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• Capítulo 16

Abrí la puerta de mi casa para ser recibida rápidamente por la presencia de mamá Vanessa y la pequeña Eliana junto a sus aromas a los cuales ya estaba acostumbrada, mi cuerpo automáticamente se sintió menos tenso. Me fijé que ambas tenían expresiones ansiosas.

—¿Y? ¿Cómo les fue? ¿Recibirá su debido castigo? —preguntó apresuradamente mamá Vanessa mientras ayudaba a papá Robin a deshacerse del bolso y el saco.

Eliana se colocó a mi lado y tomó mi mano, presionó ligeramente, mirándome con una carita expectante. Eché una mirada a papá Robin para que explicara.

Todos fuimos a la sala.

—Será castigada —informó al sentarse de forma pesada en el sofá individual—. Pero el cómo y cuánto lo determinará el juez, el caso será presentado en Seattle y pronto tendremos la primera sección. Ahora estará encerrada en su casa sin salir hasta que llegue el día en que seamos citados, está custodiada por dos policías.

Mamá Vanessa asintió satisfecha, quien se sentó en el sofá largo junto a nosotras. —Bien, es bueno que no haya quedado en un malentendido como temía que pasara y quedara absuelta.

Papá Robin se inclinó hasta apoyar los codos en sus rodillas y frunció el ceño con seriedad. —Mmm, sospecho que ella no irá a una prisión como tal, lo más probable es que termine en un retén psiquiátrico, ya que su acto fue un homicidio involuntario, terminó confesando que no lo quería hacer en realidad, que fue cegada por sus emociones y actuó impulsivamente. —Entrelazó sus manos. —Y según Charlie, ella ha presentado depresión severa anteriormente cuando su novio terminó la relación. Así que tiene problemas psicológicos. Su condena probablemente no sea tan larga por eso y otras razones.

El rostro de mamá Vanessa era lamentable, aunque decía que ya no le tenía respeto a Isabella, no quería decir que los sentimientos hacia ella se hubieran desvanecido como si nada. —Está bien, lo importante es que no saldrá impune. Esto probablemente la ayude a reflexionar y cambiar. —Ella abandonó su expresión de lástima y centró su mirada en mí. —¿Estás bien con todo esto, Lia? Sé que eran amigas.

Sonreí levemente con cansancio.

「 Estoy bien, nuestro tiempo juntas no era mucho y luego estuvimos separadas por varios años, en ese distanciamiento los sentimientos se atenuaron. Isabella actuó mal aunque tuviera problemas psicológicos, así que estoy satisfecha con saber que al menos tendrá su castigo. 」

«Tal vez la verdadera Emilia estuviera dolida, pero para mí, Isabella es una extraña y no siento nada por ella».

Papá Robin enderezó la espalda, como me senté en la esquina del sofá, quedaba cerca del individual, por lo tanto estiró su brazo y palmeó suavemente mi hombro. —No te preocupes. Ve a descansar.

—Te llamaré cuando el almuerzo esté listo —agregó mamá Vanessa, estando de acuerdo con esa solicitud.

Asentí y me puse de pie, siendo seguida por mi hermana que no había dicho palabra en toda la conversación. Algo característico en ella, primero absorbe y luego opina si es apropiado.

Una vez que estuvimos arriba y cerramos la puerta de mi habitación, Eliana jugueteó con sus manos. Parecía que dudaba en decirme algo, por lo que di el primer paso.

「 ¿Qué sucede? 」

Eliana mordió ligeramente su labio inferior y se sentó con pesadez en mi cama. Yo me senté a su lado con una pierna doblada.

—¿Crees que Bella pedirá ayuda a su novio vampiro? ¿Qué tal si le ordena que nos chupe la sangre o algo? —expresó su miedo y me miró con sus ojitos bien abiertos.

Alcé las cejas sorprendida porque me esperaba muchas cosas, pero luego suavicé la mirada y sonreí un tanto divertida por esa inquietud.

「 Primero, existen vampiros buenos, y esta familia Cullen lo es. Segundo, Edward terminó con Isabella. 」

Frunció el ceño e hizo un puchero pronunciado por confusión. —Por un lado no me sorprende, porque desde que los vi juntos, supe que eso no iba a funcionar, ¿pero cómo te enteraste?

Arrugué la nariz y rasqué un lado de mi cabeza. No podía decir que Edward vino en la noche y escuché la noticia directamente de él.

「 Ya sabes lo que dicen, en un pueblo chico todo se sabe rápidamente. 」

Asintió creyendo ciegamente en lo que dije. Beneficio de que tuviera aún su ingenuidad y confianza en mí. Ladeó la cabeza al pensar en algo.

—¿Pero cómo sabes que los Cullen son buenos? Los conocimos hace poco.

Exhalé pesadamente. Era hora de brindarle información crucial a mi pequeña hermana, al ser ya consciente de que existe un mundo sobrenatural, lo mejor sería prevenirla de lo que abundaba allí, por supuesto, lo haría poco a poco.

「 Una prueba fueron sus ojos. Te preguntaste porqué tenían sus ojos dorados, ¿verdad? Bueno, es porque ellos no beben sangre humana. Se alimentan del animal. 」

Agrandó sus ojos. —¿Existen vampiros que hagan eso? Eso es... Lindo de su parte, de algún modo.

「 Eso no es todo. También existen vampiros con dones especiales. 」

—¿Dones especiales? ¿No solo tienen super fuerza, velocidad, belleza e inmortalidad?

Parpadeé varias veces y casi me río por la forma en que enumeró las características básicas de los vampiros. Negué con la cabeza.

「 No, varios vampiros al convertirse traen una cualidad con las que fueron muy afines en su vida humana. Por ejemplo, Edward puede leer las mentes. 」

Eliana se sobresaltó en la cama. —¡¿Qué?! ¡¿Edward puede leer las mentes?! —murmuró casi a gritos.

「 Es correcto, por eso debes tener cuidado cuando él esté presente o cerca. ¿Pensaste en tus teorías cuando fuimos a su casa? 」

Hice esa pregunta al ver que su semblante se puso pálido y su expresión se convirtió en preocupación.

—Lia, sí lo hice, sí lo hice —repitió con voz llorosa—. ¿Qué voy a hacer? ¿Me van a matar por saber su secreto?

Me acerqué para abrazarla por los hombros y di varias palmaditas en su cabeza. En mi pecho sentí los latidos rápidos de Eli, demostrando que tenía miedo. Tomé distancia para que me mirara las manos.

「 No lo harán. Como te dije, esta familia de vampiros es muy buena con la raza humana. Lo máximo que harían sería hablar con nosotras y pedir que guardemos su secreto... O sencillamente se irán de aquí. 」

«Aunque Edward realmente no mencionó nada de Eliana en mi presencia. No sé si ya lo comentó con los demás, pero de todas maneras tendré que preguntarle».

Eliana inhaló profundamente y suspiró de forma aliviada. Pero al segundo siguiente frunció el ceño en sospecha.

—¿Cómo sabes todo esto, hermana?

«Eres muy curiosa hermanita».

「 Desde que creo en lo sobrenatural, he hecho mis propias investigaciones. Además, me di cuenta de su don en el almuerzo. 」

Alteré la verdad porque no podía decirle que sabía todo mediante un libro que leí, ni de los dones de los otros vampiros porque no tengo explicación lógica para decir cómo lo supe.

Eliana entrecerró los ojos. —Me mentiste cuando dijiste que no creías en esto, ¿verdad? Para saber tanto no basta con el poco tiempo que tenemos de conocerlos.

Rodé los ojos porque Eli no pasaba una.

«Es complicado, Emilia realmente no creía, pero si digo eso, entonces no tendría sentido que yo supiera tanto».

「 Así es. No quería exponerte a un mundo así. 」

«Todavía no quiero, pero todo parece estar en mi contra».

Eliana asintió, pero luego se detuvo. Logrando ponerme nerviosa cuando me miró de nuevo. Quién sabía con qué iba a salir ahora.

—Lia, dijiste que eras de otra dimensión, ¿allí también existen los vampiros y lobos? —Su expresión era de verdadera curiosidad.

Relamí mis labios resecos. Era la primera vez que ella mencionaba sobre mí origen.

「 Algo así, por eso sé mucho. 」

«Ellos solo son reales y viven eternamente en los libros».

—¿Daba miedo convivir con ellos? Es que una cosa es tener teorías de que seres así existan, y otra es que te lo confirmen —murmuró con un puchero.

Sonreí levemente y sacudí con suavidad su cabello, luego procedí a mover las manos lentamente.

「 Era un mundo pacífico. No tengas miedo, ellos tienen sus propias reglas. 」

Hice una pausa, porque no me olvidé de advertirle.

「 Pero de todas maneras no debemos estar nunca solas en lugares aislados porque no todos son buenos, los de ojos rojos beben sangre humana… 」

Mostré una mueca al pensar un poco más en esto último que dije. 

「 Aunque algunos optan por beber de los que son malvados. Es complicado también en el mundo sobrenatural. 」

Ella asintió. —Está bien. Es mucha información valiosa que me dices, ahora seré precavida con Edward.

Sonreí un tanto enternecida por su mirada determinada.

「 Buena niña. 」

Se rió traviesamente al ser elogiada. Eliana puede ser todo lo perspicaz e inteligente que quiera, pero todavía continuaba siendo una niña a la que le gustaba que le dieran cumplidos y mimaran.

—Emilia, ¿qué hay de los lobos? ¿Qué sabes? —susurró con timidez, pero con una mirada brillosa.

Reí silenciosamente porque ya se estaba tardando en hacerme esa pregunta.

「 Tristemente para ti, te lo diré después. Déjame descansar porque hoy fue un día pesado. 」

Como la niña sensata que era, asintió y no insistió con el tema por ahora. Se despidió con un beso en la mejilla y me dejó sola en la habitación. Una vez que desapareció, también lo hizo mi sonrisa.

Suspiré con pesar y acosté la espalda en la cama, mirando el techo de origami al que me estaba acostumbrando también. Cuando caí y reconocí este mundo, no esperaba que terminaría de esta manera, con la protagonista a pasos de empezar un historial con antecedentes penales.

Parecía que el mundo no la favorecía como sospechaba, lo cual me daba una sensación de alivio porque entonces, a parte del asunto de lo sobrenatural, este mundo fantasioso podría circular con la normalidad que conocía de donde provenía. De esa manera la desorientación ya no estaría del todo conmigo.

Lo siguiente a tener en cuenta fue la próxima citación a la corte. Tal vez fue una coincidencia que el lugar fuera en Seattle, pero era una coincidencia que no podía ignorar. Sabía que la guarida de Victoria estaba allí y pronto haría una masacre que aparecería en las noticias.

Era una oportunidad que quizá debía aprovechar. Por lo tanto, sí o sí debía hablar con ambas partes pronto para armar un plan que impida que Victoria consiga su ejército y rescatar la vida de personas inocentes.

Ya que había caído allí, no sería tan ignorante de los eventos venideros, porque las personas a mi alrededor también eran de carne y hueso, por más que en mi mente tuviera la exclamación en letras pequeñas de que caminaba en una historia de novela, no convertía al resto en unas simples palabras inmortalizadas en papel.

El casi morir me lo había demostrado de primera mano.

El resto del día me la pasé en casa, ordenando mis pensamientos de lo que diría en mis próximos encuentros con los lobos y vampiros, todo debía calzar para no tener fisuras y pudieran ser convencidos.

Papá Robin salió en la tarde porque resolvería unos asuntos y mamá Vanessa salió reacia a su voluntariado en el hospital, no quería dejarnos solas por toda esta situación de los últimos días, pero la persuadí a que cumpliera con la fecha asignada.

Una vez solas, Eliana comenzó a preguntarme acerca de los lobos, mencioné cosas pequeñas; como que la transformación de los Quileute solía venir entre los quince y dieciséis años, tenían una alta temperatura, una regeneración asombrosa, comunicación mental con toda la manada al ser lobos...

Solté todo aquello excepto la imprimación que cada lobo tenía. Creo que ella todavía no sabía que Jacob era un lobo como esas historias que tanto amaba, de momento preferiría mantenerla en la oscuridad en esos dos temas.

Después de la conversación, Eliana subió a su habitación de buen humor para continuar su pequeño cómic del cual ocultaba aún de nosotros, según sus palabras, lo veríamos cuando estuviera totalmente terminado.

Ahora yacía sobre el sofá, observando con aburrimiento la programación de la televisión. La limpieza de la casa fue hecha, los platos relucían y ordené la sala, no había un quehacer pendiente. Continué presionando el botón del control, adelantando los canales hasta que varios toques en la puerta interrumpieron mi acción.

Arqueé una ceja, dejé el control en la mesa baja de al frente y me levanté con curiosidad de quién podía tocar la puerta. Al abrirla, agrandé los ojos porque mi visión obtuvo cabellos cobrizos, piel pálida, cuerpo alto, elegante y esbelto, y unos ojos dorados irreales.

Edward Cullen estaba de pie en la puerta de mi casa.

Él hizo una pequeña sonrisa al verme y sus manos se ocultaron en el bolsillo de su sudadera negra. Tenía un estilo inusual el día de hoy, su vestimenta era oscura y la capucha lo ocultaba levemente. Básicamente parecía no querer llamar la atención.

«¿Alguna vez lo describieron de esta manera o lo vi en las pantallas vestido así?»

Al pensar en eso, rápidamente aparté pensamientos peligrosos que me dejaran más en evidencia. Di unos pasos fuera de la casa y cerré detrás de mí, pero de inmediato sentí una invasión en mi cabeza que me hizo fruncir el ceño.

Edward se rió por lo bajo. —Entonces sí es la casa.

«¿Qué? ¿De qué hablas?»

Ladeó la cabeza. —¿Ya olvidaste que no podía leerte la mente ayer? —Arqueó una ceja después de decir esa pregunta.

Formé un círculo con mis labios, al recordar ese detalle que la verdad se me había pasado por alto al completo. Giré la cabeza para mirar detrás de mí y observar la casa.

«¿De verdad es la casa? Pero parece una casa normal y todo».

Se encogió de hombros. —También me extraña, pero no es como si pudiera investigar, es tu casa.

Mordí mi labio inferior.

«Quiero comprobar».

Abrí la puerta con cuidado y me adentré, al instante la pesadez que sentía en mi cabeza se desvaneció. Observé a Edward con ojos entrecerrados porque comenzaba a sospechar el origen de esa invasión que sentía de vez en cuando.

«¿Eres tú?»

「 ¿Lees mi mente? 」

—Nada. La casa es como un escudo, sé que hay dos personas aquí, pero no puedo acceder a sus mentes como si algo me lo impidiera.

Regresé sobre mis pasos y volví a cerrar detrás de mí, nuevamente notando como si alguien estuviera invadiendo mi mente. La compresión me golpeó.

«¡Eres tú!»

Lo señalé con el dedo índice, dando un paso más cerca de su cuerpo. Provocando que él diera uno atrás para tomar distancia y alejarse de mi dedo acusatorio.

—¿Yo qué? —preguntó sin entender.

Fruncí el ceño y retraí el dedo.

«Puedo sentir cada vez que invades mi mente, es como una pesadez, como si algo ajeno estuviera habitando allí».

Su expresión se convirtió en sorpresa y el paso que retrocedió, lo acortó otra vez.

—¿Puedes sentir cuando estoy leyendo tu mente? —Asentí y me crucé de brazos. —Eso... Eso es nuevo. Nadie realmente siente cuando estoy allí... —Presionó sus labios en una línea recta, como si se hubiera guardado algo más. Sus ojos se posaron en los míos, causando unos ligeros escalofríos, por la cercanía, olfateé de nuevo aquel aroma que me gustaba. Tragué saliva y apreté con más fuerza los brazos cruzados. —¿Te duele si estoy allí? —preguntó con un tinte de preocupación en su voz.

«No. No duele. Lo puedo ignorar, es como una alerta de que alguien está en mi mente, pero luego me adapto y es como si no tuviera nada».

Vi que sus hombros se relajaron, y asintió varias veces, parecía que le producía alivio saber que no me ocasionaba dolor. Luego de aclarar ese punto, otra interrogante apareció en mi cabeza.

«¿Qué haces aquí?»

Edward giró la cabeza, apartando su mirada de mí, solo pude observar su perfil a medias.

—Supe que hoy fue el interrogatorio, así que pasé a verte y averiguar cómo fue... —excusó sin atraverse a mirarme aún.

«Edward».

Interrumpí el balbuceo con aquella pobre excusa. Lo vi apretar la mandíbula y lentamente giró la cabeza de nuevo hacia mí. Sabía que mi expresión era seria.

«Dime realmente porqué estás aquí. Porqué te acercas a mí. ¿Es por Isabella? Porque tú y yo no tenemos nada realmente que nos conecte, exceptuando mi explicación que les debo. Y aquí no veo a Alice, Jasper o Rosalie apareciendo para que se las de».

No habló por varios segundos, y yo tampoco lo hice, dándole la oportunidad de ordenarse y explicarse. Sus ojos dorados se encontraron con los míos otra vez, provocando que unos latidos irregulares atacaran mi pecho. Intenté ignorar como pude ese hecho. Aunque sabía que el vampiro frente a mí era consciente.

Una comisura se alzó en una media sonrisa. Relamió su labio inferior y abrió por fin la boca.

—Alice puede ver el futuro en visiones —confesó, lo cual mostré una pequeña reacción de sorpresa con mis cejas levantadas—. Y ella te comenzó a ver desde mucho antes que llegaras a Forks. Tres semanas más o menos... —Hizo una pausa, como dejando que procesara sus palabras. No lo iba a negar, estaba conmocionada por esa revelación. —Y no sabemos lo que significa.

Parpadeé varias veces y descrucé mis brazos. Mis latidos irregulares aumentaron, mucho más por una posibilidad que me daba miedo, ni siquiera lo pensé, simplemente era un presentimiento.

«En esa visión... ¿Cómo me veía?»

Edward frunció el ceño ante mi pregunta, me observó de arriba abajo y nuevamente sus ojos conectaron con los míos.

—¿Cómo tú? —respondió con un deje de duda. Casi, casi doy un suspiro de alivio si no fuera porque volvió a hablar—. Aunque... En la visión tenías el cabello mucho más corto.

Mis piernas me fallaron, habría caído al suelo, pero me sujetaron con firmeza y a la misma vez con delicadeza por la cintura con un brazo que me rodeó. Mis manos se apoyaron en un pecho firme y duro, mi rostro también fue oculto por este debido a que bajé la cabeza, levemente apoyé la frente en ese lugar por inercia.

—¿Estás bien? ¿Qué sucede? —La voz baja y profunda de Edward sonó arriba de mi cabeza. Concentré todas mis fuerzas en el aroma que percebía de él para no permitir que mi mente divagara en muchas cuestiones después de oír aquello. Cerré los párpados e inhalé profundamente, recibiendo el chocolate como un calmante.

Después de un rato, empujé su pecho para tomar distancia, él me dejó ir con facilidad, dando un paso atrás. Yo hice lo mismo, todavía cabizbaja, no me atrevía a mirarlo.

«Lo siento, me sentí mal por un momento. Gracias por no dejarme caer».

—¿Pero ahora estás bien? —Asentí. —Es bueno, lamento haberte dicho algo así, tal vez eso fue muy sorprendente.

Agité la mano en negación.

«No, creo que ya no puedo sorprenderme tan mal después de saber que existen vampiros y lobos. Yo... Necesito entrar ahora, ¿sí? Ven en unos días a buscarme y resolver de una vez lo que tenemos pendiente».

—Eh, está bien, ve a descansar, te has puesto pálida.

Asentí otra vez y comencé a retroceder para entrar a mi casa, pero me detuve, giré la cabeza levemente.

«La próxima vez, solo aparece en mi ventana como ayer. Es mejor de esa forma».

—¿Q-qué? —Me giré al completo con una ceja arqueada al escuchar la duda en su voz. No esperaba que vacilara ante esa propuesta. —Porque no creo que sea decente, ¿no es mejor que toque la puerta como las personas normales?

Parpadeé varias veces.

«¿Desde cuando te importa eso? Con Isabella no hubo problema».

Aunque debía admitir que me gustó escuchar eso último, quería decir que no entraría a mi habitación sin mi permiso.

—Por supuesto que no entraré sin tu permiso, no estoy loco. —Frunció el ceño. —¿Y cómo supiste acerca de...? —Dejó la frase sin completar, haciendo evidente en su tono de voz que le avergonzaba que supiera eso.

¿Edward avergonzado?

Abrí la puerta y entré, la pesadez abandonando mi mente.

「 Entraré, creo que tenemos mucho de qué hablar luego. Tienes mi permiso, es más fácil allí que tenerte aquí. 」

Hizo un pequeño puchero, como si no le gustara mucho la idea. —Está bien, vendré en unos días. Descansa Emilia.

En un parpadeo desapareció ante mí, lo más probable es que no hubiera nadie alrededor. Cerré la puerta y apoyé la espalda en la madera.

Nuevamente necesitaba ordenar mis pensamientos, porque una revelación que no esperaba apareció. Me felicité el no haberme vuelto loca al escucharlo ni pensar de más.

«Drama y más drama. Típico de novelas».

∘◦❁◦∘

Chan, chan, chaaaan!!! Jiji, ¡Hola! Yo también estoy sorprendida porque estoy actualizando muy seguido esta historia, y me alegra. La quiero avanzar bastante hasta su final.

¿Qué les pareció el capítulo de hoy? ¿Teorías? Me encanta leerlos. Creo, creo, que nos acercamos al final de este primer acto.

Entendamos al Edward, debe disimular que Emilia no es su compañera destinada para no asustarla xD

Se siente como que hace mil años que posponen esa dichosa conversación jajwja, pero ya prometo que en el siguiente todo se resuelve, o lo que tenga que resolverse 🤣.

¿Vieron que la actitud de Edward es ligeramente diferente? Como, más conservador o tímido. Más adelante tendrá su explicación 😉

Lamento si hay errores o incoherencias. Hago lo mejor que puedo, besitos 😘 hasta la próxima actualización.

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