Capítulo II
Capítulo II:
Una pira funeraria tras otra, Cementerios saturados de cuerpos, fosas comunes, todas listas para ser encendidas por el Fuego, el Elemento que Prometeo le entregó a los Hombres tras ser expulsados del "Olimpo" durante la "Edad de Oro" por órdenes de Zeus y quien lanzó a la temida Pandora y su "Caja", de la cual soltó todas las desgracias con excepción de la esperanza. Las calles estaban siendo despejadas, cuerpos amontonados y un olor a podredumbre que se extendía por doquier, llevando a que la gente se tapara la nariz con pañuelos, muchos de ellos perfumados o tuvieran que mantener cerradas las ventanas de sus casas y negocios para que no entrara esa "fragancia". Los Militares habían sido desplegados, el orden restaurado y con ello venía la recuperación, en todos los sentidos, de aquellos momentos en los que la Humanidad pendió de un hilo tan fino que podía romperse con el más ligero movimiento.
Pronto, desde la Plaza de Moulinsart hasta la carretera que daba acceso al pueblo, el Fuego comenzó a devorar la carne y los huesos de los zombies. Un Soldado armado con una lanzallamas encendió su arma y su cañón "vomitó" una poderosa llamada, la cual hizo contacto con la madera y los cuerpos de aquellos caídos, convirtiéndose en una auténtica "Pira Funeraria" como en la Antigua Grecia.
Carretas, carros, camionetas, camiones e incluso del Ejército habían sido desplazados para trasladar los cadáveres hacia su "Descanso Eterno", mientras que los periodistas, en su rol por informar, sacar a la luz tanta barbaridad y atropellos contra la vida, se "aglomeraban" igual que un enjambre de abejas a la hora de defender su colmena de algún "depredador". Venían preguntas, fotos y videos de aquellos hombres y mujeres dedicados a su ferviente "Cruzada" pero, en muchos casos, no parecían cumplir con su papel, sino, más bien, buscar y poner nerviosas a las personas que habían pasado por aquello, cosa que no faltarían insultos y agravios de las víctimas contra ellos.
Sin embargo, uno de aquellos periodistas, un joven pelirrojo, vestido con pantalones marrón, zapatos del mismo color, camisa blanca, suéter celeste junto a una gabardina boina que traía consigo, además de venir acompañado por un perrito de raza "Fox Terrier" de pelaje blanco como la nieve, iba tomando foto tras foto con su cámara, sin dejar un solo detalle de que se escapara de su lente. Allí tenía "retratados" los cuerpos de las víctimas y los zombies, aquellas expresiones en sus rostros, los ojos sin vida, la piel pálida, los Militares que los amontonaban, con la ayuda de los civiles, para proceder con las cremaciones, el olor a carne quemada, el combustible que provenía desde las estaciones de servicio para cumplir con su función, junto a los lanzallamas, mientras que las columnas de humo se iban alzando hacia los Cielos.
Pero su papel nunca falló, se mantenía firme a sus principios y más a la hora de revelar, bajo la luz de la Justicia, la corrupción y los trapos sucios que sus adversarios tenían guardados bajo llave, aún al precio de quedar bajo la mira del enemigo pero triunfando.
Cada fotografía que tomó era una nueva "página" de la historia que estaba escribiendo. Cada palabra que había recogido, por parte de los testigos, supervivientes y militares que ayudaban en las limpiezas, eran una cruda realidad de lo que había ocurrido allí. Pronto, con el Centro del pueblo despejado y "purificándose" bajo el fuego de las piras, el muchacho tomó por una de las calles aledañas que conducían hacia la carretera principal. Estuvo un buen tramo del mismo deambulando, notando el paso de los vehículos militares, en especial de los tanques habían sido trasladados para erradicar a los zombies que aún permanecieran en los edificios evacuados, así como también el vuelo de helicópteros con suministros para los campamentos y ciudades recuperadas, como también cargados con sobrevivientes que solo querían escapar de esa pesadilla y así "despertar".
Iba caminando por la vera de la carretera, acompañado por su perrito hasta que una bocina llamó su atención, llevando a que se volteara para ver quién era el que estaba allí. Un coche descapotable se detuvo y su conductor, un hombre de barba y cabello negro, gorra de plato con el Ancla en su Centro, buzo azul con campera negra, al igual que sus pantalones y zapatos, le hizo una seña para que se acercara. El chico caminó, quedó cara a cara con el que estaba al volante y sonrió de saber quién era.
- Buenos días, grumete.- Saludó el hombre de barba con una sonrisa.
- Me alegra de verlo, Capitán.- Devolvió el muchacho aquel gesto, ingresando en el asiento de adelante junto al perrito.- ¿Qué tal se encuentra?.
- Estupendo, acababa de atender unos asuntos cuando decidí venir a buscarte ya que, por cierto, hay alguien que quiere verte.- Respondió el citado, mientras que iba encendiendo el coche, nuevamente y enfilaban por el camino hacia el Norte.- Y dime, Tintin, ¿qué tal está el trabajo?. Después de toda esta locura.
- Ajetreado. Demasiado pero es mi deber, Capitán. Como usted dijo: Después de semejante tragedia, uno quiere volver a la vida de antes pero eso tardará y mucho en recomponerse.- Señaló el joven pelirrojo, sacándose su boina y dejándola sobre sus piernas.- He estado tomando fotos en todos los pueblos y ciudades que han sido liberadas de los zombies. Cada habitante tiene una historia por contar.
- Y que lo digas, muchacho.- El barbudo meneó la cabeza, sintiendo que aquella herida tardaba en sanar.- Parece como si hubiera sido ayer cuando quedamos encerrados en la Mansión de Moulinsart, a pesar de que contamos con buenos espacios abiertos, los muros infranqueables y comida suficiente pero, al igual que todos los demás, no podemos permanecer encerrados como si fuéramos los pobres animales del zoológico. Hay que explorar, salir adelante y justo aproveché, tras darle una mano a Néstor, para salir a ver cómo estaban las cosas en el pueblo.- Relató el "Viejo Lobo de Mar", quien sentía ese peso encima, aún, sobre los hombros de todos ellos.
- Al menos pudimos salir adelante, no todos tuvieron la misma suerte.- Le animó Tintin a su amigo.-
- Tú lo has dicho.- Añadió el peli negro.
- Por cierto, Capitán Haddock, ¿quién es la persona que ha venido a verme?.- Cambió el periodista de pregunta para enfocarse en dicho acontecimiento.
- Ohh, es una sorpresa y no puedo decírtelo.- Respondió éste, guiñando un ojo y manteniendo el secreto bajo llave.- En cuanto lleguemos, ya lo verás.- Prometió y de ahí disfrutaron del viaje por la carretera de Moulinsart hacia su destino.
Pronto fueron arribando a su destino, el coche dejó atrás una cortina de polvo que desapareció entre unos pequeños torbellinos que el aire "jugó". Las enormes rejas de la Mansión se cerraron tras ellos y en la entrada de aquella edificación fueron recibidos por un hombre semi-calvo, peli negro y vestido formalmente, dándoles la bienvenida a aquellos. Pero no estaba solo, una muchacha de cabello oscuro, flequillo corto, blusa roja, jeans "Levis" y botas marrones lo estaba esperando, alegrándose de verlo descender del coche y de ahí ésta corría a los brazos del periodista.
- Esta es mi sorpresa, Tintin. Mira quién vino a verte.- Le habló el Capitán con una mano en su hombro, señalando a la chica que corría hacia el pelirrojo.
No tuvo tiempo para decir una palabra, la emoción lo embargaba y de ahí éste la agarró en el aire, tras pegar un salto y girar por unos momentos hasta quedar cara a cara con la citada, quien tenía los ojos empapados por las lágrimas. Pronto, ella hundió su cabeza contra el pecho del muchacho y de ahí permanecieron en ese momento hasta que uno de los dos pudo romper el silencio.
- No sabes lo mucho que alegra de volverte a ver, Tintin.- Decía la peli negra con la voz quebrada, parecía que su garganta estaba "bloqueada" por algún que otro impedimento que le permitiera expresarse pero la alegría que la embargaba era enorme. Las lágrimas seguían escurriéndose desde sus ojos hasta dar contra el piso y él le pasaba su mano por el rostro, enjuagando las mismas.- Cuando...Cuando ocurrió todo este desastre de los zombies yo...yo pensé que algo horrible les había ocurrido, no podía llamarlos, todas las comunicaciones estaban caídas y al momento en el que las cosas se calmaron, vine inmediatamente para verlos.
- El gusto de volver verte a ver, Elizabeth, es el tesoro más valioso que uno puede tener, uno que supera a las riquezas, al Oro, la Plata. No tienes por qué preocuparte, por suerte, con mis amigos estuvimos a salvo en Moulinsart.- Le contó Tintin a ella.- Debes de estar agotada tras el viaje, ven, pasemos al interior de la Mansión del Capitán.
- Tengo mucho por contarte.- Dijo ella con una risilla y fueron tomados de las manos, siendo observados por Haddock, el cual se sentía feliz de ver a su amigo estar con esa chica, sin embargo, en aquellos momentos, su Mayordomo, de nombre Néstor, se acercó hacia él.
- ¿Cómo están las cosas por el pueblo, Señor?. Si no es de mucha molestia.- Inquirió aquel hombre.
- No, no, tranquilo, amigo, todo está bien. Con respecto a tu pregunta.- Ambos comenzaron a caminar con rumbo hacia la entrada de la edificación.- Están restaurando el orden, hay muchas piras funerarias, parece como si viviéramos en la Era Romana o con los Vikingos cuando asaltaban todo a su paso.- Le relató.- ¿El Profesor está aquí?.
Justo antes de que Néstor pudiera responder, allí se encontraron con un hombre de baja estatura, barbita negra, lentes, vestido con un conjunto de color verde, salvo sus pantalones oscuros, los zapatos y su camisa con corbata. Éste se hallaba examinando unas muestras de sangre en su microscopio, murmurando por lo bajo y tomando nota en un cuaderno que traía consigo, así como también en una grabadora donde le daba al botón "Play", haciendo una seña con su mano de que nadie hiciera ruido.
Néstor le indicó el trabajo de aquel sujeto, mientras que ingresaban con cautela. Pronto, el citado dejó su trabajo de lado, haciendo sonar su cuello por la postura en la que estaba sometido en su silla y de ahí pasó a mirar a los recién llegados.
- Ohhh, Tintin, Capitán Haddock.- Se levantó el peli negro.- Lamento muchísimo no haberlos podido saludar. Lo mismo a usted, Señorita Elizabeth.- Se dirigió, dándoles la mano.- Pero desde que terminó toda esta locura, he estado trabajando sin descanso y me he "desconectado" del Mundo con mis investigaciones.
- No, Profesor, no tiene por qué disculparse.- Le tranquilizó la chica peli negra.- Es su deber pero ¿qué tal le ha ido?.
El hombre de barba negra respiró hondo, tomando su libreta y mostraba los datos que había tomado recientemente.
- Para empezar, he estado analizando las muestras de sangre de aquellos cuerpos y no me dejan de asombrar sus capacidades de multiplicación en un organismo sano. Me explico: Cuando uno de esos zombies contamina a una persona con este virus, todo a través de las mordidas, no por el aire, éste comienza a crecer dentro del cuerpo de uno que fue atacado y de ahí es cuando ya pasa a ser un peligro.- Les relató el hombre con sumo lujo de detalle.
- ¿Y hay posibilidades de gente que lo porte pero sea asintomática, Profesor?.- Preguntó Tintin al respecto pero el científico lo negó con un movimiento de cabeza.
- Amigo mío, eso es imposible y más para cuando estamos hablando de un virus como éste donde, al no ser aéreo, la situación es más complicada ya que, al entrar en contacto con la piel de una persona sana, la saliva y otros fluidos son el verdadero peligro. Además, el tiempo de conversión varía entre unas horas, quizás, en algunos casos, puede ser en unos días.- Señaló el peli negro, mientras que los invitaba a pasar a su "Laboratorio" que consistía en una mesa que tenía consigo desde que todo había comenzado.
La mesa presentaba una gran cantidad de cosas sobre su superficie que iba desde papeles, libros, bollos de pruebas que habían fracasado, un microscopio, una taza de café junto a la cafetera que aún humeaba y el azúcar que Néstor le había suministrado para que se mantuviera despierto en su labor investigativa.
- Profesor, una pregunta.- Se dirigió Elizabeth hacia Tornasol, quien tomó asiento.
- Oh, niña, no seas tan formal, estás entre amigos.- Le animó el hombrecillo con amabilidad.-
- Jejeje, disculpe, pero es que usted es alguien importante para la Ciencia y tengo mi "Protocolo" con respecto a quién dirigirme con respeto.- Sostuvo ella, mientras que pasaba al tema que quería hablar.- Mi pregunta es: ¿Esto ya se ha terminado? ¿No habrán más casos de muertos vivientes rondando por las calles del Mundo?.- Inquirió pero aquello fue como si el Cielo se les hubiera "caído encima", una "presión" insoportable se hizo presente, mientras que los rostros de los presentes adquirían varias expresiones desde las dudas hasta la incertidumbre con respecto al Futuro que les deparaba.
- Ojala pudiera decir que esto ya se ha terminado pero, como todas las pestes que han azotado al Mundo, a menos de que se haya descubierto alguna cura contra esta nueva variante que hubo en estos últimos días por el Mundo, me temo que esto seguirá y más ante un contexto donde el terrorismo internacional, más el tráfico de armas y el "Mercado Negro" ha ido creciendo. Cualquier país o célula insurgente es capaz de adquirir un cargamento de este tipo de enfermedades para emplearlo contra algún objetivo crucial. Piensa que antes, para matar a un Monarca como el Archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa solo se necesitó que un tipo armado desatara, más el "Sistema de Alianzas", el estallido de la Primera Guerra Mundial. Luego tenemos el caso del "11/S", emplear aviones como si fueran "misiles" contra el "World Trade Center", el "Pentágono", los símbolos del poder económico y militar de EEUU, solo quedaba que se estrellara uno contra la "Casa Blanca" y adiós a lo que representa el poder político del mencionado país. Ahora, con esos dementes que lanzaron misiles biológicos contra las principales ciudades del Mundo, desatando una hecatombe a nivel mundial, entonces yo diría que esto se terminó, por ahora, pero nadie puede decir que sea oficial, para siempre, "colorín, colorado, este cuento se ha acabado". Eso no, hasta que se consiga una cura para evitarlo, así que lo único que queda es tener los ojos bien abiertos.- Le explicó el científico en aquellos momentos.- Miró a los presentes y sus rostros cargados de miedo.- Sé que esto es de terror, créanme que hasta yo mismo desearía que nunca vuelva a pasar, de que una nueva "Pandemia Z" vuelva a ocurrir, eso algo que se tiene que evitar.
- Pero "Overwatch" y sus Aliados han combatido contra esta gente.- Mostró Elizabeth una foto que tenía, de un recorte de un periódico, sobre aquellos grupos que estuvieron poniendo todo en la "Mesa de Apuestas".
- Es verdad, consiguieron detener un desastre mucho peor que lo que fue la "Pandemia Z". La Batalla de Liberty City significó un "Punto de Inflexión" para estos terroristas pero es un "final abierto". Aún derrotados, esta gente tiene dinero, poder y sobre todo la corrupción es su "Brazo Armado"; por lo que solo queda estar preparados para cuando se produzca un nuevo ataque. Pero dejemos eso de lado, no todo es negro, sino de que también está la esperanza.- Señaló eso, mientras que se ponía de pie y de ahí caminaba hacia los presentes. Miró su reloj de bolsillo y supo que era de mañana.- Ufff, toda la noche y madrugada trabajando que me olvidé de desayunar. Tengo un hambre que me comería un caballo.
- Ahora que lo dice, yo también.- Señaló Elizabeth, oyéndose que su estómago gruñía tras su largo viaje en tren, ruborizándose, llevando a que Tintin le apoyara su mano en los hombros de ella y le sonriera.
- Ven, vayamos a desayunar.- Le invitó su novio y con ello pusieron rumbo hacia el "Salón Comedor" que había en la Mansión de Moulinsart.
En algún punto del Desierto de EEUU, un helicóptero "Chinook" fue aterrizando en una "Zona Asignada" por un hombre que les hacía señas. Los pilotos hicieron un gesto con la mano derecha, indicando que todo estaba en orden, así que la aeronave comenzó a trazar una serie de círculos, levantando cortinas de polvo y arena que iban opacando el aire hasta que ésta fue apagando sus motores, una vez tocada la superficie marcada por las bengalas de color rojo y unas luces instaladas allí.
Después de que la polvareda disminuyera por completo, los pilotos y sus ocupantes descendieron del aparato. Traían consigo, antes de aterrizar, unos enormes contenedores con una carga sumamente llamativa. Ninguno tenía algún distintivo o sello que les reconociera.
- ¿Tuvieron problemas? ¿Volaron cerca de la Base de Operaciones Montañas Yuca?.- Preguntó uno de los militares a sus hombres.
- Todo despejado, Señor. Esa zona está fuera de actividad por un buen tiempo hasta que se solucione con lo ocurrido allí hace poco.- Respondió uno de los efectivos.
- Más les vale no volver a sobrevolar esa área. ¿Están todos locos? ¿Saben lo que pasará si los derriban?.- Inquirió el Oficial al mando, llevando a que algunos sintieran miedo.- Además, ¿les debo recordar que el Secretario de Defensa, Grant, viene para acá para inspeccionar el proyecto?.- Les espetó y señaló con frialdad.
Nadie respondió.
Protegida por la Oscuridad, dos figuras se movían con rapidez entre las colinas que daban hacia aquella valle desértico y gélido de la noche. Una mujer peli plateada y su Mayordomo Ómnico de bigotes, vigilaban los movimientos de los citados. Apuntó con los binoculares hacia donde estaban los misteriosos contenedores de metal que cubrían gran parte del terreno árido, mientras que iba buscando su rifle "Winchester" mejorado, así como también su trabuco y las cargas de dinamita para destruir todo rastro del enemigo, ésta sintió la mano de su Mayordomo, quien la detuvo.
- ¿Qué pasa, BOB?.- Preguntó la chica y el Ómnico de bigotes le señaló hacia otro helicóptero, un "Black Hawk" estaba aterrizando a unos pocos metros de donde se ubicaban los otros, por lo que ella volvió a observar y el otro desplegó su "Visión Nocturna" para analizar más a los recién llegados.- Maldita sea: Son Militares pero ¿qué estarán haciendo? ¿Eh?.- En ese momento, la joven notó que varios coches con el emblema de la "Corporación Umbrella", el "DBR" y "Cinq Fleches", ésta quedó impresionada con lo que estaba viendo.- Permanezcamos en alerta, BOB. Si algo pasa, habrá que abrirse paso a través del fuego.- Le ordenó de que se preparara, cosa que el grandote se hizo tronar los "nudillos" y de ahí iba preparando sus ametralladoras "Gatling" mejoradas para diezmar a todo un grupo de enemigos que se interpusiera en su camino.
- "Ashe, ¿me recibes?".- Oyó una voz familiar y ella tomó su radio portátil.
- Lo recibo, Comandante Morrison.- Respondió la joven.
- "Bien, escucha: ¿Qué es lo que ves?".- Preguntó el militar de cabello albino desde el Cuartel General instalado en Liberty City.
- "Veo más de cinco helicópteros, incluyendo un "Black Hawk" y otros de transporte de suministros. Traen contenedores con una misteriosa carga pero creo que son muertos vivientes, ya que se oyen gruñidos y otros sonidos guturales. Sumado a ello, también hay varios vehículos del "DBR", la "Corporación Umbrella" y "Cinq Fleches". Espere..."- Informó la peli plateada, mientras que BOB le señalaba hacia un punto que había reconocido, ella se subió a la espalda de su Mayordomo y de ahí pudo atestiguar a una figura de vital importancia.
Allí abajo se encontraba un hombre joven, peli lila, traje blanco con camisa roja, al igual que su corbata. Todo formal, de lentes y con un caramelo en su mano, listo para quitarle la envoltura. Bajó acompañado por un sujeto con una extraña Armadura y Máscara donde solo podía verse su ojo derecho, además de ir armado con una espada y otros equipos letales para proteger y eliminar a todo aquel que estuviera allí presente.
- Llegas tarde, Van Argiano.- Le espetó uno de los militares.
- Lamento mucho el haber tardado, Comandante.- Se "disculpó", encogiéndose de hombros, burlón, cosa que el otro no iba a tolerar semejante afrenta hacia él y su autoridad.- Pero uno puede estar en todas partes: "Cinq Fleches" se está recuperando y no tengo los recursos suficientes como para llevar a cabo este tipo de operaciones. Desde que detuvieron a Thornheart y a los otros, me hallo con las manos atadas, además de que estoy reconstruyendo mi Imperio en las sombras.
- Ese no es mi problema.- Advirtió el Comandante a cargo de esa flota de helicópteros.- Esta carga tiene que ser soltada por el Oeste, ya que son las órdenes de Albert Wesker...- En ese momento, Van Argiano le tapó la boca al militar.
- ¿Quieres que nos descubran?. Pueden haber espías de "Overwatch" por aquí. Y ya que lo preguntas, déjame hacerte una pequeña "demostración" de la nueva "Fuerza de Élite" que contamos ahora.- Prometió y chasqueó los dedos, produciéndose un vasto "Vacío" en los alrededores.
Pronto, una de las puertas de los contenedores se fue abriendo, tras activarse las luces que conformaban el "Sistema de Cierres Electrónicos", llevando a que una columna de "vapor" emergiera desde su interior y de ahí una sombra emergía de allí, mirando a su alrededor y luego desaparecía entre la Oscuridad de la noche.
- ¿Cómo? ¿Y eso?.- Se preguntó el Comandante pero el empresario se mostró muy tranquilo.
- Paciencia, solo observe lo que esto es capaz de hacer.- Prometió, quitándole la envoltura a uno de sus dulces y llevándoselo a la boca para saborearlo.
- Comandante, tenemos problemas.- Informó Ashe por radio a Jack Morrison.- "Cinq Fleches" se halla aquí y...- En ese momento, la joven peli blanca vio que BOB se ponía en posición de defensa, desplegando sus armas automáticas y la vaquera sentía que algo no iba bien en los alrededores, por lo que tomó su rifle, sacándole el seguro al mismo y apuntando para todas partes.
Escuchó movimientos, BOB fue el primero en disparar en defensa de su Señorita, por lo que la metralla comenzó a impactar contra el suelo, produciéndose una serie de luces, flashes que atrajeron la atención de los que estaban abajo, sobre todo del Comandante, el cual ordenó a sus hombres de que sacaran sus armas y comenzaran a batir esa zona para dar con los posibles atacantes.
Ashe escuchó las voces del enemigo pero también juraba ver una "sombra" que se movía por doquier. Su Mayordomo Ómnico no paraba de disparar contra aquel adversario hasta que la ametralladora de su brazo izquierdo se quedó sin municiones, por lo que debió recargarla y emplear el de la derecha para cubrirla. Pronto, éste comenzó a escuchar y ver movimientos colina abajo, así que inició una serie de disparos para retener al enemigo, aferrarlo. Consiguió abatir a un par de atacantes, los cuales cayeron fulminados por la metralla.
- ¡Muy bien, BOB! ¡ASÍ SE HACE!.- Le felicitó ella pero al voltearse, un arco descendente dio contra su mejilla izquierda, llevando a que le saliera sangre de su herida y esta se uniera con la arena y las piedras del suelo. El Mayordomo corrió, todavía disparando contra los enemigos, examinando a la peli plateada.- Agh, tranquilo, solo fue un corte. No te preocupes, pero tenemos que salir de aquí.- Dijo ella, tomando su rifle y comenzaba a tirar contra el adversario que no paraba de evadir las balas y con los gritos que provenían colina abajo, Ashe debió tomar una decisión.
Tomó un cartucho de dinamita y encendió la mecha con un encendedor que traía consigo, arrojándola en el camino de los asaltantes.
- Hora de unos buenos "fuegos artificiales".- Se burló ella y al momento de iniciar la retirada, el atacante de las sombras se interpuso, listo para matar a la vaquera pero fue BOB el que le disparó sin parar contra su cuerpo.
Los primeros impactos no hicieron el más mínimo daño pero, de pronto, el cuerpo del enemigo comenzó a soltar sangre y chispas, retorciéndose contra el suelo hasta caer contra el suelo, abatido por completo. El Mayordomo Ómnico, sin decir nada más, agarró a Ashe y la llevó a su espalda junto al rifle y las cargas explosivas, sin olvidarse de la radio portátil y el trabuco que empleaba.
- ¡Señor, han abatido al "Sujeto N*1" y tenemos cinco muertos!.- Corrió uno de los Mercenarios del ex-U.B.C.S para informarle de aquello al Comandante, el cual se giró con frialdad hacia Van Argiano, quien se mostró tranquilo y fresco.
- Un pequeño "error", gajes del oficio.- Sostuvo el empresario pero el ex-militar no parecía contento ni tampoco satisfecho con lo que estaba ocurriendo.
- No me vengas con tonterías, Van Argiano, me dijiste que ese "Sujeto" estaba capacitado para combatir.- Le espetó el Comandante pero el empresario no le dio importancia.- ¡Serás cabeza dura! ¡Maldita sea! ¡Atención, Soldados, no dejen testigos y eliminen todo rastro de pruebas de esos espías!.- Ordenó a sus Mercenarios, los cuales comenzaron a subir por las pendientes para cerrarles el paso a Ashe y BOB.
La vaquera y su Mayordomo estaban huyendo de allí, siguiendo el camino que daba las colinas para volver al desierto, mientras que ella les tiraba dinamita y el otro no dejaba de disparar, consiguiendo abatir a más de uno, oyéndose los gritos de dolor, el intercambio de metralla, así como también aquellos que caían abatidos. Sin embargo, en esos momentos, varios helicópteros habían comenzado a remontar vuelo y utilizando sus reflectores, empezaron a seguirlos y a indicarles el paso que estaban llevando a las fuerzas en tierra.
- ¿Qué será todo ese escándalo?.- Se preguntó alguien que iba montado a caballo y acompañado por una nutrida patrulla.
Un hombre alto, delgado, vestido de negro y con cara de pocos amigos tomó sus binoculares y comenzó a observar, desde su posición, la batalla que se estaba dando en esos momentos, así como también a los helicópteros.
- ¿Qué ocurre, Phil?.- Preguntó uno de los vaqueros que iban con él, llevando a que éste desenfundara sus Revólveres.
- Vayan sacando sus armas, amigos, que aquí va a correr mucha sangre. También carguen los morteros y los lanza-cohetes. Derriben a esos helicópteros, ya que vamos a rescatar a esa gente.- Ordenó éste y con un rápido despliegue, aprovechando la Oscuridad, aquella partida armada, inició su carga con un feroz bombardeo contra las posiciones enemigas.
Al momento en el que Ashe empleó otro cartucho de dinamita, un destello resplandeció por los Cielos e impactó uno de los helicópteros, el cual quedó convertido en una inmensa bola de fuego e impactó a unos 100 metros de donde estaban, iluminando la noche por completo. Por su parte, las fuerzas de tierra fueron sorprendidas por una serie de disparos con mortero y la carga de los atacantes que venían desde ambas direcciones, por las colinas, sorprendiendo y llevándolos a que se retiraran de allí para no sufrir más bajas en sus filas.
- ¡Hey, por aquí!.- Les llamó el jinete de ropa negra, quien alzó su mano derecha al aire, disparando contra los otros adversarios.-
- Vamos, BOB, son buenos.- Animó Ashe a su Mayordomo y éste comenzó a correr, con ella en sus brazos, para dirigirse hacia la partida, la cual había conseguido alejar a los oponentes, derribar un helicóptero y averiar otro, el cual, para sorpresa de todos, cayó al Sur de donde estaban ubicados, levantando una inmensa columna de humo.
El Ómnico siguió los pasos de aquella Patrulla, los cuales seguían disparando contra los enemigos. Éstos debieron retirarse y ellos pudieron ponerse a salvo, alejándose de allí con sus caballos y vehículos, dejando una estela de destrucción y metralla por doquier.
Van Argiano y el Comandante habían sido testigos de la caída de los dos helicópteros, pero para el empresario francés, aquello no era una más que mera "desgracia común". ¿Qué importaba si derriban aquellas aeronaves?. Sin embargo, para el hombre que estaba detrás de las fuerzas mercenarias bajo su cargo, solo podía ordenarles de que se lanzaran en una persecución.
Fue entonces que, subidos a unos jeeps, iniciaron la marcha para dar con los responsables de aquella emboscada nocturna, pasando a través de las colinas y los valles desérticos, percatándose de que los dos helicópteros derribados no paraban de arder a más no poder. Un equipo de rescate había conseguido sacar a los pocos supervivientes y los fallecidos que yacían en su interior.
- Esto ha sido un completo desastre.- Argumentó Van Argiano, disfrutando de sus caramelos.
- Nosotros estamos poniendo el pecho a las balas y usted solo se la pasa parloteando como si fuera un desconocido. Teníamos un acuerdo: No sé cómo es posible que Wesker haya pactado con una basura como usted. Ya sabrá de esto el Secretario Grant de Defensa.- Le advirtió el Comandante pero, al momento de dar la orden, éste recibió un tiro en la cabeza, siendo producido por un misterioso francotirador apostado en las colinas, mientras que Van Argiano ordenaba a las misteriosas "sombras" que se lo llevaran de allí.
- Hay veces en las que tienes que mancharte las manos con la sangre de los inútiles para que las cosas salgan bien.- Argumentó éste, tomando un pañuelo y quitándose las salpicaduras de aquel líquido vital para la vida de su rostro y mejillas.- ¿No es así, Lawton?.- Preguntó y, como si fuera "arte de Magia", apareció un hombre ataviado con una indumentaria negra con detalles rojos, una máscara que cubría todo su rostro, casi tan parecido a los pasamontañas que empleaban los miembros del "IRA" en Irlanda, auriculares y un visión de calor en su ojo izquierdo, así como también portaba un poderoso rifle de francotirador y dos ametralladoras portátiles con mira láser capaz de abatir a todo aquel que se interpusiera en su camino.
El francotirador no dijo nada, simplemente permaneció en silencio, cosa que a Van Argiano le interesó.
- Ahora hay que ocuparnos de esos patéticos vaqueros.- Enfatizó y miró a los Mercenarios bajo el mando de Floyd Lawton.- Ya sabes qué hacer.
- No tiene de por qué preocuparse, Señor Van Argiano.- Prometió el sujeto de la máscara, quien daba una serie de órdenes y con ello iniciaban el repliegue para tomar nuevas posiciones en el desierto, así como también continuar con la tarea que venía desde los estratos más altos.
Ashe abrió los ojos y vio que estaba arriba de una carreta así como también protegida por una nutrida partida armada, además de que BOB iba a su lado, habiendo vendado y curado la herida que ella recibió en su mejilla. El Ómnico le mostró la radio que traía consigo, la cual quedó completamente destruida durante la huida y posterior tiroteo contra el enemigo.
- Vaya, por fin despiertas.- Oyó una voz y allí pudo percatarse de que se trataba de aquel vaquero de ropas negras, el cual se quitó el sombrero, en forma de saludo y respeto.- Mucho gusto.
- Usted...¿Qué pasó? ¿Cuándo...?.- Las preguntas que hizo Ashe no pudieron ser completadas en aquellos momentos, ya que la misma pudo percatarse de que estaban llegando a una pequeña ciudad ubicada en el corazón del desierto y que estaba protegida por militares, milicianos, civiles y vaqueros, los cuales tenían todo tipo de armas, incluso vehículos militares, caballos, vallas, barricadas, francotiradores, Artillería, tanques y hasta nidos de ametralladoras.
- Tranquila, por ahora descanse, Señorita. Usted y su amigo Ómnico dieron una buena batalla contra esos malnacidos.- Le dijo el citado sujeto, mientras que se detenían.- Vengan, por aquí, el Jefe querrá conocerlos.- Finalizó y fue entonces que siguieron sus pasos hasta el complejo de edificios gubernamentales.
Por su parte, en Liberty City, el Comandante Jack Morrison, alias "Soldier 76", había llamado a su gente y Aliados para que asistieran a una importante reunión que se estaba llevando a cabo en la Alcaldía ubicada en Newport. Allí reunidos se encontraban la Capitana Lena Oxton/Tracer, Jesse McCree, la Dra. Mei Ling Zhou, Jameson "Junkrat" Fawkes, Mako "Roadhog" Rutledge, la Dra. Moira O Deorain, entre otros personajes de distintos grupos, quienes vieron llegar al albino y a su gente para darles una introducción y pasar al punto crucial del asunto.
- Muy buenos días.- Saludó éste.- Como verán, amigos, estamos con las manos atadas, así que voy a ir al grano: Nos necesitan de nuevo.- Anunció a todos ellos, mientras que formaba un silencio profundo dentro de la "Sala de Reuniones" de aquel edificio.
[Nuevo capítulo y con ello han aparecido nuevos villanos, así como también héroes que formarán parte de la historia.
¿Cuál es la misión que les asignará el Comandante Morrison? ¿Volveremos a saber más de Tintin y sus amigos? ¿Quiénes serán los que salvaron a Ashe y BOB?. Todo esto y mucho más lo verán en el próximo capítulo.
Por cierto, el personaje de Elizabeth no es mío, es una OC perteneciente a Yulia Zafiro holmes (derechos reservados para ella).
Esta historia tendrá 15 capítulos en total y en algunos de ellos podrán superar las 5000 palabras. Puede que haya alguno que otro con más de 10.000 de las citadas, por lo que les recomiendo que tengan cerca una buena botella de agua para aplacar la sed cuando lean.
Nos estamos viendo, Camaradas y buen inicio de día Martes de mi parte.].
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