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Capitulo 5

-Estoy cansada, me daré un baño y me iré a dormir.

Dice a Carrie arrastrando los pies por las escaleras.

-Esta bien yo...-No puedo decirle que iré al instituto.- ¿Te conté que me inscribí en un curso de Matemática avanzada?.

Carrie me miro y suspiro.

-Ann, ¿que no te cansas?, la escuela es el único lugar donde esta permitido estudiar, o dormir.- Dijo pensándolo mejor. -Pero has lo que quieras.

-¡Tengo que cambiarme!.- Subo corriendo las escaleras hacia mi habitación, por poco empujo a Carrie escaleras abajo.

-¡Cuidado!.- Replica aferrandoce al barandal de madera.

-Lo siento.

Ya en la habitación me propongo verme bien, pues en las dos veces que Colton me ha visto, he estado de lo peor no he puesto ningún esfuerzo para destacarme en lo mas mínimo. Así que me coloco en frente de mi armario, no me apetece llevarme jeans, shorts o falda. Me adentro en el armario y en el fondo puedo divisar un vestido blanco con pequeñas flores purpuras, es corto, pero no tan corto, en lindo, sin si quiera pretenderlo. Me lo pongo y como no seria adecuado llevar tacones, me pruebo unos converse blancos, me paso unas cuantas veces el cepillo hasta lograr que este dividido en dos, me lo coloco en la parte del frente haciendo haci que caiga sobre mi pecho en unos bonitos risos naturales, me pongo mascara de pestañas, brillo labial y lista me veo presentable.

Estoy casi por salir cuando entra Mell con una taza de café en la mano y envuelta en una manta.

-Que te pasa Mell te vez... Terrible.- Dijo por que tiene unas enormes ojeras, esta pálida, y tiene los ojos rojos.

-Gracias por tu sinceridad Amiga. La verdad es que cuando ustedes se fueron yo me quise dar un baño para después irme de compras,- me explica mientras camina hacia la cama.- pero cuando ya estaba en la ducha, en vez de encender el agua caliente encendí la fría. Y esa fue mi triste historia de como fue que pesque un resfriado.- Dice mientras da un sorbo de café.

Intento reprimir una risita, que advierte en salir y burlarse de Mell.

-No tienes remedio alguno Mell.- Me acerco a la cama para taparla con una manta que esta a su lado.

-Por cierto, estas muy guapa, ¿Adonde vas?.- Aquí vamos, con el interrogatorio de la super detective Mell Price. Suspiro para mis adentros.

-Ya te había contado, me inscribí en unos cursos de Matemática Avanzada.

-¡Oh! eso significa que veras a ese chico que me contaste, como es que lo llame.- Se empieza a tocar la barbilla, como si eso la pudiera hacer recordar.- ¡Oh! claro, tu imposible.

-Si Mell, lo veré.- Le digo tratando de reprimir mi entusiasmo.

-Bueno, Suerte.- Y se le escapa un estornudo.- Que mal, yo estaré aquí toda la tarde sin hacer nada. Oh espera un momento, en el otro cuarto esta Carrie, ya tengo quien me haga compañía.

-Claro, puedes contar con Carrie siempre y cuando este de buen humor.-Le advierto mientras me dirijo hacia la puerta. Por que Carrie es insoportable cuando esta de malas.

-Exacto.- Dice asintiendo lentamente Mell.

-Adiós.- Dijo corriendo hacia las escaleras.

Ya en la planta de abajo me apresuro a buscar a mi madre, pues no quiero llegar tarde al instituto. La busco en la sala, en la cocina, en el comedor, en su dormitorio pero nada, tal vez este en el jardín o en la piscina. Me dirijo hacia la piscina pero no la encuentro a ella si no a Romina, oh como yo la llamo Roo. Es alta, delgada, y su piel es de una tonalidad almendrada casi bronceada, siempre lleva el pelo recogido en lo alto de su cabeza, a mi parecer es una mujer guapa, una mujer que a simple vista inspira confianza, ella nos ayuda con la casa, tanto esta como la otra. Esta limpiando las sillas que están debajo de una sombrilla que tapa el sol en los días de verano.

-Roo, por alguna casualidad de la vida, ¿As visto a mi madre?.- Le empiezo a decir mientras rodeo la piscina, mirando mi reflejo que produce esta.

-Si Señorita, la acabo de ver en el jardín hablando por teléfono.

-Gracias Roo, ya estaba empezando a desesperarme.- Dijo corriendo hacia ella, lanzandole un beso en la mejilla.- Adiós, Roo.

Me apresuro hacia el jardín, no me cuesta trabajo ver a mi madre que efectivamente como dijo Roo esta en una conversación animada, casi molesta a través del su móvil. Me acerco a ella y en cuanto me ve pone en espera a quien sea que este al otro lado de la linea, eso es lo que me encanta de mamá, por mas ocupada que este siempre ha tenido tiempo para toda su familia.

-¿Que pasa cariño?-. dice bajando su móvil a la altura de su cintura.

-Tengo que ir al Instituto, y se me esta haciendo tarde.

-¡Cierto!. Lo que ocurre cariño es que le he dado la tarde libre a Luck, lo he visto un poco enfermo y me ha parecido que lo mas adecuado era darle el día libre.

-Bueno pero ¿Tu?.

-Cariño me ha surgido una junta para discutir los nuevos modelos que estarán en el próximo desfile de la temporada, pero creo que que si conduzco a toda velocidad podremos llegar en menos de 5 minutos.- Dice dando un vistazo a su brazo para ver su reloj. La verdad es que no me apetecería, apresurar a mi madre y menos morir en un accidente por exceso de velocidad.

-Y tu padre me ha llamado hace un rato para avisarme que llegara tarde.

-Bueno si te apetece, yo podría conducir hasta el Instituto.- Le dijo con la esperanza de que me preste su coche y ella tome el que suele conducir Luck.

-Bueno no estoy segura, me preocupa, sabes que aun no has aplicado tu prueba de conducir.

-Mamá estaré bien, Te prometo conducir con precaución y no exceder los limites de seguridad.

-Esta bien Ann, llévate el carro de Luck.- Bueno no es el de mamá pero es mejor que nada. Me tiende la mano, se la tomo y suelta las llaves de carro.

-¡Gracias!.- Le dijo saliendo disparada hacia la cochera.

-¡No llegues tarde!, !no me esperen despiertas, que puede que tarde un poco en acabar la junta!.- Y es lo ultimo que escucho decir a mi madre pues ya me encuentro cruzando apresuradamente el lumbral de la puerta.

Casi llegando a las afueras de la ciudad me encuentro a mi mima mirándome en el espejo retrovisor para asegurarme que todo este en su lugar, pero que dijo, seguro que Colton ni siquiera me tomara en cuenta.

De pronto un estruendoso ruido me saca de mi zona imaginativa, proviene a fuera en la carretera, por un momento temo haber atropellado a alguien y ese pensamiento hace que me recorra un escalofrió por la toda la espalda, miro por los espejos laterales y no veo nada mas que un enorme bache que se ha atravesado por mi camino, suspiro para mis adentros aliviada de ver eso y no un cadáver.

Estaciono mi auto (o mas bien el de mis padres) siguiendo una pequeña fila de aparcamiento que desde afuera en la carretera ni siquiera se llega a distinguir por tantos árboles. Tomo mi pequeño bolso de mano y me apresuro a salir, ya a fuera me aliso el vestido y al darme la vuelta puedo ver que al lado del mi esta aparcando un auto deslumbrante, es un deportivo negro espectacular, que el mio a su lado, bueno parece un simple mortal, (por no decir pedazo de basura), me quedo mirándolo un poco hasta que recuerdo el motivo por el que estoy aquí. Pongo alarma al carro y atravieso corriendo el reducido espacio hasta la puerta del Instituto. La paso corriendo y en una pequeña sala sentado, puedo divisar a Andrew leyendo algo que por su aspecto parece ser antiguo. Supongo que si el esta aquí es porque no han empezado las clases aun.

-Hola.- Dijo acercándome lentamente hacia el.

-Hola.- Dice pegando un brinco, al parecer lo tome desprevenido.

-Lo ciento, no era mi intención asustarte.

-No, no me has asustado, a si saludo yo.- Dice con disimulo, suelto una risa, y por primera vez desde que salo de mi casa me siento tranquila.

Se levanta, no antes de pasearme la mirada de arriba abajo. Me ruborizo, y miro hacia abajo.

-Oh, lo ciento, discúlpame en verdad, pero no te voy a mentir en que estas muy guapa el día de hoy.- Y me ruborizo aun mas.

-Gracias.

-Por favor acompáñame.- Y me tiende su brazo para sujetarlo escaleras arriba.

-Por supuesto.- Tengo que aceptar que tiene carisma.

Ya en el salón me lleva hacia el lugar que tome ayer, supongo que este sera mi lugar permanente, asta que diga lo contrario Colton, bueno el Profesor, ya no estamos en la preparatoria. No he terminado de reprimir mi pensamiento cuando atraviesa rápidamente la puerta.

-Buenas tardes.- Dice con una voz tan dura, que inmediatamente todos hacen silencio.- Hoy veremos los principios de la magia, en diferentes categorías.

Vaya al parecer no anda con rodeos. En toda la clase no paro de hablar mas que para tomar un poco de agua, también en toda la clase nuestros ojos solo se encontraron una vez y por accidente.

La alarma sonó y todos se apresuraron a salir, me tomo mi tiempo para salir de mi asiento pues no quiero ser aplastada por toda esa multitud que hay afuera.

Cuando por fin me decido puedo notar que tampoco Andrew ha salido, tal vez con el propósito de que salgamos juntos del salón.

-Te acompaño, espero que no te hayas olvidado en lo que quedamos ayer.- muevo la cabeza de un lado a otro, ¿en que quedamos ayer?.

-Esta bien espero que estés lista para recorrer las instalaciones del instituto.

Claro el paseo para que reconociera mejor el instituto.

-Oh, claro estoy lista.- Me tiende el brazo y se lo tomo, me parece una muestra rara y diminuta de esperanza de que quedan caballeros en estos tiempos.

Pasamos rápidamente el lumbral de la puerta, miro disimuladamente hacia a tras para ver si Colton se ha tomado la molestia de siquiera mirarme, Pero no, se encuentra en su escritorio repasando unas notas que tiene en sus manos. Al parecer no tiene ni la mas mínima intención de tomarse el tiempo de mirarme.

-¿Lista para recorrer el Instituto?.- Me pregunta efectivamente Andrew.

-Claro, estoy lista.- Me toma de la mano y en ese momento doy gracias por no llevar tacones.

Al final puedo decir que el Tour que me ha dado Andrew me ha parecido de lo mas encantador, me ha mostrado todas las aulas en las que se imparten clases, el jardín que me pareció maravilloso, algunos dormitorios sencillos, e incluso una piscina, pero la parte que mas me ha encantado es el visitar el techo, desde arriba se puede sentir el aire fresco y no contaminado como el que se inspira en las calles, como si fueran ráfagas nuevas que ha traído con sigo las nubes.

Al final incluso Andrew hizo algunos intentos por besarme, los típicos trucos de los hombres, como quitarte un pequeño cabello suelto de la cara y ponértelo detrás de la oreja, como inventar que tienes algo en la cara y deslizar sus dedos hasta llegar al contorno de los labios, o esa cursileria de quedarle mirando a la persona y luego irte acercando lentamente hasta que choquen sus labios con los tuyos. Pero cada uno de esos intentos le fueron por mi parte negados, no es que quisiera ser grosera pero no me parecía prudente besarle sin sentir mas que ternura y amistad por el.

Ya en el auto, me dispongo a dirigirme a casa, lo enciendo y trato de avanzar pero no responde, salgo de el y puedo divisar que la llanta de atrás del auto esta pinchada, debe de haber sido el bache que por accidente se topo en mi camino. Trato de acumular las suficientes fuerzas para no gritar y dar patadas a la nada cuando veo a Colton saliendo del instituto, he inconscientemente trato de ponerme derecha y poner cara serena.

Pasa sin ninguna preocupación el pequeño espacio entre el instituto y el aparcamiento, se toma un segundo en evaluar mi situación, por un momento creo que se dirige hacia mi, cuando lo veo sin mas montarse en el deslumbrante deportivo negro, al lado mio. De modo que no lo puedo ver por que los vidrios están arriba.

Y me parecen siglos en lo que tarda en en encender el deportivo.

-¿Se te ha pinchado la llanta?- Dice por fin bajando el vidrio hasta que puedo verle el rostro por completo.

-Si.- ¿Que no es evidente? pienso para mis adentros. Me quedo callada y saco mi celular para llamar a Carrie para que venga por mi, pero mi celular se ha quedado sin batería. doy un suspiro largo y profundo.

-¿Necesitas que te lleve?.- Dice y me quedo petrificada. No se que decir.

-Si o no, es muy fácil.- Dice al ver que no respondo su pregunta. Otra solución seria pedirle su móvil prestado y llamar a Carrie, pero haci tendría que explicarle a Carrie que hago acá y no en los cursos de Matemática Avanzada.

-Si.- Me limito a decir por que me pillado por sorpresa.

-Sube.- Me dice asintiendo con la cabeza. Y este es un claro ejemplo de que quedan muy pocos caballeros en este tiempo. Rodeo el auto, abro la puerta y me apresuro a sentarme con la mayor elegancia con la que soy capaz.

-Solo que antes tendremos que pasar a un lugar, con algunos amigos. Sera rápido no te preocupes, tu solo ponte cómoda.

¿En que problema me he metido?.

Recorrimos unos dos kilómetros sin decir palabra, hasta que tome las fuerzas suficientes como para que mi boca se abriera y me tome otro momento para pensar en las pregustas que le aria, las posibles respuestas, y que diría después de eso.

-¿Te gusta dar clases en el instituto?.- No es la pregunta mas inteligente, pero es incomodo estar sentada a su lado y que no diga nada, ni siquiera te mire.

A lo lejos puedo ver unas luces de autos y algunas personas que se distinguen en medio de la oscuridad, al parecer esta no es la mejor zona de la ciudad.

-No me quejo.- Pensé que eso seria todo lo que diría pero siguió ablando.- Aunque no es lo que en verdad me apasiona.

-¿Y, que te apasiona?.

Sonrió para si mismo, mientras conducía sin retirar la vista del camino ni una sola vez desde que salimos del instituto. Dio un largo (Y a mi parecer bonito) suspiro, de repente sin mas dijo:

-No falta mucho para que lo averigües.

Dijo parando el deportivo en seco, en medio de una cantidad impresionante de jóvenes que nos rodean, al parecer no eran tan pocos como me lo había imaginado.

-¿Vives por aquí?.- No me contesto, Soltó una risa burlona y salio del auto. Supongo que también debería salir yo.

Respiro, y con la misma elegancia con la que entre, salí. Me aliso el vestido y de inmediato todas las miradas de los chicos y chicas que se encuentran ahí se centran en Colton y en mi.

-¡Amigo!, ¡Todos pensamos que hoy no vendrías!.- Dice un chico alto de pelo rubio y mirada profunda que se abre camino desde la oscuridad hasta el frente.

-Se me hizo un poco tarde Uwe, pero lo importante es que estoy aquí ¿No?.- Y todos estallan en un mismo grito en respuesta.

Se empiezan a dispersar y me ciento aliviada de ya no ser el centro de atención. A mi lado se encuentran algunos chicos que me miran raro, entre ellos un rubio de mirada misteriosa, que va vestido con una chaqueta negra y unos jeans negros entallados. Y me arrepiento de a verme traído este vestido.

-Ann, ven aquí.- Me dice secamente Colton, ¿Cree que soy un perro?, pero aun así me acerco a el pues no quiero estar con estos chicos.

Me toma de la cintura, me pega a el y me susurra al oído.

-Hay ciertas reglas aquí: Mantente cerca de mi o de mis amigos, no aceptes cosas de nadie, ni de mis amigos, no cruces al otro lado de la calle, si es posible no mires a las personas que se encuentran al cruzar la calle.- Replico con sequedad.

-¿Por que?.- Digo consternada, ¿Por que no podía ni cruzar la calle?.

-Por que:

1. No hay ninguna persona que conozcas aquí mas que ami.

2. No creo que quieras que te droguen y te violen, ademas que mi no me apetecería rescatarte.

3. Los que están al cruzar la calle no son de los Ángeles, ellos son visitantes, y por lo tanto están buscando niñas inocentes como tu para llevarse a la cama.

Y 4 pero no menos importante. Este es mi mundo, y en mi mundo o eres fuerte o te jodes.

-¿Y por que crees que yo soy frágil?- Dijo poniéndome firme, alzando la voz y separándome de el un poco.

-Por que lo veo en tus ojos.- Dice y al instante se que trata de protegerme. Me pilló por sorpresa, estaba preparándome para cualquier insulto que se le pudiera ocurrir, pero sin duda eso no me lo esperaba.

Nos quedamos un momento mirándonos fijamente a los ojos, en ellos puedo distinguir que abajo de ese malhumorado y misterioso Colton se encuentra alguien tierno y lindo.

-Amigo!.- Me sobresalto al oír aquel grito ensordecedor de quien supongo es el amigo de Colton.

De inmediato Colton deja de mirarme y saluda con un abrazo, de esos que son famosos entre los hombres, en los que se dan la mano y después un abrazo donde se dan palmaditas en la espalda.

-Uwe, ¿Ya conseguiste lo que te pedí?.- Dice susurrándole al oído, de inmediato pienso en lo que le pudo haber pedido, y se me viene a la mente un millón de cosas, drogas, alcohol, mujeres, una infinidad de cosas, y aun no conozco a Colton lo suficiente como para descartarlas de mi mente.

-Tranquilo Colton, las cosas son lentas.

-Oh.- Dice al acordarse que sigo hay, a su lado.- Te presento a Ann, Ann el es Uwe.

-Mucho gusto Ann.- Dice Uwe tomándome la mano llevándosela a la boca y besándome los nudillos, sin duda un gesto muy tierno, que me provoca una sonrisa.

-Bueno ¿Vamos a hacer esto, ho que?.- dice Colton interponiéndose entre los dos.

-Claro, para eso estas aquí hermano, vamos.- Dice Uwe pegando un salto de emoción.

-¿Hacer que?.- Digo abrumada.

-Vamos a correr, en el auto. ¿Que acaso no se lo explicaste?.- Mira a hacia Colton con gesto acusador.

-No veo por que tendría que hacerlo.- Replica con sequedad mientras sube al deportivo.

-Al parecer no esta de buen humor.- Dice Uwe en un suspiro antes de subir al asiento del copiloto.

-Ya veo.- Murmuro y frunzo el ceño en dirección a Colton, de pronto su mirada se oscurece.

-¿Vienes?.- Dice cambiando de humor drasticamente, Dios este hombre me abruma.

Me acerco a la ventana del deportivo, me inclino hasta que nuestros ojos se encuentran y suelto.

-No. Le prometí a mi madre que no aria nada para morir el día de hoy, gracias.-digo en seco. Suelta una risa, baja la cabeza y me mira asintiendo, puedo ver que al otro lado Uwe trata de contener la risa.

-Como quieras.- Y arranca, asta posicionarse en la linea de partida. Y me descubro a mi misma rogándole a Dios que proteja tanto a Colton como Uwe.

-Hola.- Me dice una voz casi chillona que se encuentra al lado mio. Al mirarla bien, uno podría confundirla con una modelo, con muchas curvas, de pelo castaño y ojos grandes.

-Hola.

-Soy Sophia, la novia de Uwe y ¿Tu como te llamas?.

-Ann.- Se que Colton me dijo que no hablara con nadie pero esta chica se ve agradable, no creo que trabaje para un montón de chicos que según Colton tratan de violar a chicas inocentes como yo. Ademas es la novia de Uwe, supongo que también es amiga de Colton.

-Mucho gusto Ann, supongo que vienes con Colton, sabes, seguro que debes ser especial, por que el nunca había traído a nadie aquí, nunca había traído a ninguna chica en su auto.- wow, yo especial para Colton seria divino, me ilusiono al imaginarme por un segundo siendo una persona especial para mi Adonis.

-Bueno eso si, siempre lleva una de regreso, casi todas las noches que viene es una mujer diferente.- Y todas mis visiones con Colton caminando por la playa en un atardecer desaparecen.

-¿Esto es peligroso?.- Digo, por que no me apetece seguir con el tema.

-Como toda actividad que existe en este mundo, Si. Esto es peligroso, pero también es peligroso caminar, correr, o incluso ir de compras, te podría pasar de todo en cualquiera de esas actividades, pero si, esto aumenta un poco en riesgo.- Se me detiene en corazón al imaginarme en el funeral de Colton y de Uwe.

-Pero no te preocupes, el es un excelente piloto, siempre gana.

Junto todas las fuerza que hay en mi y tomo aire, y me pareció estar haci toda la carrera, pues es cada vuelta, en cada grito de la audiencia, en cada suspiro, me tensaba mas y mas.

 De regreso a casa todo esta en silencio ninguno de los dos ha vuelto a cruzar palabras desde la carrera, que por supuesto ha ganado. Colton me ha hecho apuntar mi dirección en el GPS, haci que todo lo que se escucha al rededor es la voz de la señorita que nos dirige a hacia mi casa.

-Ha llegado a su destino.- Es lo ultimo que dice la señorita de adentro del GPS.

-¿A qui es?.- Dice tratando de ocultar su sorpresa al ver mi casa.

-Si, ¿Por que?.

-No. Por nada, solo que nunca me imagine que vivieras en semejante casa.

-No es mía es de mis padres, yo solo vivo a qui.- Lo que daría por que Colton hiciese un intento por besarme como los que ha intentado Andrew, pero no vale la pena siquiera ilusionarme.

-Claro.- Lo escucho murmurar mientras salgo del auto.

-¿No quieres pasar?.

-No. Tengo que irme, aun tengo cosas que hacer.- Dice mientras enciende el motor.

-Que tengas linda noche Ann.- Y desaparece en la oscuridad de la noche. Ni siquiera me dio tiempo de decirle Gracias. 

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