Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Promesa Rota

Capítulo 29

Fruncí el ceño al ver a Camilla hablando con un chico de cabello corto y negro y piel bronceada. Todo me parecía normal hasta que ella envolvió sus brazos alrededor del cuello del hombre, y luego ambos se miraron con afecto. ¿Dónde estaba Joe? ¿Y por qué ella estaba abrazando a alguien más? Quizás sea un amigo, ¿no? No tiene por qué ser un interés romántico, ¿verdad?

— ¿Aún no le has dicho? —interrogó el muchacho de ojos verdes, mirando a Camilla con algo de tensión—. Sabes que se enterara tarde o temprano, ¿verdad? —argumentó él, con un tono claro.

Lo sé —dijo Camilla, inclinando la cabeza un poco y dedicándole una media sonrisa—. Es que está muy ilusionado y quizás esto manche mi imagen —explicó, y luego le dio un beso en los labios rápidamente al hombre de cabello negro y ojos verdes.

Parpadeé varias veces sin creer lo que estaba viendo. Debería contarle a Joe. ¿Y si no me creé? O quizás debería esperar a que ella le diga. No quiero que Joe sufra por culpa de Camilla. Fruncí el ceño pensando en qué hacer con esta revelación. Prometí no volver a mentirle a Joe, y esto es importante porque lo involucra a él y sus sentimientos. Estaba por irme cuando, sin prestar atención por dónde caminaba, me choqué con el chico que estaba con Camilla hace un rato. Él siguió su rumbo y yo volteé para ver qué Camilla me había visto. Antes de que pudiera decir algo, intenté irme corriendo, pero ella me interrumpió el paso y se inclinó poniéndose a mi altura. No quería hablarle, solo quería irme...

— Sé lo que viste —dijo ella, señalándome con su dedo índice y con un tono "dulce"—, pero no digas nada, ¿está bien? —me ordenó, tratando de parecer "tierna".

Me crucé de brazos y fruncí el ceño ante su voz. Quizás tenga 12 años, pero no soy una tonta.

— Le prometí a Joe que no volvería a mentirle —dije firme, pero Camilla se rió—. Él es mi mejor amigo —aclaré con total seguridad, y de pronto ella se puso seria y quizás algo inquietante.

Además, yo estaba por decírselo —intentó convencerme, pero no dejé que me intimidará con su mirada—. Si le dices, Joe podría enojarse contigo —continuó Camilla, pero yo seguí negándome hasta que ella me tomó del brazo—. Si tú le dices, haré que te devuelvan a tu país en un instante. Incluso no volverás a ver a Joe, ni a sus hermanos, nunca más —con tono amenazante, ella me apretó la muñeca con un poco de fuerza. 

Intenté zafarme de su agarre, pero no podía. Las lágrimas picaban con salir del miedo que tuve cuando ella me soltó bruscamente. 

Antes de irse, me miró de arriba a bajo—. ¿De verdad crees que Joe será tu "mejor amigo" siempre? —cuestionó Camilla, y luego se rió con sarcasmo—. O sea, mírate. Tan solo eres una niña ordinaria. Él tiene muchos amigos más importantes y con más nivel, comparados con tan solo una niña corriente —finalizó ella, haciendo que mi corazón se rompiera.

Jamás había pensado en eso. No me puedo comparar con la gente de su entorno. Yo realmente no soy nadie. No tengo fama ni dinero. Los Jonas están fuera de mi alcance. Yo no valgo nada. Solo traigo problemas a los demás, e incluso ellos tendrían problemas por mi culpa. Por haberme escapado de casa, ahora ellos serán responsables de mi "travesura".

Camine hasta donde estaba los chicos, sentados en una banca, pero, cuando mire ellos no estaban ahí, ¿se habían olvidado de mi? mi corazón comenzó a agitarse cuando voltee para todos lados y no los vi, estaba parada cerca del banco, sintiendo como de golpe todo me daba vueltas, sentía que mi garganta se cerraba de a poco, haciéndome respirar con dificultad, me senté un rato en el banco, quizás si me quedaba aquí, ellos vendrían por mi, pero, un sentimiento de nerviosismo que no comprendo aún, se apoderaba de mí, intentando recordar la dirección de la casa de los Jonas, pero, mi mente estaba en blanco, mis lágrimas comenzaron a salir, haciéndome sentir miedo y como si todo se volviera borroso de golpe, trate de tranquilizarme, pero, no podía, de golpe veo a una persona que me estaba observando de lejos, podría jurar que se parecía a Joe, con el cabello planchado y con fleco al costado, pero, sabía que no era él, pero, sentía sus ojos clavados en mí, me hacían sentir incómoda, no pude distinguirlo bien, ya que tenía los ojos inundados de lágrimas, pero, sentí que alguien me toco el hombro, por lo que me di vuelta y vi a Joe, quien me miraba con una sonrisa, y luego se puso serio.

— ¿Donde estabas Lola? —interroga mirándome con algo de pena.

Me distraje viendo unos libros allí y cuando voltee ya no estaban —le explique entre lágrimas, intentando tranquilizarme, Joe me abraza y luego se reincorpora.

— Esta bien, no te preocupes —me tranquiliza en tono suave y me dedica una media sonrisa, yo le devolví la sonrisa.— tienes que avisar cuando quieres ver algo —me indica Joseph, y yo asiento.

Cuando llegamos a donde están Kevin, Nick y Fer, estos dos últimos estaban tomados de las manos, Fer tenía en sus manos un dulce en forma de corazón, que le regaló Nick, son tan tiernos, parecieran que tienen mucho en común, y casi nunca discuten, pero, la pasan bien juntos, o eso es lo que me dijo Fer, y es exacto como realmente cómo se ven, una pareja muy bonita y que se quieren mucho. Lo que sé es que hay un problema, y es que aún no están preparados para darlo a conocer, ya que Fer teme que las fans no la acepten, y Nick no se preocupa por las fans, sino, por discográfica o por el canal del ratón, no entiendo porque no les permitirían salir con quienes ellos quieran, o ser como a ellos les gusta, siempre soñé con ser parte de una serie o película de Disney, pero, a Joe mucha gracia no le hizo, no entiendo porque, pero, antes de ser cantante o bailarina, soñaba con actuar en Chiquititas o en alguna serie hecha por su creadora, pero, es un sueño frustrado, por eso es que acepte escribir canciones para series o telenovelas de Argentina, con la esperanza de que algun día me notaran.

Llegamos a casa de los Jonas, eran las 18:00 hs, al entrar a la casa, sentimos un olor dulce y chocolate muy delicioso, por alguna razón sentí una sensación de alegría y calidez, como una caricia al alma, algo que nunca había sentido antes o que no recuerdo haber tenido.

Mientras estaban en la cocina, yo subí a la habitación que era de Joe, para buscar algo de ropa, me duche intentando olvidar la sensación espantosa que sentí cuando pensé que había perdido a los chicos, ahí es cuando recordé lo que vi en el centro comercial, pero, yo le prometi a Joe que no le volveria a mentir, pero, no sabía cómo decírselo.

Cuando me estaba cepillando mi cabello, húmedo, desenredando con suavidad, veo a Joe entrando a la habitación, guardó el peine, e intentó salir de habitación, aprovechando que Joe, parecía no haberme visto al entrar, pero, como siempre lo escucho aclararse la garganta, suspiro resignada y me giro para ver a Joe, mirándome con los brazos cruzados.

— ¿a dónde vas? —interroga el chico de cabello rizado y ojos avellana cruzado de brazos, y mirándome directo, antes de que pudiera decir algo, Joe comento— acaso creías que se me olvidaria, que tengo que darte clases -dedujo con tono sarcástico.

Ah si, cierto —fingí recordar, la verdad que a veces intento esquivarlo, para no tener clases, pero, siempre termina encontrándome, o es imposible que se olvide, Joe tiene una muy buena memoria, y es bastante intuitivo.

— ¿estas bien? —consulta Joe mirándome con algo de preocupación, mientras me acerco a él 

«¡¿como lo hace?!»

Asiento con una media sonrisa, pero, luego otra vez Camilla y ese chico, vuelven a dar vueltas en mi cabeza, quizás no me crea, y se enoje conmigo, como dijo Camilla, y de golpe el pensamiento de que quizás no vuelva a verlo, me destruye, pero, el...— ¡¿Que?! —exclame sin querer, al ver que me estaba llamando y yo perdida en mis pensamientos.

— ¿Qué es lo que te sucede? —cuestiona Joe frunciendo el ceño, mientras se levanta de la cama, para tomar el portapapeles, se para frente a la tv, y yo camino hacia uno de los puffs, pero, antes de sentarme lo miro, Joe aun estaba esperando la respuesta, por lo que tomé coraje por una vez y lo mire a los ojos, y respire hondo antes de hablar.

Trago saliva y aprieto mi mano en un puño tomando coraje, pero, al momento de hacerlo, de mi boca salio otra cosa— ¿tu crees que estoy mejorando? —le pregunto, asegurandome de que no se enoje cuando se lo diga, Joe frunce el ceño extrañado y me mira.

— Suspira y se pone en cuclillas— Por supuesto, Lola —me responde con suavidad— como te he dicho antes, te falta confianza —explicó Joe, mientras me señala con su dedo índice mi corazón— Cree en ti, Lola —aconsejó él, pero, la voz de mi cabeza me dice todo lo contrario, por lo que mis ojos pican y se humedecen mirándolo.

Lo se, pero, no puedo —confesé y luego un suspiro largo de pena salió de mi, y una lagrima callo por mi mejilla, miro a Joe que me mira con una ceja arqueada y algo enfadado, no entiendo porque se enoja, se que soy insegura, pero, no tiene porque enojarse, por eso, a veces siento que Joe, no me entiende.

— Listo —dice con un tono brusco, y se reincorporá en su postura, deja el portapapeles encima de la mesa de la computadora y me mira severamente— se acabó —hace señas con sus brazos de ya no más— ya no te daré clases —me mira antes de irse de la habitación— ya me canse de tus excusas, Lola.

Joe, y-yo... —me interrumpe subiendo su mano para que no diga nada.

— No me interesa —niega rápidamente y se cruza de brazos— yo intente ayudarte, pero, no te esfuerzas por intentar mejorar, la única manera de vencer tus miedos es enfrentarlos —su tono se eleva un poco, y me mira algo desconcertado.

Baje mi mirada a mis pies— lo siento —mi voz entrecortada por la angustia, levante mi mirada para encontrarme de nuevo con los ojos de Joe.

— Esa mirada no me va a convencer —me señala con sinceridad— No todo se soluciona llorando, seguro estás acostumbrada a que todos hagan lo que quieras con solo llorar, pero, conmigo no lo obtendrás, no voy a dejarme persuadir por tus ojitos tristes —continúa en tono severo, pero, sin elevar mucho su tono—. Bien, un asunto menos —con eso finaliza y se retira de su habitación.

Pasaron los días, sin que Joe me haga caso, ya que estaba algo distante, ya ni siquiera hablamos, simplemente me ignora, y a pesar de que casi no lo soporto, siento que no puedo estar sin saber si esta bien o mal.

Estábamos Fer y yo sentadas en la habitación donde ella dormía, charlando e imaginando que nos quedamos a vivir para siempre aquí, imaginado que iríamos a una nueva escuela como en las series que vemos en la televisión.

Mientras Fer fue a buscar algo para tomar, yo salía del baño del pasillo, cuando vi a Joe subir algo extraño a su habitación y cerrar la puerta con brusquedad, hubiera ido a verlo, para saber que le pasaba, pese a que estamos peleados, Joseph sigue siendo mi mejor amigo, y no quisiera verlo triste, pero, dudo que quiera verme, así que volví a la habitación esperando a Fer, pero, cuando iba a sentarme en el borde de la cama

Fuiste tu ¿verdad? —me señala entrando en la habitación—. Tu le dijiste a Joe -continuó arqueando una ceja.

— ¿Que? —la mire sin entender de qué hablaba— no entiendo de qué hablas.

Sabes, muy bien de lo que hablo —me acuso Camilla entrecerrando sus ojos-.

— cuando deduje de que hablaba, la mire con los brazo cruzados— no, en realidad, lo estaba pensando —suspire, pensando que quizás Joe se enteró que Camilla lo estaba engañando—. Pero, no —negué con sinceridad.

¿cómo es posible que supiera donde estaba? —cuestioná acercándose más a mi, y me mira de arriba abajo intentando rebajarme— realmente, no se que hago perdiendo el tiempo contigo —hace una mueca de rechazo con sus cejas— solo eres una niña ordinaria —Camilla se inclina con una sonrisa falsa— no te acostumbres tanto a esto —me "aconseja" de forma despectiva— no olvides que tan solo eres una fan más del montón —continúa con crueldad, sus palabras me hacían daño, y sabía que es cierto, por más que ellos me consideren su amiga, algún día tendré que volver a Argentina, y como todos, los Jonas, se olvidarán de mi y mientras yo me quedo con todo los recuerdos— Joe, es una celebridad y tu, pues, tan solo una niña común y corriente, no puedes compararte conmigo, o alguno de sus amigos, no eres tan relevante como... —Camilla me jalaba de la muñeca con un poco de fuerza, yo intentaba que me soltara, sus palabras eran crueles, el miedo se apoderaba de mi e impedía que me pudiera defender, hasta que unos pasos irrumpieron en la habitación.

— Camilla, ya dejala —esta por fin me suelta «genial ahora me quedara un moretón, se me marcan enseguida» voltea hacia la puerta, y ve a Joe parado en la puerta, sin pensarlo corrí hasta donde estaba Joe, y me posicione detrás de él con temor, intentando protegerme, sin dejar de observar la escena, algo asustada aun.— por favor, ya te dije que no quería verte —su tono era apagado y serio— te pido que te retires, de todas formas esto ya no iba para mucho más —finalizó, volteo su rostro un poco, esperando a que Camilla se retire.

Desde donde estaba pude ver desde arriba como se iba por la puerta, fruncí el ceño y le saque la lengua cuando cerró la puerta principal, escuché un carraspeo y suspiré sintiendo sus ojos posados en mí, lo miro con una sonrisa cómplice y me encuentro con su mirada algo decepcionada y cruzado de brazos.

Lo sabías y no me lo dijiste —asiente frunciendo sus labios molesto, suspira indignado— Sigues mintiendome —niega con su cabeza, antes de irse hacia su habitación.

— Joe, puedo explicarlo —lo sigo mientras intento que me escuche, pero, no lo hace— pensé que... —se detiene bruscamente y voltea, justo a lado de la puerta de su habitación.

No me hables —indica rápidamente y antes de ingresar vuelve a mi— tu ya no eres mi amiga —aclara con frialdad, mi corazón se dividió en dos cuando lo escuche, la angustia se comenzaba a apoderar de mi garganta— y alejate de mi y de mis cosas —las palabras de Camilla volvieron a resonar en mi mente, cuando lo escuche a Joe pedirme que me aleje, y tambien un sentimiento de culpa me invadía de repente.

 «Arruinaste todo, otra vez» una voz en mi cabeza me repetía esto, una y otra vez, hasta que mis lágrimas salieron de ellas, si tan solo pudiera explicarle, pero, simplemente me ignoro, aunque ya me estaba acostumbrando a eso, realmente no éramos tan amigos, ya que, para Joe no existo, no soy a la primer persona que Joe elegiría si tuviera algún problema o si quisiera hablar de algo serio.

...«no me siento suficiente, ni como amiga»...

Los días pasaban, a pesar de que Joe estuviera distante conmigo, los chicos siempre buscaban algo para hacer con nosotras. Un día recibí una videollamada desde mi laptop, de Guillermo, donde me contaba que había arreglado algo, pero, que no podía decirme porque quería asegurarse de que pueda realizarlo, pero, me dijo que podía quedarme tranquila, porque podía quedarme en casa de los Jonas, al menos, hasta que pueda solucionarlo. 

---

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro