—Oye... ¿No crees que ya nos estamos excediendo?

La protesta de Chris fue ignorada gustosamente por Changbin, quien quitó el flojo corcho de la botella para servir nuevos tragos en ambos vasos. Por el rubor en sus mejillas y su obvia embriaguez, estaba claro que ya se habían excedido. Sin embargo, no era como si Chris pudiera hacer algo más que protestar con pocos deseos. Después de todo, él también se encontraba en el mismo estado.

—No seas marica —contestó Changbin, extendiéndole el vaso.

Chris se bajó del sofá y se sentó junto a él, sobre la alfombra, apartando un paquete vacío de bocadillos. El salón de la casa de Changbin era, ahora, un pequeño desastre gracias a ellos. Algunas latas se enredaban con botanas a medio comer y una botella ya vacía acompañaba a la que Changbin aún tenía en su mano, todavía a medias, sobre la pequeña mesa que allí había.

—No estoy siendo marica... al menos ahora no —Chris tomó el vaso y bebió un sorbo, a pesar de sus protestas—. Mañana tenemos que trabajar.

—¿Será tu primera vez trabajando con resaca? —Changbin elevó una ceja mirando con escepticismo en su dirección. Empujó el vaso de Bang con su mano libre, ese gesto bastando para obligarlo a beber más. Chris se atoró ligeramente, devolviéndole una mirada levemente irritada, ante lo que Changbin solo sonrió.

—No seas pesado, anda. Acompáñame a beber mis penas.

—¿Qué penas? Llevas toda la noche hablando de Hyunjin, de lo bien que folla, de lo bonito que es su pelo, de la cantidad de lunares que tiene en su espalda...

—Exacto —interrumpió Changbin, ante lo que Chris se quedó dudoso.

—¿Exacto qué?

—Esas son mis penas.

—Y una mierda, Changbin —Chris le arrebató la botella para rellenar su vaso casi vacío—. No sé por qué rayos le das tantas vueltas al asunto. Estás enamorado de él. Punto. Díselo y sean felices de una vez.

—Mira quién habla.—Changbin tomó la botella de vuelta, solo por quitársela—. Tú tampoco le has dicho nada al hamster atrevido ese que tienes por crush.

—Shh —Chris se llevó un dedo índice a los labios, aun si tuvo problemas para ubicar en qué parte de su rostro estaba su boca—, estamos hablando de ti y de los lunares de Hyunjin. No me cambies el tema. Solo admite que te gusta y que tienes miedo a confesarte porque llevas toda tu vida jugando al playboy y ahora, cuando quieres algo serio, no sabes qué hacer.

Changbin le sostuvo la mirada, sus labios estirándose suavemente en un puchero.

—No ha sido toda mi vida —Desvió su mirada, su expresión tornándose levemente melancólica, casi triste—. Sé lo que es tener una relación seria... sé lo que se siete estar enamorado de alguien.

—Bueno —Chris notó la repentina incomodidad, sin embargo, no quería simplemente dejar el tema ahí—, y entonces... ¿Es amor lo que sientes por Hyunjin?

Changbin se encogió de hombros.

—No estoy seguro. Me confunde.

—¿El qué?

—El sexo. Es... es confuso. Además... está claro que él no quiere nada formal. Y aun si lo hubiera... para él no es nada raro serle infiel a sus parejas. Lo ha hecho antes. Nada lo detiene de hacerlo conmigo... si tuviéramos una relación... A mí me importa poco lo que pase si estamos en una relación abierta pero... cuando realmente quiero a alguien...

—No, no, no... —Chris dejó su vaso sobre la mesa y agarró las mejillas de Changbin entre las palmas de sus manos— Mírame bien, Bin. No puedes pensar en el peor desenlace incluso cuando ni siquiera has iniciado la historia. Si Hyunjin te gusta... y tú le gustas a él, entonces ya sea toda la vida, o unos años, o unos días, o incluso un revolcón de pocas horas... deberías disfrutarlo.

Changbin lo miró, sus labios apretados bajo la presión de las manos de Bang.

—¿Por qué suenas sabio incluso cuando estás borracho? Antes me dijiste que me cuidara de Hyunjin por esa misma razón.

—Cierto... pero ahora digo lo contrario... es que ya me tienes harto con tus suspiros —contestó Chris y la seriedad con la que dijo eso hizo a Changbin sonreír cómicamente.

—Aun así... —se apartó, dejando salir un suspiro antes de relajarse de espaldas sobre la alfombra, mirando al techo— No sabemos si Hyunjin piensa lo mismo. Si realmente quiere algo conmigo. O sea... le gusta el sexo y eso, pero, pasar de eso, a tener una relación formal con otro hombre, va un buen paso de hetero. No sé si Hyunjin esté dispuesto a darlo.

—No sé, Changbin... pero podría jurar que Hyunjin tiene hasta más interés que tú —Chris se recostó junto a él, también mirando el techo—. No entiendo como tú mismo no lo notas... ¿O será que no lo quieres notar? —giró su cuello para mirar a Changbin.

—¿Notar qué?

Chris exhaló un suspiro de resignación.

—Pobre Hyunjin.

—¿Ahora de qué hablas? —Changbin se irguió, sentándose para mirar a Chris desde arriba.

—De lo idiota que eres. No vas a notar lo que Hyunjin siente realmente hasta que él mismo no te lo confiese en la carota.

Changbin rodó los ojos., acostándose de nuevo.

—Sí, como si esas cosas pudieran pasar.

Esta vez fue Chris quien se incorporó.

—¿Y si hacemos que pase?

Changbin, quien había cerrado los ojos, los abrió nuevamente, interesado.

—Te escucho.

—Pues... Hyunjin es impulsivo, ¿no?

—Bastante —corroboró el castaño.

—Pues... podemos aprovecharnos de eso.

—¿Qué propones? —Changbin se levantó de nuevo, completamente engrosado en el posible plan.

—Pues... sé de ciertas técnicas para llamar la atención que funcionan muy bien.

Eso bastó para que Changbin cruzara sus piernas y se sentara derecho, prestándole toda su atención.

—Cuéntame de una vez.

Chris, antes de decir nada, tomó el celular de Changbin de encima de la mesita y se lo extendió.

—¿Tienes a Hyunjin en Instagram?

Changbin también tomó su teléfono, sin realmente entender a donde quería llegar Chris.

—Sí. Pero él solo comparte fotos de comida y capturas de canciones que le gustan.

—No nos interesa lo que él suba, sino que vea lo que subes tú.

—¿Cómo así? —Changbin ladeó su cabeza, confuso.

—El alcohol te pone idiota, ya veo —Chris le dedicó una mueca displicente—. Pues mejor no trates de entender y solo haz lo que te digo. Esta técnica produce muy buenos resultados... desbloquéame tu teléfono, por favor.

...

Okey... tenía que admitir que sí estaba un poco celoso.

Hyunjin dejó salir un suspiro cuando se permitió a sí mismo llegar a esa conclusión. Siempre se ponía reflexivo frente a la olla arrocera, mientras miraba los brillantes números del cronómetro indicando el tiempo que le faltaba a su arroz para estar listo. Esta vez, no había sido distinto. Llevaba ya casi diez minutos de pie allí, pensando. Ni siquiera las gotas de agua que caían desde sus húmedos mechones servían para distraerlo. Su mente estaba ocupada en Changbin.

En Changbin y en lo que sentía por Changbin.

Y sí, okey, estaba celoso. Pero bueno, tampoco era algo tan raro. Llevaba ya varias semanas teniendo sexo exclusivamente con él. También compartían tiempo juntos. Incluso, ahora, sabía que había echado más arroz de lo normal en la olla. Lo hizo instintivamente, sin percatarse, porque desde que Changbin había probado su comida, habían dejado de pedir a domicilio. Sin embargo, esa noche Changbin no estaba allí con él. Estaba con Chris. Ese arroz extra no lo comería nadie y se dio cuenta, en ese momento, de que no se sentía igual cuando no tenía a Changbin alrededor.

Aun así, ese era un avance. Al menos ahora estaba consciente de lo que sentía y podría manejarlo. Es más fácil reprimir una emoción cuando la conoces bien. Así que eso haría, después de todo, esos celos no tenían fundamento alguno, solo eran a causa de su naturaleza posesiva. Sí... eso.

Estaba bien si Changbin veía a otras personas. Estaba bien. Solo tendría que tirar el arroz que sobraba. Solo...

Se descubrió a sí mismo apretando sus puños. La piel de sus nudillos ya se había tornado blanca y, en sus palmas, sus cortas uñas habían dibujado pequeñas medias lunas oscuras.

Tenía que manejar eso. De lo contrario, Changbin podría apartarse de él.

—Sería una lástima perder un sexo como ese —se dijo a sí mismo, en voz alta, intentando fútilmente de convencerse de que esa era la razón que más le importaba.

Justo en ese instante, el pequeño "ting" de una notificación lo hizo mirar hacia un lado, allí donde su teléfono reposaba sobre la encimera. Incluso desde donde estaba pudo notar que era una notificación de Instagram. Se le hizo curioso, y por instinto, agarró el aparato para ver mejor de qué se trataba. En esos momentos, cualquier distracción era bienvenida.

Sin embargo, lo que vio, no ayudó a distraerlo en absoluto.

Jutdwae ha subido contenido a sus historias

—¿Qué vas a hacer? —la voz de Changbin estaba cargada de diversión mientras preguntaba.

—Producir material —contestó, sonriendo con malicia, haciendo que esas curiosas arruguitas bajo sus ojos se acentuaran. Rebuscó en el teléfono de Changbin hasta que encontró lo que buscaba—. Ven.

Changbin realmente aun no entendía del todo, pero obedeció, acercándose a Chris, quien seguía sentado en el suelo, con su espalda contra el sofá.

—Sobre mí. Siéntate aquí. —Palmeó sobre sus muslos con su mano libre.

—Pensé que no estabas de humor. —Changbin elevó una de sus comisuras en una media sonrisa que hubiera sido más seductora si no lo traicionara su más que obvio estado de embriaguez.

—Es imposible no estar de humor cuando se trata de ti. —Chris le siguió la broma, rozando suavemente uno de sus muslos, dejando que Changbin descansara su peso sobre sus piernas.

—Todo un galán.

—No nos distraigamos del objetivo inicial, ¿okey?

—¿El cual es...? —Changbin le apoyó las manos en los hombros.

—Ya te dije... darle un pequeño impulso al idiota de Hyunjin.

—¿Y cómo planeas hacerlo? —aun si seguía preguntando, ya Changbin estaba comenzando a entender el plan.

—Bésame... con ganas. —Chris activó la cámara del celular de Changbin— Haz que valga la pena.

El castaño se tomó un par de segundos para interiorizar del todo lo que Chris estaba proponiendo. Las ideas cayeron en su sitio un poco más lentas de lo usual, pero cayeron, que era lo importante. Aun así, Changbin le dedicó una expresión acusadora.

—Si esto no funciona... —murmuró, acercándose— te voy a denunciar por engatusarme.

—Ah, ¿sí? —Chris le sostuvo la mirada, relamiendo sus labios ante la distancia que cada vez se volvía más corta, sus párpados bajando levemente— Pues voy a tener que correr el riesgo.

—Más te vale —Changbin acunó su rostro antes de cortar finalmente la distancia. Pudo sentir el sabor del alcohol también en la boca de Chris, se mezcló con el suyo y se enredó en ambas lenguas. Una mordida sobre su labio le arrancó un quejido y, antes de darse cuenta, aquel beso se había convertido en una guerra. Una en la que ambos querían salir victoriosos, aun si no entendían claramente por qué. Las mordidas fueron de un lado a otro, húmedas y cada vez más intensas, colándose entre las bocas que danzaban a un ritmo desordenado y loco. Era uno de esos besos desordenados que solo podrían darse entre alguien violentamente controlador como Chris y alguien testarudo pero provocador, como Changbin.

—Maldito loco —siseó Chris al sentir cómo una mordida de Changbin rompía la carne de su labio, llenándolos a ambos con el ferroso sabor de la sangre. Sin embargo, no fue desagradable, todo lo contrario. Chris sintió que se encendía el deseo en él, la necesidad de castigar ese leve agravio bulló en su cuerpo y su mano libre, vengativa, se dejó caer sonoramente sobre una de las nalgas de Changbin.

La satisfacción de verlo estirar su cuello hacia atrás con un gemido, mezclando sorpresa con placer, se le hizo deliciosa.

—No quieras jugar duro si sabes que basta con bien poco para someterte —murmuró, besando su cuello, grabando esos últimos minutos antes de detener el video.

—Te odio —murmuró Changbin, pero Chris sabía que lo decía de dientes para afuera. Podía notar en su respiración agitada y en la tensión de su cuerpo, que lo único que molestaba a Changbin en aquellos momentos era estar excitado. Sin embargo, ninguno de los dos estaba realmente de humor para llegar mucho más allá de eso.

—Al menos, con esto, si Hyunjin no reacciona, es porque no le corre sangre por las venas. —Chris se apartó un poco, encargándose de subir el video a las historias de Changbin con alguna leyenda idiota. Changbin miraba a la pantalla con curiosidad, sintiendo en algún lado de su subconsciente que aquello tenía todas las papeletas para salir mal pero, aun así, le emocionaba.

—Siento que mañana me voy a arrepentir de esto —murmuró.

—Shh —Chris se llevó nuevamente el dedo a los labios—, estamos borrachos... significa que estamos justificados.

Changbin dejó salir un leve gruñido, sin embargo, Chris cortó su protesta, girando la pantalla hacia él.

—Ahí lo tienes, el primero en verla —Le mostró la confirmación de que Hyunjin había visto la historia—. Ese es su usser, ¿no?

Changbin le arrebató el teléfono, mirándolo por sí mismo.

—Mierda —jadeó, abriendo sus ojos en señal de sorpresa—. En serio lo vio.

—Te dije que este plan no fallaba.

—¿Y ahora? —Changbin alzó la vista, la intranquilidad casi podía palparse en sus grandes ojos.

—Toca esperar —Chris le quitó el teléfono, bloqueándolo y poniéndolo a un lado—. Si te escribe, no le contestes, se supone que estás en medio de una apasionada sesión de sexo conmigo, ¿ok?

—Pero... —Changbin miró hacia su teléfono.

—Pero nada. Voy al baño —Concluyó, levantándose—. Y me llevo esto conmigo.

Agarró el celular de Changbin y lo metió en uno de sus bolsillos, dirigiéndose rumbo al baño.

—¿Qué vas a hacer? —desde el suelo, Changbin lo miró con un puchero de inconformidad.

—Voy a encargarme del problema que me causaste. Tú deberías hacer lo mismo. A menos que quieras guardarlo para cuando Hyunjin decida desquitarse sus celos contigo.

—Idiota. —Seo hizo una mueca y se subió al sofá, recostándose sobre los cojines. La embriaguez había cedido bastante en el preciso instante en que vio la confirmación de Hyunjin. Normalmente algo así le traería sin cuidado. Sin embargo, la sensación de que a Hyunjin podría haberle incomodado ver eso no lo dejaba tranquilo. Hacía mucho tiempo que no le preocupaba tanto lo que otra persona pensara.

Sin embargo, también estaba la posibilidad de que Hyunjin se pusiera realmente celoso. Una sonrisa boba se dibujó en sus labios al pensar en eso. Sabía que era inmaduro, pero la idea de que Hyunjin le diera la suficiente importancia como para ponerse celoso por él, le emocionaba.

—Extrañaba esta sensación. —murmuró, bajito, solo para él, a la vez que abrazaba uno de los cojines y se acurrucaba.

Sí, realmente extrañaba estar enamorado.

Hacer tarea de la universidad en mi tiempo libre ✖

Actualizar mi adaptacion homosexual✔