«Capítulo 10»
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ObiHidan.
10. Palpitar.
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Obito aún le miraba expectante, esperando en silencio que el menor le dijese si ocurría algo o no, Aunque claramente si era así. Pasados unos pocos minutos donde el albino se negaba a siquiera decir una sola palabra, se acerco a su lado y se sento, se quito las sandalias y también levanto un poco su pantalón, sumergiendo así sus pies en el agua. Hidan evitaba su mirada fijando sus ojos en cualquier otro lugar menos en el mayor, el azabache se encontraba realmente confundido.
Todo estaba bien en la mañana cuando se fue con Pain a revisar uno de sus escondites, pero al regresar sintió el chakra de su pareja fuera de la cueva y decidió ir a verle, dejando que el pelinaranja se fuera.
Observo interesado el como el cuerpo del menor se notaba levemente rígido e incómodo, vale, eso le confirmaba que realmente pasaba algo. Un tenue suspiro escapa de sus labios y pasa su brazo alrededor de su cintura, abrazandole y jalandole un poco hacia su cuerpo. Al tenerle cerca paso su pierna al otro lado de Hidan, dejando a este en medio de sus piernas. Le estaba abrazando ahora con ambas manos en su cadera, haciendo que la espalda del albino choque con su pecho.
El rostro del Uchiha se dejo caer en el hombro de Hidan, quien sentia su bello erizarse ante su respiración. Su corazón se aceleraba con rapidez, mientras un gran sonrojó se apoderaba de sus mejillas. En un leve acto de valentía, Obito planta un suave y cálido beso en su mejilla, mientras observaba con una sonrisa el sonrojo del menor, se acerco a su oído y suspiro, provocando que Hidan le diese un escalofrío.
—¿Qué sucede? Mi hermosa luz de luna.— Inquiere en un tono suave.
El jashinista por su parte, traga en seco. Vale, se sentia como un ridículo en ese instante al no poder siquiera hablar y decir lo que sucedía. Por un lado, pensaba que al decirlo sonaría como un tonto por sobre pensar tanto aquello. Pero, también sentía que si lo decía podría significar que lo estaba pidiendo y no quería que el Uchiha lo hiciera por eso, sino porque le naciera.
Por un instante decidió mirarle a los ojos, aún muy sonrojado y no pudo evitar dejar de respirar unos instantes por ver los brillosos orbes del mayor, quien le miraba anhelante y con un toque de preocupación bastante notorio. Con un suspiro, sintió su pecho llenarse de culpabilidad por preocuparle de esa manera y cerrando sus ojos mientras volteaba su cara, por fin habló.
—Hey, Tobi...— Inició con su voz un tanto temblorosa, provocado por los nervios. Obito le miro con atención.— ¿Por qué nunca....— Traga en secó.— Me has besado?
Cuando soltó por fin la pregunta inevitablemente no pudo evitar morder sus labios debido a los nervios, por otro lado, el Uchiha aquello le habia tomado por sorpresa. No sabia que Hidan quisiese eso, no es como si nunca se le hubiera pasado por la mente besarle, incluso podía decir que cuando todo era un simple juego entre ambos... Habia deseado besarle más de una vez, aunque ello significase que traicionaba sus propios sentimientos hacia el rubio.
Obito suspiro. apreto la cintura de Hidan y le empujo contra el agua, saltando también él mismo. Al emerger a la superficie todo el sonrojo y vergüenza que el albino sintió en su momento habia desaparecido. Ambas pieles de ambos se encontraban erizadas debido al frío líquido que las recorría, unas cuántas gotas cristalinas caían de sus húmedos cabellos. La distancia entre ellos habia desaparecido casi en su totalidad cuando el azabache apreto nuevamente la cintura del menor, jalandole hacía su cuerpo y pegando sus pechos cubiertos por sus camisas.
Una de las manos inquietas del mayor subio hasta la mejilla del albino, acariciándole con sumo cuidado y cariño. Una tenue sonrisa apareció en su propio rostro ante su cercanía, por fin sus orbes se encontraban en una mirada que a cualquiera le robaría el aliento. Sus ojos brillaban al cruzarse entre si, el corazón de Hidan se aceleró. Ya no sabia si culpar a los nervios, a la vergüenza o a lo que sea que pudiese explicar el palpitar apresurado de su corazón. Su tibio aliento estaba un tanto acelerado como su pecho y sin poder evitarlo, sus manos suben al pecho fornido del mayor.
—¿Obi...?
Hidan no pudo continuar, debido a que el azabache con la yema de su dedo habia empezado a acariciar su labio inferior. No podía mentir, se sentía levemente intimidado por su oscura mirada, por aquellos ojos tan oscuros o incluso más que la noche misma, brillando en un sentir que no podía explicar. Era como ver el cielo nocturno siendo iluminado por una hermosa estrella brillante, que le miraba a él, a Hidan, con anhelo.
—Nunca lo he hecho porque... Quería saber que lo querías.— Explicó el azabache de forma pausada, provocando con su voz ronca y baja que la piel del menor se erizara cada vez más.
—Pero... Es tu primer beso.
Suelta entre leves balbuceos intentando explicarse. Obito ríe con ternura y niega, apretando su cintura y rozando sus narices.
—Oh pequeño, ¿Cuando intenderas que... Mi primer beso será igual de especial, sin importar la manera que sea?— Besa su frente.— Siempre y cuando sea contigo.
Ante ello el corazón de Hidan se aceleró cada vez más, sintiendo como si este quisiese salirse de su pecho con fuerza. Sus mejillas se enrojecieron de tal manera que las sentia arder, si respiración se agitó aún más y sin notarlo, sus manos apretaban la tela de la húmeda camisa del mayor entre sus dedos. La mano de azabache que se encontraba en la mejilla del menor, bajo hasta su nuca, acercó sus labios hasta rozar los del menor y al mirarle a los ojos notó que el albino empezó a cerrar sus ojos y tomo aquello como una señal.
Sin más, lo mas esperado por ambos había ocurrido, sus respiraciones se mezclaron y finalmente sus labios tocaron los contrarios, en un beso tan anhelado y deseado por ellos, robando el aliento de cada uno. Los brazos de Hidan subieron hasta el cuello del Uchiha, enredandose en este y apegando su cuerpo aún más, aunque ello fuera imposible. Las manos de Obito recorrían la mojada cintura del albino. Sus labios se movían a la perfección, uniéndose y danzando como si se conociesen desde siempre. Juntos, en un vals en el que pronto sus lenguas fueron partícipes.
Lentamente sus cuerpos dejaban la rigidez de lado, dejando que sus manos recorriesen el cuerpo de su pareja sin descanso. Sus pieles encajaban a la perfección pero pronto sus pulmones reclamaban por aire, intentaron aguantar lo más que pudiesen. Sin embargo, al final terminaron separando sus labios aún siendo unidos por un pequeño hilo de saliva que pronto se rompió. Sus agitadas respiraciones chocaban entre si por el poco espacio que sus rostros tenían de separación, Obito tomo las mejillas de su pareja y planto un tierno beso en sus labios y luego otro en la frente, agregando uno en cada mejilla y finalizando con la nariz, por último, le miro a los ojos.
—Te quiero.
Dijeron al unisono, para luego unir sus labios nuevamente. Mientras el palpitar de sus corazones volvía a acelerarse.
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Continuara.
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¡Hola!
FELIZ AÑO NUEVOOOOOO
¿Que les pareció?
¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.
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Escrito:11/10/22
Publicado: 00/00/00
1252 Palabras.
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