Capitulo 2
Hyunjin se dejó caer en su silla. El escritorio frente a él lo recibió como todos los días, cada cosa pulcramente ubicada en su lugar. Felix puso sus cosas en su propio escritorio y se acercó al suyo, tomando asiento en una silla que había por ahí.
—¿Te enojó lo que te dije? — el de cabellos lila preguntó, bajito, sintiéndose un poco apenado. Hyunjin frunció sus labios, pensativo.
—No me enojó, pero... no, no sé... ¿Por qué dirías algo así?
Felix jugueteó con sus propios dedos, aparentemente más concentrado en el estado de sus uñas que en la conversación que estaba tratando de mantener.
La orientación sexual de Felix no era secreto para nadie en el departamento. Al principio, le había suscitado algún que otro problema, pero en general todo fluyó bien. Principalmente porque no era el único oficial con esas preferencias. Aun así, Hyunjin siempre le dio su apoyo ante cualquier asunto y nunca pareció incómodo al respecto. Lo cual estaba muy bien, pero, aun así, Felix tenía sus recelos a la hora de tratar el tema.
—Es que, como tienes esos problemas...
Hyunjin apoyó sus codos sobre la superficie de su escritorio y entrelazó sus dedos, mirando seriamente a Felix.
—¿Lo dices por ti?
Las orejas del mayor se tiñeron rápidamente de un tono carmesí al entender las implicaciones de esa pregunta.
—¡No! ¡No lo digo por mí! ¿Qué demonios...? ¡No!
—Vaya, no tenías que negar con tanta fuerza...— Hyunjin dejó salir una leve sonrisa, incapaz de ocultar su alivio.
—Y tú no tenías que lucir tan feliz de que no fuera el caso.
—Simplemente pensé que sería complicado trabajar en esas condiciones.
—Sí, lo sé. Créeme, no lo digo por mí. Es solo que... escuché unos rumores hace algunas semanas y no pude dejar de pensar en ti.
—¿Hay rumores sobre mí?
—No, para nada. — Felix rodó en su silla hasta acercarse más a Hyunjin, asegurándose de que nadie alrededor pudiera escuchar sobre su conversación. — Es sobre un tipo que trabaja en recursos humanos.
Hyunjin alzó una de sus cejas.
—¿Y qué tiene que ver eso conmigo?
—Por eso te pregunté si nunca habías pensado en tener algo con un hombre... o sea, tú tienes una... libido, bastante marcada ¿no? Con todo un paquete de fetiches, kinks y parafilias raras que...
—Espera, espera, para el carro. No me pintes de pervertido sexual. — Hyunjin lo interrumpió, poniendo una mano en su cara para que dejara de hablar. — Cualquiera que te oyera diría que mi lugar es en una institución mental.
—Bueno, vale...— Felix habló como pudo contra la palma del menor. -Solo dejémoslo en libido marcada ¿sí?
—Okey...— Hyunjin retiró su mano y volvió a escucharlo. La idea seguía sin convencerlo del todo, pero no perdía nada con saber. — Y bien ¿Por qué pensaste en mí al oír los rumores sobre esa persona?
—Dicen que ese tipo es un pervertido. — Felix se tapó la boca para reír bajito ante la expresión de desagrado que surgió en la cara de Hyunjin. — Esas fueron las palabras que usaron, pero después, cuando escuché la explicación, me di cuenta que al final solo era un tipo que, al parecer, solo piensa en sexo. No pude evitar asociarlo contigo. Alguien que solo piensa en sexo y tú... seríais el encaje perfecto.
—Yo no solo pienso en sexo. Además, no quiero tener nada que ver con ningún enfermo.
—Bueno, si el tipo trabaja para el departamento de recursos humanos de la policía, tan enfermo no debe ser. Seguro solo es alguien bastante sexual. Y, además, es un hombre... seguro no trae consigo todos esos molestos asuntos de mujeres.
—Pero yo nunca he estado con hombres. No sé... no sé si me guste.
—No te he dicho que vayas y folles con el tipo. Solo te pregunté... para saber. A lo mejor con un hombre duras más tiempo, sobre todo si es uno así calenturiento como tú.
Hyunjin ladeó su cabeza, obviamente no convencido.
—Mira, tú piénsalo. Solo te estaba ofreciendo una nueva vía para resolver tu asunto. Siempre puedes volver a buscar alguna chica por ahí y ver que tal te va. No trataba de forzarte ni nada por el estilo.
—Sí, lo sé. — Hyunjin contestó, pensativo.
—Igual yo ni siquiera sé quién es. A mí me lo contó Chris...
—¿Bang?
—Sí, él...
—Oh... no sabía que Bang también era gay.
—No lo era... bueno, si le preguntas, él dirá que no lo es. Solo habló conmigo porque tuvo un... "choque cultural" con esa persona— Felix sonrió ante su propia ocurrencia. — y ahora estaba confundido. Yo no le fui de mucha ayuda, pero si capté la información. Si quieres saber más puedes preguntarle a él.
—No voy a ir por ahí preguntando por el pervertido del edificio.
Felix rio un poco más fuerte.
—Bang es un buen tipo, además, ya él mordió el anzuelo, no te va a juzgar si le preguntas.
—Vale. — Hyunjin respondió finalmente, recostando su espalda en su asiento y meciéndose un poco, su migraña aumentando con cada hora que pasaba.
—¿Vale qué?
—Lo pensaré.
—Oh...— Felix sonó sorprendido, realmente había pensado que Hyunjin no le prestaría atención a lo que él le había dicho, pero, al parecer estaba dispuesto, al menos, a considerarlo. — Está bien, entonces. — se puso de pie. — Voy a buscar nuestras asignaciones entonces. ¿Quieres algo? Pareces tener dolor de cabeza.
—Solo tráeme otro café, gracias.
—Ok. — Felix se retiró y Hyunjin aprovechó para pasar su brazo por encima de su rostro y dejarse arrullar por la oscuridad que hacer eso le brindaba y el murmullo de la oficina. Aún era temprano y faltaban muchas personas por llegar. Lo que Felix le había dicho se quedó dando vueltas en su cabeza por unos segundos. Trató de imaginarse a ese tipo, a esa persona de la que hablaban.
Un pervertido.
Inevitablemente pensó en algo raro. Un tipo descuidado y con cara de loco. Era la imagen que le venía a la mente. Pero, si lo pensaba racionalmente. Él también podía ser calificado como pervertido y no lucía así en absoluto. Además, él conocía a Christopher Bang. Era alguien serio y quisquilloso. No estaría con cualquier persona, y menos con cualquier hombre. Ese tipo, quien fuera, tenía que tener algo especial para que se hablara de él y no fueran rumores malos del todo cuando el asunto principal era su forma de tener sexo.
Sin embargo, había algo que lo detenía de considerar el asunto como completamente favorable.
Sexo con un hombre.
Una cosa que nunca había pasado antes por su mente. Trataba de imaginarlo y la imagen surgía borrosa y cortada, como si su cabeza no se atreviera a llegar más allá. ¿Qué podía tener de atractivo estar con un hombre? No tenían cuerpos delicados, ni suaves senos para chupar y mordisquear. Sus piernas no eran gráciles y su cabello no era largo y sedoso. No había una cintura estrecha que apretar o moldeadas nalgas que agarrar. Un hombre carecía de todas las cosas que él buscaba, era inconcebible un sexo realmente satisfactorio.
Se quitó el brazo del rostro y ladeó su cabeza para mirar a lo lejos. Felix estaba frente a la máquina expendedora del pasillo, luciendo un poco irritado. Le dio un par de patadas al aparato y al parecer eso le sirvió para obtener lo que quería, ante lo cual le dedicó un gesto altanero y triunfal a la máquina.
Si lo pensaba con calma, Felix era bastante delicado. Seguía siendo claramente un hombre, tenía músculos y en sus días de mayor descuido la sombra de su barba y su bigote solían interrumpir la usual pulcritud de su rostro. Aun así, Felix no era grotesco o desagradable. Era menudo y tenía un cabello bastante suave a pesar de los constantes tintes. Hyunjin se imaginó abrazando a Felix, solo sosteniéndolo entre sus brazos y besando su rostro. El pensamiento no se le hizo del todo desagradable, aunque si incómodo, después de todo, era Felix.
Volvió su vista al frente y se reclinó sobre el escritorio una vez más.
Todo eso solo iba a conseguir que su cabeza le explotara del dolor en un par de horas, por lo que decidió dejar el asunto fluir. Ya pensaría en eso cuando estuviera en casa, tranquilo. Por ahora se concentraría en su trabajo.
Felix volvió a los pocos minutos y dejó una lata de café fuerte frente al pelinegro.
—Ya tengo nuestras asignaciones. Vamos. — le dijo, agarrando las llaves del auto. — Yo conduzco.
—No, estoy bien. — Hyunjin se puso de pie y movió uno de sus hombros, estirándose. — Yo lo haré.
Felix sujetó las llaves contra su pecho en un gesto que a Hyunjin le pareció bastante infantil.
—Déjame conducir, aunque sea una vez...
—Pero...
—Por favor. — Felix apretó sus labios y frunció su ceño, testarudo, ante lo que Hyunjin no tuvo más remedio que ceder. Aun si Felix parecía egoísta e infantil a veces, Hyunjin sabía perfectamente que lo estaba haciendo por él. Felix no solía preferir conducir pues, para él, era más entretenido ir vigilando mientras patrullaban o simplemente mirar su móvil.
—De acuerdo, lo que digas. — dejó salir un suspiro y negó suavemente, siguiendo los pasos de un alegre Felix que caminaba con un ligero baile triunfal.
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