Cade se movió tratando de soltar el agarre de Chris contra él después de que salió de su estupor; sin embargo este no cedía. Alec miraba la escena congelado, nunca pensó que este día se tornaría así, y menos aún que se desarrollara la escena frente a él. Escuchaba los sollozos del chico pelinegro y sentía que debía acercarse, pero sus piernas parecían no funcionar por el momento.

¡Suéltame Chris!, ya hicieron lo que querían-. Gritó haciendo que Chris lo soltara. Cade corrió hacia Crimson quien todavía estaba encogido sobre el suelo llorando horrorizado por la herida en su brazo.

El alfa se acercó observando como la sangre salía de su brazo descontroladamente y movió sus manos por encima de pelinegro para intentar ver como ayudarlo. Sin pensarlo mucho más lo levantó del suelo sintiendo escalofríos al ver la sangre manchar sus manos y observar el rostro contraído de Crimson.

Estaba lleno de sangre, moretones, y lagrimas rodando por sus mejillas. Sus ojos picaron y no pudo aguantarlo más, lloró por el chico, él no lo conocía pero nadie tenía que pasar por esto. Volteo a ver a todos los alfas.

Esto...-. Se detuvo un momento con su voz temblando-. Esto es horrible, son unos malditos todos-. Comenzó a caminar por la parte del bosque decidiendo no pasar con el omega de esa forma frente a todos-. Y tu-. Señalo a Alec que lo miraba con lo ojos abiertos-. Ya no eres mi mejor amigo, vete a la mierda.- el había podido detener esto, nadie lo había estado deteniendo como Chris a él, y aún así no había hecho nada. Eso significaba que estaba de acuerdo ¿no?

Corrió con Crimson hasta su auto tardando un poco más de lo habitual. El pelinegro se sentía muy ligero en sus brazos, tal vez demasiado. Eso lo asustaba, ya no podía oler el miedo inicial de Crimson y tampoco su olor, talvez ya era demasiado tarde.

En cuanto llegó a su auto maniobró para abrir las puertas y dejar a Crimson sobre el asiento trasero. El chico se miraba pálido tomando su brazo con fuerza, Cade le miró unos segundos antes de reaccionar y correr hacia la puerta de piloto. El hospital no estaba tan lejos pero se sentía una eternidad escuchando los sollozos del chico, pequeños hipidos salían de los labios del azabache cada par de segundos.

Al ver el edificio se estacionó justamente en la entrada y salió apurado llamando la atención del personal de emergencias. Su rostro posiblemente lo expresaba todo y sus manos todavía tenian sangre.

¿¡Alguien podría ayudarlo?!-. Abrió al puerta trasera del auto sorprendiendo a todos-. Por favor-. Habló preocupado. Un equipo de enfermeros se acercó a Crim ayudando a levantarse de los asientos. Acercaron una camilla movible y colocaron al omega sobre ella comenzando a medir sus signos vitales.

Cade corrió a estacionar su auto una vez la camilla desapareció dentro del edificio y meditó que hacer por unos momentos. ¿Llamar a los padres de Crimson? Posiblemente el hospital lo haría. ¿Y a quien más? Suspiró caminando hacia la sala de espera del hospital y se sentó sobre una de las sillas.

Su teléfono comenzó a sonar y la pantalla mostró que era Alec. La miró unos segundos y cortó la llamada sin miramientos, Alec había permitido que esto pasara.
Su teléfono comenzó a sonar de nuevo haciendo que Cade suspirara y decidiera apagar el celular. Estaba muy abrumado como para responder en el instante.

Esperó unos minutos sin saber que hacer hasta que decidió que debía limpiar sus manos, era horrible que todavia tuviera sangre del omega sobre ellas. Se dirigió la baño, comenzando a lavar sus manos con fuerza para dejar correr la sangre, debía limpiar su carro también.

Se sentó de nuevo desesperado esperando a que alguien pudiera decirle a algo de Crimson viendo ansiosamente a cada enfermera que salía.

Disculpe, ¿sabe algo del chico que entró conmigo?-.preguntó a la chica frente al mostrador. Ella le miró unos momentos levantandose para hablar con las otras enfermeras.

No podemos informarte si no eres familiar -.sonrió de manera triste. Cade suspiró desesperado, se sentía culpable.

¿Sus padres contestaron entonces?-. No era desconocido el hecho que Crimson y sus padres no se llevaban bien. La chica del mostrador negó como él ya esperaba pero le miró por un par de segundos.

Te dejare entrar porque se quien eres y creo que él necesita a alguien ahorita-. Le miró cuidadosamente ya que técnicamente no era permitido hacer eso..- vamos-. Se levantó de su silla invitándolo a pasar por uno de los pasillos.

Tocó la puerta suavemente y la abrió encontrándose con Crimson recostado sobre la camilla viéndolo nervioso y sorprendido. Entró dudasomente con la enfermera quien miraba la reacción de Crimson.

¿Como estas?-. Preguntó después de un par de momentos queriendo golpearse apenas salió la frase de su boca. Crimson tenía varias vendas sobre su pecho que era donde había había recibido una gran parte de los golpes, su brazo tenía puntos por toda la herida con un color morado y amarillo, y su rostro tenia varias contusiones. El pelinegro le miró con uno de sus ojos inyectados en sangre, comenzando a sentirse demasiado nervioso. Movió sus dedos nerviosamente viendo como Cade se acercaba a él, sin saber como responder.

Hey, tranquilo Crim-. Cade le dio una sonrisa cálida. Crimson sintió algo tibio expandirse por su pecho al saber que alguien había venido a verlo. Había estado solo muchas veces en camillas similares así que sintió emoción de ver a Cade vistandolo.

¿Puedo decirte así cierto?-. Preguntó después de un tiempo sin que respondiera. El pelinegro simplemente asintió tímidamente.

Y-yo... si-. Murmuró nervioso-. Mi-mis padres-. Miró a la chica que todavía estaba en la habitación y ella le miro con compasión.

No contestaron de nuevo-. Confirmó haciendo que los ojos de Crim se humedecieran y los cerrara mientras las lagrimas comenzaban a bajar por sus mejillas.- lo siento mucho Crimson-. Le miró triste al ver como este seguía llorando de forma silenciosa. De todas las veces que había venido el pelinegro sus padres nunca habían venido a verlo, esta vez había intentado más que nunca porque no lo había visto tan mal alguna otra vez.

Cade se acercó lentamente a Crimson, sentándose a su lado y comenzando a sobar suavemente la parte inferior de su brazo. El omega dio un salto al sentir la mano de Cade e intento moverse para el otro lado.

Oye...-. Interrumpió Cade, los ojos del pelinegro se llenaron de lagrimas mientras lo miraba. ¿Qué debía decirle al alfa?-. No te haré nada, estoy... estoy aquí para ti Crimson-. El omega le miró impactado por unos segundos antes de asentir suavemente. Su cuerpo comenzó a relajarse levemente y sintió un agradable sensación recorrerlo.

La puerta se abrió repentinamente dejando entrar a un doctor que Crimson conocía muy bien. Al ver a los dos chicos juntos se detuvo unos segundos.

Disculpen la interrupción-. Habló bajo. Ambos le miraron sin decir nada y la chica del mostrador salió de la habitación rápidamente antes de que el doctor pudiese hablarle.- ¿eres familiar de Crimson?-. Cade negó-. Entonces no p-. Fue interrumpido por Crimson.

¿Puede q-quedarse?-. Sabía que era el momento donde le informaban todos las heridas que tenía, ya no era nuevo para él. Pero quería que alguien estuviese con él, no quería sentirse solo de nuevo escuchando todo lo que estaba mal.

El doctor después de unos momentos aceptó viendo el rostro de Crim-. Bien-. Suspiró el beta-. Antes de hablar de esto quiero recordarte de lo que hablamos la última vez-. Lo miró acusatorio-. Estas muy por debajo de tu peso ideal, prometiste que te alimentarias mejor.- el omega me miró angustiado.

Si lo intento-. Habló bajo-. P-pero no puedo s-sostenerlo mucho tiempo-. Hizo una mueca triste. El estrés de ser golpeado todos los días podía más que él, hacia que vomitase muchas veces su comida solamente de pensar lo que pasaría. Se sentía tan ansioso todo el tiempo que no podía evitarlo.

Cade asintió viendo como efectivamente el pelinegro era demasiado delgado, los huesos de su clavícula sobresalían un poco y sus brazos eran muy delgados. Realmente no se imaginaba el tipo de repercusiones que vivir eso todos los días significaba para alguien.

Ahora-. Suspiró-. Esta vez es peor Crimson, siempre tienes varios golpes y hematomas, pero esta vez tienes tres costillas rotas, la muñeca también. Esto no puede seguir Crimson, tu proceso de recuperación se ha ralentizado considerablemente y el riesgo de que tu cuerpo no pueda recuperarse más se esta volviendo peor cada día.- el omega sintió como si se le cayera un balde de agua encima, la única razón por la que había sobrevivido tanto tiempo es por su recuperación rápida, ahora que lo estaba perdiendo significaba que podría morir pronto.

El alfa y el beta esperaron que el azabache respondiera sin obtener nada. De todas formas se graduaría en poco tiempo y podría irse para acabar con esto. Encontraría a su pareja y estaría bien.

¿puedo irme hoy?-. Como siempre en susurró. El doctor lo miro resignado sin responder.- estaré bien-. Miró al beta, ambos sabían como eran los padres de Crimson y el beta sabía lo que sus padres le harían si no seguía las instrucciones que le daban.

Prométeme que tendrás más cuidado Crimson-. El beta lo miró de forma no profesional, con el tiempo había tomado aprecio al omega.

Lo intentaré-. El doctor asintió desconsolado tomando algunas notas sobre el expediente de Crimson para luego salir de la habitación. Ambos se quedaron en silencio por un par de momentos.

Yo te ayudaré, no puedo dejar que sigan haciéndote eso-. Cade habló repentinamente dandole una media sonrisa al omega. Este lo miró asintiendo por un par de segundos nerviosamente.

      Alec estaba furioso y angustiado. No había sido su culpa lo que le había pasado al omega, no fue su intención que todo escalara a lo que llego. Además el otro alfa no contestaba sus llamadas ni sus mensajes, sentía que debía preguntar sobre el omega si tan solo Cade contestara. ¿Qué haría ahora? Su día se habia convertido en un desaste.

Tranquilo Alec, ya la encontraras-. Consoló su madre sobándole el cabello al preguntarle como había ido hoy. No había podido contarle lo que habían hecho Paul y Chris, mientras más se repetía la escena en su mente, la sentía más horrorosa.

        Crimson por su lado estaba llegando a su casa acompañado de un preocupado Cade. Era una casa con dos pisos pero aún así pequeña, una de las pocas cosas que sus padres le habían dado. Cade ayudó a Crimson a bajarse del auto y lo ayudó a recostarse sobre él hasta llegar a la puerta. El pelinegro sacó sus llaves abriendo la puerta y permitiendo que el alfa entrara.

Su cuerpo se sentía demasiado frágil, pero al menos no dolía tanto por las pastillas que había logrado conseguir en el hospital. Estaba un poco mareado y su cuerpo se sentía pesado, aunque cualquier cosa era mejor que sentir el dolor agudo sobre su cuerpo.

¿No iras la otra semana verdad?-. Preguntó Cade una vez lo dejó sobre su cama. Crimson asintió mirándolo cansado, tendría solo el fin de semana para recuperarse.

T-tengo que ir-. Su madre se pondría como loca si le informaban que no había ido, más por la razón. Para ella ser un omega era signo de debilidad así que esto solo sería un recordatorio.

¡No puedes!-. Cade gritó frustrado haciendo que Crimson retrocedería un poco en su cama. Mordió su labio con cuidado de no lastimarse más, simplemente por habito nervioso.

Ahora quería que Cade se fuera de su casa.

Tenia miedo de ir, es más, estaba horrorizado pero no podía darse el lujo, ellos habían sido claros.

Crimson tembló levemente al recordar lo que había pasado la última vez que no había asistido, no iba a arriesgarse a otra visita de ella. En un par de días estaría mejor para movilizarse.

Tengo s-sueño-. Murmuró bajo temiendo la reacción de Cade. Se encogió un poco sobre su cama tratando de estar listo si algo sucedía pero el alfa solo le miró preocupado y asintió. Cade había entendido que lo había abrumado.

Intenta comer algo ¿esta bien?-. Cade miró a Crimson sin saber como despedirse correctamente, así que simplemente suspiró una vez el omega había asentido. El pelinegro sintió algo calido al ver el rostro de Cade, se había preocupado por él.

Suspiró recordando como había terminado su día, había pensando que era especial porque no lo molestarían. Vaya que se había equivocado. Caminó frente a su espejo de baño observando principalmente los puntos sobre su brazo, se miraba monstruoso.

Tapó sus ojos con su otro brazo y suspiro tratando de controlar su respiración. Con cuidado desinfectó su herida del brazo y se cambió para dormir más cómodo. Debía aprovechar este fin de semana para descansar.

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