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«Capítulo 25»

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T/Obidei y KakuHidan.
25. Perdón.
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Las tormentosas pesadillas invadían su mente, impidiendo su propio descanso, imposibilitado el que su mentalidad estuviese en calma. Sentimientos de angustia, dolor y remordimiento llenaban su pecho, haciéndole girar de un lado a otro sobre su colchón con desespero. Un molesto dolor en su pecho y garganta lo mantenían tenso en su lugar, su mirada perdida en la nada se veía apagada, sin brillo alguno.

El silencio de la habitación era pesado para el azabache, quien suspiro por milésima vez en aquella fría madrugada. Recuerdos dolorosos le atormentaban, las pesadillas eran molestas y sus orbes levemente cristalinos amenazaban con dejar escapar unas cuántas lágrimas. Obito inhaló profundo y después exhaló de forma pesada, se incorporó sobre su cama y llevo sus manos hasta la molesta máscara sobre su rostro, intentando en vano acomodarla de una forma cómoda para poder dormir.

La molesta máscara anaranjada le servía de mucho para poder esconder su rostro de los demás miembros de la organización, haciéndoles creer que "Tobi" realmente existía, pero a veces las dudas y el remordimiento le carcomían. Se desconocía a si mismo de muchas formas, dudaba de su plan y del traer de vuelta a la mujer que más amo, dudaba incluso de la manipulación hacia aquellos criminales que creían en Pain aunque todo fuese un engaño.

¿Estaba bien lo que hacía? En lo absoluto. ¿Por qué no detenía aquello? No lo sabía. ¿Debía ser sincero y dejar atrás el pasado? Deseaba la respuesta.

Las malditas dudas eran un jodido asco.

Paso su mano por su cabello, peinando lo hacia atrás durante unos segundos. Al menos agradecía que no sufría de calor o si no estaría jodido, con esa máscara que utilizaba hasta para dormir. Gira su rostro levemente, mirando hacia la otra cama que se hallaba en la habitación, dónde se encontraba su rubio compañero. Las dudas volvieron dentro de si al mirar la rubia melena de su compañero, él realmente creía que Tobi existía, se había acostumbrado a su maldita actitud infantil y ya no intentaba explotarlo cada que pudiese.

¿Y que hacía el azabache para agradecerle su paciencia? Mentirle en su propia cara.

Engañandole, jugando con él, haciéndole encariñarse con alguien que jamás existió ni existirá. Obito sintió el aire faltarle, con su respiración empezando a entrecortarse activó su Sharingan oculto tras aquella oscura máscara, haciéndole brillar tras está y en un pequeño remolino desapareció de la habitación sin alertar al menor. Cuando reapareció lo hizo en el bosque frente a la cueva, dónde camino de forma apresurada un par de metros hasta estar lejos de esta y al ya sentirse completamente solo, se retiró la máscara y la tiró hacia el césped.

Dejándose caer al mismo tiempo que colocaba sus manos en su rostro, su respiración empezaba a ser errática y unas cuántas lágrimas resbalaban por sus mejillas mientras intentaba retenerlas en vano, pequeños sollozos escapaban de sus labios aunque él no quisiese. El remordimiento nuevamente aparecía, llenado su mente de los dolorosos recuerdos que nunca creyó que le afectarían; Ya sea cuando causó la muerte de Yahiko, dónde los gritos de Konan aún retumbaban en sus oídos como si fuese sido el día anterior, cuando vio la mirada de su sobrino apagarse en la masacre que el mismo ocasionó gracias a los ataques del Kyubi y muchos recuerdos más.

La mayoría del sufrimiento de varios de los miembros de la organización era por su culpa, por culpa de sus malas decisiones, de la "lealtad" que puede tener hacia aquel Uchiha mayor que lo retuvo y entreno en una cueva durante años, quitándole su adolescencia e inocencia que alguna vez poseyó. Sabía que sus razones quizás no tuvieran más peso o dolor que la de los demás, sabía que no tenía el derecho de manipularlos u obligarlos a hacer lo que quisiese hasta el día de sus muertes.

No se sentía capaz de seguir siendo el marionetista de sus vidas, obligandoles a hacer algo que ellos no deseaban solo porque los había obligado de una u otra forma a estar allí.

—¿Sucede algo, Madara?— Inquirió una voz combinada, haciéndole sobresaltar.

El azabache giro su rostro con rapidez, sintiéndose levemente anonadado, la impresión en su rostro era palpable y ello era muy claro para el bicolor atrás suyo, Obito siempre había tenido la habilidad de sentir su presencia cerca de él a pesar de que casi nadie pudiese hacerlo y el que no lo hubiera notado era algo que no era muy usual. Obito al saber de quién se trataba cerro los ojos y suspiro con pesadez mientras regresaba su cabeza hacia el frente, dejando caer está hacia adelante regulando su respiración. Con su mano izquierda limpio el resto de lágrimas de sus ojos, tragando en seco e intentando que la calma volviese a su ser.

Joder, que el susto había sido grande.

Maldecia en silencio el haber bajado la guardia y dejarse llevar por el mar de sentimientos junto a emociones negativas que habían en su pecho. Poco a poco su respiración agitada fue regulandose, cuando el Uchiha se sintió más relajado dejo escapar un leve suspiro de alivio y miro al bicolor, el cual había dado unos cuantos pasos hasta estar frente a el y sentarse sobre una roca. Zetsu tomo con su mano la anaranjada máscara del suelo y la examinó con sus orbes mientras esperaba que el azabache reaccionase por completo.

—¿Qué haces aquí, Zetsu?— Le pregunto de forma sería, mientras tomaba el cigarrillo que ofrecía el bicolor.

—No respondiste mi pregunta.— Al notar la confusión en el rostro del contrario, se dió un pequeño golpe en su rostro con la palma de su mano.—¿Te sucede algo?— Repitió.

Obito suspiro nuevamente y peino su cabello hacia atrás con desespero, encendió el cigarrillo y lo llevo hacia sus labios, dónde inhaló un poco y después dejo salir el caliente humo de este fuera de su cavidad bucal. Zetsu le miraba expectante esperando la repuesta del azabache, sabía perfectamente que este tardaría en siquiera abrirse a mencionar una sola palabra, lo conocía desde que era un niño y podría decir que lo conoce como si fuese la palma de su mano, si quería que este se sincerara o tranquilizase de forma efectiva solo debía...

Darle un maldito cigarrillo.

Y aunque odiase la idea, aquello siempre sería lo más efectivo para calmar al menor, puesto que este solía decir que no sabría el cómo ni el porqué... Pero el tan solo hecho de sentir el olor de aquel humo tan dañino cerca suyo, le provoca un sentimiento de calma, alivio. Cuando fumaba lograba sentirse en paz, sentía que podría relajar sus demonios y aclarar sus ideas con tan solo aquella simpleza que para muchos es dañina. Se había vuelto tan dependiente de aquella acción que si no fumaba cada que sentía la frustración y el estrés acumularse en su ser terminaba dejándose llevar por sus emociones, explotando lágrimas o en un ataque de pánico en silencio en algún lugar del bosque. Podrá no ser lo más sano o algo que si no fuera por su cuerpo artificial le ocasionaría un daño irreparable, no podía evitar el hacerlo, era su necesidad, su adicción...

Su calma convertida en un humo de tabaco.

La cual a pesar de lo que muchos dijesen, cada que veía la blanquecina neblina que esto generaba, veía el cómo sus preocupaciones desaparecían en un instante al disiparse aquel humo que muchos odiaban. Si no fuese por ello, quizás ya hubiera caído en la locura gracias al remordimiento que impedía su descanso día tras día, el sentir aquello dentro de si eliminaba los males que en su pecho se hallaban, aunque fuese de forma temporal. Obito ya tenía el cigarrillo por la mitad, consumiendolo casi por completo en menos de unos pocos segundos y al ver esto Zetsu entendió que la preocupación que tenía en aquella ocasión...

Realmente era importante.

Por lo que de acercó a él con cautela y tomo su hombro para luego pasar su brazo por sus hombros, abrazándole levemente. Aceptaba que estaba preocupado por el estado mental y sentimental del Uchiha, no solo por la cantidad de años que pasaron juntos protegiéndose la espalda mutuamente, —Aunque ello también influia un poco.— sino por la simple razón del cariño que le tenía al menor, le quería como si fuese su hermano menor y realmente se sentía dispuesto a dejar su propio plan por la felicidad del azabache, aunque deseaba saber si existía la posibilidad de que este pudiese ser feliz nuevamente.

—Estoy cansado.— Soltó derrepente el Uchiha, su labio inferior temblaba.

Zetsu le vio comprensivo mientras acariciaba su espalda, dando masajes circulares en busca de darle un leve consuelo.

—Entonces duerme un poco.

—No es eso...— Susurro bajando levemente su cabeza hacia sus pies.— Estoy... Harto de este plan, de nuestras manipulaciones... De controlarlos a ellos.— Un pequeño sollozo escapó de sus labios, cuando hizo la leve mención a los miembros de la organización.—¿Realmente estamos haciendo lo correcto?

El bicolor se mantuvo en silencio ante la repentina respuesta de el azabache, sintiendo también la culpabilidad abarcar su pecho, pero rápidamente se recompuso al recordarse que debía servirle de apoyo al Uchiha, no para deprimirse con él. Atrajo al Uchiha más hacia su cuerpo, apegándole a él y este solo dejo su rostro reposar contra el pecho del bicolor. Obito sabía que muchas personas le creerían estúpido por confiar en alguien como no él, quién ayudó a Madara a privarlo de su libertad en contra de su voluntad, pero es que... Es la persona con quién más tiempo a pasado a lo largo de esos años tan duros para si mismo.

Zetsu suspira y separa un poco al menor, alborota su cabello mientras el azabache solo mantenía la cabeza gacha y su mirada levemente perdida.

—¿Qué planeas hacer ante ello?— Inquirio, Obito permaneció en silencio aún sin levantar su mirada.— Comprendo, entonces...— Se levanta, dejando al Uchiha sentado solo y se da media vuelta.— Solo tu debes tomar la decisión de que hacer, de todas formas... Te apoyaré en lo que decidas.

Da una última palmada en el hombro del Uchiha para después retirarse del lugar, dejándole pensativo y confundido respecto a la situación. Las horas pasaban con rapidez, siendo ya casi el amanecer mientras el azabache no se movió en ningún segundo, debatiendo dentro de si la situación que se plantaba una y otra vez en su mente, pensando profundamente si estaba tomando la decisión correcta.

Con un suspiro el azabache se levanta de su lugar, tomando la máscara y colocándosela con rapidez, después tomo rumbo a la cueva e hizo lo que en su mente de repetía una y otra vez. Llamo a una reunión rápida al pelinaranja y a la mujer de la organización, quienes asistieron puntuales a está con el solo pensar de que posiblemente se tratase del posible movimiento sobre los bijuus.

Oh, cuan equivocados estaban.

Cuando ambos entraron a la oficina del Dios del dolor un silencio sepulcral invadió el lugar por completo, el Uchiha se encontraba parado frente a la ventana, mirando fijamente tras está mientras los otros dos ahí veían su espalda fijamente. Obito volteo con lentitud y les miro, soltó un suspiro para luego acercarse hasta ellos, dejando unos cuantos centímetros de distancia. Konan y Pain se sentían confundidos ante el silencio del azabache, no estando realmente acostumbrados a ello. El Uchiha hizo una leve inclinación hacia ellos, quienes quedaron anonadados ante ello.

—Lo.. lo siento tanto.— Murmuró en un tono bajo.

Levanto un poco su cuerpo mientras llevaba su mano hacia su rostro, tomando la máscara anaranjada entre está, la mujer y el líder se miraron de reojo estando atentos ante la situación. Obito paso la máscara por sobre su cabeza, retirándola por completo y así dejando su rostro expuesto ante ellos. Pain abrió sus orbes sorprendido ante aquella acción, mientras que Konan de llevo una mano a los labios, cubriéndolos levemente. Una pequeña opresión había aparecido en el pecho de la fémina al notar la gran cicatriz en el rostro del Uchiha y la curiosidad empezó a llenar su mente de muchas preguntas de las cuales empezaba a necesitar las respuestas.

Antes de que ambos pudiesen siquiera salir del shock reciente, uno nuevo apareció cuando vieron al azabache arrodillarse y bajar su cabeza hasta el suelo, dejando a los otros dos sin aliento en lo absoluto.

—Lamento haber arruinado sus vidas, el no haber prevenido la muerte de Yahiko... Manipularlos, perdón.

La voz del azabache se entrecorto, dando a entender el que de sus orbes escapaban pequeñas y cristalinas lágrimas. Pain se sentía sin palabras, ni siquiera sabía el cómo pudiese actuar, por lo que volteo a ver a la mujer y noto que está miraba con seriedad al Uchiha. Konan soltó un suspiro y se agachó también, ante la atenta mirada del pelinaranja, ella acercó su temblorosa mano hasta el rostro del azabache y después la coloco sobre los relieves de la gran cicatriz, la cual acaricio con delicadeza.

—¿A qué se debe esto?— Le pregunto en un tono bajo.

—No quiero seguir con el plan, no deseo seguir arruinando sus vidas..— las pesadas lágrimas resbalaban por sus mejillas, mientras un leve enrojecimiento aparecía en estás debido a su llanto.

—Entiendo... ¿Cuál es tu nombre?— El tono de su voz se volvió suave, desapareciendo por completo la desconfianza de esta.

...Obito...— Le responde en un susurro.— Uchiha Obito.

|E x t r a|

Konan y Pain salieron de la oficina juntos, llamaron a los demás miembros y los reunieron en la sala, diciéndoles que debían dar una noticia realmente importante. Todos se mantenían de pie y en silencio, esperando las palabras del líder, pero inesperadamente un rubio de orbes azules mira a su alrededor confundido y un tanto preocupado, buscando con su mirada a alguien en específico en la habitación el cual no se encontraba ahí.

—Líder.— Llamo el rubio aún confundido, Pain le miro.—¿Dónde camino está Tobi?— Le pregunto.

Pain guardo silencio, mientras unos cuantos murmullos entre los miembros aparecían desvaneciendo el silencio casi por completo.

—Seguro nos van a informar que lo sacaron de la organización.

Dijo entre pequeñas risas el albino, haciendo reír levemente al Hoshigaki y al marionetista, Deidara les fulminó con la mirada, amenazándolos de forma. Joder, realmente que podían llegar a ser estresantes.

—Suficiente.— Regaño el pelinaranja.— Hay dos anuncios.— Todos prestaron absoluta atención a ello, aunque Deidara en el fondo aún se sentía preocupado por el azabache.— El primero, es que ya no buscaremos a los bijuus.— Informó, los miembros se mostraron sorprendidos ante ello.— Lo segundo, es que les presentaremos a alguien.

La curiosidad estaba en cada uno de los miembros, deseando saber quién era la persona a quien presentarían, aunque el rubio se sentía nervioso y las palabras del albino retumbaban en su mente sin descanso alguno, deseando en su interior que fuese falso y que su estúpido compañero no haya Sido echado de la organización. Pain le hizo señas a Konan, quién asintió y tomo el pomo de la puerta de la oficina entre su mano, girandole y abrieron está.

—Les presentamos a Uchiha Obito.— Dijo sin más Konan.

Todos abrieron sus orbes de par en par ante aquella información, mientras el nombrado salía de la oficina con la cara en alto y la máscara anaranjada de su mano. Ante la mención del apellido y la máscara de su compañero en la mano del "desconocido" Deidara cayó en cuenta de toda la situación, al igual que los demás y sintió como algo se removía en estómago, mientras las palabras "Engaño" y "Traición" se repetían en su mente.

Lo siguiente que vieron los demás miembros fue a un Itachi dejando escapar lágrimas de sus orbes por sus mejillas, salir corriendo y abrazar al azabache con todas sus fuerzas, mientras sus fuertes llantos escapaban de sus labios.

—¡Tío, estás vivo!

Soltó entre lágrimas mientras el Uchiha correspondia el abrazo, apegándolo más hacia su cuerpo y apretándolo contra si, dejando escapar unas cuántas lágrimas también. Obito aquel día tendría mucho que explicar y aclarar, pero algo estaba claro para Konan, Pain y el azabache.

Nunca es tarde, para pedir perdón.

Continuara.
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¡Hola!

¿Que les pareció?

Estoy 100% segura que creyeron que en este cap se resolverían los problemas del KakuHidan y Tobidei, ¿Verdad que te engañe? Jakskaksk pero admitan algo, el cap está bien bonito xd

¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.

Pdt: es extraño que publique en plena tarde, usualmente lo hago en las madrugadas jsjsj

Pdt2: Vayan a la cuenta FandomTobiDei en la cuál se publicó un libro llamado "Tobidei Week", la cuál se basa de una semana completa con un one-shot por día basados en esta hermosa pareja, el primer Os ya ha Sido publicado y lo escribí yo, espero puedan ir a apoyarlo junto a los demás one-shots que publicaran los demás miembros del staff💗

Por cierto, mi os en ese libro están basado en una canción llamada "Cafuné" y es de Micro Tdh, les recomiendo mucho escucharla xd

¿Cual fue tu parte favorita?

Escrito:06/10/21
Publicado: 27/09/21

2870 Palabras.

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