Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 14


—¿Ya terminaste con eso? -Minho estiró su cuello desde el sofá, posando su mirada en Jisung, quien volvía desde la terraza, su móvil en la mano, revisando algo distraídamente mientras caminaba.

—Sí, solo es mi nuevo oficial de condicional. Un poco exigente. Más de lo usual.

Jisung se dejó caer en el sofá junto a Minho. A pesar de la queja, su mirada lucía divertida, los vestigios de una sonrisa traviesa adornaban sus labios de forma un poco demasiado obvia.

—No parece molestarte mucho que digamos. -Lee alzó una de sus cejas a la vez que se inclinaba para tomar la lata de cerveza que Jisung le había ofrecido unos minutos antes.

—Bueno, digamos que es una pieza digna de conservar -Jisung amplió su sonrisa, apoyando su celular en su mentón-. Es de estos tipos rectos y dominantes, todo el día enfurruñado como si tuviera un palo metido en el culo. Pero de una forma interesante, su mirada... es como si quisiera castigarme por cada impertinencia que hago. Y no castigos serios, no. Un tipo como él parece preferir otro tipo de castigos.

—Cosa que a ti te disgusta muchísimo. -ironizó Minho, sonriendo también.

—Es que tienes que verlo -Jisung negó suavemente, como si aún no pudiera creerlo-. Tiene un pedazo de trasero descomunal.

Minho finalmente estalló en carcajadas, eso era tan propio de Jisung que le hubiera extrañado si no soltaba algún comentario así.

—Ya imaginaba que tenía que haber algo de eso por ahí. No te sueles interesar en anatomías planas.

—Solo digamos que quiero que me castigue un poco. No sería mala idea. Se ve muy sexy cuando está enojado.

—No deberías jugar con los policías -Hubo cierto reproche en el tono de voz de Minho-. Puede salir muy mal.

—Uy, si -Jisung puso una expresión escéptica-. Y justo me lo dices tú. Estoy seguro de que ya fuiste a ver a tu oficial bonito, incluso si no llevas ni una semana en la calle.

—Eso no tiene nada que ver. -Minho bebió de su cerveza, aliviando el nudo incómodo que ese comentario había formado en su garganta. Odiaba cuando Jisung usaba ese tema solo para recordarle lo dañina y jodida que era su relación con Felix.

—Sí tiene que ver, hablamos de la policía. Un día ese tipo va a meter tu trasero tras las rejas y no verás el sol hasta que tengas canas en el culo.

—Si será así, entonces es mejor disfrutarlo mientras, ¿no crees? -Minho se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

—¿Sabes qué? -Jisung apretó sus labios-.Te acabas de contradecir a ti mismo, pero tienes toda la razón. Es mejor disfrutar las cosas cuando se tienen delante.

—Exacto.

—No importa si después hay que soportar las consecuencias.

—Siempre que valga la pena. -Minho asintió.

—Por eso le dije al sargento Bang que mi amigo el ex convicto vino a verme a mi casa y está ahora compartiendo una cerveza conmigo mientras hablamos de los viejos tiempos.

—Exacto, hay que hacer las cosas así, sin... espera, ¿qué? -Minho cayó en la cuenta de lo que Jisung había hecho-. ¿Le dijiste a la policía que estaba aquí?

—¿Crees que se enoje? -Jisung sonreía, amplio-. Él fue tan específico con respecto a todo lo que podía hacer y a lo que no. Me dijo que no me pusiera en contacto con personas sospechosas ni potenciales delictivos porque de lo contrario se vería obligado a aumentar la vigilancia. -Su tono de voz sonaba emocionado, como si no estuviera hablando de un asunto tan serio como ése.

—Sabes que estás cumpliendo condena por drogas ¿cierto?

—Sí, eso dicen ¿y?

—Pues decir que te estás relacionando conmigo no es la mejor idea que se te ha ocurrido.

—No sé qué tiene de malo -Jisung fingió inocencia-. Solo estamos hablando. Viejos amigos poniéndose al día.

—No vine a ponerme al día contigo y lo sabes, Jisung -Minho alzó una ceja-. Vine a buscar mi dinero.

El chico esbozó una mueca, toda su alegría desinflándose ante el comentario de Minho.

—Dos años después... tienes una memoria tenebrosa, Lee.

—No creo que quince mil dólares sean algo fácil de olvidar.

—Bueno, lo que sea. Te daré tu dinero, no te preocupes por eso -Jisung sacudió el aire frente a su rostro-. Solo dime...

—¿Qué?

—¿Los policías se llevan sus cosas a casa? Ya sabes... su arma, esposas y eso. Tú debes saber, te acostabas con el policía bonito.

—Pedazo de pervertido. -Minho sonrió de nuevo.

—Es que realmente no has visto al sargento Bang.

—Me imagino que debe ser realmente algo imponente para tenerte así.

—Solo me gustó. Algo en su actitud... Es demasiado atrayente. — Jisung mordió ligeramente su labio inferior, pensativo, su mente parecía estar más concentrada en reproducir ciertas imágenes contenidas en su memoria que en la conversación que estaba teniendo con el coreano.

—¿Al punto de hacer que te portes bien? -Minho lo trajo de vuelta a la realidad con esa pregunta.

—¿Qué insinúas? Yo siempre me porto bien.

Minho sonrió, negando con su cabeza mientras se levantaba e iba a la cocina a por otra lata de cerveza.

—¿Tienes el dinero en efectivo? -preguntó mientras se alejaba.

—Claro que no, genio. ¿Crees que tengo una caja fuerte donde guardo fajos de efectivo como un gánster de los noventa?

—No sé. ¿Con qué tomas tus baños de dinero entonces? -Le contestó Minho desde la cocina, alzando su voz para ser escuchado a pesar de la distancia.

—Muy gracioso. Solo te haré un cheque. No te pongas exigente.

—Está bien -El más alto volvió con nuevas cervezas para ambos y algunos bocadillos-. Tampoco sería muy inteligente andar con quince grandes encima.

—Pero... ¿Por qué quieres el dinero ahora? -Jisung tomó una de las cervezas que el menor había llevado-. Digo... ¿Te meterás en algún negocio?

—Puede decirse que sí. -Minho volvió a su posición en el sofá, colocando una bolsa de patatas sobre su regazo.

—¿Es... -Jisung dudó si preguntar o no— peligroso?

Minho lo miró de reojo, llenándose la boca de patatas.

—Hay riesgo laboral en todo. -Fue su escueta respuesta.

—¿Sabes? Dadas las condiciones en las que fuiste acusado, no creo que debas...

—¿Tú también me dirás lo mismo? Yo sé lo que hago -Lee bufó con cierto hastío-. ¿Acaso no me conoces?

—Ya no sé qué pensar de ti. No puedo actuar como si no hubieras estado dos años en la cárcel. Eso cambia a la gente, Minho -Jisung se inclinó hacia adelante, sus palabras ahora estaban cargadas con seriedad-. Estoy seguro de que debajo de esa sudadera estás lleno de tatuajes o incluso cicatrices. Estoy seguro de que estar allí por dos años te hizo alguien distinto. No debes dormir igual, ni comer igual. No ves las cosas de la misma manera.

—Sigo siendo Minho.

—Pero ahora eres más que antes -Jisung se estiró y tomó la bolsa del regazo de Minho-. Solo confío en que sabrás hacer las cosas.

—No soy tan estúpido como antes -Bufó, ya un poco incómodo.

Jisung lo miró, ligeramente desconfiado. A veces no sabía qué podría estar pasando por la mente de Minho. Aun si lo conocía desde hacía muchos años, nunca llegó a descifrar del todo su forma de pensar.

—Eso espero. Si te arrestan de nuevo la tendrás difícil.

—Lo mismo digo. Compórtate antes de que tu querido y bien dotado sargento Bang decida darte el menos divertido de los castigos.

—Creo que puedo manejarlo.

—No sé -Minho tomó la bolsa de vuelta-. Suena difícil. Sé por experiencia que los policías pueden ser testarudos. No lo hagas escoger entre su orgullo y tú. Puede salirte mal.

Esta vez fue Jisung quien bebió de su cerveza para disimular. No necesitaba que Minho lo notara. Pero eso era precisamente lo que planeaba hacer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro