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«Extra I»

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T/Obidei y KakuHidan.
Extra I. Despacio.
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«Advertencia: Este Extra contiene escenas sexuales y podría catalogarse como +18, leer bajo su propia responsabilidad.»

Sus caderas subían y bajaban de forma rítmica sobre el cuerpo del moreno en aquella cama, mientras pequeñas gotas de sudor resbalaban por cada parte de su cuerpo, humedeciendolo. El mayor no se encontraba en distintas condiciones, su espalda pegada al cómodo colchón la sentía como un horno hirviente, debido al calor de su cuerpo y sus inquietas manos sujetaban con firmeza la cintura del albino, ayudándole con el frenético Vaivén entre sus cuerpo. Su miembro dentro de la humedad entrada del albino, se sentía resbaloso y al mismo tqj delicioso.

Los fuertes gemidos del Jashinista llenaban la habitación por completo, al mismo tiempo que el sonido obseno que generaban sus cuerpos al chocar, combinados con los gruñidos que escapaban de los labios del moreno. Los ojos del albino se encontraban entrecerrados y sus labios ligeramente separados, dejando escapar unos cuantos jadeos lastimeros en un vago intento de controlar aunque fuese un poco sus gemidos. Las caderas de Hidan no solo se alzaban para bajar con rapidez y chocar contra el regazo del avaro, sino que estás también hacían pequeños movimientos circulares en busca de más fricción.

—Agh, Kaku..zu, ah...

Aquellas palabras incoherentes escapaban de los labios del albino, entre gemidos llenos de placer y así rogándole el poder acelerar el ritmo, por lo que dije rechistar el mayor sale del Jashinista con rapidez y le voltea casi al instante, empujándole contra el colchón. Debido a que Hidan se encontraba encimismado en las sensaciones eléctricas que recorrían su cuerpo, no noto cuando su rostro choco contra el colchón quedando boca abajo, sino hasta que el mayor levantó sus caderas con brusquedad haciéndole soltar un pequeño grito ahogado, cuando se introducio sin pudor alguno en su entrada y empezó a bombear con fuerza dentro de él.

Con el pasar de los segundos las embestidas se volvían cada vez más bruscas, provocando que en el cuerpo del menor se estremeciese por las fuertes oleadas de placer que recorrían su espalda, cruzando hasta su abdomen y bajando por este hasta su intimidad, endureciendola aún más de lo que está ya se encontraba, logrando así que unas cuantas gotas de líquido preseminal escapasen de la punta. El albino podía sentir como la sangre empezaba a acumularse en la punta de su extensión, en una pequeña señal de que eyacularia en cualquier momento y aunque quisiese poder siquiera retener aquel climax añorado un poco más, la fricción que había entre su miembro y el colchón le enloquecían, junto a las embestidas bruscas y precisas en su entrada le cegaban la cordura por completo.

Las manos del moreno precionaban sus caderas, dejando así unas pequeñas marcas en estás debido a la fuerte presión que el avaro ejercía. Dejándose llevar por la lujuria, Kakuzu se inclinó levemente sobre el sudoroso cuerpo del slvino, aumentando así la rapidez entre el choque de sus cuerpos y lamiendo el cuello del menor, dejando unas cuántas marcas rosas más en la blanquecina piel de este.

—Hidan, agh.— Soltó el moreno en un pequeño gruñido contra la oreja del albino, haciéndole erizar.

La calidez de su aliento chocando contra el lóbulo de su oreja, junto a aquellas excitantes palabras y el tono ronco de su voz, provocaron que Hidan soltará un fuerte gemido, haciendo también que su cuerpo se pusiese rígido y un tanto tembloroso, tiritando un poco durante unos cuantos segundos. El climax que tanto intento demorar en su cuerpo, explotó contra la blanquecina y fina tela de su sábana, manchandola con el viscoso líquido que escapaba de la punta de su miembro.

Kakuzu por su parte, al notar la reciente eyaculación del menor aceleró sus embestidas aún más, haciendo que el cuerpo del menor se moviese de adelanta hacia atrás con fuerza, provocándole también esmpasmos debido a que esté se encontraba sensible en aquel instante y aquello el moreno, no lo iba a desaprovechar. Con el brusco choque entre sus cuerpos y las profundas pero certeras embestidas del monero, alargaron tanto la excitación en el cuerpo del albino, logrando así de que este derramase aún más semen del que debía, haciéndole venirse dos veces en aquel instante. Hidan sujeto cómo pudo la almohada y la atrajo hacia su cuerpo, hundiendo su rostro en esta, así intentando mantener a raya sus fuertes gritos y gemidos. Kakuzu dió unas últimas estocadas contra la entrada del menor, antes de sacar su miembro de esta y soltar su esencia sobre la espalda del albino, dejando escapar un ronco gemido de sus labios.

Agotado, el albino se dejó caer por completo sobre el colchón y giro su cabeza hacia un lado de la almohada, pero sin dejar de abrazar está. La respiración del menor era errática, mientras esté intentaba regularla aunque fuese un poco y así recuperar el aliento. El moreno soltó un pequeño suspiro satisfactorio y se acostó al lado del albino mirándole, sintiendo su corazón acelerarse al notar las sonrojadas mejillas de este, el como sus labios se separaban cuando este respiraba un poco más lento que antes. Cuando el menor abrió sus ojos y le miro con esos orbes cristalinos, repentinamente sintió como si le faltase el aliento.

Realmente había sido un idiota por no darse cuenta antes, de lo que sentía por aquel molesto Jashinista. Kakuzu paso su brazo por la cintura del albino, jalandole levemente hasta apegarlo a su cuerpo y le quitó la almohada bajo su cabeza, para colocarsela bajo la suya propia, recibiendo así un mínimo reclamo del menor el cual ignoro y paso su brazo restante sobre la cabeza de este, sirvuendole así de soporte. Volteandose un poco abrazo al menor de la cintura aún más y empezó a dejar unos cuantos besos sobre sus labios.

—Estas cariñoso.— Le dijo el menor extrañado.—¿Estás intentando que tengamos el tercer round?— Ríe un poco ante su pequeña ocurrencia.

Kakuzu suelta un suspiro en rendición, por ello no solía hacer ese tipo de cosas, pero sin más decidió ignorar ese comentario y unio sus labios con los del menor, en un beso algo lento y diferente a los que estaba acostumbrado. Movió sus labios con cuidado, volviendo el choque entre sus cavidades uno calmado y un poco húmedo, robando el aliento de su contrario. Las manos inquietas del moreno empezaron a recorrer la fina piel del Jashinista, acariciando con la rasposa yema de sus dedos lo sedosa que está era y recorriendo casi por completo la desnudes de su cuerpo.

Hidan soltaba pequeños suspiros contra los labios del moreno, perdiéndose entre estos y así aumentando el calor entre sus cuerpos nuevamente. Los tibios dedos del avaro se paseaban por su piel, proclamándola como suya y el albino no podía negar las reacciones que aquello generaba en él. Pequeñas cosquillas le recorrían ante cada mísero toque, junto a unas cuántas corrientes eléctricas calentando su cuerpo y endureciendo nuevamente su intimidad, la cuál empezaba a rozar contra el miembro del moreno, mostrándole en silencio lo que este ocasionaba en el. Kakuzu acepto gustoso el roce, por lo que sin más empezó a frotarse de forma lenta en el menor.

Las manos del Jashinista no se quedaron quietas, puesto que estás subieron a través del abdomen del mayor, dando unas cuantas caricias incitadoras a este y después pasó sus brazos a través del cuello de él, profundizando aún más el choque entre sus labios, volviendolo brusco y demandante. Sus lenguas danzaban al compás de una guerra interminable, subiendo el calor entre ambos y aumentando la pasión en aquel ardiente beso. Sin darse cuenta el moreno ya estaba nuevamente sobre el Jashinista, restregando sus virilidades entre si, en una suplica silenciosa.

Cuando el aire empezó a faltarle a sus pulmones, dieron por terminando el caliente beso, separándose con lentitud a pesar de querer todo lo contrario y un pequeño hilo de saliva aún les unía.

—De acuerdo, un tercer round no estaría mal.— Ríe levemente un jadeantes Hidan.— Pero esta vez, vayamos más despacio.— Mueve sus cejas de arriba hacia abajo.

Kakuzu sonríe y asiente antes de atacar nuevamente los labios del menor, en un beso demandante y deseoso, el albino le correspondió gustoso. De todas formas, ambos sabían que cada que estuvieran en ello, jamás podrían ir despacio.

Continuara.
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¡Hola!

Aquí el primer extra bebés❤️

¿Que les pareció?

¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.

¿Cual fue tu parte favorita?

Escrito:28/09/21
Publicado: 30/10/21

1427 Palabras.

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