Ji Min, estaba pagando la cubeta de helado cuando vio venir a los chicos, venían sonrojados tomados de la mano.

-¿Listos?

-Primero vamos por el helado.

-Cambió de planes- Les enseño la cubeta-  Nos espera tu papá. Te dejo y luego llevo a Hobi a  su casa.

-Pero ya habíamos quedado.

-Lo lamento chicos. Sonriendo.

-Está bien, de todas maneras la pase muy bien, en mi cumpleaños.

-Además nos veremos el lunes, tienes clase conmigo el lunes. No lo olvides.

-Y no olvides que tienes terapia conmigo.

Caminaron hacia el estacionamiento. Los chicos iban agarrados de la mano. Tae normalmente se sentaría junto a Ji Min, adelante pero opto por ir atrás con Hobi.

Ji Min los miro por el retrovisor y vio la complicidad que tenían, solo sonrió y le subió a la música. Fijándose en el tráfico.

Llegaron a la casa de los Kim, era un lugar moderno muy iluminado, en un barrio centrico de Seúl.

-Hobí, voy a tardar unos minutos, ¿Me esperas en el coche mientras bajo unas cosas y nos vamos?

-Me quedo con Hobi hasta que vuelvas.

-No, tú ayúdame con unas cosas en la cajuela.

-Pero quiero...

-No importa el lunes hablamos.

-El rubio bajo del coche de mala gana.

Cuando entraron a su casa todo estaba iluminado con pequeños farolitos de colores y un letrero que decía feliz cumpleaños.

Volteo a ver a Ji Min, sorprendido.

-Es para Hobi. Deja esas cajas y ver por él.- Le dijo el rubio sonriendo.

Tae, salió por el cumpleañero y lo primero que hizo fue besarlo. -Baja hay algo que quiero mostrarte. 

Sin sospechar nada, bajo del auto. Cuando entro en la casa todos gritaron ¡Feliz Cumpleaños!