Bueno, hay bastantes personas que esperaban que reescribiera los capítulos Lemmon de Familia improvisada y yo había dicho que sí, pero luego de un tiempo decidí no hacerlo.

Dada esta pequeña introducción, pasaré a responder la pregunta del título.

Bueno, llega un momento en el que las personas maduramos. Esto no quiere decir que todos maduren, claro. Hay gente con pensamientos bastante inmaduros e infantiles. Pero me estoy desviando; bueno, ese fue mi caso.

Llega un momento en la vida cuando comienzas a ver las cosas de forma diferente, desde otra perspectiva; y esto es especialmente seguido durante la adolescencia debido a que es la etapa por la que más cambios pasamos tanto física como psicológicamente.

A lo que voy; a toda la gente que atraviesa o ha atravesado la adolescencia, al menos una vez ha caído en control de las hormonas, y no me salgan con que no porque es algo normal, independientemente de gustos o preferencias.

En mi caso particular comencé escribiendo terrible, proponiendo situaciones absurdas y poco coherentes. Dentro de todo eso se encontraban las situaciones subidas de tono. Como todo adolescente yo buscaba una forma de desahogarme y pues tocó; pero luego de un tiempo dejé de escribir esas cosas.

Aquí siento que entran dos factores:
1.- La madurez que adquieres con el tiempo, dejando de ver las cosas de la misma forma.
2.- Ser el escritor de la obra.

¿A qué me refiero?

Simplemente yo ya no estoy cómodo escribiendo lemmon, no me gusta ni leerlo, porque he madurado (al menos un poco). Llega un punto en el que estás escribiendo y te dices a ti mismo: "Mierda, esto está mal." Quizás eran las hormonas, pero se vuelve incómodo, volteas a ver y piensas: "Ese no era yo."
Luego recuerdas todas esas cosas que has escrito y te sientes horrible contigo mismo por escribir (y haber leído) esas cosas. 

Y eso es parte de crecer; avergonzarte y querer enterrar cosas, situaciones o conductas de tu pasado, pero todo eso forma parte de lo que eres hoy, todo eso ha contribuido (de buena o mala forma) a la construcción de tu identidad, que claro, seguirá cambiando conforme pase el tiempo.

Ahora, personalmente y luego de haber estado escribiendo por tanto tiempo.

Sientes cierta intimidad con los personajes, no importa si son originales o de alguna obra. Hacer eso se siente como violar la intimidad entre la obra y tú. Te sientes mal.

Claro, hay formas en las que no se siente tanto así, como utilizar un lenguaje poético y poco descriptivo o más implícito, pero eso depende más de quién escribe.

Pero bueno, no creo volver a escribir lemmon.