«Capítulo 4»
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T/Obidei y KakuHidan.
4. El Plan.
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Una vez el Uchiha se calmo, en la habitación se instalo un silencio sepulcral que ninguno de los dos se atrevió a romper, solo estaban ahí, abrazados. Hidan por su parte no sabia que decir o como reaccionar, el Uchiha era alguien tan callado y serio que jamas imagino que lo vería así de indefenso, si alguien le hubiese dicho que él se encontraría en aquella situación reiría por horas. Pero...
Ahí estaba, se encontraba con el ex líder de la organización entre sus brazos, el cual tenía su cuerpo tembloroso y había llorado por mas de una hora completa, a pesar de que sus lágrimas se habían detenido este aun soltaba pequeños e inaudibles sollozos que no escucharía si no fuese porque el azabache tenia su rostro en su cuello, ¿Cuantas veces habrá llorado en silencio y no lo habían escuchado? No lo sabia. Por un instante tuvo unas enormes ganas de preguntarle al Uchiha que le ocurría, pero se detuvo al pensar que posiblemente se trataría de algo de lo que no quisiese hablar y también recordó que este no lo obligo a decirle que le ocurría cuando empezó a llorar en los brazos del Uchiha hace horas.
No era justo.
No era justo en lo absoluto que aparte de hacerlo sentir mal cuando empezó a llorar hace horas enfrente de él, arrastrarlo consigo a quedarse con él fuera de la cueva y de paso hacerlo recordar algo que seguramente le dolía, definitivamente no era justo para el Uchiha.
—Perdón..— Susurro y el Uchiha se alejo un poco de él para mirarlo a los ojos.
El Jashinista sintió su corazón oprimirse al verlo, sus ojos se encontraban rojos por el llanto, sus mejillas estaban sonrojadas y húmedas, su nariz congestionada y sus labios algo rotos seguramente de haberlos mordido tanto para evitar los sollozos.
—¿Por qué?— La voz del mayor sonó un poco aguda y entrecortada, este carraspeo.
Lo admitía, el Uchiha se veía mal, por alguna razón Hidan logro identificar la soledad, tristeza y amargura que se notaban en los ojos del Uchiha, eso lo destrozo, un sentimiento de culpa lo invadió.
—Por arrastrarte aquí cuando podías estar en la cueva tranquilo.— El albino baja un poco la mirada.— ¿Lo peor? Mi razón para estar triste debe ser patética comparada a la tuya y por mi culpa debes sentirte fatal.
El Uchiha toma la barbilla de Hidan levantando su rostro, Hidan lo mira y el Uchiha niega con los ojos cerrados, en un impulso el albino toma con ambas manos el rostro del azabache y empieza a limpiar los restos de lágrimas de las mejillas del mayor.
—No importa cual sea la razón.— El Uchiha suelta la barbilla de Hidan y sujeta una de las manos del albino que estaban en su rostro.— No importa si otros consideran tu razón patética, solo tu sabes cuanto te afecta. Y si te afecta, es porque de verdad duele.— El azabache aprieta un poco el agarre en la mano del albino sin lastimarlo.— No dejes que nadie diga que tus razones para llorar o sentirte mal son patéticas, porque puede ser la razón más ridícula del mundo, pero solo tu sabes el porque te afecta.— Obito lo mira con seriedad.— ¡Que se vayan a la mierda todos lo que digan lo contrario!
Los ojos y boca de Hidan se abrieron en exceso ante las palabras del Uchiha, ¿Realmente él intentaba animarlo a pesar de estar destrozado? Definitivamente el azabache no dejaba de sorprenderlo. El albino sonrió ligeramente, soltando el rostro del mayor y haciendo que este soltara su mano, con sus brazos rodeo el cuello del Uchiha atrayéndolo hacia él.
—Realmente eres increíble.— Río el albino.
El Uchiha correspondió el abrazo de forma cálida.
—No veo la razón de serlo.— Sonrió.
El Jashinista se separa de él un poco pero sin deshacer el abrazo.
—A pesar de estar destrozado por dentro, estas intentando animarme, eres un cabrón, pero también eres increíble.— Se carcajeó.
El azabache lo miro incrédulo pero aun así un pequeño sonrojo había aparecido en sus mejillas, él también río. Ambos duraron unos cuantos minutos abrazándose y hablando de cualquier cosa, calmando así el ambiente.
Hidan hablaba sobre como era su vida en su aldea y de como fue que conoció la religión de Jashin, mientras que Obito hablaba de lo torpe que fue en su infancia y de como en plenos exámenes chunnin se atraganto con un dulce ocasionado que perdiera. Ambos reían olvidando lo que había sucedido anteriormente, de cierta forma todo se volvió ameno con las anécdotas pasadas que ambos contaban. Sentían que a pesar de no haber dicho nada respecto a lo que paso, habían perdido un enorme peso de sus hombros.
—Y así fue como me di cuenta que el dango es la mejor comida del mundo.— Termino de contar Obito el cual se encontraba sentado como indio y con los brazos cruzados, Hidan lo miraba con atención y asintió complacido.
—Tiene sentido.— Suelta una pequeña risita, para luego borrarla y suspirar, Obito lo miro atentamente.—...Me gusta Kakuzu...— Soltó sin más.
Obito lo miro incrédulo para luego sonreír de forma picara, Hidan rodó los ojos, al parecer el Uchiha a pesar de ser serio la mayor parte del tiempo tenia un lado infantil demasiado grande.
—Así que Hidan-Senpai esta enamorado de Avaro-kun.— Imito la voz de Tobi, el albino empezó a reír sin parar por el apodo que el azabache le habla puesto a su enamorado.
De tanto reír termino rodando por el suelo, mientras Obito solo se burlaba de él. Calmando un poco su risa se reincorporo sentándose, aun soltando pequeñas risitas.
—Mierda, ¿Que edad tienes? En serio actúas como niño.— Siguió riendo el Jashinista.
Obito lo medito durante unos minutos, sacando cuentas, el albino lo vio confundido ¿Realmente no sabía aun propia edad? Eso no lo esperaba.
—Tengo treinta.— Respondió de forma simple.
Hidan sintió atragantarse con su propia saliva, sus ojos se abrieron de par en par y su boca formo una "o" perfecta, eso jamas lo imagino, es que ¡El desgraciado parece de unos veinticuatro! Ni en mil años hubiera imaginado que este tuviese treinta años!
—¿Qué? ¿¡Como es siquiera posible que te veas tan joven?!— Exclamo sin salir aun del shock.
—No lo se, ¿Los genes?
—¡Dime tu maldito secreto, cabrón!— Lo tomo del cuello de su camisa y empezó a sacudirlo, mareandolo en el proceso.
—¡Ya te dije que no lo se!— Los ojos del Uchiha parecían remolinos en ese instante, se sentía terriblemente mareado.
Después de unos largos minutos de forcejeo y quejas Hidan por fin soltera al azabache, aunque el albino no dejaba de insistir conque el Uchiha tenia algún pacto satánico para verse mas joven.
De un momento a otro se tranquilizo el ambiente y el Uchiha recordó lo que le había dicho el albino, pensó y medito unos momentos hasta que suspiro rendido, todo bajo la atenta mirada del Jashinista.
Nada perdía con ser sincero ¿Verdad?
—A mi...— Hidan seguía mirándolo, avergonzado Óbito desvío la mirada con un pequeño sonrojo.— Me gusta...— El albino abrió los ojos de par en par.— Deidara, me gusta Deidara.
Lo ultimo lo dijo de forma rápida, haciendo sonreír a Hidan. Por un instante Obito se sintió en medio de una pijamada de chicas donde hablan sobre los chicos que les gustaban, genial, ahora se sentía aun más patético. Ahora que lo recordaba mejor, era algo parecido a sus pijamadas con Konan, esta mayormente cuando Deidara no estaba se escabullía en su cuarto y lo obligaba a tener una noche de juegos ambos, juegos los cuales consistían en aplicar en el rostro del azabache cualquier tipo de cosmético que esta comprase. Ya sean mascarillas, cremas o incluso maquillaje.
Joder, ¿Por qué tenían que usarlo de modelo para todo?
—Creo que era algo obvio.— Hidan amplio su sonrisa, hasta que una idea fugaz le llego a la mente, se sintió brillante, ¡Era un jodido genio! ¿Como no se le había ocurrido antes?— ¡Lo tengo!
Obito lo miro confundido.
—¿Tienes qué?
La sonrisa del menor se amplio muchísimo más, tomando un semblante un poco sobrio, Obito trago en seco y rogó que a Hidan no se le haya ocurrido ninguna tontería.
—¡La idea perfecta para enamorar a Kakuzu y a Deidara!— Obito tembló. ¿Que plan ridículo se la habrá ocurrido al Jashinista?— Debemos ser pareja, tu y yo.
La expresión de Obito se volvió en blanco ante lo dicho por Hidan, ¿Que quería decir con eso?
—Hidan... ¿Te golpee muy fuerte con la almohada?— Una pequeña gota de sudor bajaba por la cien del Uchiha.
El albino se golpeo el rostro con una sola mano, tenia el plan perfecto y el estúpido Uchiha no lo comprendía, ¿Realmente él es tío de Itachi?
—Me refiero a que finjamos ser pareja, les demos celos y ¡Boom! Enamorados.
Hidan asentía orgulloso de su increíble plan, Obito por su parte solo se levanto del suelo, tomo la almohada que estaba a su lado, se lanzo en la cama boca abajo y se coloco la almohada sobre la Cabeza.
—Esto es ridículo.— Susurro.
Hidan se sintió ofendido, se levanto también dirigiéndose a la cama y pateo al Uchiha tirándolo al suelo.
—¡Préstame atención! ¡Maldita sea!— Se quejo.
Obito sollozo, será una noche larga.
¿Ese plan realmente vale la pena?
Continuara
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¡Hola!
¿Que les pareció?
¿Creen que el plan de Hidan funcione o sera un terrible fracaso?
¿Cual fue tu parte favorita?
Escrito:17/05/21
Publicado: 19/05/21
1599 Palabras.
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