Jimin despertó la mañana siguiente como si hubiera sido él quien había bebido hasta estar en completo estado de ebriedad. Sus padres y su hermano se encontraban en casa cuando la puerta fue tocada y él mismo se decidió a abrirla. Se zafó del brazo que sujetaba su cintura y de las piernas entrecruzadas con las suyas que le mantenían preso en la cama y se dirigió hacia la puerta.

Cuando la abrió, la sorpresa y emoción llegaron a él en un impacto inoportuno.

— ¡Junha! —Exclamó emocionado.

La chica al otro lado del umbral sonrió ampliamente y extendió sus brazos para que Park le abrazase, cosa que no tardó en suceder.

Junha era la amiga/vecina de la infancia de Jimin. Siempre habían estado juntos, sin importar qué. Park esperaba cada oportunidad que tenía para verla y viajar juntos. Habían sido tan inseparables, que los señores Park's siempre habían pensado que terminarían juntos.

— Pasa, linda. —Sonrió, dejando paso a la chica.

— Hyunsik está aquí, vino conmigo. —Añadió segundos más tarde. Su hermano era otra persona que formaba parte del ámbito de amistades de Park Jimin—. Recién me enteré ayer mismo por tu hermano que estabas aquí, mal amigo, ni siquiera avisas para poder verte.

Jimin rió.

— He estado muy liado subiendo covers y cuidando a Jungkook, él vino conmigo. Ahora que lo dices... mi hermano le abandonó para irse contigo, genial. —Resopló—. ¿Y tú? ¿Qué haces por estos barrios?

— Visitando a la familia, ya lo sabes. No viene mal que de vez en cuando esto se lleve a cabo. —Rió—. Y por lo visto hice dos por uno al verte a ti también.

— Estoy emocionado, ¿tu hermano no piensa venir a saludarme?

No pasaron ni dos segundos cuando la puerta fue tocada de nuevo y Jimin sonrió esperando ver a su amigo tras ella. Estaba en lo cierto, ambos se abrazaron y anhelaron por todos los meses que no se habían visto.

— Maldición, Park, no te veo desde... ¿desde París?

— Exactamente. —Rió—. Desde entonces te consideré un héroe.

— No hablemos de París o me dará dolor de cabeza. —Se quejó la chica.

Jimin iba a decir algo al respecto cuando unos pasos resonaron por el pasillo que conducía a la sala y Jungkook apareció pocos segundos después adormilado, sobando su cabeza y sin camiseta, como había dormido la noche anterior. Park carraspeó incómodo y se soltó del agarre en la cintura que mantenía su amigo cuando los ojos de Jungkook se fijaron en él.

— Jungkook, por favor, sé más respetuoso, tenemos visitas. —Habló.

Jungkook no podía apartar la mirada del hombre ese que estaba invadiendo el espacio personal de Jimin. Tan ensimismado y atento que estaba que no se dio cuenta cuando la joven se levantó y besó la mejilla del castaño para adentrarse en la casa y saludar al menor de los Park's.

Tan furioso sin saber porqué que le molestaba más el hecho de que un hombre lo hubiese tocado a que una mujer le hubiese besado.

Jimin reaccionó de inmediato y se acercó a él empujándole por los hombros para que retrocediera hasta su habitación. Hyunsik se encogió de hombros y caminó tras su hermana.

— ¿Qué haces? ¿No tienes respeto de que mis amigos te vean sin camiseta en el pasillo de mi casa? Pensarán cosas que no son. —Le reclamó el castaño.

— Me duele la cabeza.

— Completamente normal, ¿sabes lo ebrio que estabas ayer por haber estado bebiendo con Jihyun?

— Lo puedo imaginar.

El menor se sentó en la cama a esperar que Jimin dejara de regañarle, cuando en un momento de colocar bien las sábanas, el cuello de su camisa se dobló bajándose y dejando expuesto un trozo de piel, concretamente uno que estaba decorado por una marca, una succión.

— ¿Por qué no estabas aquí cuando desperté?

— Porque estaba hablando con mis amigos. —Se excusó.

— ¿Solo hablando? —Preguntó con sus cejas alzadas, Jimin tomó asiento a su lado y le miró confundido.

— ¿De qué estás hablando?

Jungkook rodó los ojos.

— Parece que te divertiste sin mí. —Acto seguido señaló la marca de su cuello y Park reaccionó al instante tirando su cuerpo hacia atrás—. ¿Lo hiciste?

— No es de tu incumbencia.

— Se ve fresco. —Puntualizó.

Conectaron miradas por una milésima de segundos donde a Jimin se le vino los recuerdos de la creación de su marca. Suspiró entrecortadamente, como si pudiera sentir aún esos labios en la piel sensible de su cuello, succionando y acariciando su pelo con sus dedos.

« — Para, detente. —Pidió.

— Puedo hacerlo mejor que él, puedo besarte mejor que él, Jimin. Soy mejor.

— No sabes lo que estás diciendo, no eres tú quien hablas.

Para ese entonces, el pelinegro se había situado sobre su regazo y su rostro se había enterrado en el cuello del castaño, besando la piel de ese lugar y ocasionándole su rápida respiración agitada.

— Detente ahora. —Volvió a ordenar.

Los labios succionaron con más precisión y una bonita marca lucía en su cuello, la cual fue acariciada titubeante por los dedos contrarios, junto a una sonrisa ladeada, adormilada y ebria.

— Jungkook. —Habló Jimin de nuevo, sujetando su cintura—. Duérmete, por favor, no hagas algo de lo que mañana te vayas a arrepentir. Tú no quieres esto, solo estás cegado por la furia y los celos. No me hagas esto, Jungkook.

En ese instante, el menor pareció reaccionar y apartarse hasta hacerse a un lado en la cama. Jimin pudo respirar tranquilo y dejarse caer sobre el colchón.

— ¿Puedo abrazarte hasta dormir? —Fue lo último que escuchó antes de que unos brazos le envolvieran. »

— Hagamos las maletas. —Pronunció el mayor—. Quiero volver con los chicos, tenemos trabajo que hacer.

— ¿Fue ella? —Preguntó de nuevo—. Esa es la chica con la que fuiste a París, ¿no? La del escandaloso beso.

— Fui con ella y su hermano. —Aclaró—. La prensa miente, nunca hubo un beso y tú deberías saberlo. No sé porqué ahora mismo estoy dándote explicaciones.

Acto seguido dejó a Jungkook solo en la habitación y salió en busca de su maleta y cosas para el largo viaje.

   • . * ˗ˏˋ 🥀🥀🥀 ˎˊ˗ * . •

↬ Todos los chicos viven en EEUU