
Capitulo 16
—Lee Minho se ha estado moviendo en mi zona. -Felix alzó una de sus cejas ante la interrogante de Chris, casi a la defensiva-. Solo estoy haciendo mi trabajo.
Tomó el expediente de Minho, poniéndose de pie mientras esperaba la respuesta de Chris. No quería irse sin ella. Necesitaba saber por qué un oficial de libertad condicional querría saber sobre Minho.
—Es uno de los contactos sospechosos de mi caso. Ambos sabemos que es ex convicto, y, al parecer, hoy ha ido a hacerle una visita. Necesitaba revisar de quién se trata.
Felix no pudo ocultar el interés que eso le suscitaba. Al parecer, Minho se estaba poniendo en contacto con sus viejos conocidos y eso definitivamente era algo a lo que debía prestarle atención.
—¿Quién es tu caso?
—Jisung... -Fue la escueta respuesta de Bang, aun así, no fue necesario que diera más detalles. Todo el mundo sabía quién era Jisung.
—¿Y dices que Minho le conoce? Ese chico es famoso, ¿por qué Lee tendría contacto con él? -Felix preguntó eso, pero lo que en realidad estaba dando vueltas en su cabeza era por qué no sabía nada de eso. ¿Por qué, si estuvo varios años con Minho, nunca lo oyó mencionar a Jisung?
—Las drogas. -Chris señaló el expediente que Felix sostenía entre sus manos-. Lee Minho cumplió condena por intento de homicidio y tráfico de drogas. Jisung está bajo libertad condicional por tráfico de drogas también, solo que bajo circunstancias menos agravantes. No me extrañaría que tuvieran algo que ver. O sea, dos más dos es cuatro.
Felix apretó sus labios, dejando salir un suspiro apenas perceptible. Mientras más averiguaba las cosas simplemente seguían yendo peor. Si lo pensaba detenidamente, no sabía nada de Minho, no conocía a sus amigos, ni lo que hacía para vivir. De hecho, cuando fue arrestado, para él fue una enorme sorpresa. Esperaba cualquier cosa menos drogas, menos un intento de homicidio. Tuvo miedo en ese momento, como si desconociera en aquel Minho al Minho con el que solía relacionarse. Realmente no sabía nada. Absolutamente nada.
—¿Por qué pareces tan tenso respecto a eso? -Chris se extrañó-. Solo obsérvalo y, si ves algo sospechoso, ya sabes, como movimiento de dinero o algo así, arréstalo. Nadie te dirá nada por arrestar a un ex convicto si lo ves actuando raro. -Notó cómo Felix sonreía con ironía ante sus palabras, como si lo que acabara de decir fuera incluso gracioso. Sin embargo, no le dijo nada, solo se dio la vuelta para salir de la oficina.
—Lo tendré en cuenta. -Fue lo único que respondió antes de irse, dejando a Chris levemente confundido.
—Bien... lo que sea. -Se dijo Chris a sí mismo, saliendo también. No tenía tanto tiempo libre como para preocuparse por los extraños cambios de humor de Felix.
Fue hasta su escritorio y agarró su teléfono sin siquiera sentarse. Abrió el chat con Jisung, observando de nuevo el último mensaje en el que le comentaba "inocentemente" que un amigo le había ido a hacer una visita a su casa. Chris había preguntado su nombre por puro protocolo. Sin embargo, cuando introdujo el nombre de Minho en las base de datos de la policía, la información que salió fue suficiente como para ponerlo en alerta.
"Tengo que hablar contigo. Ven a la estación en media hora."
Tecleó brevemente y dejó su teléfono sobre el escritorio. Decidió sentarse y revisar una vez más los últimos movimientos de Jisung, tratando de captar algo que hubiera pasado por alto. Sin embargo, los registros anteriores no eran todo lo profundos y detallados que le gustaría. Los oficiales antes que él no habían hecho precisamente el mejor trabajo al documentar las actividades de Jisung. Alegaban falta de colaboración o simplemente declaraban que permanecía todo el tiempo en su casa cuando él sabía perfectamente que no había nada más lejos de la realidad.
Su teléfono vibró después de unos minutos. No necesitaba mirar para saber que era la respuesta de Jisung, y ya estaba listo para tener que imponerse una vez más, sin embargo, para su sorpresa, la respuesta de Jisung fue un sencillo "está bien" y un emoji con gafas.
—¿Pero qué...? -Chris frunció el ceño al ver el breve mensaje-. Bueno, mejor así.
Dejó su móvil a un lado y se dispuso a revisar una vez más el expediente de Jisung mientras esperaba la media hora. De nuevo, buscaba algo que hubiera pasado por alto. El nombre de Minho en alguna parte, algo que le indicara la verdadera naturaleza de la relación de ellos dos.
Por alguna razón, toda esa situación le estaba creando una sensación extraña en su pecho. No era dolor o algo así, sino más bien una preocupación que se volvía más profunda con cada segundo que pasaba. Preocupación y ansias. Sí, porque a pesar de todo, Chris tenía aquellos sentimientos extraños hacia Jisung. Aun si lo trataba con rigidez y frialdad, sin ceder en lo más mínimo, Chris seguía sintiéndose igual. Las sospechas que estaban creciendo en su mente no le resultaban nada agradables. No quería a su Jisung relacionándose con ningún traficante de drogas ex convicto violento ni nada por el estilo. Jisung tampoco era lo más angelical del mundo, pero eso no importaba. No lo quería corriendo ningún peligro, no lo quería ver bajo arresto de nuevo.
Aun si ese había sido el momento en que comenzó a sentirse así por él.
Porque no. A Chris no le gustaba Jisung porque fuera una celebridad o porque fuera atractivo. Para empezar, era un hombre, a Chris no le gustaban los hombres. Al menos no en general. La razón por la cual le gustaba Jisung era a otra, a su entender, más genuina y válida.
Chris podía recordar el día que Jisung fue arrestado. El revuelo en la estación, las oleadas de periodistas y fans. Recuerda el bullicio, las luces y los gritos; estaba siendo infernal aquel día, impidiéndole a él, y a todos los demás, hacer su trabajo apropiadamente debido a la enorme cantidad de personas. Sabía que habían arrestado a alguien famoso, pero eso no podía importarle menos. Él tenía sus propios casos que resolver, los cuales lo tenían cumpliendo horas extras aun si ya pasaban las diez de la noche. Todo aquello solo era molesto.
Recuerda estarse quejando consigo mismo mientras iba a la sala de interrogatorios, cansado e irritado, contando los minutos para irse a casa de una vez. La sala de interrogatorios todavía estaba ocupada, aun si no había ningún interrogatorio siendo llevado a cabo. Allí estaba él, lo reconoció por haberlo visto en la televisión. Tenía ese aspecto tan particular, demasiado joven como para encajar en aquella habitación gris. Su manager estaba ahí con él, y Chris pudo ver desde afuera cómo éste le daba su celular a escondidas. Estuvo a punto de intervenir, aun si no era su caso, aquel tipo no podía simplemente darle un móvil a un prisionero.
Sin embargo el sonido del llanto de Jisung lo hizo detenerse en seco.
Aún recuerda su voz temblorosa e inconsolable mientras decía "mamá", sus lágrimas corriendo sin fin por sus regordetas mejillas, sus palabras atorándose en los sollozos. No necesitaba entender lo que decía para comprender lo que aquel chico estaba sintiendo en ese momento.
Jisung le pareció entonces alguien frágil, inmaduro, en el sentido de que aquello era demasiado para él. Se le hizo débil y lastimero, un simple niñato famoso que había querido abarcar más de lo que podía soportar. Su manager acariciaba su espalda, al borde de las lágrimas también, mientras Jisung continuaba sollozando, repitiendo "mamá, mamá" con aquella voz rota, sonando a disculpas y a arrepentimiento. En aquel momento Chris sintió lástima, sí, lástima. Porque Jisung parecía hundido en un abismo. Para él era común estar en una estación, lidiar con personas de la peor estirpe, estaba acostumbrado a la rudeza y a la agresividad e incluso hacía un momento había estado a punto de entrar allí y actuar como lo que era, un oficial de policía. Sin embargo se notaba que para Jisung aquello era mucho, apenas tenía veinte años si no se equivocaba, lidiar con algo como un arresto siendo famoso era definitivamente más de lo que podía soportar.
O eso le pareció a Chris. Estuvo a punto de darse la vuelta y seguir con sus asuntos, tal vez Jisung solo ocuparía su mente por unos minutos, solo sería aquel "pobre chico". Pero el destino quiso que el oficial a cargo del caso llegara en ese momento. Justo cuando Jisung terminó su llamada, no le dijo nada al manager y solo le pidió que saliera. Chris siguió observando desde afuera, notando lo sospechoso que era todo aquello. Al parecer, había un poco de dinero moviéndose por debajo de todo ese asunto.
Pero, para su sorpresa, cuando el interrogatorio comenzó, Jisung cambió por completo. Sus lágrimas ya estaban secas y su expresión era una de absoluta tranquilidad, rozando el desinterés. Mantuvo la frente en alto, firme y altanero, respondiendo a las preguntas casi con descaro. Chris notó cómo el oficial casi perdía los estribos ante aquel Jisung que rozaba el atrevimiento, defendiéndose con respuestas rápidas e inteligentes, esquivas y difíciles de manipular. En ese momento entendió que Jisung no era frágil, no, nadie frágil podía componerse de aquella forma después de un colapso como el que tuvo mientras hablaba por teléfono. Jisung era fuerte, mucho más de lo que parecía a primera vista. Pero obviamente estaba desequilibrado, necesitaba apoyo y guía, y por alguna razón que aún no entendía del todo, Chris sintió deseos de ser él quien lo guiara, quería ayudarlo a mejorar aun si eso requería ponerlo en su lugar. Fue una mezcla extraña de sensaciones. Quería regañarlo, hacerle obedecer y comportarse, pero, a la vez, quería protegerlo del mundo, que nunca más tuviera que llorar de esa manera.
Al principio no lo entendió del todo, pero ya, a estas alturas, sabía que esos sentimientos eran unos bastante profundos. Una atracción demasiado particular como para pasar desapercibida o ignorada.
Changbin le había comentado algo una vez. Le dijo que su comportamiento era propio de un tamer. Se lo había dicho casualmente después de tener sexo y de que Chris se hubiera corrido al escuchar a Changbin decirle que le encantaban sus castigos. En ese momento casi se enojó con él, alegando que no era eso, que él no era ningún raro, pero ahora sabía que Changbin no estaba equivocado.
Cuando se trataba de sexo, Changbin nunca estaba equivocado.
Su teléfono sonó de nuevo, sacándolo de su ensimismamiento. Una llamada entrante de Jisung fue suficiente para hacerlo reclinarse en su asiento y contestar sin mucha demora.
—Dime. -contestó, algo seco.
—¿Mal día? -La voz de Jisung sonaba juguetona como de costumbre, aunque tal vez un poco más ahora, era difícil precisarlo.
—Eso no es algo que te interese. ¿Qué pasa?
—Sigues siendo un encanto. -Jisung rió levemente-. Ya estoy aquí, no puedo solo entrar hasta tu oficina, ¿no? Ven a buscarme, estoy en la sala de espera.
Chris quiso regañarlo por el tono confiado y el tuteo, pero Jisung colgó sin darle la oportunidad de hacerlo, dejando una sensación casi efervescente en él. Era como si Jisung supiera provocarlo, o simplemente, esa era su naturaleza. Fuera la razón que fuera, Chris ya estaba comenzando a sentir esa necesidad otra vez.
Dejó salir un suspiro y pasó los dedos por su cabello tratando de relajarse antes de ponerse de pie y dirigirse al primer piso de la estación. Iba a necesitar toda la paciencia del mundo para lidiar con Jisung sin dejar salir nada raro.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro