~Primera noche~
Elsa
Derek seguía sin pegar un ojo, simplemente parecía que se le antojaba estar despierto así sin más. Sus ojitos preciosos miraban hacia todas partes y lo último que hacían era cerrarse.
— No creo que sea buena idea dejarlo en su cuna, ¿sabes? podría sentirse solo y asustado — le comenté a Jack despegando mi vista del bebé para mirarlo — Además... leí que era recomendable que duerma con nosotros los primeros meses...
Jack ladeó su cabeza arrojando su cabello hacia un lado — Debería estar dormido... ¿Cómo hacemos que duerma?
— Ah... Creo que solo debemos esperar que lo haga, pronto le dará sueño — mecí al bebito en mis brazos con sutil suavidad — ¿Vamos a nuestro cuarto? Lo acostaremos junto con nosotros. Muero por recostarme, en serio.
— Vamos — colocó su mano en mi espalda y comenzamos a caminar haca nuestra habitación. Jack habló a mi espalda — ¿Por qué estoy seguro que nuestro cuarto también será como el cielo?
Sonreí — Creo que papá de verdad hizo un bello detalle.
Cuando entramos a la habitación, me sentí como en aquellos programas donde a las familias les remodelan su casa a una demasiado irreconocible. Cama gigantesca, un mueble con otro televisor enorme, una mesa de noche a cada lado de la cama con lámparas. Alfombra café chocolate en el piso y paredes color crema con ciertos detalles blancos, era papel tapiz. Oh, y esas dos puertas de armario prometían mucho.
Jack fue el primero que se tiró a la cama haciendo que algunas almohadas se movieran de su sitio — ¡Ay, que rico! — se acomodó con las manos detrás de la nuca — Suegrito, usted sí que sabe ganarse el cariño.
Me reí acercándome a la cama — ¿Con que suegrito, eh?
— Cállate y acomódate para que sepas de lo que hablo.
Subí con cuidado dejando a Derek primero al lado de su padre, quien al tener al bebé a su lado tomo su manita y dejó que se cerrará en uno de sus dedos. Al acostarme en la cama, aprecié como cada músculo de mi cuerpo se adaptaba a ese blando colchón, parecía una maldita nube en nuestra habitación de café y chocolate. Entonces, más bien era como algodón de azúcar. Teníamos una cama de algodón de azúcar.
Suspiré transformando mis labios en una sonrisa — Tenías razón. Que rico.
— Te lo dije.
Me di la vuelta para acostarme de lado, me costaba un poco moverme, pues aún estaba algo adolorida, pero quería tener una buena percepción de mis dos amores. Acaricié la pancita de mi niño y miré a Jack — Mañana le pediré a Anna el número de papá y hablaremos con él.
— ¿Los dos?
— Los dos — afirmé, asintiendo con la cabeza — Es lo correcto.
Asintió lentamente mirando hacia el techo — Tienes razón...
— ¿En qué piensas?
— En realidad, en nada — se acuesta de lado como yo, pero bajó un poco hasta que quedó cara a cara con Derek, y susurró antes de besar sus mejillas — Duerme ya, pequeño Alíen — Derek solo lo observaba, con su boquita abierta. A Jack se le dibujo la más adorables de las sonrisas asesinas de Elsas que podía recrear en su rostro — Pareces un malvavisco justo ahora.
Sonreí. Jack regresó a su posición y yo atraje a Derek a mi pecho, sosteniéndolo un poco para que pudiera alimentarlo, descubrí mi seno, comencé a amamantarlo y claro, él no tardó en pegarse a mí como un imán. Pensaba que tal vez así podría quedarse dormido. Mi peliblanco se acercó a nosotros y arrancó mi mirada de nuestro hijito para unir nuestros labios como imanes. Tierno y suave. Una caricia amable y cariñosa como la brisa de otoño que entraba por la ventana y rozaba en las mejillas como la más suave de las contemplaciones.
Tenía las mejillas calientes, Jack me hacía sentir especial con un solo beso. Sin decir nada de parte de los dos, nos cubrió con las sabanas y observamos en silencio al bebé. Mientras yo acariciaba a Derek con adoración y sutilidad para que pudiera dormirse por fin, y al mismo tiempo recibía ese mismo trato por parte de Jack. Sentía calidez en el pecho, eran miles de estrellas iluminando nuestra habitación solo para nosotros tres. Los tres quedamos profundamente dormidos.
Eran las cuatro de la mañana cuando mis ojos se abrieron de golpe, Jack fue el segundo en removerse en la cama antes de hacer una mueca abriendo los ojos. Derek estaba llorando. No entendía por qué. Me senté en la cama y lo cargué, recordando que no lo había hecho eructar antes de quedarme dormida, entonces palmeé su espalda con suavidad para lograrlo.
— ¿Qué tiene? — preguntó Jack con voz ronca y somnolienta, rascándose el pecho y luego pasándose la mano por el cabello despeinado.
Bostecé — No lo hice eructar antes de dormir. Tal vez eso le moleste — Mis ojos querían cerrarse, pero obviamente no podía. Miré a Jack — Duerme, lo llevaré a fuera.
— Pero...
— Duerme, está bien — me levanté y salí de la habitación para dejar que Jack durmiera. Solo descansaría esta semana y luego trabajaría, él debía descansar.
Me refugié con el bebé dentro de su habitación y me puse un trapito en el hombro por la boquita de Derek. Pero lloraba, no paraba por más que quisiera calmarlo. Y como su madre, su llanto me parecía adorable, terriblemente adorable. Incluso llegué a preguntarme si algo de él no me parecería excesivamente encantador, pero era imposible. De todos modos, también quería que parara lo más pronto posible. Cuando por fin liberó su eructito, seguía lloriqueando.
— ¿Qué tienes bebito? — pregunté casi haciendo pucheros con él, mientras lo colocaba bien en mis brazos para mecerlo y tratar de calmarlo — Apenas tu primera noche, principito... Me siento tan perdida.
Recordaba que conversaciones que tenía con mi mamá, sobre cómo saber si le molestaba o qué hacer si se despertaba en medio de la noche llorando. Y la verdad sea dicha, lo único que pensaba en esas ocasiones, era en lo mucho que me costaría despertarme en pleno sueño. Y tenía razón.
Mi bebito me reclamaba no haber puesto atención.
Dejé a Derek en su cuna mientras lloraba y al salir de la habitación, me detuve de golpe al notar a Jack casi sonámbulo frente a la puerta — No podía dormir mientras estabas aquí.
— Pero...
— Nada — negó con la cabeza — ¿Hacia dónde ibas?
Lo esquivé y él entró con Derek — Voy a llamar a mamá... es grosero que la llame a esta hora, pero no sé cómo calmar a Derek.
— Y sí... no sé — rascó su estómago mientras bostezaba abiertamente — ¿Qué tal si se hizo popo de nuevo?
— Oh... no lo he revisado, no huele mal.
Jack tomó al bebé de la cuna y lo colocó en su hombro deshaciéndose de la mantita y la ropita para llegar al pañal, lo descubrió un poco y negó con la cabeza — Pues, nop, nada de monstruosidades negras por aquí.
— ¿Entonces por qué llora? — pregunté acercándome a ellos de nuevo — ¿Tendrá frío? Podríamos cubrirlo más.
Jack asintió — Puede ser. Intentémoslo.
Pusimos a Derek sobre la misma mesa donde lo había cambiado Jack, y rebusqué en los cajones en búsqueda de otra mantita. Cuando la encontré y se la colocamos, se puso rojito, como sofocado. ¡Yo no entendía nada de lo que pasaba! ¡Me estaba estresando muchísimo por no saber que mierda hacer! Yo siempre tenía un plan. Para absolutamente todo tenía un plan. Pero con Derek nada de eso servía. Me imaginaba que, sería un poco más sencillo si seguía lo que decían los libros que leí a lo largo de mi embarazo, pero no. Era inútil.
O mi bebé no quería cooperar, o yo era solo una adolescente demasiado estúpida como para pensar que mi bebé se adecuaría a mis planes que leí en unos libros de señoras que eran madres a una edad madura. Optaba por lo segundo.
— Llamaré a mamá... — caminé a mi habitación, tomé mi teléfono de mi cartera y lo conecté antes de que su carga se fuera. Me daba pesar hablarle a mi mamá a esa hora, pero tenía muchísimo sueño y no sabía cómo calmar a Derek.
Ella contestó adormitada — ¿Hija? ¿Está todo bien?
— Ma... Perdón por llamar a esta hora, pero necesito tu ayuda — mordí mis uñas, mientras esperaba su repuesta.
— ¿Qué sucede, mi niña? — preguntó, un poco más despierta que hacía unos segundos.
Suspiré — Es que hace casi media hora Derek llora, y no para, y tratamos de calmarlo, pero no funciona nada y, y... mamá, ayúdame por favor.
— Ay nena — escuché como se acomodaba en la cama — ¿Ya revisaron su pañal?
— Sí, Jack lo hizo y no había hecho popo.
Se rió con suavidad — No solo defecan, hija. Debe haberse orinado, ¿sabes?
Tuve la imagen de mi cerebro jugando a las cartas mientras estaba de vacaciones en Hawái dejándome indefensa ante la ilógica y la estupidez.
— Yo... no lo había pensado.
— Debes estar muy cansada, por eso les dije que se quedaran aquí por un tiempo, pero ustedes dos son más tercos que una cabra — casi podía verla poniendo sus ojos en blanco — Pero si quieres... puedo ir yo. Quedarme tres días o una semana para ayudarlos.
Casi de inmediato asentí con la cabeza — Por favor, mamá, de verdad te necesito. Es la primera noche y siento que me vuelvo loca.
— Bien, entonces, llegaré al medio día.
Caminé donde estaba Jack, sentado en la silla meciendo a nuestro bebito en sus grandes brazos — Gracias mamá.
— Estaré aquí cuando lo necesites, princesa.
— Descansa mamá — finalicé la llamada para que pudiera dormir. Caminé hasta donde Jack y le pedí a Derek — Puede que se haya orinado.
Jack pareció tener la misma reacción que yo. Podía ver el signo de cargando sobre su frente.
— Oh, cierto.
Puse al bebé en la mesita, cambié su pañal como había visto a Jack. Pegando aquellos adhesivos y ajustandolo un poco. Efectivamente estaba empapado de orines. Y lo cambié de ropa y mantita. Nos estuvimos en su cuartito hasta que casi a las cinco y media de la mañana, él decidió quedarse dormido.
Esta vez, dejamos a Derek en su cuna. Dormido como una pierda. Pasé cerca del gran espejo de nuestro cuarto, pero no me vi. Porque sabía que solo vería las nuevas ojeras y mi cabello echo un desastre. Jack no estaba diferente.
— Mamá vendrá al medio día — avisé cuando nos tiramos en la cama.
— Solo ha pasado una noche, Elsa...
Nos miramos, y casi al mismo tiempo dijimos — Estamos en problemas.
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Espero que les haya gustado el capítulo :3
Lamento tardarme, pero no dispongo de mucho tiempo para escribir. De verdad espero que sigan teniéndome esa gran paciencia y no dejen de leer esta linda historia a la que le pongo todo el cariño del mundo para ustedes :3
Capítulo dedicado a: Olive5608 Gracias por tu apoyo😍❤
Gracias por leer y comentar, me haces muy feliz TuT
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