—Muy bien, es momento de calmarnos.

Ahora Chigiri y Kunigami están en la habitación también. Después de que Isagi se lanzó a golpear a Bachira, Reo intentó detenerlos, y Nagi los grabó para luego enviarle el vídeo a Hyoma que estaba con Rensuke en ese momento y vinieron los dos enseguida ya que eran sus vecinos de apartamento.

—¿Qué rayos pasó? No es raro que esos dos quieran golpearse pero que ustedes estén aquí debe significar algo. —Chigiri enredó uno de sus mechones rosas en su dedo, sentado en la cama junto a Nagi.

—¿Por qué no dibujaste a Chigiri? El también es hermoso, y no tendríamos tantos problemas. —comentó Seishiro sin darle mayor importancia al asunto.

—Oh, gracias. No sabía que pensabas así de mí. —Chigiri se rió, y golpeó levemente con su puño el hombro del peliblanco, que le sonrió de regreso. —También eres guapo, amigo.

—Gracias, princesa.

—¡Púdrete! —Y ambos se estaban riendo, ignorando la mirada pesada que tenían sobre ellos.

—Nos estamos desviando del tema. —Rensuke carraspeó.

—¡Sí! ¿Cómo haremos que Isagi vuelva a encontrarse con el chico de sus sueños? —dijo Bachira, sentado con las piernas enredadas con las de Yoichi por estar peleando hace unos momentos.

—Creí que no te agradaba él.

—Veo claramente que babeas por él, así que tienes todo mi apoyo, maldito egoísta. —respondió con un puño elevado y una sonrisa. —Y te devuelvo tus privilegios.

—Te quiero, Bachi.

—Son tan gays.

—Pero no contigo, imbécil. —contestaron ambos a la vez, antes de chocar los cinco.

—Si saben que yo soy la única conexión directa con Rin ¿Cierto?

—Ya sabemos su nombre, así que siempre podemos stalkearlo en internet hasta consegir lo que queremos. No eres vital para el plan. —Bachira se cruzó de brazos con soberbia. Isagi se golpeó la cara.

—Pero te agradecería por siempre si me ayudas y así evitas que termine con una denuncia por acoso. —Una mano detrás de la nuca y una sonrisa apenada es lo que acompaña la petición del chico de ojos azules, aún cuando Meguru se mantiene digno y firme con su postura.

—Deberías ir a la fiesta de beneficencia este sábado con Reo. Ese chico de seguro estará allí. —comentó Seishiro, viendo ahora unos vídeos en compañía de Hyoma.

—¡Se supone que tú irías conmigo! Solo puedo llevar un invitado.

—Y ya no iré, me enteré que el Rey cara de imbécil estará ahí. —Se quejó Nagi, y de nuevo, todos estaban sorprendidos de verlo con un poco más de la nula emoción que demuestra siempre, justo ahora, un poco de molestia en su cara. —No voy a verlo.

—Pero...

—No quiero. —Seco, cortante, y Mikage nunca obligaría a su mejor amigo a nada. No de nuevo, y sabe que debe dar y ceder de eso se tratan las amistades, y no pondrá en peligro la suya por un capricho momentáneo de no querer ayudar al idiota.

—Bien, Isagi será mi acompañante ese día. —Yoichi celebró, aunque cambió su cara por algo más sobrio al ver la seriedad en la cara de Reo. —Y más te vale tener algo decente que usar ese día, debes ir de etiqueta obligatoriamente y sin excepción a nada. ¿Está claro?

—Como el agua.

—Iré a hacer el cambio de nombre en la lista de invitados. —Reo se levantó para irse y Nagi se levantó detrás de él para seguirlo ya que era su compañero de apartamento, y no tenía idea de dónde estaban sus llaves. Se despidió con la mano, sonriendo fugaz antes de desaparecer por la puerta.

—¿Alguno tiene un traje elegante?