Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

«Capítulo 16»

╔═════════════════╗
ObiHidan.
16. Despedida.
╚═════════════════╝

Konan había avisado de la situación a Pain, quien dijo que él junto al azabache intentaría llegar lo más rápido que pudiesen al lugar, decisión tomada por Obito claro está. Por su parte, ella y sus dos compañeros estaban en una pequeña cafetería sentados en una mesa alejada, ella y Kisame de un lado, mientras que ambos paxdes tenían a Hidan en medio de ellos. Hacía aproximadamente una hora y media desde que había ocurrido el encuentro entre padres e hijo, quienes no dejaban de bombardear a Hidan con preguntas de que había hecho todos estos años, como había estado y cosas de ese estilo.

Por supuesto Hidan respondió la mayoría con mentiras, obviando el hecho de que era miembro de una ex organización criminal que ahora era de mercenarios. Por más que él quisiera no podía revelar ningún tipo de información respecto a su vida como criminal, aunque tampoco era como si ello fuera algo que le entusiasmase contar. Por su parte Hidan supo que sus padres también fueron secuestrados por aquellos ninjas que atacaron su aldea, más sin embargo meses después Fueron rescatados por ninjas de otra aldea que irrumpieron en aquella base dejando en libertad a los prisioneros, luego con el tiempo se volvieron mercaderes que viajan por las aldeas.

Al menos agradecía que sus padres no se volvieran experimentos como fué en su caso y ello, le daba paz.

Konan notaba como el menor de todos sonreía de forma triste, sabía cuánto le afectaba el haber visto a sus padres nuevamente vivos, sin poder volver con ellos sin que lo reconozcan como el renegado que es y ponerlos en peligro, ni mucho menos llevarlos con él a la cueva porque esa opción también era riesgosa para ellos. Ella sabia lo que pasaba por la mente de Hidan, él a pesar de tener todo el dolor del mundo, debía cortar lazos con ellos por su propia seguridad.

—Es una alegría poder volver a verte mi pequeño.— Sonríe con cariño su madre, sosteniendo su mano con felicidad. Su padre solo le sonríe.

—Perderte fue realmente doloroso.

Las palabras de sus padres calaban en su mente como mil navajas atravesando su piel, durante años ignoro el sentimiento de vacío que había quedado en su pecho con la pérdida de ellos y ahora de un momento a otro los tenía nuevamente frente a ellos cuando por fin creía que aquella herida había sanado, era doloroso el saber que después de este encuentro no volvería a verlos jamás.

A mi también me alegra verlos.— Sonríe el albino con algo de dificultad.

Desde sus asientos el Hoshigaki junto a la Origamista se miran entre si con algo de lastima, en el fondo comprendían lo mal que debía estarla pasando Hidan en ese instante. Aunque Kisame solo quería ese momento dramático y regresar a la cueva para ver a Itachi, Konan notó eso en la mirada del azulado y le da una patada por debajo de la mesa, provocando que este retuviera su queja en sus adentros.

Después de haber comido algo ligero y pagar la cuenta caminaron rumbo a un pequeño parque de esa aldea, Hidan alejado, pero no tanto para que sus acompañantes pudieran oirles, hablaba con sus padres algo melancólico. Al lado de Konan aparecieron Obito junto a Pain, este último tenía una mirada cansada, mientras que el Uchiha con preocupación se acerca lentamente hacia Hidan pero se detiene a tan solo un metro de distancia.

Quizás Hidan querría algo de privacidad con sus padres.

Su madre miro por un instante a sus nuevos acompañantes y tomo ambas manos de su hijo entre las suyas, sonriendo enternecida. Su padre colocó su brazo alrededor de sus hombros, Hidan sonrió con algo de tristeza. Los Akatsuki a lo lejos observaban aquella escena en silencio. La señora se animó a hablar mirando una vez más a los compañeros del albino menor.

—Tus compañeros se ven simpáticos.— Ríe levemente.

De vez en cuando.

Hidan siguió el juego de su madre con ánimos.

—¿Aquella hermosa chica es tu novia?

Al oir aquello Pain bufa y su mirada se vuelve gélida, Hidan siente un escalofrío. Konan ahoga una risa. El albino niega freneticamente casi rompiéndose el cuello en el proceso, maldición, luego tendría tortícolis. La sonrisa de la mujer poco a poco va perdiendo fuerza hasta dejar en su rostro una pequeña sonrisa triste, el padre de Hidan suspira y aprieta los hombros de su hijo con algo de fuerza en un abrazo con un dolo brazo y le mira.

—Así que... Este es el adiós.— Hidan asiente, ya sin sonreír.— Pórtate bien, muchacho.

Su madre le abraza con fuerza, apretando como si su vida dependiera de ello. Según lo que Hidan les había dicho él y sus compañeros eran ninjas de una aldeas que no podía mencionar, se encontraban en una misión indefinida y no podría volver a verlos por la seguridad de ellos.

—Te vamos a extrañar.— Lloriqueo su madre.

No se preocupen, estoy en buenas manos.

Hidan le corresponde el abrazo fuertemente y de un momento a otro se aleja, toma la mano de un Obito desconcertado y lo acerca a ellos, el azabache sonríe con nerviosismo. Sus padres lo analizan de arriba a abajo hasta que sonríen.

—Cuida bien de nuestro hijo.— Obito asiente algo nervioso por lo dicho por dl hombre, la mujer le abraza a él también.

Gracias.

Suelta sinceramente ella, desde lejos Konan miraba enternecida la escena. Kisame se acerca lentamente al jefe.

Te apuesto a que Tobi dice algo estúpido.— Pain pareció pensarlo.

—¿Cuánto apuestas?

Konan tuvo un tic y golpeó a ambos hombres en la cabeza, enfadada. Hidan y Obito veían como los padres del primero caminaban perdiéndose en la puesta de sol, el albino los miraba con añoranza y el azabache tuvo una opresión en el pecho. Con delicadeza tomo una de las manos de su pareja y la acarició con cariño, un pesado suspiro escapo de sus labios y se giro hacia el menor.

—Si deseas ir con ellos, no te lo voy a impedir.— Suelta con extremada sinceridad y Hidan aprieta su mano, negando.

—No.— De vuelve su mirada a las débiles siluetas de sus padres.— Mi lugar está con Akatsuki... Contigo.— Obito sintió su corazón encogerse ante ello y Hidan le miro con unas pequeñas lágrimas.

Obito asiente, no sin antes jalar a su pareja y envolverlo en sud brazos, sabía que aquella despedida había calado en lo más profundo del corazón del menor y que necesitaba bastante apoyo en aquél instante. Hidan corresponde el abrazo con cariño mientras suelta un suspiro, mirando por última vez el camino por donde sus padres habían desaparecido.

—Volvamos a casa, Tobi.

Continuara.
_____________________________

¡Hola!

¿Que les pareció?

¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.

¿Cual fue tu parte favorita?

Escrito:27/08/23
Publicado: 13/09/23

1144 Palabras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro