Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte unica

Disclaimer:
-Katekyo Hitman Reborn no es de mi pertenencia, así como sus personajes, son propiedad de Amano Akira.
-Harry Potter tampoco me pertenece por desgracia, y no le tengo tan buena voluntad a la autora como para poner su nombre. Aunque amo el mundo en que se desarrolla.
-El dibujo de portada fue diseñado y desarrollado al completo por mi.
-Separadores de texto, también fueron diseñados y desarrollados por mi.
-One-shot dedicado al segundo aniversario de la familia Tenjuu.
-Este one-shot no está ambientado en el canon de ninguna de las tramas originales, por lo que tiene su propia historia de trasfondo, pero en este OS no se verá más allá de la superficie, y no se si llegaré a tener el ánimo de escribir la historia, espero que si.

—¡Absolutamente no!— grita el pequeño Sly de tercer año, corriendo por los pasillos de Hogwarts como si su vida dependiera de huir de aquel que lo estaba persiguiendo, solo por estos momentos debía agradecer las lecciones físicas de su tutor, porque si hubiera sido hace dos o tres años ya se hubiera tropezado, siendo el objetivo más fácil de capturar en la historia de la magia desde que Merlín vivía, bueno, eso ultimo puede ser una exageración de su muy atormentada mente que necesita aferrarse a la ultima brizna de energía, evitar ser atrapado antes de que sus amigos y compañeros de habitación arriben

—Detente— es la frase tranquila que lleva escuchando desde hace ya varios minutos, desde que vio al superior cerca de su salón de clases y comenzó a correr como conejito asustado, graciosa coincidencia de que aquel que huye como el que persigue son ambos depredadores de esas dulces e inocentes criaturas —Sabes las consecuencias— y otra vez esa amenaza, aunque ya había aprendido a hacerle frente

—¡No me interesan!— unos pasos más, unos pasos más y estará en la seguridad que la sala de los menesteres le podía provocar, un lugar para esconderse, mas no logra llegar a tiempo cuando una desgraciadamente muy conocida mano lo detiene, sosteniéndolo con fuerza contra su costado mientras controla al muy enfadado Sly mayor

Era su fin, habían sido atrapados por la segunda peor persona que Tsuna no quería ver en ese momento, su no tan pacifico jefe de casa, quien se encontraba dedicándoles una de sus famosas mirada de decepción a ambos una vez estaban los tres en las oficinas del mayor.

—Sawada— el mencionado dio un respingo asustado, sin preocuparse de estar parado obediente junto a aquel con el cual estaba en guerra —Hibari— mas el Sly de quinto año no hace más que resoplar, sabiendo que cualquier otra muestra de ira seria severamente reprendida, aprendió por las malas a no cuestionar a su jefe de casa — ¿Puede alguno explicarme, si no es mucha molestia pequeños alborotadores, porque han estado corriendo como gallinas sin cabeza por todo el castillo? Creo que las reglas de nuestra casa son lo suficientemente claras como para que ambos las entiendan—

Mierda, estaba más enojado de lo que estuvo cuando en el primer año del más pequeño los tíos gemelos de, valga la redundancia, los gemelos compañeros de dormitorio de Tsuna fueron de visita a Hogwarts solo para mostrar su nuevo repertorio de bromas, tomando como víctima a los Slytherin primerizos, aunque varios de estos encontraron esas bromas divertidas su jefe de casa se encargo de castigar a los perpetradores de la misma forma que si aun fueran sus estudiantes. Esta vez era el turno de los Slytherin obtener un castigo de tan infame profesor, teniendo en cuenta el hecho de que media escuela los vio en su desesperada carrera.

—P-profesor Snape...— si las miradas pudieran corregir por completo el comportamiento entonces esa habilidad seria la principal de su hosco profesor, en un momento hizo sentir al pequeño Sly del tamaño de una hormiga

— ¿Y bien? Espero un informe del porque de su tan poco agradable comportamiento, toda la escuela ha sido testigo de cómo mis Slytherin actúan tan poco como humanos y mas como animales— vuelve a preguntar sin disimular ni un poco su molestia, como si de esa forma sus alumnos se vieran en la necesidad de hablarle acerca del motivo de tan mal comportamiento, siendo el primero en reaccionar aquel de grado superior

—No fue nada— miente Kyoya sin mirar al proferor, pero tampoco a la serpiente temblorosa a su lado

— ¿No fue nada? Por su no fue nada todo el castillo ha visto a dos de los mejores miembros de mi casa en una forma muy vergonzosa y poco adecuada para nuestra casa— aun si el azabache no está dispuesto a escuchar al profesor por nada del mundo el más pequeño quería desaparecer de ese lugar, refugiarse detrás de Kyoya como normalmente haría, hasta que recuerda que está enojado con este, sintiendo el valor volver a él, al menos un poco, el profesor Snape puede dar miedo pero la crianza de tres años con Reborn tiene que servirle de algo

—Es solo una disputa personal— la mirada que recibe le hace temblar una vez más, pero se mantiene lo suficientemente compuesto como para dirigir la mirada firme hacia su profesor, hablando sin tartamudear —Estamos dispuestos a aceptar cualquier castigo que el profesor decida imponernos por nuestra falta— esta vez recibe la mirada incrédula de Kyoya, pensando que esta vez sí le está dando más motivos al azabache para seguir con lo que molesto a la pequeña serpiente en primer lugar, además, los castigos del profesor Snape, sea a propósito o no, no llegan a ser tan extremos como los de Reborn, siendo que más de una vez han ayudado a Tsuna a aprender sobre el comportamiento de una serpiente

"No sé que me poseyó para portarme de esa forma delante de mi jefe de casa... cierto, todo es culpa de Kyoya" piensa sin dirigirle la mirada al otro estudiante, temiendo que la ira que volvió a llenarle se manifieste una vez mas

—Al menos un presente tiene conciencia— son las palabras del profesor, su voz sedosa mientras se levanta del escritorio, luciendo como si pensara en el castigo adecuado, Tsuna solo esperaba que este castigo no incluyera una carta a su enojado tutor, aunque por la mirada del pocionista esto no iba a ocurrir, una buena señal para el pobre castaño al menos —No sé cual pudo ser la razón de su... inusual disputa personal, pero el comportamiento que pone nuestra casa en vergüenza no puede ser perdonado— ahí estaba, había dado con un castigo ideal que en ese momento iba a impartirles —Dada la situación... tendrán dos penitencias, la primera, tendrán dos fin de semana sin salidas a Hogsmeade, para ambos—

Aunque Tsuna se sentía algo triste por no poder acompañar a sus amigos en la salida no siente una verdadera sensación de pérdida, conociendo que hizo mal en huir como un cobarde por todos los pasillos y poner en vergüenza tanto su casa como su linaje, mas la ira poco disimulada que se filtraba de Kyoya era difícil de ignorar, excepto por Snape, quien sigue hablando sin importarle que uno de sus alumnos parezca querer lanzarle un hechizo en ese mismo momento.

<<Ese tiempo vendrán al salón de pociones y limpiaran de forma muggle todo el salón incluidos los calderos usados, así como organizaran sin falta los ingredientes a utilizar en la semana. Y antes que piensen que han terminado, su segundo castigo, tendrán que compartir el dormitorio de Hibari hasta que su castigo sea levantado, por cada penitencia que cometan juntos serán asignados una semana extra, a ver si así arreglan sus problemas sin involucrar a toda la escuela en lo que sea que estén haciendo>>

Ese era el fin, ambos lo sabían, así como sabían que nada haría a su jefe de casa cambiar de opinión, ni siquiera las ganas de Kyoya de atacarlo para mostrar que no estaba de acuerdo, teniendo que contenerse si no quería quedar atrapado más tiempo con el menor, aun si hasta hace unos días eso hubiera sido aceptado sin dudarlo.

<<Ahora salgan de aquí, espero ver sus cosas movidas de dormitorio hoy mismo>>

Tras esas últimas palabras ambos salen de la oficina, mirándose con molestia tan pronto estaban fuera de la puerta, girándose en direcciones opuestas, uno a su dormitorio a hablar con los gemelos para que lo ayuden en la mudanza, esperando que tras las dos semanas no se olviden de su lugar en el dormitorio y eliminen la segunda cama, mientras que el otro decide ir a un lugar tranquilo en la torre de Astronomía para huir del más pequeño que pronto estaría invadiendo su espacio más privado, Hibird posado en su hombro, recordándole que ese chico le dio muchas más cosas que solo dolor de cabeza, mas en ese momento no quería ni siquiera pensar acerca de que su fiel compañero fue un regalo del castaño maleducado.

Fiel a las expectativas de Tsunayoshi los gemelos se encontraban muy pegados en la cama que estos compartían, leyendo lo que parece ser una carta de sus padres, cosa tan común que ya no puede extrañarse de la cercanía de ambos. En vez de interrumpirles la lectura decide comenzar la búsqueda de sus pertenencias, guardándolas a paso de tortuga para evitar tropezarse con las mismas y olvidarse algo importante.

— ¡Tuna!— es el grito del gemelo mayor, quien se lanza a la cama del castaño con una gran sonrisa, tomando una de las cajas con golosinas que este tenía en la mesita de noche —Hasta que vuelves, Al y yo estábamos esperándote para... ¿Por qué estas recogiéndolo todo? No me digas que... ¡¿Ya te hartaste de nosotros?!— las lagrimas de cocodrilo que el de cabellos claros mostraba no eran suficientes para conmover al muy acostumbrado Tsunayoshi, aunque su hermana pequeña fingía caer de vez en cuando

—No seas idiota Scorp— son las palabras del inteligente hermano menor, quien toma esta vez la cama de Tsuna como su lugar —Nuestro querido atuncito no se podría aburrir de nosotros ¿verdad?— definitivamente Albus era el más sensible de los hermanos, intentando parecer que no estaba preocupado, cuando en realidad si tenía algo de miedo

—Nunca me aburriría de ustedes tontos— se sienta en la cama también, aun quedando algo de espacio para una cuarta persona, así de grandes eran las camas de esa habitación en especifico, quizás deberían agradecerle al director por ello, mas el pensar en ir a su oficina solo por ello les quita todas las ganas de hacerlo, tampoco es como si este quisiera sus agradecimientos, cuando todo lo hace por el egoísmo de querer que sus nietos estén cómodos —El profesor Snape me puso un castigo por correr en los pasillos, tengo que pasar dos semanas compartiendo dormitorio con otra persona—

— ¡Eso! ¡Sobre eso te queríamos hablar Tunita! Escuchamos que corriste por todo el castillo huyendo de Kyoya, ¿aun no se han reconciliado ustedes dos?— la pregunta de Scorpius no le toma por sorpresa, sus amigos no saben el motivo de la discusión y tampoco es como si quisiera ponerlos al tanto del lio que actualmente hay en su casa y en su mente

—Aun no, ¡mientras Kyoya siga siendo un terco cabeza hueca no le perdonare!— sus amigos se miraron, casi como si quisieran recriminarle que Kyoya no estaba siendo el único terco, mas se mantienen en silencio, no queriendo provocar la ira de su pequeño amigo, sabiendo del poco control que este tiene sobre la magia propia y las consecuencias que esto podría acarrear para los tres

—Pero... ¿No es esto una oportunidad para que se disculpe?— razona Albus, quien obviamente es el que tiene más inteligencia emocional entre los tres, aun si el compasivo niño bueno entre las serpientes sea Tsuna

—Ni lo sé ni me interesa— por supuesto los gemelos esperaban esa respuesta, su amigo era peor que sus padres juntos cuando le tocaba hacer drama —Kyoya se puede pudrir en el infierno, ¡que no me importaría!— de nuevo, otra mentira, es más que obvio por la forma en que el castaño hace los berrinches que aprecia su amistad con el mayor, sin querer perderla, algo grave tuvo que hacer el otro japonés para lograr que su amable amigo se vuelva tan hostil

—Entonces es tu oportunidad de vengarte— esta vez aconseja Scorpius, riendo ante la mirada incrédula que recibió tanto de su gemelo como se su amigo — ¿Qué? Somos serpientes, es lo que hacemos—

—Kyoya es de quinto año, nuestras venganzas serian solo un juego de niños para el— le responde el hermano menor, habiéndolos unido de forma natural en el equipo contra Hibari, así era su amistad, todos para uno y uno para todos

—Tsuna puede buscar las debilidades de Kyoya mientras están en el mismo dormitorio y entre los tres planear la mejor forma de venganza, vamos, que sea un superior no significa que no tenga una o dos— el razonamiento de Scorpius tenía lógica, mucha si se tratara de una persona normal, mas su mayor debilidad afectaría también a Tsunayoshi por un motivo...

—No, Kyoya es casi perfecto en ese sentido, y ni se les ocurra tomar a Hibird de rehén— ahí estaba, el pequeño pajarito que le entrego de regalo, esa es la mayor debilidad de Hibari al tiempo que también es importante para el castaño, aun si ambos estaban peleados no iban a meter al inocente animalito en medio de la discusión, ignorando a propósito el hecho de que parecen dos padres preocupados por no meter a su hijo en medio, o al menos así era percibido al par de gemelos

—En ese caso tendremos que pensar en otra solución...— la mirada del de cabello negro le hace temblar y corregirse rápidamente —De todas formas no teníamos pensado hacerlo— solo logra respirar aliviado una vez no es vigilado como halcón por Albus —Entonces... ¿tienes que moverte a su dormitorio? Es decir ¿Inmediatamente?—

—No es necesario que sea al momento pero... tiene que ser antes de la noche, porque el profesor Snape va a ir a revisar que estemos cumpliendo el castigo— ambos chicos retienen un estremecimiento, aun si les agradara el profesor sabían lo aterrador que podía volverse

—Esto... te ayudaremos con la mudanza— ofrece Albus rápidamente, recogiendo las cosas de la mesita de noche de Tsunayoshi, conociendo que de otra forma se le olvidaría el recogerlos, en cambio Scorpius recoge las cosas que tenía en las gavetas inferiores del armario, viendo que vacio todo menos esas

—Por favor no se deshagan de mi cama también— comenta con sarcasmo al ver que estaban prácticamente vaciando su lado del dormitorio, solo seria por dos semanas la mudanzas... ¿o no?

Gracias a la esperada ayuda de los gemelos logra terminar de recoger las cosas a tiempo, moviéndose antes de que el mayor pudiera incluso llegar, siendo la vista de un Tsuna muy centrado en su tarea lo que lo recibe, sabiendo que a este último se le estaba haciendo difícil, no por nada conocía al castaño de años, pero no iba a ofrecer su ayuda, siendo que el más joven parecía que lo seguiría ignorando. Hibari estaba lo suficiente enojado como para dedicarle el mismo trato frio, planeando pasar las dos semanas ignorando al menor como este aparentemente quiere.

El único inmune a la atmosfera fría es el pequeño pajarito que simboliza su amistad, quien se posa en el hombro de Tsuna y comienza a entonar el himno de Namimori, el mismo que se tocaba en la primaria a la que ambos asistieron. Por un momento reaccionaron, como si la discusión de días no hubiera ocurrido, mas Kyoya es el primero en girar la cabeza, recordándole al pequeño Sly porque estaba molesto con el mayor. Una vez la canción termina el ambiente vuelve a estar en mortal silencio, siendo una vez más el pajarito quien lo rompe al posarse sobre la agenda que contiene todas las fotos que Tsuna ha guardado desde que inicio su aventura en otro país, siendo la mayoría de las mismas con sus compañeros de dormitorio o con el aquí presente Hibari.

—...Tsunayoshi— conociendo la intención de su mascota Kyoya se reprende por ser débil ante el pequeño, dulce animalito, siendo que su debilidad es dirigida de forma similar al chico que ahora gruñe como un cachorro enojado

— ¿Qué?— obvia toda muestra de respeto hacia el superior, consciente de que puede estar siendo infantil, pero tiene todo el derecho del mundo, aun es joven

— ¿Cuál es el problema con tu actitud?— gruñe las palabras de igual forma, ya hartándose de la forma en cómo es tratado por el más joven, quien si no está enojado como el infierno, esta frio, o esquisivo

— ¿Mi problema? ¡¿Cuál es tu problema?!— Rompe la calma al momento, dejando de fingir prestarle atención a las tareas que no entendía para desahogar su enojo hacia Hibari — ¿Por qué tengo que ser yo quien tiene el problema?

—Fuiste tú quien exploto de la nada, fuiste tú quien comenzó a gritarme y huir— le recuerda, aunque eso no quita el peso de sus errores, errores que no sabe que está cometiendo debido a su falta inminente de empatía hacia otros humanos

— ¡¿Explote de la nada?! ¡Claro que tenía que explotar! El señor "Soy superior a todo y todos" no puede tolerar que un inútil debilucho le reclame sus errores en cara— comenta la ultima parte con sarcasmo, levantándose de la cama y caminando por la habitación para contener su magia, sabe que no es muy bueno en ello, lo sabe mejor que nadie, que a esa edad no debería tener más estallidos de magia accidental, pero ahí estaba, caminando de lado a lado de la habitación intentado mantener la misma intacta, puesto que ahí es donde debía de dormir —Eres un insensible inepto patético intento de guardián, ¡dices proteger al mundo pero solo se te ocurre ser el acosador de un estudiante años menor!—

—Eres una real amenaza a la sociedad mágica, estas fuera de control— las palabras tranquilas y frías de Hibari terminan por romper el poco control de Tsuna, comenzando a formarse hielo bajo la planta de sus pies, el brillo anaranjado en su frente como muestra de la pérdida de control del mismo

— ¡¿Ahora por algo que no elegí ser soy un peligro a la sociedad mágica?! ¡¿Es mi culpa no ser capaz de controlarme aun cuando han pasado solo dos años y medio desde que conozco de este mundo?! Yo era un muggle hasta que recibí la carta... aun era un muggle cuando Reborn vino a mi... ¿Es que acaso es un pecado no poder controlar mi magia? ¿Acaso es mi culpa que esta haya estado años sellada?— a medida que las emociones se revuelven en su interior la temperatura de la habitación desciende a una velocidad notable, el propio Tsuna temblando, no por la temperatura, sino por sus pensamientos sin control

—Eso no cambia quien eres, tampoco cambia que en unos años tomes el control de la mayor sociedad de magia oscura del mundo, antes de que eso llegue es mi deber vigilarte—

—...Tu deber... siempre tu deber... ¿Cuando llegue el momento que harás? ¿Te aprovecharas de mi falta de control para que los aurores me capturen estando vulnerable? ¿O me eliminaras?— para estar solo en su tercer año Tsuna sabe más de lo que debería un chico de su edad, la responsabilidad de una organización oscura que su tutor le recuerda mas que no quiere heredar, la presión de aprender sobre un mundo, un idioma, totalmente nuevos, siendo su propia torpeza un impedimento, el deseo de poder dejarlo todo atrás y divertirse como un estudiante común junto a sus amigos, así como la decepción que días antes conoció cuando finalmente llego al acuerdo consigo mismo que quien creía su único aliado es quien menos confía en el —Quizás... quizás sí debería heredar Vongola, solo para volverme el mago oscuro que crees que soy—

— ¿No eres un mago oscuro? ¿Entonces porque congelas la habitación? Desde el momento en que caíste en Slytherin estabas destinado a no ser un mago de la luz—

— ¡¿Por qué todo es blanco y negro para ti?! Tú también eres un Slytherin, ¡Albus y Scorpius lo son! Los padres de ambos también lo fueron y su abuelo, el mismo director, ¡Fue un Slytherin! Según tu razonamiento todos debemos ser magos oscuros entonces— a medida que la discusión avanzaba ambos habían sacado su varita, Hibari en defensa contra lo que el menor pudiera hacerle y Tsuna como reflejo de las acciones de su superior, ambas varitas se enfrentaban frente a frente, listas para un duelo que sus portadores decidan realizar

—Ellos no tienen un linaje de magia oscura, tú tienes a toda la asociación Vongola como prueba, todos los jefes tienen logros imposibles de ignorar—

— ¡No quiero este maldito linaje!— en ese momento los pies del propio Tsunayoshi estaban cubriéndose de hielo, toda la frustración llegándole de golpe ante la indiferencia que el mayor le muestra — ¡Solo quiero una vida normal! Kyoya... ¿Por qué no puedes confiar en mí?... ¿Te he dado algún motivo para que desconfíes?— las lagrimas surcan sus mejillas, siendo reflejado en las nubes de tormenta que se reúnen en el cielo, si tuviera a todos sus guardianes quizás la magia dejaría de andar sin control, manipulando el clima debido a sus emociones, mas está solo, no quiere traer a los gemelos a ese mundo oscuro donde está caminando, el único en Hogwarts que sabe la verdad y podía serle de compañía es el poco amigable mayor, pero este no ayuda a tranquilizar las emociones alborotadas de Tsuna, solo las descontrola aun mas, misma razón por la que el castaño estaba permitiéndose ser consumido por su propia magia

"Quizás si vuelvo a ser un muggle no tenga que controlarlo... no estará en mi poder nunca mas... demasiada responsabilidad para un inútil como yo..."

Se sorprende al sentir unas manos grandes y cálidas en sus hombros, justo cuando el hielo ya cubría sus pies, y estaba seguro que los de Kyoya deberían estar en el mismo estado o peor, entonces... "¿Por qué esta tan cerca...?". Sus ojos opacos por las lagrimas, debía ser una vista lamentable, quizás fue esa apariencia similar a un animalito herido la que hizo reaccionar de una vez a Kyoya, notando que quizás estaba haciendo algo mal.

El solo quería proteger Namimori, la ciudad donde creció, luego quiso proteger Hogwarts, como el lugar donde pertenece por estos años, para un joven que lo perdió casi todo el poder tener un lugar donde estar ya era mucho que agradecer, debía ser fuerte, más que nadie, para proteger su lugar, para no permitir que le arrebaten mas nada, es su deber como un Hibari el encargarse de que la familia Vongola no tome el control del mundo, quitándole lo poco que le queda. Mas este chico que se hace daño a si mismo mientras le reclama es aquel que le ha dado más cosas en el menor lapso de tiempo. El pequeño pajarito que se posa en su hombro para darle consuelo es solo uno, las muchas horas juntos, los recuerdos, la propia amistad desinteresada que el chico le entrego debería ser otro tesoro para el solitario Hibari, ¿Por qué no era así? ¿Qué le faltaba al Slytherin mayor que estaba lastimando al único ser humano que le permitía tener algo que le perteneciera como Kyoya, no como un Hibari más?
Esa respuesta llego cuando los brazos del menor lo envolvieron, las lágrimas llenando su uniforme, una confianza ciega en sí que al parecer estaba traicionando. Es cierto que el más joven nunca revelo motivos de querer convertirse en señor oscuro, incluso el pertenecer a Slytherin no es uno de ellos, tampoco el ser incapaz de controlar tan poderosa magia, debería haberlo sabido... ¿Entonces porque cometió el error de desconfiar del? No podía hallar respuesta esta vez, no podía entender su propio miedo a perderlo de igual forma, tampoco la decisión inconsciente de no confiar más para evitarse el dolor de la traición.

Todo ese tiempo estuvo tratando a Tsuna como si ya fuera un señor oscuro líder de Vongola, y no como el joven tierno y dulce que aun se pregunta qué hace en Slytherin cuando es tan suave. Cometió un grave error, ahora lo sabe, como repararlo es algo que todavía tiene que trabajar, pero un buen comiendo para ello es aprovechar esa oportunidad que a ambos se les entrego para aprender a confiar en el otro.

—Perdón por estar dudando de ti Tsunayoshi—

Notas de autor:

Esta vez no hay bonus, porque? Porque tengo sueño XD

Bueno no, no sabía que poner de bonus sin seguir desarrollando ese final, y para toda la historia antes y después de este momento que tengo planeada me da que no iba a acabar nunca :)
En serio

Este año el tema fue Crossover, con los fandoms al azar
A mi me tocó Harry Potter, y pensando en que hacer nació el trasfondo de este OS

Que tampoco es tan nuevo, puesto que solo añadí KHR a una historia que ya tenía planeada de Harry Potter, donde notarán que Albus y Scorpius son gemelos, hijos de Harry y Draco, y también son bastante incestuosos aun si no lo saben

Quizás, cuando no tenga la tesis, y mis otros fanfics ya estén terminados, escriba la verdadera historia detrás de este capítulo.

Hasta entonces :3
Bye-bee

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro