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T/Obidei y KakuHidan.
14. Estoy aquí.
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Un calor invadía su pecho, observaba aquella sonrisa con anhelo y dolor, notaba en sus ojos aquel brillo característico que portaba, la pequeña sonrisa demostraba preocupación y también le causaba tranquilidad, estaba ahí o era... ¿Una ilusión? No podía saberlo con exactitud, sentía su mirada sobre si, ésta acariciaba su mejilla con ternura y tomaba su otra mano con la misma confianza en la que años atrás lo hacia. Obito juraba que aquello se sentía tan real, podía sentir su fino tacto sobre su piel, podía escuchar su tenue respiración, sentía el tenue palpitar de su corazón a través de su muñeca, el azabache traga en seco.

Sentía como ella estaba ahí frente a él, Rin estaba ahí.

¿Estaría alucinando? ¿Era aquello un sueño? No lo sabia, lo único que podría decir en aquel momento era “¿Esto es real?”, sentía su pecho doler en exceso, el como un temblor se instalaba en su cuerpo, su corazón palpitar con fiereza robando su aliento. Deseaba acercarse y abrazarla, apretarla contra si, jamás soltarla nunca mas, Rin podría haber dejado de ser su amor, ya no es la persona que le volvía loco e incluso dejo de significar lo mismo en su vida, pero aun así... La quería y apreciaba con todo su corazón, porque antes de ser su amor primeramente fue su amiga y la persona que mas le apoyo a lo largo de su vida como niño.

Sin aguantar sus impulsos se lanzo sobre ella, envolviéndola con sus brazos para posteriormente presionarla contra si, la extrañaba y mucho, extrañaba sus consejos y la forma en que le curaba cuando se hacia daño, era su amiga, la persona en quien mas confió, pueden haber pasado años... Pero el dolor no disminuía, su perdida aun dolía como el primer día.

De un momento a otro sintió el cuerpo de ésta pesar, el como su piel se volvió tan fría como un hielo y también... Como un liquido salia de ella, llenando y manchando su propio cuerpo. Horrorizado se alejo de ella, al instante sintió el aire faltarle a sus pulmones y su cuerpo se tenso. Ahí estaba la pequeña castaña frente a él, sangrando por el enorme agujero en su pecho, sus ojos ligeramente abiertos y sin ningún rastro de vida en ellos, temblando el azabache acerco su mano a ella y cuando estuvo apunto de tocar su mejilla esta había abierto sus ojos. Ella le miraba con enojo, de sus labios escurría sangre sin parar y de los ojos de ésta lágrimas empezaron a correr, pero aun así ella no eliminaba el brillo de odio que emanaban su ojos.

—¡Tu llegaste tarde!— Le escucho gritar, ella le tomo del cuello de su ropa y el azabache solo pudo quedarse paralizado.—¡No pudiste salvarme!— Con desesperación el Uchiha intento alejarse, sin éxito alguno.—¡Te volviste un asesino!— Seguía gritando la joven sin soltar su agarre a pesar de los desesperados intentos del azabache por liberarse.—¡Mataste a la personas que mas quisiste en tu vida!— Reclamaba, lágrimas empezaban a correr por las de él.—¡Estoy tan decepcionada de ti! ¡Te odio, Obito! ¡Te odio!

La castaña seguro gritándole sin detenerse, con desespero el mayor intentaba alejarse y deshacer el agarre que ésta tenía sobre él, las lágrimas corrían por sus mejillas sin parar. El aire le empezaba a faltar, su respiración se volvió irregular y sentía como su fuerza desaparecía de si mismo, en un descuido la castaña le toma por el cuello y empieza a ahorcarlo.

—Muere como la escoria que eres.— le susurro ella mientras miraba fijamente los ojos del Uchiha.

Intentaba con desespero recuperar el aliento pero era en vano, ésta apretaba con fuerza y el azabache solo sentía su cuerpo pesar, el odio que emanaban los ojos de la castaña le volvía indefenso. El liquido cristalino que escapaba de sus ojos se volvía cada vez más fuerte y la inminente falta de oxigeno se hacia presente, sus ojos empezaban a cerrar con lentitud y solo podía escuchar un "Te odio" con la voz de la joven castaña, repetirse en su cabeza una y otra vez en su mente.

Al instante el azabache abre sus ojos y se reincorpora en la cama, con su respiración agitada y su cuerpo sudoroso, mira a su alrededor desesperado –Y un tanto asustado.– notando como se encontraba en su habitación, miro al rubio profundamente dormido y después bajo la mirada jadeando con agitación, llevo una mano a su pecho notando como su corazón latía con desespero, intento regular su respiración de forma fallida. Se encontraba sudoroso y algo agitado, su cuerpo temblaba con fiereza, llevo su otra mano hacia su rostro –Justo en su mejilla.– donde sintió el correr de sus lágrimas, las cuales humedecían sus mejillas, sin poderlo retener un pequeño sollozo escapa de sus labios, seguido de muchos más mientras intentaba detener el interminable correr de sus lágrimas en vano.

Sin más se levanto del colchón y salio de la habitación en silencio, los pasillos se encontraban vacíos y oscuros, –Suponía que porque ya eran pasadas las dos de la madrugada.– bajo los escalones mientras su cuerpo seguía temblando, entre sollozos camino hacia el exterior, intentaba limpiar sus ojos pero estos se volvían a humedecer. Los recuerdos de aquella pesadilla le abarcaban, provocando que el temblor de su cuerpo aumentase. Al ya sentir el frío viento de la noche chocar contra su húmedo rostro suspira, el azabache traga en seco y se sienta en el suelo, mientras recostaba su espalda y cabeza del tronco de un árbol. Obito se perdió en sus pensamientos al mirar a la luna, la sangre en el cuerpo de la castaña volvía a su mente en un tormentoso recuerdo, sus lágrimas corrían sin parar y sus sollozos se volvían un poco más fuerte.

Al pasar los minutos su llanto no lograba detenerse, tampoco lograba que su respiración se regulase y cuando ya estaba a punto de enloquecer, sintió una calidad mano sobre su hombro, al voltear miro los brillantes ojos lila del albino, éste le miraba preocupado y con un pequeño toque de tristeza. El albino sin decir absolutamente nada se sienta a su lado, toma la mano del mayor en silencio y la aprieta, el Jashinista mordía su labio inferior con impotencia, levanta su mano restante y empieza a limpiar las lágrimas restantes del azabache.

En un impulso el Uchiha se abalanza sobre el menor y lo rodea con sus brazos atrayéndolo hacia su cuerpo, mientras hunde su rostro en el hombro de éste. El albino no dudo y correspondió el abrazo al instante, podía escuchar los pequeños sollozos del azabache, sentía como este se apretaba hacia él y el sentir el temblor de su cuerpo destrozaba su corazón. Estuvieron en esa posición durante unos cuantos minutos en completo silencio, el albino acariciaba en círculos la espalda del mayor dándole apoyo, claramente no planeaba preguntarle al azabache que le sucedía y esperaría a que éste decidiera sincerarse, si algo había aprendido de él era que no le gustaba sentirse presionado a contar lo que le sucedía, puesto que en vez de hablar deseaba que lo aprestasen en un abrazo hasta que el mismo pudiese calmarse.

Y así sucedió.

El mayor logro recuperar su estabilidad y de forma lenta se alejo del albino, respiro hondo y después suspiro con pesadez, Hidan con ambas manos limpiaba las lágrimas restantes y también acariciaba las mejillas del mayor. Obito por su parte se mantuvo en silencio, sus ojos se mantenían cerrados y sin evitarlo llevo sus manos hacia las de Hidan apretándolas sin lastimarlo.

—¿Qué haces aquí?— Susurra el mayor, su voz se oía ligeramente quebrada.

Hidan comprendió que el azabache ni estaba dispuesto a contar lo que le sucedía y por ende había optado ole cambiar de tema, el albino solo suspira y libera una de sus manos del agarre del Uchiha para después guiarla hacia la cabeza de éste, después él revuelve los oscuros cabellos del mayor en un gesto cariñoso –Característico gesto que el azabache siempre le hacia.– y sonríe.

—Los ronquidos de Kakuzu no me dejaban dormir.— Explico.— Así que decidí dar una vuelta.—El azabache asiente.

Obito en aquel instante realmente no deseaba continuar la conversación, se sentía cansado mentalmente y Hidan lo sabia, por ello se puso de pie y tomo la mano del azabache para después levantarlo a él. Cuando ya ambos estuvieron de pie el albino lo envuelve en un inesperado abrazo, el cual el azabache corresponde, sin esperarlo el albino hace que el azabache se encorve y besa su frente. Después entrelaza su mano con la del azabache y lo lleva al interior de la cueva una vez más.

—¿Qué haces?— Le susurra confundido.

El albino se detiene a mitad de las escaleras, aun sin soltar la mano del mayor y sin voltearle a ver, dándole la espalda.

—Quizás no sea mucho, Tobi, pero...— La voz de Hidan suena en tono bajo y aprieta la mano del azabache, voltea un poco y entre la oscuridad mira el rostro del mayor.—Estoy aquí... Para ti.

Le abraza por el cuello gracias a que se encontraba dos escalones arriba, después se aleja y sigue arrastrando al azabache consigo escaleras arriba. Al ya estar en el pasillo el mayor se detiene y jala al albino hacia si, le voltea tomando ambas mejillas del albino. El azabache mira fijamente a su acompañante para después acercarse unos cuantos centímetros, Hidan le miraba confundido, el azabache baja la murada del albino para después depositar un pequeño beso en el cabello de éste.

—Gracias por estar ahí para mi, Hidan.— Le susurra al oído y se aleja mostrándole una pequeña sonrisa.

Revuelve los platinados cabellos del menor y se dirige hacia la puerta de su habitación ante la atenta mirada del albino, quien tiene en voz baja y se acerca al azabache, empuja un poco al Uchiha y susurra en voz baja siendo escuchado por éste.

«Buenas noches, Idiota.»

...

E x t r a.

Horas después de que el azabache regresara a la habitación y se recostara de nuevo en su cama éste ya se encontraba profundamente dormido gracias al cansancio, por su parte un rubio de ojos azules se mantenía despierto gracias al mi esto insomnio que le abarco aquella noche, el rubio daba vueltas en su cama una y otra vez sin éxito alguno de poder reconciliar el sueño.

Los recuerdos de los sollozos del azabache, junto a la forma tan desesperada en la que se despertó inundaban su mente sin descanso, recordó el momento en que le siguió y vio como éste ya era consolado por el albino.

Aunque odiase ver la cercanía de estos, un pequeño sentimiento de tranquilidad había invadido su pecho al ver como el llanto de su amaño se detenía. El alivio que había sentido en el momento había sido remplazado hacia unas horas por los molestos celos que crecían dentro de si, impidiendo su descanso. El rubio ya sabia que el azabache dormía profundamente, así que sin poder evitarlo se levanta de su cama con sigilo y se acerca hacia la cama contraria.

Al ya estar en esta miro detenidamente el calmado rostro del azabache, escuchando como pequeños ronquidos escapaban de sus labios, así que se arrodilla junto a la cama de este y toma con cuidado su mano. El rubio noto como el mayor aun dormía de forma profunda y sin retener sus impulsos se levanta una vez más acercándose hacia el mayor, con su mano libre acarició su mejilla y sintió los relieves de la gran cicatriz que adornaba su rostro, la cual adoraba en exceso.

—Yo también...— Susurra.— Estoy aquí para ti, Tobi.— Se acerca hacia su rostro.

El rubio con lentitud fue cerrando sus ojos al mismo tiempo que se acercaba peligrosamente a los labios del mayor, cuando sintió el cálido aliento de éste chocar cintra el suyo regreso a la realidad, entre abrió sus ojos y suspiro, sus labios eran separados por tan solo unos pocos centímetros y aunque la tentación era grande, decidió no dejarse llevar por esta, así que se alejo un poco para después depositar un pequeño beso en su mejilla. Cuando por fin regreso a su cama una ola de sueño empezó a invadirle y sin mas se entrego a los brazos de morfeo.

No sabia que pudiesen significar los recientes acercamientos de ambos hombres, tampoco el porqué de aquellos apodos tan cariñosos, pero había algo que tenia bien en claro.

Siempre estaría para el azabache.

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Continuara.
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¡Hola!

¿Que les pareció?

¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.

¿Doble capitulo en un día? ¿Por qué? Pues porque quiero y puedo, ahre no xd

Tengo una pequeña pregunta... ¿No creen que ya es mucha azúcar?... ¿Qué tal un poco de... Salseo? Jaksjakks

¿Cual fue tu parte favorita?

Escrito:01/08/21
Publicado: 01/08/21

1334 Palabras.