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«Capítulo 9»

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T/Obidei y KakuHidan.
9. Apodo.
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Konan saltaba en su cama emocionada, de sus labios escapaban pequeños chillidos, el albino sonreía feliz y corría por toda la habitación de la pelimorada, Óbito por su parte solo se quedo sentado en el suelo con la expresión en blanco, Hidan y él ya le habían comentado a la mujer sobre lo sucedido la noche anterior, esta no podía estar más feliz de saber que aquella locura realmente estaba funcionando.

—¡Esto es un gran avance!— La sonrisa en el rostro de la mujer no desaparecía en absoluto.

Hidan se sentía en el cielo, su corazón latía como fuerza, sus labios se torcían hacia arriba de emoción en una enorme sonrisa, la cual desbordaba una felicidad radiante. Jamas imaginó que el avaro tuviese aquel hermoso detalle con él, no podía dejar de mirar aquella prenda con devoción y cariño, la sujetaba con cuidado, sus ojos se cristalizaban tan solo con tomarla entre sus manos y una gran sonrisa de oreja a oreja aparecía en sus labios.

Obito por su parte no podía dejar de tocar su pecho, en intentos fallidos de regular su respiración. Por más que lo intento, la noche anterior no logro dormir en lo absoluto gracias a la inminente emoción que se hallaba en su pecho. Recordaba con exactitud la suavidad de aquel sedoso cabello chocar con sus palmas y el fuerte palpitar de su corazón, el olor al champú fresco lograba inundar sus fosas nasales, deleitandolo con aquel fino olor a fresa que emanaba del menor. El Uchiha solo podía suspirar cual chico enamorado al recordar al joven rubio, ese que robaba su aliento cual ladrón a una joya, haciéndolo sentir único e irreemplazable con tan solo ser el centro de toda su atención, como si fuese un diamante y aquello solo lograba que su desbordante felicidad aumentase.

La única mujer en esa habitación miraba con una gran sonrisa como ambos chicos emanaban alegría, podía ver los corazones que rodeaban a Hidan y a sus chillidos agudos llenos de emoción, los suspiros soñadores que escapaban de los labios del azabache la hacia ampliar su sonrisa con ternura y la forma en que el Uchiha tocaba su pecho, intentando demostrar que aquello era real solo la hacían derretir y una gran felicidad se agrandaba en su propio pecho.

¡El plan funcionaba!

Aquello no podía hacerla mas feliz, Nada de ello era en vano y todo empezaba a funcionar a la perfección, el moreno por fin mostraba interés y el rubio se empezaba a acercar una vez mas al azabache. El saber que la felicidad volvía a invadir los corazones de sus preciados amigos le alegraba el alma en exceso y un sentimiento cálido invadía su pecho, verlos de aquella manera lograba hacerla feliz en exceso. Aquel plan que desde un principio creyó ridículo, realmente estaba dando sus frutos.

«Esta funcionando.» Ese era el pensamiento compartido de los tres, sus sonrisas se ensanchan y la pelimorada se acerca a ambos chicos, toma sus manos con emoción y aquella deslumbrante sonrisa en ella brillaba con calidez.  

—Muy bien desadaptados.— Amplio su sonrisa la mujer y los dos hombres salieron de su respectiva burbuja de amor, para mirarla ofendidos.— ¿Cuál sera nuestro próximo movimiento?

En ese momento el Uchiha cambio su expresión mostrándose pensativo y el albino aun se encontraba mirando la joya en su cuello, el mayor al ver la sonrisa boba del Jashinista tomo una almohada de la cama y golpeo de forma brusca el rostro del menor. La expresión de Konan se torno en blanco al ver aquella acción y de como el albino se había lanzado hacia este con intenciones para nada buenas, le pregunto al Uchiha el porque había hecho aquello y este solo río en voz baja con complicidad.

—Descubrí que golpearlo lo hace pensar.— El azabache solo reía, al mismo tiempo sujetaba las manos del menor, evitando que este lo golpease.

—¡Pensar mis pelotas, cabrón!— Le reclamaba.

Konan suspiro exasperada, ¿Como era posible que los demás miembros de la organización creyesen que ese par de inútiles de verdad eran pareja? Jamas sabría que clase de pacto satánico habían hecho ambos hombres para que lograsen engañar a todos. Quizás eran muy buenos actuando, tenían buena química o simplemente los de aquella organización eran imbéciles.

La pelimorada se iba mas hacia la ultima opción pero intentaba tener fe en el Uchiha y en el Jashinista. Quizás solo quizás podría ser la primera opción, o eso era lo que la mujer quería creer.

—Bien...— Susurro para si misma al mismo tiempo que giraba sus ojos con hastío.Escuchenme par de idiotas.

Elevo un poco la voz pero ambos estaban ensimismados en su pequeña discusión que no le prestaron atención, eso la hizo enojar y siguió hablándoles sin éxito alguno. Estos solo se concentraban en insultarse entre si, sus miradas enojadas chocaban con furia y pequeños gruñidos escapaban de sus labios, Konan juraba que podía ver el pequeño rayo que emanaban ambos par de orbes.

—¡Emo reprimido!

—¡Jashinista de cuarta!

Aquellos eran unos de los cuantos insultos que decían hacia su contrario, Konan inhaló y exhalo repetidas veces intentando disipar su inminente enojo, las ganas de ahorcarlos y degollarlos con sus papeles aumentaban en exceso, ella tan solo tomaba el tabique de su nariz en intentos fallidos de tener tranquilidad y relajarse. Claramente los otros dos no notaban el aura oscura que emanaba del cuerpo de la fémina.

—¡Callense, malditos come pollas!— Les grito enojada estando ya al limite, ambos chicos la miraron al instante. Obito ofendido y Hidan riéndose a más no poder.—¡¿Pueden dejar de discutir sobre quien de sus enamorados la tiene más grande y prestarme atención?!

Un pequeño puchero apareció en el rostro del Uchiha, este bajo un poco la mirada con enojo y se cruzo de brazos, todo bajo la atenta mirada de sus contrarios, quienes tuvieron diferentes reacciones antes ello; Konan lo miraba sin expresión alguna, procesando aquella acción del hombre y Hidan solo contuvo una carcajada.

No soy come pollas.— Susurro aún ofendido.— Y ni siquiera se de que hablas, ¿Más grande que? ¿La sonrisa?— El Uchiha había empezado a murmurar enojado y algo confundido.

Konan se dio un golpe en la frente, preguntándose si de verdad aquel hombre era el líder de una organización criminal buscada por las cinco grandes naciones. Por su parte Hidan no soporto mas y empezó a reír hasta caer al suelo carcajeándose, sus ojos lagrimeaban y su puño golpeaba de forma repetitiva este. Cuando logro calmarse se acerco al canal auditivo del mayor y le explico en un susurro lo que quiso decir la pelimorada, el mayor tardo en procesarlo para que después su rostro se tiñese de un color carmín y se llevase ambas manos hacia este, tapándose los ojos con vergüenza.

La mujer miro con reproche al Jashinista y después suspiro con resignación. Paciencia, eso era lo único que deseaba en ese momento, ¿Acaso era mucho pedir? El Uchiha detuvo su drama por unos segundos al sentir que alguien estaba usando la frase que últimamente decía, miro con sospecha a la mujer y esta solo lo ignoro.

—Ignorando este terrible espectáculo...— Susurro con una mano en su rostro.— Tengo otra idea que podría interesarles.— Sonríe.

Obito y Hidan se miran, el Uchiha traga en seco y empieza a rezar, el Jashinista solo sonrió con emoción.

...

Maldecía por lo bajo, preguntándose cuando podría librarse de aquel suplicio en el que se había metido. No sabia que era peor en aquel momento, si el que la pelimorada y el albino empezaran a compartir ideas o que lo arrastrasen en sus jodidos planes, estaba seguro que era un poco de ambas. En ese momento deseaba con todo su corazón tener una caja completa de cigarrillos o una botella de sake, se conformaba con cualquiera de las dos opciones, en serio.

¿Qué estaba sucediendo exactamente en ese momento?

Simple, se encontraba en la sala junto a Sasori, Kakuzu y Kisame en el sillón mientras veían televisión en silencio, Deidara se encontraba en el suelo algo alejado del sofá practicando nuevas figuras para su arte, ¿En que consistía la nueva idea de ambos lunáticos? Pues se trataba de que el Uchiha estaría en la sala junto a las víctimas, luego aparecería el albino y lo llamaría por un apodo que tanto Hidan como Konan habían elegido.

¿Cuál era el problema en ello?

Lo que sucedía con ese estúpido plan era que Obito odiaba con todo su corazón ese "gran" apodo, ¡No tenia sentido en absoluto! ¡Era totalmente ridículo! El Uchiha quería ponerse a lloriquear en ese momento y escaparse lo más lejos que pudiese de la guarida, que durase semanas alejado de aquella locura y así librarse de todo eso, claramente no podía y eso lo irritaba, ¿Por qué todas las ideas que ellos tenían terminaban humillándolo? Jamas lo sabría. En su interior agradecía ser un maldito inexpresivo, ha que podía tener todas las crisis que desease y no lo demostraría.

No espera... Eso era triste.

Los demás en la habitación estaban completamente concentrados en lo que hacían, el pelirrojo se mostraba ligeramente aburrido mirando el programa, el de tez azulada estaba emocionado, el avaro contaba su dinero sin prestarle atención a lo que los demás veían y el rubio se notaba muy concentrado en sus figuras. Obito casi quería reírse al imaginar sus posibles reacciones ante lo que sucedería y aunque jamás lo admitiría en voz alta si era algo divertido ver como estos quedasen de piedra. Sin previo aviso el albino se adentro en la sala bostezando y frotando su ojo con aburrimiento, el azabache noto como el moreno detuvo los billetes por unos pocos segundos mientras miraba de reojo al recién llegado y después volvió a lo que hacía casi al instante, también noto como el cuerpo del rubio se tenso ligeramente. El albino volteo su mirada hacia Obito y sonrió.

—Oi, pan de leche.— Todos voltearon confundidos, mientras Obito siguió mirando la televisión aburrido.

—¿Hm?— Fue lo único que respondió el azabache sin mirarlo aun.

Al instante todos en la sala se quedaron en blanco ante aquello, A Deidara se le resbalo la arcilla hasta caer al suelo y este intento atraparla fallando en el intento, su rostro estaba pálido y tenia sus labios separados de asombro. Por la impresión Kakuzu dejo de respirar y su mente no procesaba aquello, Sasori miro con sospecha a ambos y Kisame río en voz baja, ¡Al fin tenia un buen chisme para contárselo a itachi!

El albino se acerco de forma lenta hacia el azabache, aun sin borrar su sonrisa y tomo su mano entre la suya propia, Obito lo miro y entrelazo sus dedos con una pequeña sonrisa, aunque por fuera se viese seguro de lo que hacía por dentro era todo lo contrario, se sentía muy avergonzado en ese momento y sabia que sus mejillas ya tenían un pequeño color rosa. Aquellas acciones eran seguidas por las miradas curiosas de Sasori y Kisame, también por unos par de ojos que los miraban con tristeza y los otros con enojo. Kakuzu apretó su puño y aparto la mirada hacia su dinero, aun estando al tanto de lo que los otros dos dijesen, Deidara solo mordió su labio inferior intentando detener el temblor de este.

—Tengo algo de hambre.— El albino hizo un pequeño puchero, el moreno y el rubio tragaron en seco cuando el azabache toco la mejilla del Jashinista con su otra mano.— ¿Me cocinas algo?— Le suplica con la mirada.

«Aprovechado.» Pensaba con un poco de enojo el mayor.

Levantándose del cómodo sillón tomo de mejor forma la mano del mas bajo y asintió, jalo del menor con delicadeza hacia la cocina bajo la atenta mirada de los otros. Cuando por fin desaparecieron por el umbral de la puerta hacia el pasillo, el Uchiha suspiro con cansancio y siguieron caminando en silencio hasta la cocina, aun sin soltar sus manos. Al ya estar en esta el Uchiha empezó a sacar unos cuantos ingredientes mientras el albino se sentaba sobre la mesa.

—¿Podrías recordarme el porqué eligieron ese apodo?— Pregunto aun dándole la espalda, su ceño se encontraba fruncido, Hidan río.

—Porque Konan dijo que debía ser un apodo que no sonase tan romántico, así ellos se quedarían pensando en el significado.— Suelta una carcajada.—¿Viste sus caras? ¡Fue lo mejor de todo!

—No cambies el tema.— Rueda los ojos.— Entiendo lo que quiso decir Konan, lo que no entiendo es porque justamente ese apodo.

El azabache se voltea y lo mira, su ceño fruncido junto a sus brazos cruzados lograban que Hidan lo mirase de forma tierna y después se largase a reír, Obito estaba al limite de su paciencia.

—Simple.— Se levanto de la mesa y se acerco a él, tomo una de sus manos con ambas propias y la acaricio.— Tu piel es muy suave, como un pan y también es muy clara como la leche, por ello decidí que el apodo debía ser "Pan de leche"— Rie.— Admite que el apodo es tierno.

—Jamás.— Un pequeño sonrojo había aparecido en las mejillas del mayor y soltó su mano, dándole la espalda, el Jashinista solo reía en un tono bajo.

Obito sabia que ese apodo era asquerosamente horrible y Hidan junto a Konan afirmaban que era tierno, el apodo iba con el Uchiha y eso no se podía negar.

De nuevo el azabache quería lloriquear.

Continuara.
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¡Hola!

¿Que les pareció? Perdón si es algo aburrido xd

Algo largo el cap para disculparme por tardar en publicar xd.

¿Les gusto el apodo de Obito?
¿Que apodo le pondrían ustedes a Hidan?

Un pequeño dato: El apodo de "Pan de leche" se lo digo yo a un amigo xd

Pdt: Una pequeña confusión con varias personas que pensaron que la historia había terminado y dejenme aclararles que no es así, la historia tenía puesta la opción de "Concluida" fue porque yo antes de publicarla planeaba hacerla completa desde borrador y después publicarla, cosa que no hice y la publique antes, gracias a ello se me había olvidado que aun tenia puesta la opción de "Concluida" y se me había olvidado quitarla, pero no amigos, la historia aun no esta terminada xd.

¿Cual fue tu parte favorita?

Escrito:17/06/21
Publicado: 18/06/21

2386 Palabras.

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