«Capítulo 19»
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T/Obidei y KakuHidan.
19. Alejarse.
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Realmente no sabia que pensar o hacer respecto a la situación, se sentía confundido, arrepentido y culpable. Ya habían pasado tres días desde su pelea con Kakuzu, días en los cuales no solo el ambiente en la cueva a estado tan tenso que ya casi nadie salia de su habitación, sino que también estos días han sido una tortura total para el Uchiha mayor, quien no sólo se ha sentido culpable con la situación, también por el hecho de que el albino había desparecido de la cueva. La misma noche de lo sucedido, aparentemente el Jashinista había hablado con el líder de la organización, pidiéndole permiso para irse unos cuantos días en los que esperaba que con su ausencia, la situación pudiese calmarse y Pain sin mas acepto su petición.
Cosa que había enfadado a Obito.
Puesto que no solo Hidan no le había comentado nada, sino que el mismo pelinaranja no lo había hecho hasta que el albino se había ido por completo y por mas que intento localizarlo... Fracaso, no había podido localizarlo en lo absoluto por mas que lo intento y aquello no podía frustrarlo mas de lo que ya estaba. El sentimiento de culpa que se había instalado en su pecho en aquellos días fue tanto, que este mismo se había alejado de Konan y demás miembros, encerrándose así en la oficina de Pain con la excusa de ayudarlo en el papeleo y por mas que el mayor intento comunicarse con el azabache, intentando hacerlo entrar en razón.
Cosa en la que fallo enormemente.
La pelimorada a buscado la forma de ingresar en la oficina del pelinaranja, pero cada que lo lograba, el azabache simplemente no ha estado adentro en aquellos momentos. Obito se había encerrado nuevamente en su burbuja, encerrándose en los oscuros mares de sus pensares, dejándose guiar nuevamente hacia la oscuridad y dolor que abarcaba su corazón, llenando su mente de pensamiento tormentosos, donde los recuerdos del pasado abrían las heridas pasadas, que aunque ya estuvieran curadas... Aun seguían doliendo.
Y eso le dolía a ella.
Odiaba verlo así una vez mas, cuando por fin podía sentirse aliviada al verlo abrirse con los demás, donde veía al menos una pequeña sonrisa adornando su rostro y se veía mas abierto sentimentalmente, pero... Repentinamente aquello cambio desde la pelea con el moreno, inclusive había notado cambios en los demás gracias a ello y también le dolía la lejanía del albino, comprendía sus razones, entendía que él quizás necesitaba arreglar sus ideas y demás cosas de su mente para poder regresar, también sabía que no podía culparle por lo que le sucedía al azabache, al fin y al cabo... Hidan no podría saber con exactitud si ello le iba a afectar al Uchiha.
Después de todo... En cada mente hay una guerra interna por la que luchan en vencer y aunque nadie lo demuestre, aquello si afecta, si duele y el querer alejarse para tomar un tiempo para ti mismo... Es comprensible y nadie puede refutarlo o intentar cambiarlo.
Un suspiro pesado escapa de los labios del azabache, quien apoyo sus codos en el escritorio y paso sus manos por su rostro hasta su cabello, donde lo peino hacia atrás y lo sujeto unos segundos, apartándolo así de su rostro y al soltarlo tomo uno de sus mechones, observándolo atentamente. En aquellos momentos noto lo largo que estaba su cabello, su flequillo estaba ya sobre sus ojos, obstruyendo su vista un poco pero no le era incomodo.
—¿Debería cortarlo?— Murmuro para si mismo, perdido mientras divagaba en su propia mente.
Pain el cual se encontraba a su lado revisando unos papeles a su lado, elevo con rapidez la mirada hacia el azabache, mirándole fijamente. Le había extrañado el que este hablara, puesto que desde que se encerró en su oficina no había mencionado ni una sola palabra, logrando que las horas que ambos pasasen ahí dentro fuesen silenciosas y un tanto tensas. Obito jugueteaba con su mechón en silencio, bajo la atenta mirada del líder y repentinamente la puerta es abierta con lentitud, mostrando la figura de la pelimorada.
Ella miro al Uchiha y suspiro con alivio al notar que este se encontraba bien, su piel no estaba pálida y se veía que comía con normalidad, sus orbes seguían igual de negros sin señales de llanto, aunque... Estos no poseían ningún brillo. Se acerco a hasta quedar frente a él y acaricio su cabeza, dejándose llevar por su "Instinto maternal", el azabache solo bajo su cabeza un poco, mirando sus pies mientras soltaba el mechón de su cabello, sin apartar a la mujer.
—Yo opino que te ves bien así.— Sonríe ella hacia el Uchiha.
El azabache se mantuvo en silencio, cerraba sus ojos ante la sensación de calidez en su cabello y las tenues caricias de las yemas de sus dedos le devolvían el sentimiento de tranquilidad que necesitaba, sorpresivamente se levanta con lentitud y pasa su brazo por la cintura de esta, atrayéndola hacia su cuerpo y pasando después el otro brazo en un cálido abrazo. Konan se mostró sorprendida ante la acción del mas alto, pero respondió el abrazo de la misma forma, hundiendo su rostro en el pecho del azabache.
Siempre se pregunto el porque aquel hombre podía llegar a ser tan cálido, a pesar de estar completamente destrozado por dentro.
—...Konan...— Le oyó susurrar en su oído, por lo que se alejo un poco, aun sin soltarlo y le miro a los ojos. Obito mantenía su mirada baja hacia un lado, huyendo del contacto visual de esta.— ¿Po...?— Titubeo y luego suspiro con pesadez, mirando hacia la mujer esta vez.—¿Podemos hablar?
La mujer abrió los ojos, sorprendida de sus palabras, pero casi al instante asintió. Pain que los miraba desde su lugar en completo silencio se levanto, se acerco a ellos y colocó su mano en el hombro del azabache, llamando así su atención.
—Si desean, puedo salir unos minutos.
—No te preocupes por ello.— Le freno el Uchiha, ya que el mayor estaba aproximándose a la puerta.— Necesito relajarme un poco, sera mejor que hablemos fuera.
El pelinaranja le miro con seriedad, después asintió y volvió a tomar lugar en su asiento tras su escritorio. Obito simplemente se dio media vuelta y salio tras la puerta, Konan miro hacia el líder e hizo un gesto de despedida, antes de salir tras el Uchiha. Ambos recorrieron los oscuros pasillos, en un silencio algo tenso pero no incomodo, la frialdad de la cueva era un tanto inquietante para ella, puesto que hacia meses que no estaba acostumbrada a ver a todos dentro de sus habitaciones y el hecho de que intentasen evitar el contacto con los demás.
Al estar afuera de la Akatsuki-cueva tomaron rumbo al bosque, la tensión del ambiente iba disminuyendo durante el camino y aprovechando aquello la fémina se posiciono al lado del Uchiha, reteniendo el querer sostener su brazo. Konan hacia mucho que noto el como una pequeña atracción hacia el azabache había aparecido dentro de ella, cosa que decidió ignorar hace mucho puesto de los claros sentimientos de este por el rubio, ella simplemente se acerco al Uchiha y logro entablar una pequeña amistad entre ambos, la cual fue aumentando con el pasar de los meses hasta convertirse en mejor amigos. Llego a conocer mucho del Uchiha, sus dolorosos recuerdos y su pasado, a pesar de que intento ayudarlo a dejar aquello atrás fracaso y solamente deseaba que el Kamiruzu pudiera ayudarlo, pero...
Él solo se alejo, aunque sabia que el realmente sentía algo por el Uchiha y que quizás en algún tiempo pudieran estar juntos a pesar de tantos altercados, creyó que esto entre el albino y el azabache ayudaría a mejorar la situación de ambos, pero empezaba a dudar de su propia decisión. Hacia mucho que sus sentimientos hacia el Uchiha habían cambiado y no se arrepentía de ello, porque realmente no se imaginaba en una relación con este. En aquellos momentos lo único que deseaba es que las cosas se mejoraran, que la tensión en la organización desapareciese y así pudiera ver sus queridos amigos sonreír nuevamente.
El Uchiha se detiene junto a un árbol, en el cual se sienta a la sombra de este y da unas pequeñas palmadas a su lado, para que la mujer tomase asiendo a su lado. Konan no dudo pero esta se sentó frente a él y toma sus manos entre las suyas.
—¿De qué querías hablar?— Cuestionó preocupada.
El Uchiha toma aire con pesadez.
—Realmente de nada.— Le dice mirándola, en sus orbes se le notaba sincero.— Solo necesitaba un poco de aire fresco y sabes que me gusta tu compañía.— admite y Konan suelta una pequeña risita.— Aunque...— Su tono de voz bajo levemente y aquello alarmó a la mujer.
—¿A..Aunque?
—Debo pedirte disculpas.— Obito mira sus manos junto a las de ella, apretándolas sin lastimarla. La confusión en la mirada de ella era palpable y antes de que pudiera preguntarle el "Porqué" este s le adelanta.— Por hacerte preocupar por mi, por generar tensión en la cueva y por... Hacerte llorar.— Konan abre sus orbes sorprendidos.— Se que nos consideras a todos tus hijos, que nos quieres como tal y entiendo ese sentimiento debido a mi relación con Itachi.— Admite.— Y también se... Que cuando los "hijos" hacen llorar a la "Mamá", es porque la jodieron en grande.
Soltó una pequeña risa gracias a su propio comentario, pero se vio interrumpido al sentir los brazos de la fémina rodear su cuello, abrazándole con fuerza y repentinamente la sintió temblar, al igual del como su hombro se humedecía. Sintiéndose alarmado le correspondió el abrazo, llevo su mano y acaricio su cabeza en busca de darle calma, Obito no sabia el como reaccionar ante ello.
—Idiota..— Susurro, su voz era un tanto temblorosa.— Claro que te perdono, sabes que no me gusta verte así, tan malditamente apagado.— Ella se aleja y pasa su mano por sus mejillas, limpiando sus lágrimas.—Sabes que puedes decirme cualquier cosa, se que algo te atormenta.
El Uchiha deja caer su cabeza sobre el hombro de ella, mordía su labio inferior. Ella le abrazo de nuevo y dio pequeña caricias circulares en su espalda.
—¿Hice algo malo?— Susurra él.— ¿Estuvo mal lo que hice contra Kakuzu? No lo comprendo, no quería dañar a nadie, no quería agrietar nuevamente la confianza entre todos.— El Uchiha mordía su labio inferior con fuerza, un poco de sangre salio de este.— Te hice llorar a ti, a Hidan y ocasione que el se alejara. Realmente no lo comprendo...
—...Obito...— Susurro ella preocupada.— No debes culparte, no es tu culpa.— levanta el rostro de él, notando la leve cantidad de sangre en su labio.— el que él se haya alejado es solo para resolver sus conflictos internos, arreglar sus ideas... No es tu culpa.
—Ya no se si quiero seguir con este plan.— Konan y Obito dirigen con rapidez sus miradas hacia atrás, sorprendidos.
Ahí se encontraba Hidan, unas cuantas manchas de sangre se encontraban sobre su cuerpo, evidenciando así el que este se encontraba haciendo rituales. Ante sus palabras, los dos reaccionan con rapidez, asombrados por ello y levantándose al instante.
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Continuara.
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¡Hola!
¿Que les pareció?
Disculpen la tardanza, he estado ocupada estos días y se me paso por completo el tiempo, por lo cual no note que ya habían pasado mas de quince días desde la ultima actualización.
Pdt: ¿Ya leyeron mi os T/Obidei "Sabor a café"?
Pdt2: Perdón, si sienten este capitulo aburrido.
¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.
¿Qué creen que sucederá en el próximo capitulo?
¿Cual fue tu parte favorita?
Escrito:16/09/21
Publicado: 17/09/21
1963 Palabras.
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