Extra III
"Siwoo, eso no se come, está sucio"
El omega le quitó de las manos el pequeño zapato color negro que pertenecía al mismo Siwoo. De respuesta obtuvo una rabieta del niño, pero lo conocía como la palma de su mano, así que solo bastó ponerle su chupón favorito en la boca para que se tranquilizara y volvió a ponerle el zapato.
"¿Estás aburrido? Sí, papá también está aburrido" Preguntó y contestó, era obvio que no recibiría respuesta.
Aunque Siwoo tuviera un año, aún no lograban que dijera su primera palabra. Al principio les preocupó un poco, pues para esa edad Yejun ya sabía decir algunas palabras, el pediatra les contó que no pasaba nada malo, cada niño teníañ diferente desarrollo, así que dejaron el tema por el momento. Solo Siwoo sabría cuando hablar.
Jungkook suspiró y se apoyó en la pared decorada con animales uniformados.
Ese día había llegado veinte minutos antes de lo normal, pues el día anterior habían dejado salir a los niños más temprano de lo usual sin avisarle avisado, por lo que llegó a la hora de siempre y se encontró con su primer cachorro llorando a moco suelto porque pensaba que lo había abandonado en la escuela.
Es una anécdota que usaría para burlarse de Yejun en el futuro.
Por esa razón había decidido ir temprano, aunque fue el vano. Incluso ya habían pasado cinco minutos de la salida y la maestra seguía sin dejarlos salir. Tuvieron que pasar otros cinco minutos para que la puerta del salón de clases fuera abierta y una avalancha de niños salieran.
No tardó mucho en encontrar a su hijo, pues podía reconocer la mezcla del aroma de Taehyung y la de él con el débil olor a manzana con canela que estaba desarrollando el pequeño alfa en dónde fuera. Además, no era difícil diferenciarlo, literalmente era un Taehyung en miniatura.
Se sentía traicionado, lo tuvo nueve meses en su vientre, sufriendo de las nauseas y los horribles cambios de humor para que terminara siendo un clon de su marido. Con Siwoo había ocurrido la misma tragedia, pero al menos él había sacado los ojos del Omega.
"¡Papá!" Yejun abrazó sus piernas y restregó su cara en ellas para dejar su aroma en él de forma inconsciente.
Jungkook tomó la cara del niño de seis años y la movió ligeramente su cabeza para asegurarse de que todas las partes siguiera completas y en su lugar —conocia a su hijo, sabía que tenía un terreneitor, solo era para asegurarse—. Cuando estuvo satisfecho, sonrió y se inclinó para darle un beso en la frente.
"¿Cómo te fue?"
"¡Bien!" Le regaló una sonrisa cuadrada sin un diente.
Ese diente había causado un drama en casa, pues habían olvidado por completo que ellos eran los que tenían que poner el dinero debajo de la almohada del niño mientras dormía. A la mañana siguiente encontraron a un Yejun llorón porque el ratón de los dientes no había llegado a recoger su diente y solo pudo calmarse cuando Taehyung se lo llevó al parque a distraerlo mientras Jungkook ponía dinero debajo de la almohada y una carta dónde la rata explicaba porque no había llegado a tiempo.
Sí, había olvidado quitar el diente después de eso, así que el niño obtuvo dinero sin necesidad de cambiarlo por su diente.
"Ah, y ahora tengo un hijo también"
Jungkook volteó a verlo completamente extrañado, no alcanzó a preguntarle pues notó como los padres de familia se acercaban a la maestra, así que hizo que Yejun se sujetara de la carreola donde Siwoo miraba todo con aburrimiento y se unió.
"Este trabajo es con el único propósito de inculcar la responsabilidad a los niños. No durará más de una semana para que no sea tan pesado, así que no se preocupen, solo hay que preocupar que no se rompa"
Al escuchar las palabras de la maestra, Jungkook tuvo un mal presentimiento.
Uno muy malo.
"Se le entregó un huevo a cada niño, así que no es necesario trabajar en equipo. Con respecto a la tarea para el día de mañana, en el libro de mate..."
El pelinegro dejó de prestar atención, pues sintió que se le iba el alma del cuerpo al caer en cuenta de que se trataba la actividad.
Cuidar un huevo.
Maldita sea.
Regresó su atención a sus dos hijos y buscó con la mirada al maldito huevo entre las manos de Yejun, dándose cuenta que no lo tenía, y no recordaba haberlo visto salir con esa cosa.
"Yejun, ¿dónde está el huevo?" Preguntó preocupado.
"En mi mochila"
Sintió un deja vu.
[...]
"Ya llegué" Taehyung dijo en voz alta mientras cerraba la puerta principal.
No recibió respuesta ni nadie lo recibió.
Bueno, el único que lo hizo fue Siwoo, al escucharlo había salido gateando —sabia caminar, pero simplemente era un bebé flojo— a toda velocidad de quién sabe dónde mientras soltaba gritos de emoción. Taehyung no dudo ni un segundo para cargarlo y llenarle la cara de besos.
"Eres tan lindo" Siwoo puso su diminuta mano en la boca del Alfa y este simuló comérsela, haciendo al cachorro soltar una carcajada.
Nuevamente miró a su alrededor, ya que era extraño que su primogénito ni su omega no lo recibieran como siempre.
"¿Jungkookie?" Habló con un tono un poco más elevado para que se escuchara.
"¡En la cocina!"
Se dirigió a la cocina aún con el bebé en brazos, encontrándose al resto de su familia sentados en la mesa, completamente concentrado en la cosa que estaban haciendo.
"¿Qué están haciendo?"
"Una cuna" Respondieron los dos a la vez.
Ahí fue cuando Taehyung se dió cuenta que tenían pedazos de cartón y de tela regados por todos lados.
"¿Por qué están haciendo una cuna? Siwoo ya tiene la suya, además, no creo que entre en ella, es muy pequeña para él" Dijo al ver como Jungkook terminaba de pegar lo que se supone que era una cuna.
"No es para Siwoo" Yejun frunció el ceño. "Es para Pancho"
"Bien, creo que me perdí, ¿quién es Pancho?" Taehyung miró a Jungkook buscando una explicación, pero su hijo no tardó en responderle.
"¡Pancho es mi hijo, papá!"
El Alfa lo miró como si le estuviera saliendo una segunda cabeza, pero su cara cambio a horror al ver como su esposo levantaba en el aire un huevo con una carita feliz mal dibujada.
"Ahora somos abuelos" Jungkook soltó sarcásticamente.
Ah, mierda.
"¿Por qué nos sigue tocando este tipo de cosas? ¿Tenemos la maldición del huevo o qué?" El omega solo se encogió de hombros.
Unos minutos después, Taehyung ayudaba a Jungkook a preparar algo para comer, por lo que ninguno de los dos notó que Yejun había tomado a Pancho quien había sido colocado en la pequeña caja y se acercaba a la silla entrenadora donde se encontraba el mas pequeño de la familia.
"Mira Siwoo, él es Pancho"
Yejun le mostró al huevo, haciendo que su hermano estira sus manos para intentar tomarlo, no lograndolo, pues el niño rápidamente lo alejó de él.
"No. Pancho es mi hijo, no el tuyo" Dijo, pero se asustó al ver a su hermano menor con intenciones de ponerse a llorar.
No quería que lo vinieran a regañar por hacer a su hermano llorar, otra vez.
"Bueno, te lo voy a prestar por unos minutos, pero no llores, ¿sí?"
Le ofreció el huevo y Siwoo no dudó en tomarlo, reemplazando su cara triste por una con curiosidad ante el nuevo objeto que nunca había visto.
"Es lindo, ¿verdad?" Yejun sonrió al ver a su hermano interactuar con su hijo, pero se le borró la sonrisa al notar que tenía intenciones de metérselo en la boca. "¡No, eso no se come así!"
Intentó quitárselo, pero el cachorro levantó su mano tratando de que su hermano mayor no se lo quitara mientras soltaba un chillido de enojo.
"¡Dámelo!"
Taehyung y Jungkook voltearon a escuchar el escándalo de sus hijos. Justo en el momento que vieron como un Siwoo muy enojado aventaba el huevo, haciéndolo volar por los aires hasta estrellarse en el piso.
"¡Siwoo mató a Pancho!" Gritó asustado el niño de seis años.
"Mierda" Soltó Jungkook.
"¡Mierda!" Ambos padres miraron sorprendidos a Siwoo.
Su primera palabra había sido una grosería.
Oh, bueno, sí, mierda.
Mi regalo de navidad adelantado para ustedes, de nada 💝.
Con este extra, terminamos oficialmente Operation: egg después de años. ¡Muchas gracias por leer y apoyar esta fanfic! Los tkm.
Me despido de OE con mucha alegría y nostalgia.
¡Gracias por todo!
Besitos en la cola.
—luvckyun
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