido. Temor. No quería recibir un casyigo si su madre se enteraba.

—No, Soo, no iré con un bastardo como él. Es mejor que vayamos a casa antes que niestras madres se den cuenta—. Las venenosas palabras salieron de su boca mientras su mirada no se apartaba de dulce y tímido niño que lo veía con desilusión.

—¡Jun! ¡No digas eso! —regañó sin hacer caso al mayor—, Beomie, él no sabe lo que dice. Mejor vayamos por esas galletas que mencionaste, tu padre debe de estar esperandonos.

Y aunque Yeonjun quizo detenerlos, no lo hizo porque sabía muy bien lo mal educado que fue. La pequeña opresión que sintió en su pecho al ver el brillo desaparecer en los ojos del niño misterioso, la ignoró y decidió ir a su hogar con ambos puños cerrando con fuerza sobre sus palmas.

Luego de ese encuentro, le siguieron más y más. En todos y cada uno de ellos, palabras llenas de odio no intencionado salían de la pequeña boca de Yeonjun, pues, el orgullo y miedo hablaban por él cuando le era ofrecido jugar, convivir con Beomgyu y sus primos. Por nada del mundo faltaría a la promesa que le hizo a su madre; nunca juntarse con los Min-Park.

Y sí, cada vez que veía a aquel pequeño y lo hería con sus palabras algo en él dolía. Pero qué iba a saber ese pequeño que Beomgyu y él iban a ser destinados en un futuro cuando se presentasen.

Por ello, cansado de no lograr hacer razonar a sus primos, dejó que hicieran lo que quisieran. Su madre y tías nunca preguntaban que hacían en su cuidado y sus primos siempre llegaban antes que las adultas, por lo que desistió de la idea de un castigo. Además, aprovechó la ausencia para invitar a sus amigos a jugar a su casa. Donde  pudo olvidarse de aquel niño de ojos lindos, Choi Beomgyu

▪︎♤ • ♧▪︎

▪︎♤ • ♧▪︎

Traigo este fic nuevo con
ship nuevo uwu
espero les guste y le den
oportunidad<3
las actus serán lentas^^
cualquier duda pueden
preguntar sin problema :]
y si ven algún error, no duden
en avisar xd
Nos leemos pronto~

▪︎♡▪︎