Siglos atrás, en la zona que hoy es conocida como Mesoamérica, floreció una de las civilizaciones más importantes y reconocidas de la historia mundial: la civilización maya. Dotados de un amplio conocimiento en campos como la matemática, la arquitectura, las ciencias y la astronomía, los mayas dejaron una huella profunda en la cultura occidental.

Lo que nadie conoce a fondo es su afinidad a la magia, siendo algo que se ha comentado, pero jamás estudiado con lujo de detalles.

Bien sabido es que los sacerdotes tenían un alto prestigio dentro de la jerarquía social. Eran líderes religiosos y espirituales, tan respetados como temidos. Uno de ellos, cuyo nombre se ha perdido en el tiempo, aprovechó su poder para crear trece piedras mágicas, referidas por algunas fuentes como las Piedras del Nahual, que debían haber sido usadas por los guerreros más fuertes de su ciudad-estado tanto para protección como para conquista y captura. Nunca se supo, eso sí, si dichas piedras fueron alguna vez utilizadas. El abrupto fin de la civilización maya coincidió con la repentina desaparición de las piedras, quedando solo unos cuantos códices y documentos que mencionan su existencia, mas no si su poder tuvo alguna manifestación.

Hasta el día de hoy, el paradero de las Piedras del Nahual sigue siendo un misterio.