Dejaron a Jeong-Yeon en su casa, el camino en el coche fue una tortura.

Hoseok iba callado y por más que su padre le preguntaba algo, no le contestaba.

-Hoseok, estas castigado, me molesta el comportamiento que tuviste. Me dejaste en ridículo con tus maestros y el director. ¿No vas a decir nada?

-...

-¿Hoseok?

-Arruinaste mi cumpleaños.

-Basta ya, tuve que trabajar.

-Y eso incluía a esa bruja.

Freno de improviso. No te voy a tolerar otra grosería más.

-Nunca me habías pegado ¿Me vas a golpear otra vez?

-Yo, lo siento hijo; pero has cambiado. No se cómo hablar sin que peleemos.

- ¿La amas?

-Me voy a casar.

-¿La amas como amaste a mamá?

-Nunca podre amar, como ame a tu madre...

-Entonces por qué te casas?

-Hoy hablamos de salir, pero Yeon se adelantó.

-¿Entonces no te vas a casar?

-Yo quiero que seas feliz, necesitas una madre.

-No necesito una madrastra y menos a esa bruja que se decía la mejor amiga de mi mamá.

-Eres muy chico para comprender.

-Comprender que ya olvidaste a mamá.

-Nunca le falte a tu mamá. Jeong Yeon era su amiga, con quien más te confiaría, además Yeon me sugirió  un internado y si sigues así lo voy a considerar. Por el momento estas castigado no puedes salir a divertirte. 

Hoseok estaba tan enojado, que le iba a contestar que se fuera al demonio, pero al momento recordó a Tae hyung y se quedó callado

-Quede de ir con Tae Hyung, el hijo del director a un examen piloto para saber en que enfocarnos para que estudie.

-Pues dile que venga a la casa. 

-Pero en la casa estas tú.

-Si quieres que venga, pero tu no puedes salir.

Iba a protestar cuando en su cabecita empezó a elaborar un alocado plan. 

-Está bien, tú ganas le pediré que venga