Un Regalo de mucho valor
Capítulo 19:
Hoy es 1 de junio y, aunque mañana cumplo años, no estoy tan emocionada por celebrarlo, sobre todo ahora que sé la verdad, o al menos parte de ella. Joe guarda un secreto que, por su reacción, debe ser más grande que la cantidad de helado que puedo comer en una sentada. Aunque a veces nos peleamos, me encanta pasar tiempo con él. Antes ni me quería cerca, ¡y ahora es el guardián de la niña más rara del mundo! Pero hoy me tocó estar sola todo el día. Nick y Kevin se fueron a dar un paseo con Fer, y Joe estuvo aquí, pero estaba pegado a la computadora y luego salió a caminar.
Miro la tele, buscando qué ver, aunque debería estar haciendo mi tarea. Lo único que hice fue terminar de escribir la canción que me encargaron. Aunque me dieron tiempo hasta finales de junio, la letra no fue difícil de encontrar. ¡Lo complicado fue escribirla en inglés! La hice por los Jonas, usando el piano eléctrico de la sala para componer la música. Sé que la canción original se toca con guitarra, pero yo no tengo ninguna, y la de mi hermano Federico es eléctrica, así que no me sirve. ¡Además, todavía no llegó a esa clase! Aunque logré la melodía, no me convencía cómo sonaba en piano.
Suspiró aburrida y bostezo, pero me arrepiento cuando veo a Joe aparecer en la sala. ¿Por qué? Bueno, ahora lo entenderán, ¿no me creen? Esperen y verán.
—¿Aburrida? —pregunta Joe de repente.
«Aquí vamos de nuevo».
No sé cuándo volvió de su caminata, lo miro un poco espantada mientras sale de la cocina devorando papas fritas. «¿Por qué come tanto? ¿De dónde saca espacio?». Me ofrece, y yo acepto un par. No suelo tener hambre casi nunca; podría pasar dos días enteros sin comer. Mi madre siempre me dijo que de bebé tampoco solía llorar por hambre.— ...Oye, niña, ¿salgamos un rato? —menciona. Yo niego con la cabeza, pero puedo sentir su mirada clavada en mí. Lo miro y entiendo que no es una sugerencia. Me quedo mirándolo, y Joe suspira molesto. Toma el control de la tele y la apaga—. Has estado demasiado tiempo viendo televisión —me ordena. Lo imito, levantando una ceja, y luego me levanto resignada, quejándome. No tenía ni ganas de salir.
— Mandón —me quejo en voz baja, aunque estoy segura de que me oyó, y camino hasta mi habitación.
Busco entre mis cosas con paciencia, aunque no me dijo que me apurara. Finalmente, opto por una camisa roja semi oscura con el estampado de Shane Gray. Preferiría una de los Jonas, pero esta es la única que encontré cerca de nuestro barrio. Me pongo un jean negro y unas converse con brillos rojos. Hoy me siento genial, como si algo estuviera cambiando en mí. Tomó una campera de charol sintético y me tomo el tiempo para repasar mi planchita de pelo. Últimamente, la he estado usando más a menudo. ¿Será que juntarme con Joseph me está influenciando? Pensé que su cabello lacio era natural, pero lo vi planchándoselo hace dos días. Me pregunto cómo se verá su cabello natural.
Salgo de mi habitación y veo a Joe terminando de arreglar su cabello. «Debo confesar que me gusta describir a Joe, y siento que podría hacerlo a la perfección. Shhh, pero no le digan a Joe lo que puse». Lleva un jersey con corte en V tejido de canalé color caqui sobre una camiseta negra lisa, un pantalón negro ajustado y zapatillas de lona negras y blancas. Su cabello está bien peinado y planchado, con su característico flequillo cubriendo el lado izquierdo de su frente. Se ve muy guapo hoy. Podría quedarme mirándolo durante horas, soñando con su mirada y sus expresiones, que son bastante notorias. Me doy cuenta de que lo estaba mirando embobada cuando Joe me sonríe a través del espejo y se gira para verme. Se ríe señalando mi remera.
Joe se reía, casi burlándose—. Era claro quién era tu favorito —comenta con arrogancia y me guiña un ojo con diversión.
— Sí, es Kevin —contesté a su burla, cruzándome de brazos como él solía hacer cuando se molestaba conmigo, le saqué la lengua—. Que solo tenga esta playera de ti no significa que tú seas mi favorito —agregue burlándome. Su sonrisa tonta se desvaneció al instante, y se cruzó de brazos, frunciendo el ceño.
—Ya veo —comentó con tono seco, y lo miré sorprendida.
—¿Estás celoso? —pregunté extrañada al ver su expresión irritada.
—Sigue soñando —respondió entrecerrando los ojos y tocando mi cabeza con su mano derecha.
Me reí, divertida y algo triunfante. Joe no sabe mentir ni actuar, así que se nota a kilómetros que le molestó lo que dije. Su expresión cambió, ahora me miraba con fastidio y se volvió a cruzar de brazos.
—Realmente no tengo un favorito —confesé esta vez con sinceridad, y Joe me miró sin entender—. Los tres son importantes. Si sacaran a uno, ya no serían realmente los Jonas Brothers. Claramente, o son los tres o ninguno —expliqué sonriendo, y Joe asintió, dándome la razón, algo que no suele pasar seguido.
Él sonríe y me señala la puerta, así que salimos y nos dirigimos hacia el bar. Aunque extrañamente parece desierto hoy.
—¿Confías en mí? —pregunta Joe de repente, deteniéndose a mi lado.
—Claro, aunque nos conocemos desde hace poco, sé que no me harías daño —respondo con seguridad.
—Perfecto, entonces... —saca un pañuelo y se acerca con una sonrisa traviesa. Yo lo miro con seriedad, «Joe no es como Matías, ¿verdad?». Intentó retroceder, pero Joe ya está detrás de mí, tapa los ojos con una tela— Sujétate —dice mientras me levanta en sus brazos.
No puedo ver, pero puedo caminar -protesto, pero Joe me calla.
Sin tener ni idea de a dónde me lleva, ¡Joe Jonas me tiene en sus brazos! Internamente, mi fanática locura se apodera de todos mis sentidos. Mi cabeza se apoya en su hombro, que resulta ser cómodo y seguro como un castillo en las nubes. Me siento como una princesa, lo que me hace sonreír, y de repente, esos cosquilleos en mi estómago regresan, ¡vaya montaña rusa de emociones!
De repente, Joe deja de caminar y me baja con cuidado.
—Quédate ahí —me ordena, y escucho sus pasos alejarse. ¡Pero qué miedo! Me siento como si estuviera en medio de la nada y, de pronto, me asalta un enorme vacío. Empiezo a buscar a tientas, pero, oh sorpresa, ¡siento a alguien detrás de mí! Me pongo alerta: Joe no usa tanto perfume. Quien sea que esté ahí me quita la venda de los ojos, y cuando me doy la vuelta, ¡sorpresa! Era Kevin, ¡y de golpe todas las luces del bar se encienden al mismo tiempo! Las personas en el lugar empiezan a gritar "¡Sorpresa!" y yo llevo mis manos a la boca, ¡no puedo creerlo!
Observo el lugar, todo decorado en rojo y negro, con un cartel que dice "¡Anios Felix kumple!" No está mal escrito, es un chiste entre Fer, Sebas y yo. Una vez, cuando tenía 7 años y apenas podía caminar sin tropezarme, mandé a hacer un cartel para el cumpleaños de mi mejor amigo, Sebas, y en vez de poner "Feliz Cumpleaños", puse "Anios Felix kumple". Sí, todo mal. Sigo mi vista hasta el escenario y ahí está Joe, parado con una sonrisa. "Es tan guapo..." ¡Espera! ¡No! "¡CONCÉNTRATE!" Bueno, sí es guapo, pero eso es todo.
—Esta canción es de una de mis bandas favoritas. Espero que te guste —dice Joe, y me paro a un costado para verlo mejor. Me mira y me guiña un ojo.
Suspiro. Jamás, nunca, me había sentido así con nadie. Me sonrojo y parece que Joseph lo nota, porque enarca una ceja. La música llena todo el lugar. Intento reconocerla, pero creo que jamás había escuchado esta canción antes.
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La canción era tan bonita que me dejó en shock. ¿Joe Jonas me la dedicó a mí? ¡En serio! Todavía no me lo creo. Voy a tener que buscar la letra en español después. Me gusta la música, pero esto... esto es otro nivel. Creo que estoy a punto de tener otra banda favorita, aunque solo una tiene mi corazón y mi alma. Sonrío tímidamente cuando la canción termina y Joe se acerca para abrazarme.
—¡Feliz cumpleaños, niña! —me abraza y me da un beso en la frente. Creo que me estoy acostumbrando a que me llame así, incluso me gusta un poco, pero, obviamente, no lo voy a admitir. Me gusta discutir con él.
Fer y Anto me saludaron y nos abrazamos, lo mismo con mis hermanos, mis padres y algunos compañeros de clase. Algunos me dieron regalos, pero la verdad es que lo que más aprecio es que se acuerden de mi cumpleaños, aunque no me guste celebrarlo. De todos modos, nunca me habían hecho una fiesta sorpresa.
Kevin y Nick se acercaron a mí y no pude evitar abrazarlos con mucha euforia, me encantaba tenerlos aquí, de los mejores regalos que pudo darme la vida, este es uno de ellos, me trajo a las personas que he admirado por tanto tiempo hasta mi— ustedes son lo mejor que me ha dado la vida —les confesé mientras dejaba de abrazarlos y sonreía.
— Eres una niña muy dulce, Lola —comenta Nick, sonriendo tímidamente.- Eres una muy buena amiga, y parece ser que es fácil quererte -añade con seguridad, y me sorprendo un poco. Nick no es de hablar mucho, pero cuando lo hace, dice muchas cosas lindas y también sabias. Me muestra un regalo que sacó de adentro de su campera y me lo entrega. Me pidió que lo abriera, y lo hice. Lo miré y vi que era un cuaderno personalizado con los Jonas en la portada.- Ya que te gusta escribir, además dijiste que ya no tenías mucho espacio para escribir en tu diario -explica con una sonrisa medio de lado, y lo abracé agradeciéndole por el obsequio.
Llevo una mano a mi boca sorprendida y señale la portada del cuaderno—. ¡Nah! Me gustan los Jonas Brothers ¿Cómo lo supiste? —comento casi gritando y ellos se echan a reír.
— Es verdad, ¿cómo será que sabes eso, Nick? —cuestiona Kevin con tono divertido, y luego señala mi camiseta—. Aunque la próxima vez deberías poner solo a Joe —comenta Kevin a Nick, y se percatan de la presencia de su hermano. Los dos me miran arqueando una ceja divertida. Joe se coloca al lado de sus hermanos y los miro triunfador.
Niego por detrás—. En realidad, es la única playera que he conseguido que tenga una de sus caras, en mi barrio no hay de esas —me justifico, haciendo que Joe deje de sonreír—. Presumido —bromeo y le saco la lengua.
— Mentirosita —bromea también y toca la punta de mi nariz—. Cuando dejes de fingir ser alguien más, hablamos —agrega cruzándose de brazos, esperando una respuesta.
—Lo ignoro y respiro cerrando los ojos, intentando mantener la calma—. Lo siento por lo que pasará ahora —comento mirándolos. Los Jonas se miran entre sí y luego me miran sin entender. Acto seguido, miro mi cuaderno de nuevo sorprendida y los miro a ellos mientras los señalé y apunté el cuaderno—. ¡ESPEREN! —exclamo abriendo mis ojos y miro mi cuaderno, y luego a ellos. Joe me mira extrañado, mientras sus hermanos que estaban detrás de él intentaban adivinar lo que pasaría—. Us-ustedes s-son... —comienzo a actuar asombrada sin creerlo y comienzo a respirar con rapidez—. JONAS BROTHERS —grito el nombre de la banda con todo mi ser, y luego sigo con otro grito al estilo Sharpay Evans, aunque no suene igual. Ellos me ven un poco asustados, pero luego se ríen y me abrazan.
«De alguna forma era real, aun no entendía, ni sabía cómo es posible que yo, Lola, pudiera haberme encontrado a los JONAS, como si se encontra con cualquier compañero de la escuela, en una calle random de ARGENTINA»
—Eres muy buena actriz, Lola —comenta Joe mientras se alejan un poco de mí.
—Yo no estoy actuando —negué con seguridad— ser su fan —me detengo y aclaro mi garganta— perdón, ser Jonatic, es la verdad más grande sobre mí —afirme con toda seguridad, Joe me sonrió y guiñó un ojo, creo que es la primera vez que digo algo sobre mí, que sea positivo.
Igual —interviene Kevin mientras se acerca—. Nick no es el único que te consiguió un regalo —continúa mientras toma lo que Joe le dio. Cuando Kevin se voltea con su obsequio, mis ojos se abren asombrados. Llevo mi mano derecha cubriendo mi boca, viendo a Kevin sacar una guitarra de un estuche, de color azul y con un contorno negro. También tiene una correa negra y un moño rojo en el capo traste—. Ya no tendrás que limitarte a solo componer con un piano, podrás descubrir cómo fusionarlos y encontrar otras melodías —agrega entregándome la guitarra.
—Grito sorprendida y tomo la guitarra entre mis manos—. ¡Es hermosa, Kevin, muchas gracias! —lo abrazo como puedo, aún con la guitarra en mis manos.
—Y no te preocupes, está afinada —afirma sonriéndome de lado. Yo le respondo con una sonrisa también.
Un rato más tarde, estoy sentada en uno de los asientos detrás del escenario, donde están las mesas y la compu que reproduce la música, con mi guitarra, que me dio Kevin. Aun sin creerlo, estoy tocando sus cuerdas con delicadeza. Las clases con Kevin están dando sus frutos; ya puedo tocar la guitarra sin dificultad. Mientras hago esto, Joseph intenta que suba al escenario a cantar. Intento negarme y él me mira de reojo desde donde está sentado a mi lado. Se acerca a mí -Sé que te da miedo, pero tienes que animarte por lo menos una vez -me explica corriendo un mechón detrás de mi oreja-. Si lo haces, te contaré un secreto -promete Joe, intentando convencerme. Lo miro intrigada. Él me sonríe, corre su flequillo con la cabeza y luego entrecierra los ojos.
—Respiro hondo mirando el escenario y luego a Joe, que me señala el escenario con su mano—. Bien, lo intentaré —me levanto del asiento y lo miro cuando me hace señas con el dedo de que no.
Lo harás —corrige con autoridad. Miro hacia arriba con fastidio. ¡Mandón!—. O clavaré tus pies en ese escenario -agregá entre dientes señalando con rudeza el escenario.
Volteo con temor y trago saliva mientras observo el escenario. Mis pies parecen pegados al suelo, incapaces de moverse. Siento el chasquido de los dientes de Joe y sus manos en mis hombros, empujándome suavemente al centro del escenario. Todavía sostengo la guitarra, así que se la pasó a Joe. Una luz blanca brilla sobre mi cabeza, dejándome en blanco por completo. Mi pecho se agita nervioso.
De repente, una idea surge en mi mente. Quizás pueda bailar mientras canto. Después de todo, no me da vergüenza que me vean bailar. Me acerco a la computadora y busco una canción que escribí para otra telenovela. La música comienza a sonar en todo el lugar. Aunque mis manos tiemblan, tomó el micrófono y lo retire de su base. Con algo de dificultad, comienzo a cantar y a bailar al ritmo de la canción, haciendo algunos gestos con mis manos.
¡Me doy cuenta de que esto hace que mis nervios se desvanezcan! Como siempre digo, bailar es lo que me salva en momentos difíciles. Me anima a seguir adelante y me recuerda que debo luchar por mis sueños.
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Cuando terminé de cantar, caí en cuenta de lo que había hecho y me quedé pensando, un sentimiento de alegría me invadió, y busqué a Joe. Lo miré sorprendida y me acerqué a él rápido:
—No puedo creerlo —comenté emocionada a Joe, quien solo ladeó la cabeza un poco. Nada de esto hubiera sido posible sin él. De repente, un sentimiento inexplicable se apoderó de mí y lo único que se me ocurrió fue abrazarlo. Luego me senté otra vez en donde estaba antes, Fer vino a abrazarme, orgullosa de que por fin pudiera mostrar mi talento. Después vinieron Anto, Nick y Kevin. Es la primera vez que alguien me dice esas cosas, así que no sé cómo reaccionar. Solo pude decir "Gracias" con un poco de incomodidad.
Recordé que Joe me prometió un secreto si yo cantaba, así que ahora quiero mi secreto. Me giré para hablar con Joseph, pero una canción comenzó a sonar en el recinto, interrumpiendo mi acción. Lucía estaba en el escenario, a punto de cantar. Se giró para mirar a Joe con seguridad, destacando por su belleza y delicadeza. Sin decir nada, empezó a cantar.
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Joe parecía hipnotizado por Lucía, quien brillaba con su belleza y seguridad. ¡Es comprensible que él la mire de esa manera! ¡Es cuatro años mayor y todo lo hace destacar! Me preparé para hablar con Joe sobre ese secreto, pero alguien se adelantó ¡Lucía, con su sonrisa coqueta y su confianza deslumbrante! Casi puedo escuchar cómo la elogiá en su mente. Suspiro mientras observo mis zapatos, sintiéndome invisible otra vez. Mis ojos se humedecen; quizás así se siente tener confianza, hablar sin trabarse y sin miedo a que se burlen de ti.
Un impulso de contarle todo lo que siento recorre mis venas. Miro hacia el escenario. Aunque acabé de cantar frente a todos los invitados, durante la actuación sentí que en cualquier momento podría cometer un error y que todos se burlarían de mí. Sentí que en cualquier momento saldría corriendo, porque aunque estaba cantando, me sentía incómoda y creo que se notó por cómo Joe me miró al terminar.
Joe y Lucía seguían charlando cerca, ella sonreía por cada cosa que Joe le decía. Se veía tan diferente hablando con ella, parecía menos serio, rudo o frío, tenía otra mirada o forma de ser con ella.
Vuelvo mi vista al escenario, frunciendo el ceño y apretando mi mano en un puño, siento angustia de golpe por ser tan cobarde. Por un momento sentí el impulso de ir, pero, cuando lo iba a hacer, las luces se apagaron, lo que me sobresaltó. Luego, puedo divisar una luz tenue acercándose. Veo que es Guillermo caminando hacia mí con una torta de cumpleaños de chocolate, crema y fresa. Encima de esta había una decoración en brillos rojos con mi nombre, y la velita de cumpleaños. Escucho cómo todos comienzan a cantar y aplaudir "Feliz cumpleaños", pero mis sentidos se agudizan, haciendo que solo destaquen tres personas. Aún no he pedido mis tres deseos, pero puedo asegurar que si no estuvieran ahí parados detrás de mí, serían uno de mis deseos más grandes. Estoy tan agradecida con la vida por darme la oportunidad de conocerlos en persona.
Cuando terminan de cantar y aplaudir, me acerco a la torta y miro la velita aún encendida. Siento que alguien apoya sus manos en mis hombros, y sé que es Joe por la sensación que me da cuando está cerca. Miro de reojo y veo a Nick a mi derecha y a Kevin a mi izquierda, con Joe en el medio. Sonrío para mí misma, porque juraría que siempre se paran en la misma posición, como si estuvieran programados para hacerlo así. Observo la velita una vez más y cierro los ojos, inhalo profundamente. «Mis tres deseos los pediré en una sola frase: deseo que la vida siempre me conecte donde sea que vayan Joe, Kevin y Nick» Soplo rápidamente la velita, sintiendo cómo me pongo nerviosa al darme cuenta de que todos me están mirando, esperando que termine de pedir mis deseos. ¡Qué vergüenza!
De repente, una luz blanca se enciende en el escenario y una melodía llena el bar de música. Apenas comienza y ya sé qué canción es. Mi corazón comienza a latir con fuerza cuando la reconozco. Miro hacia el escenario con temor.
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Allí está Matías, mirando hacia donde estoy yo. No quiero mirarlo, ya no quiero verlo. Cierro los ojos con miedo y me doy la vuelta. Siento que me quedo sin aire y que las lágrimas quieren salir de repente. Los hermanos Jonas me están hablando, pero ya no puedo escuchar nada más que su maldita voz. Solo quiero irme de allí, así que no lo pienso dos veces y salgo corriendo del bar hasta la plaza cercana.
Estaba allí, con las manos en la cara, llorando y recordando todas las cosas feas que me hizo M-Ma... el idiota. Ahora que sé mi verdadera edad, puedo entender por qué a mis hermanos no les agradaba que me acercara a él. Aunque Matías y su familia hayan sido de gran ayuda cuando nos mudamos a Buenos Aires, hasta hace un año, parecía como si no existiera para Matías. Y luego, de la nada, comenzó a hablarme y parecía amigable, pero creo que solo estaba fingiendo o tal vez había algo más.
Mientras estaba sentada, llorando, podía sentir el viento frío rozando mi cuerpo. De pronto, pude notar que había alguien. Escuché unos pasos cerca y pude reconocer quién era por la energía que transmitía cuando estaba cerca, esa energía cálida y suave. Sin mirar ni tener miedo, dejé que se sentara a mi lado, como aquel día que nos conocimos, ese encuentro que vive en mi corazón desde hace cuatro meses. Escuché cómo aclaraba su garganta y luego posaba su brazo izquierdo sobre mis hombros, me trae contra su pecho. Luego, me rodeó con su otro brazo, y ahí fue cuando me sentí segura. Cerca de él, todos mis miedos se desvanecía.
Sentía su respiración suave y pausada— ¿Tienes frío? —pregunta el muchacho de ojos avellanas intensos, y cejas pobladas, mientras siento que se aleja un poco de mi, y luego me cubre con lo que supongo es su chaqueta, siento la calidez protegiéndome del frío, Joe corre mis manos de mi cara, siento sus ojos cerca de mí— abre tus ojos, Lola —me pide mientras siento su pulgar rozar mi mejilla, limpiando algunas lágrimas de mi rostro- además tengo que contarte algo importante —susurra como si se tratase de un secreto, suspiro antes de abrir mis ojos.
Abrí los ojos y me encontré con la dulce y simpática sonrisa de Joseph, que rápidamente despejó un mechón de mi cabello de mi rostro.
—Estoy bien, solo necesitaba salir un momento —me apresure a decir, anticipando sus regaños. Joe asintió con comprensión.
Después apartó la mirada y observó a su alrededor antes de volver a posar sus ojos en mí con una suave risa, acercándose.
—Hoy estuve hablando con tus hermanos, especialmente con Guillermo —me informó Joseph, y yo lo miré con atención—. Les propuse que tú y Fer vinieran con nosotros durante las vacaciones de invierno.
Mis manos instintivamente cubrieron mi boca ante la noticia.
—¡No puedo creerlo! —exclamé emocionada, saltando y aplaudiendo—. Imagino cómo será estar en su casa con Fer, fortaleciendo nuestra amistad. ¿Podría ser esta la oportunidad más emocionante de mi vida? ¡Definitivamente!
Joseph me miró con diversión, y yo incliné la cabeza, esperando sus palabras. Él me hizo una señal para que me acercara, y así lo hice, ansiosa por escucharlo.
—A pesar de que al principio no fue nada sencillo, y aún sigue siendo difícil a veces, tú y yo sabemos que desde un inicio sentimos una conexión especial —dijo, llevando una mano a su corazón con una media sonrisa. Asentí, pensando que no era solo yo quien sentía como si lo conociera de toda la vida. Nunca había sentido tanta confianza con nadie como con él—. Y sé que va a ser muy difícil tanto para mí como para ti cuando me vaya.
Escuchaba sus palabras atentamente, y mis ojos volvieron a humedecerse. De repente, una sensación de angustia tomó mi garganta, haciendo que me sintiera melancólica.
Joe —apenas mencioné su nombre, y mi boca se curvó hacia abajo, un suspiro acompañado de un sollozo—. Yo... te voy a... extrañar mucho... —expresé con angustia, cubriendo mi boca con mis manos, que estaban escondidas en las mangas de la chaqueta de Joe, y mis lágrimas amenazaban con salir.
—Justamente —dijo, llevando una de sus manos al interior del bolsillo de su chaqueta, de donde sacó una caja de aspecto fino de terciopelo azul zafiro, con un moño dorado en el medio. Debajo de este había una nota que decía "Happy Birthday"—. Quiero darte esto para que sepas que no importa dónde estemos, tú y yo siempre estaremos juntos, aun estando separados —explicó mientras abría la caja, dejando ver un collar con un corazón incoloro, o más bien medio corazón. Yo volví a sorprenderme y no pude evitar sonreír al verlo, tomándolo entre mis manos con delicadeza.
Miré a Joe con indignación, pero él me miró con diversión.
—Igual creo que vino fallado —comenté, mostrándole la caja con una sola mitad, pero él se rió a carcajadas en mi cara, despreocupado. Lo miré sin entender—. ¿No estás enojado? —pregunté sorprendida, intentando entender por qué se reía.
—No, no vino fallado —alcanzó a decir entre risas. Su forma de reír evitó que me pusiera triste—. Esa era la otra parte del regalo —comentó, mientras tomaba el collar, metía la mano en el bolsillo de su pantalón y me mostraba otro dije igualmente partido. Los unió, y una vez juntos se iluminaron en un color verde, lo que me sorprendió. Nunca había visto un collar igual, era increíble—. Esto es para demostrarte que yo jamás voy a olvidarme de ti, y para que sepas que desde ahora, nunca más estarás sola —dijo, entregándome el collar. Me lo coloqué y lo miré, sonriéndole—. Además, también te recordará que siempre debes luchar por tus sueños —concluyó, mostrando su sonrisa más cálida. Sus ojos se hacían chiquitos cuando sonreía. Luego tomó mi brazo para rodearme con sus brazos, protegiéndome y dándome su confianza.
—Es hermoso Joe —afirme con seguridad cuando me separé de su abrazo. Él toma la otra mitad del collar y se la coloca en el cuello, lo que me hace sonreír.
—Mira, ahora siempre que vea este collar, me acordaré de ti —explica con simpatía, luego niega con la cabeza de forma chistosa— igual, no creo que pueda olvidarme de ti, niña —comenta seguro, y me hace reír al ver sus caras locas y tontas.
Joe insistió en volver al bar, pero sinceramente ya no quería volver ahí. Quería estar en casa. Volví al bar solo para tomar los regalos que me dieron Nick, Kevin y Fer. No es que me hayan dado muchos regalos, realmente no es lo que más me importa. Solo quiero que mis amigos estén cerca para festejarlo con ellos. Lo demás no me interesa. Si hubieran hecho mi cumpleaños en casa, por mí, hubiera sido mejor. Pero la verdad es que nunca me habían hecho una fiesta sorpresa y estoy feliz por eso.
Los chicos se preocuparon cuando salí del bar. Qué lindo. Jamás pensé que alguien se preocuparía por mí. Ni mis hermanos salieron a verme cuando salí, pero quizás estaban ocupados con otras cosas, ¿no?
Llegamos a casa y decidimos hacer una pijamada en la sala grande. Pusimos películas y antes de irnos del bar, nos robamos la torta. Quizás me hayan hecho una fiesta sorpresa, por eso la mayoría de los invitados eran compañeros de la escuela, pero no mis amigos, y yo no los invité. Además, es MI cumpleaños, así que me traje lo que me pertenece, la torta, obvio.
Volvieron a cantarme el feliz cumpleaños, pero este fue más especial aún, ya que me la cantaron mis tres chicos favoritos y mi mejor amiga. Este sí es un buen plan para celebrar mi cumpleaños, con mis mejores amigos, mucha música y haciendo lo que quiero en mi casa.
Luego nos fuimos a dormir, pero antes de caer dormidos, hicimos una ronda de chistes y nos pusimos a cantar en la oscuridad. Nos dolía la panza de tanto reír. Nick, Kevin y Joe comparten una gran simpatía entre los tres. Siempre nos hacen reír con sus locuras.
Me fui a dormir con una sonrisa en el rostro, soñando e imaginando lo divertido que será cuando estemos juntos nuevamente en vacaciones en su casa. Siento que allí todo será más fácil y seré más libre, o eso pienso yo.
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Momentos Musical:
🎶 Yellow - Coldplay 🎶
https://youtu.be/XLLMRvOAJM8
🎶 Y ahora que - Laura Esquivel 🎶
https://youtu.be/PRu2tE-qdW0
🎶 Tango Lloron - Brenda Asnicar 🎶
https://youtu.be/OlwZOiICFic
🎶 Nadie Más - Ivan Nilson 🎶
https://youtu.be/Ycgv5SO63Ao
Espero que les este gustando los capítulos, no se olviden de darle like o comentar o compartir si les gusta la historia
💋-A
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