iv.
—Habla. Yo tampoco me creí tu historia de solo quedarte viéndolo. —Bachira apretó los labios, y sus ojos amarillos parecieron taladrar en la nuca de Isagi que guardaba los cuadros de nuevo, como una vaga excusa para no verlos a la cara y vean el sonrojo que se apodera de su rostro. —Es que te quiero amigo pero te vuelves un poco egoísta cuando algo llama la atención de tu vena artística. ¡Incluso me abandonaste el día de la fiesta y tuve que volver solo al apartamento!
—¡Me dijiste que fuera a...!
—Espera ¿Volviste aquí en la noche de la fiesta? —El cerebro de Reo estaba trabajando, porque lo que Meguru estaba diciendo no concordaba para nada con lo que el recuerda haber visto aquel día nada más poner un pie fuera de su habitación y ser golpeado por el desastre que una fiesta universitaria descontrolada dejaba atrás.
—Volví como a las cuatro de la mañana, pero sí, volví aquí solo y me encontré a Isagi echado en el sofá cuando desperté por la tarde.
—Yo recuerdo haber visto a un pelinegro salir de la misma dirección que la habitación donde Isagi durmió esa noche en la mansión. Creí que habías sido tú, Bachira, pero ahora pensándolo mejor, ese chico era más alto y su cabello más corto. —respondió Mikage, volteando a ver espantado en dirección a Yoichi que miraba el techo como deseando que un vórtice se abriera para llevárselo. Meguru hizo una mueca.
—¡Preferiste acostarte con un desconocido, que venir a acompañar a tu querido mejor amigo, al que pudieron secuestrar, violar y asesinar! ¡Aún cuando soy yo el que te prepara la cena, maldito egoísta malagradecido! —gritó Bachira con los brazos cruzados, y un mohín en los labios sumamente ofendido. —Eso está mal, eres un pésimo mejor amigo.
—Lo siento, Bachi, yo...
—Shhh, no me llames "Bachi", perdiste ese privilegio.
—¿Terminaron con su extraña pelea marital? —Reo rodó los ojos, tenía los brazos cruzados y una ceja alzada. —Si es así, entonces quiero una confirmación directa. Dime, Isagi ¿Te acostaste con Rin Itoshi?
—Puede ser que sí. —respondió, pasando la mano por su nuca y evitando a toda costa los ojos de los chicos. Reo se golpeó la frente, y Bachira siguió con su mueca ofendida. —Técnicamente me dijo que no dijera nada, aunque ya ven que no le hice mucho caso, además que no entendí porqué tanto escándalo pero ahora veo que sí es mucho escándalo.
—No es la gran cosa pero los ricos siempre hacen un drama por todo, como si a alguien le importara con quién cogen. —bufó molesto Nagi. Isagi tuvo que cerrar, abrir lo ojos, y verlo de nuevo, no era la gran cosa, apenas el ceño levemente fruncido y la voz algo gruesa pero sí, Seishiro estaba molesto.
—Bueno, depende. Aún hay muchas personas que usan cualquier mierda para hacer daño a las grandes empresas, un hijo gay promiscuo es uno, aunque hoy día, no es la gran cosa. —Reo bufó, y acomodó la pequeña coleta que sostenía su cabello. —Aunque Rin no tiene ninguna empresa que cuidar, más bien, debe proteger a toda costa su reputación. O la de su hermano, Sae es famoso, pero Rin está ganando fama al ser también muy talentoso.
—¡Ya da igual! No busco echar a perder su reputación, ni nada de eso. Ni siquiera busco acostarme de nuevo con Rin. —Los chicos lo miraron con una ceja alzada, incluso Seishiro que por medio segundo desvió la vista del celular hacía él y luego volvió a la pantalla. —Bueno, no me negaría pero... ¡Carajo! ¡Ese no es el punto! Yo solo quiero su firma.
—¿Vas a falsificar cheques a su nombre? Porque ya te digo que mejor vayas tras Sae. —comentó Reo.
—¡No voy a robarle a nadie, imbécil! Debía dibujar un retrato de alguien que me parezca hermoso. —respondió exasperado por las interrupciones. —Y bueno, él es hermoso y lo dibujé, y me encanta, y será una nota máxima asegurada ¡Y quiero echarles en cara a todos que yo conocí a alguien tan jodidamente hermoso!
Isagi respiraba pesado, su cabeza estaba trabajando lento y su boca a la velocidad de la luz porque pensó luego de hablar y había firmado su sentencia de burlas por siempre.
—Wow, pero qué rápido te enculas, viejo. —Y ahora definitivamente quería golpear a Bachira.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro