«Capítulo 21»
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T/Obidei y KakuHidan.
21. Descubierto.
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Inquietud, frustración... Preocupación. Todas aquellas sensaciones invadian su pecho de forma dolorosa, dificultando su respirar, haciéndole doler el pecho. La tensión que sentía en todo su cuerpo le imposhibilitaba su propio descanso, la preocupación abarcaba su corazón. Las ganas de verle le carcomian por dentro y no podía evitarse sentirse...
Culpable.
Si, Deidara se sentía culpable. Sentía que lo que sucedía podría ser su culpa, por decirle aquellas palabras en un mal momento al albino, con la simple excusa de que lo hacía por "Proteger" al azabache... Que vil mentira se había hecho creer a si mismo, sentía celos y lo sabía, sabía que no puso controlar sus propias palabras y simplemente las dejo salir, sin pensar en las consecuencias de ello.
Y cuánto se arrepentía de ello.
Ya había pasado una semana, una maldita semana en la que no veía al Uchiha, debido a su encierro en la oficina del líder. También habían pasado ya cuatro días desde que el Jashinista había vuelto a la cueva, cuando regreso se le notaba ligeramente alterado, sus orbes se mostraban levemente rojizos. Al rato de la llegada de albino, había aparecido en la entrada de la cueva la única fémina de la organización, notandose más callada de lo usual y está simplemente fue directo a su habitación sin mirar a nadie.
No sabía que podría haber sucedió allá afuera, ni siquiera podría imaginarlo, solo sabía por Sasori el hecho de que Konan y Obito habian salido horas atrás aquel día, donde solo regreso la mujer y repentinamente el chakra del Uchiha había aparecido en la oficina del pelinaranja sin más.
Desde entonces las cosas se tornaron casa vez más agobiantes, las cenas ahora eran tensas gracias a las presencias del duo zombie y la ausencia del Uchiha mayor. Deidara no podía sentirse más preocupado de lo que ya se encontraba por su amado, quería verlo, saber que estaba bien y realmente deseaba derrumbar la puerta de la oficina a pesar de que aquello podría generarle problemas, pero...
No podía.
La culpa dentro de si se lo impedía, porque sabía que sus palabras pudieron haber influenciado en el albino, llevándolo a irse los tres días que desapareció por completo. Tampoco sabría que podría haberle dicho este al azabache o siquiera si hablaron y aquello le mataba por dentro. Necesitaba hablar con él, ser completamente honesto y pedir disculpas por su comportamiento infantil, y sea con Hidan o inclusive consigo mismo.
El ruido de una silla a su lado lo saca de su ensoñación, llamando su atención por completo y notando que junto a él se encontraba el pelirrojo, este le miraba en silencio y el rubio solo atino a suspirar con pesadez. Sasori le había estado intentado hacer hablar, hacerle comentarle que había sucedió entre él y Hidan, puesto que el marionetista si había notado cuando ambos se encontraban fuera de la cueva hablando.
Y puesto que se le había hecho sospechoso que después de aquello, el Jashinista se hubiera ido sin mas, empezó a sospechar del rubio sobre ello y Deidara intentaba con todos sus esfuerzos cambiar el tema inicial.
El rubio le oye suspirar.
—Ya sabes que voy a preguntar.
Suelta sin más, mostrando un tenue brillo de sospecha en sus orbes, siendo escondido por el aburrimiento en su mirar. El rubio pudo notar aquello con claridad, pero decidió callar y el pelirrojo noto en su silencio que este no tenía intenciones en hablar.
Tuvieron una larga guerra de miradas entre ambos, con un silencio incómodo rodeándoles por completo, ninguno parecia querer seder y la tensión en la habitación solo empezaba a volverse más densa de lo que ya se encontraba.
Y un ruido repentino en la cocina les hace sobresaltar, llamando la atención de ambos por completo y haciéndoles voltear hacia la entrada de esta, la cual estaba cerca al estos encontrarse en el comedor. El sonido había sido leve, realmente bajo y no podían asegurar el que lo hubiese ocasionado, pero el rubio dejándose llevar por su propia curiosidad se levantó de la gran mesa y se dirigió hasta el umbral.
Sasori resignado solo se levantó y le siguió, sintiendo en sus adentros un muy mal presentimiento. Deidara ignoro las alarmas de su mente, al igual que su propia corazonada y se asomó con cuidado para mirar dentro de la cocina. Sintió su corazón acelerarse, su respiración agitarse y sus ojos cristalizarse.
Ahí estaba el azabache, frente a él.
Se le notaba más serio de lo habitual, mientras servía un poco de cereal en su tazón favorito, su mirada se veía un poco perdida y ello le preocupo al rubio. El azabache utilizaba su típica sudadera negra de mangas largas pegada su cuerpo, un pantalón del mismo color y sus típicos guantes. El rubio suspiró aliviado al verlo frente a suyo, per el sentimiento de alivio en su pecho cambio de forma radical al notar la presencia del albino en aquel lugar.
Hidan se encontraba sentado sobre la pequeña mesa que se encontraba ahí en la cocina, con su brazos cruzados y mirando fijamente al Uchiha, la tensión en el lugar se notaba a simple vista, sus cuerpos rígidos eran muy obvios y aparentemente mantenían una conversación sería entre ambos. El piroartista noto que ambos se encontraban más serios de lo usual, el cómo mantenían una distancia un tanto lejana y la incomodidad era palpable.
—No deberíamos estar aquí.— Le susurro el marionetista, en un tono realmente bajo.
Sasori había asomado su cabeza también por el umbral, notando las mismas cosas que el rubio y sintiendo la necesidad de sacar a este de ese lugar, su mal presentimiento se volvía más fuerte, sintiendo como si aquello fuese algo que el Kamiruzu no debía saber. Lo tomo del brazo con la intención de halarlo, pero este se resistió y le miro a los ojos, suplicándole en silencio para quedarse justo ahí.
El marionetista traga en seco resignado, preparándose mentalmente para lo que pudiese acontecer en aquel instante. Realmente no sabía lo que había entre él Uchiha y el Jashinista, tampoco deseaba entrometerse en ello, pero... Sabía que podían estar involucrados, en algo claramente romántico y lo que menos deseaba en esos momentos era que el menor los viese besándose, frente a frente en una "reconciliación" y él terminará más herido de lo que ya se mostraba.
El pelirrojo soltó de forma lenta el brazo del rubio, trago con dificultad y coloco una mano sobre el hombro del rubio, dándole apoyo y este le agradezco en silencio, para después girar su cabeza nuevamente hacia la cocina.
Obito suspiró con pesadez y dejó caer la cuchara de su mano hacia el bol del cereal, haciendo un pequeño ruido ante el pequeño choque de estos, después miro al albino y se dio la vuelta por completo, se cruzo de brazos y miro directamente a los ojos del Jashinista.
—¿Y bien?— Empezó la conversación el menor, manteniendo la guerra de miradas entre ambos.— ¿De que querías hablar?
El azabache se mantuvo en silencio y se acercó, quedando a menos de medio metro e distancia. Fuera de la habitación el rubio mordió su labio inferior, reteniendo sus impulsos de entrar y separarlos en aquel instante.
De nuevo adentro, el azabache lleva su mano a su cabello, desordenadolo levemente con un poco de desesperación y miro al menor.
—Explicamelo tú.— Se cruza de brazos.— Te alejaste sin mas y cuando por fin regresas...— Su tono disminuyó un poco, pero carraspeo casi al instante y mantuvo su seriedad.— Solo me dices que no quieres tenerme cerca.
El Jashinista sintió una pequeña opresión en su pecho, Deidara se mostró interesado en ello y Sasori solo escuchaba con seriedad, analizando cada una de aquellas palabras.
Y noto que parecía una discusión de pareja tóxica, Iugh.
—Esto es un estupidez.
Soltó el albino sin más, bajándose de la mesa con intenciones de largarse. Pero el Uchiha se le adelanta y habla antes de que el jashinista empezará a caminar.
—No te parecía una estupidez cuando lo mencionaste en la posada.— Ante lo digo por el Uchiha, Deidara y Sasori abren en grande sus ojos.
Hidan le mira con seriedad.
—Me sentía mal conmigo mismo, pensé mal las cosas.— Se "sinceró" el albino.—Como te dije en el bosque, esto fue un error.
Okey, el ex duo artístico ya no ententendia absolutamente nada, tan solo sacaban sus propias conclusiones ante la situación y no eran para nada buenas, en lo absoluto. Las de Deidara eran de un posible encuentro sexual en esa posada, las del marionetista eran casi lo mismo, con la excepción de que sentía que habia algo más en ello.
—¿En serio crees que esto es un error?— Obito se señaló a si mismo y luego al albino, repitió la misma acción varias veces.
—Asi es.
Un molesto nudo empezaba a aparecer en la garganta del piroartista, sintiendo también sus orbes cristalizarse y una sola pregunta aparecía en su mente... ¿Acaso Hidan y Obito eran pareja? Necesitaba un respuesta con urgencia. Sasori miro con rapidez hacia el rubio, notando como este apretaba con fuerza ay camiseta y mordía su labio de la misma forma, se maldijo a si mismo por no tomar al menor a la fuerza y sacarlo de ahi.
Aunque ninguno de los dos supiese, que estaban malinterpretando la situación.
—¿En ningún momento te importo nuestra...?
Deidara cerro los ojos, su cuerpo empezo a temblar un poco al notar al albino acercarse al Uchiha y así deteniendo el hablar de este. El rubio tenía miedo de escuchar lo que tanto temía, de que el azabache dijera la palabra "Relación" y que su alma se destrozase por completo.
—¿Por qué te importa nuestra "amistad"?— Inquirió, Deidara abrió sus orbes con sorpresa y sintió un poco de alivio en su interior.
—Porque se supone que somos amigos, mejores amigos, Hidan.
El mencionado se cubre el rostro con una mano, sujetando su cien mientras un pequeño tick se instalaba en su pierna.
—Obito, todo esto empezó porque tú y yo queríamos poner celosos a las personas que amamos.— Confesó lo que ambos sabían, pero ante ello tanto Sasori como Deidara quedaron sin habla.— Nosotros iniciamos esto por motivos personales, pero eso no quita en qué jugamos con Deidara y Kakuzu.— Hidan baja su rostro.— Mientras nos reíamos de sus reacciones, ellos se sentían mal y si no hubiéramos hecho eso...— Su voz empieza a bajar.— No abría tensión en la cueva en estos momentos.
—...Hidan...
Susurro el Uchiha, dolido de las palabras de este, sientiendo como si el filo de miles de navajas atravesarán su pecho, notando cuanta razón tenía este.
Afuera en el umbral, un silencio incómodo se había instalado, generando incomodidad en ambos presentes. El cuerpo de Deidara había dejado de temblar, dejando atrás el sentimiento de tristeza por uno de furia. Sasori enserio su mirada y tomo con fuerza el brazo del rubio, sacándolo de aquel lugar contra su voluntad mientras tapaba su boca.
Sin saberlo, ambos par de cómplices, ahora los habían... Descubierto.
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Continuara.
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¡Hola!
¿Que les pareció?
¿Les está gustando el desarrollo de la historia?
¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.
¿Cual fue tu parte favorita?
¿Que crees tú sobre que pasará en el próximo cap?
Y aqui les dejo una duda, ¿Como Deidara se limpia la cola sin lamersela?
Pdt: Feliz fin de mes uwu
Escrito:20/09/21
Publicado: 30/09/21
1911 Palabras.
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