«Capítulo 12»
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T/Obidei y KakuHidan.
12. Mirar.
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Mentiría si dijese que estaba cómodo con los últimos acontecimientos, se sentía confundido mas que cualquier cosa. Dentro de si sabia que se trataba de algo más que solo confusión, pues cada que miraba la repentina cercanía de su compañero de equipo con el Uchiha mayor, un sabor amargo invadía su cavidad bucal. los pequeños toques que ambos tenían desde hacia días le irritaban de sobremanera, la forma en que toman sus manos con calidez, las tenues sonrisas que aparecían al mirarse, la forma cariñosa en que dormir juntos en el sofá y la aparente unión de sus labios en la cocina junto a aquel estúpido poema.
Le daban nauseas.
Las inmensas ganas de golpear al azabache se notaban a kilómetros de distancia y aunque odiase admitirlo, odiaba en exceso notar la forma en que poco a poco la atención del albino dejaba de estar sobre él, para pasar completamente al azabache. Recordaba con furia como este acariciaba las mejillas de su compañero con tanta confianza y se preguntaba en sus adentros el que podía significar aquel poema, el solo recodar sus labios tocarse hacia que su sangre hirviera y aunque no haya visto con exactitud ese "beso" nada podía asegurarle que no había sucedido. Estuvo a punto de entrar en la cocina el día anterior y arrebatar al albino de los brazos del Uchiha, de no haber sido porque el rubio lo detuvo al instante, alejándolo de lugar con rapidez. En otra ocasión estaría completamente agradecido con que el Jashinista dejara de molestarlo día tras día, hasta le hubiese hecho un altar al Uchiha en agradecimiento por tal hazaña.
Pero... No lo entendía.
¿Por qué sentía que le faltase el aliento al tenerlo lejos? ¿Por qué ansiaba con todas sus fuerzas volver a captar su atención? Se sentía desesperado en exceso al verlo tan feliz estando alejado de él, quizás fuese por notar que con o sin estar junto al albino, este seguiría su vida y seria realmente feliz, pero no lo comprendía ¿Por qué no se sentía feliz por eso? Quería saber el porqué su pecho dolía al verlo sonreír cuando tomaba la mano del azabache, necesitaba entender porqué perdió la respiración cuando escucho aquel "cariñoso" apodo salir de sus labios hacia el azabache. Se sentía perdido en un mar de emociones desbordantes en su interior, que lo hacían sentir ahogado en aquellos sentimientos que no entendía con exactitud. Las noches se le hacían cada vez más largas, imposibilitando su descanso en un insomnio que le parecía eterno con el pasar de las horas.
Quizás fue un idiota al creer que con solo darle lo que, según él mismo creía, el albino deseaba dejaría de lado su infantil intento de "ignorarlo" y todo volvería a la normalidad. Realmente fue un ingenuo al pensar que con un collar arreglaría todo, ni siquiera sabía que había hecho mal para que el Jashinista decidiera ignorarlo por completo, tampoco había tenido el valor suficiente para acercarsele y preguntárselo de forma directa, su orgullo se lo imposibilitaba. Por más que desease comentárselo a alguno de sus amigos más cercanos en la organización, no podía, sentía que aunque no entendiese lo que le sucedía en su interior, esto no era lo suficientemente importante como para preocupar a otros. Tampoco podría decirle a estos nada al respecto por distintas razones; el más cercano el cual era Pain se encontraba ocupado buscando nuevas maneras de conseguir dinero para la base, no podría hablar con Sasori porque este ya tenia suficiente con aconsejar a Deidara, Kisame estaba más ocupado contándole todo el chisme a Itachi y lo que menos necesitaba en esos momentos era tener que lidiar con que el Uchiha menor le contase la situación a su adorado tío, por último, tampoco podía contárselo a Tobi, quien es el segundo más cercano, por la simple razón de que él era practicante uno de los involucrados.
Joder, con amigos así para que necesitaba enemigos.
La próxima vez que estos deseasen embriagarse tres días seguidos no pagaría de nuevo todo el alcohol, que ellos mismos paguen lo que consuman. Un suspiro cansado escapa de sus labios, se encontraba en el pequeño campo atrás de la cueva el cual usaban para entrenar. Sus pensamientos aun divagaban en los recientes sucesos y como deseaba poder entender el revuelco que eran sus emociones, quería saber que significaba aquel nudo en su garganta, la reciente frustración que le invadía por completo, el dolor en su pecho y la furia que últimamente tenia.
¿Por qué le molestaba en exceso ver la nueva cercanía de ambos hombres?
Odiaba sentirse de aquella manera y no poder entenderlo en absoluto, sin quererlo recuerda los momentos que pasaba junto a Hidan, del como este en medio de la misión le pedía que le cargase porque le dolían los pies, la forma en que prácticamente este intentaba que dejase de ser tan avaro, de cuando este sentía frío y se acurrucaba en su espalda en medio bosque, la manera en que aquellos orbes violetas brillaban cada que se sentía feliz o la manera en que susurraba entre sueños e inconscientemente su propio nombre escapaba de sus labios junto a un insulto. Quizás jamás aceptaría frente a nadie del como sus labios se curvaban hacia arriba bajo su mascara, con tan solo tener la presencia del menor a su lado o la inminente alegría que invadía su pecho con tan solo verlo sonreír. Traga en seco de forma dificultosa y aprieta sus puños con fuerza, lo aceptaba...
Extrañaba tener al albino a su lado.
Extrañaba cada cosa de él cuando era el centro de su atención, sus sonrisas, sus berrinches, sus chistes malos o incluso las expresiones de su rostro... Nunca había notado lo mucho que miraba al albino, del como conocía cada una de sus facciones y facetas. Se levanta al mismo tiempo que alborota su cabello lleno de frustración, para después dirigirse al interior de la cueva hasta la casa que se escondía dentro de esta. Al ya estar en la entrada de la sala se esconde tras el umbral al notar al dueño de su tormento junto al otro causante, ambos sentados en el suelo frente al sillón, notó como el albino extendió su mano hacia el azabache y este hizo lo mismo, el Jashinista aparentemente estaba estaba examinando la diferencias entre ambas manos, puesto que ambos habían unido sus palmas teniendo aun los dedos extendidos.
Ahí estaba de nuevo el dolor intenso en su pecho junto al molesto nudo en su garganta.
Escuchó sus tenues risas, mirando las cálidas sonrisas que adornaban sus rostros y la incomodidad dentro de si crecía en exceso. Su cuerpo se tenso cuando el albino empujo al azabache hacia el suelo, este cayo de espaldas contra la fría madera y el menor en ningún momento retiro sus manos del pecho del Uchiha, poniendo así aun mas ansioso al moreno. Ambos reían perdidos en su propia burbuja juntos, sin notar la presencia del más alto, quien no dejaba de ver la desbordante felicidad del albino y la pequeña aura de emoción que este emanaba. El avaro estuvo apunto de entrar e interrumpir el momento pero se detuvo al instante cuando el Jashinista había envuelto al mayor en un abrazo, cuando este se había reincorporado del suelo. Entendió que quizás no era realmente necesario en ese momento, por lo que se dio la vuelta y se marcho escaleras arriba. Lo que le molestaba no era la felicidad del albino, lo que realmente le hacia enfadar en exceso era que el solo podía estar ahí, observando de lejos.
Mirando el como la persona que !as alegría daba a sus días, era más feliz con otro, solo podía...
Mirar.
Continuara.
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¡Hola!
¿Que les pareció?
¿No se vio forzada la actitud ni el pensar de Kakuzu?
Ya era momento de ver lo que realmente sentía nuestro Avaro-Kun.
¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.
¿Cual fue tu parte favorita?
Escrito:12/07/21
Publicado: 13/07/21
Pdt: ¡Hice este edit ObiHidan! ¿Que les parece? (Claramente el fondo no lo hice yo, así que créditos a su respectivo creador, yo solo lo edite agregando a los personajes.)
¿Les Gusto?
Pdt2: Me pinte las uñas de verde militar ¿Como me queda? Xd
1377 Palabras.
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