Narra Diego

Se filtró la noticia de la muerte del gran maestro y de reinicio de la guerra en cuestión de horas, claro que hubo quienes no creyeron que fuera algo real, pero también hubo quienes tomaron medidas de forma inmediata, volver a llamar a las tropas, aunque no se habían disipado, pero si se abandonaron las posiciones que tenían en ella, además de que consideraron el reclutamiento masivo de civiles, aunque cuando se dio la confirmación oficial, las familia las familias de las islas intentaron huir apenas horas antes de evitar los primeros ataques.

-¿estás segura?-preguntó Diego

El elfo se encontraba sentado en una silla mecedora que se encontraba la parte frontal de una pequeña cabaña de un solo piso ubicada casi al límite del final de una pradera y el comienzo de un bosque.

-si pensé que por fin había llegado la paz que tanto anhelábamos- susurró Misty mirando hacia abajo- pero no pensé que estos fuera a reiniciar de nuevo, aunque ya no soy una fugitiva desde lo de tuve al bebé, ya no tiene motivos para perseguirme-

-bueno así son las cosas- le respondió Diego poniéndose de pie para que Misty se sentara en la silla- ven toma así ciento tenemos mucho de qué hablar- le dijo el elfo mientras que iba al otro lado del pórtico por otra silla.

-perdona por no invitarte a pasar, la verdad es que como no recibo visitas, no he acomodado mucho- explicó Diego mientras que se sentaba en la silla.

-bueno yo me alteré mucho aunque puede que por ser descendiente no me hagan nada, pero al ser una desertora puede que si vayan por mí y por cualquier información que tuviera

-y solo en estas circunstancias me buscas verdad- le comenzó a regañar Diego mientras que le medio señalaba con el dedo de forma no grosera- crees que no sé lo del bebé, tu bebé, que usaron por herramienta para convencer al gran maestro de iniciar la tregua, seguido de que le entregaste el báculo a un desconocido al que persiguieron por semanas pero la verdadera pregunta aquí es ¿Cómo me encontraste?-

-no fue fácil, tuve que hacer meditaciones par que la adivinación funcionara y mediante búsquedas pude hallarte-

-meditaciones o pócimas prohibidas, bueno no importa ya está aquí, pero dime que harás ahora, han pasado casi siete años desde ese día-

-¿Cuándo mataron a tu madre o cuando inicio la tregua?-pregunto Misty

-la primera y aún siento algo de rabia desde ese entonces, me costó trabajo superarlo, pero dime Misty porqué no volviste con Brian, pudiste haberte ido con él y con el bebé a Elftobich ahí los hubiera recibido con los brazos abiertos.

-no es eso, Brian y yo rompimos y de mi parte di al bebé en adopción y aunque me dolió en serio no siento nada por ese bebé.

Eso último si impresionó a Diego, no esperaba que una madre pudiera llegar a decir eso de su propio hijo, cuando se supone que las madres debían querer a sus hijos.

-¿neta?-

-si neta y se los di a esos chicos a los que ayudaste, ya sabes que eran parejas, hasta olvide sus nombres-

Eso último no le impresionó a Diego en lo personal el también olvidaba los nombres de forma muy continua si no se trataba de personas con las que conviviera seguido o casi a diario, en especial más ahora que vivía solo.

-bueno te entiendo, yo también prefiero quedarme solo como puedes ver, pero ¿Qué harás ahora?-

-bueno no sé-

-si no sabes puedes quedarte aquí, no te haré nada.

-espera- intervino Misty- quiero saber que hiciste después de esa noche, cuando paso eso.

-bueno fui a enfrentar al capitán, lo derroté pero tu querida hermana lo mató, después de eso me fui y si preguntas si te di el báculo de uno de los castillos, esperando que cuando llegara el momento tu hijo o hija fuera uno de los coronados, de esa forma cobraría la venganza perfecta contra esa secta, pero al parecer será otro-

-¿pero que no se necesitan los cuatro?

-bueno de hecho no dice que los cuatro deben estar en el trono al mismo tiempo y se dé la teoría de que al menos dos ya fueron coronados pero desconozco la verdad, pero ahora pregunta ¿nos sabe quién es el nuevo maestro?-

-Bueno, Diego, verás por lo que escuche será el ese que es de una raza extraña parecida a un elfo, pero con las orejas redondas.

-te refieres al humano- Diego miro hacia abajo no podía creer que en verdad lo eligieran a él, lo que implicaba que las cosas fueran para peor- justo en el peor momento.

-espera lo conoces, que tipo de gente es-

-¿personalmente no lo conozco, además de que servirá?-

-entonces no harás nada, solo te sentarás aquí sin hacer nada, está guerra destrozará a todo y no sé detendrá con las islas o abarcara a todo el mundo—

Diego hizo una mueca mirando hacia arriba al techo del pórtico antes de decir.

-bueno que quieres que haga, no soy el gran combatiente además de que información no tengo-

-claro que sí, eres el único que sabe dónde están los cuatro castillos, además de que eres el único que conoce las fortalezas y debilidades de esos báculos-

-y de dónde sacas tú que conozco esas debilidades y fortalezas-

-los usaste-

-use uno, eso es todo, aunque si se dónde están los castillos, pero ir a destruirlos no cambiará las cosas, aunque podría ir a buscar por mi cuenta a ese sujeto el que se robó los cuatro, pero que harás tú-

Misty volteó hacia un lado para ver el lugar en el que Diego se había quedado a vivir, antes de voltear a verlo y responderle.

-quizás pueda ayudarte a encontrarlo, si entre ambos trabajamos juntos podemos encontrarlo y detenerlo.

Era una buena idea, Diego no estaba seguro de que es fuera a terminar bien pero por alguna razón pese a que todavía quería la venganza y que ayudar a provocar la calamidad sería su forma de venganza, pero en esos momentos y después de tantos años ahí en se lugar solo en ese lugar tan calmado y pacífico comenzaban a provocar que decidiera evitarlo.

Ambos elfos se pusieron de pie y entraron a la casa, Diego sacó un báculo de hechicero bastante dañado y con el comenzó a hacer hechizos para comenzar a arreglar la casa, no era un desastre el interior pero era mejor arreglarlo y así poder trabajar mejor, una vez que terminó saco un par de sillas de la mesa dónde usualmente comía.

-por cierto de que vives-

-cultivo algunas cosas en el huerto de atrás pero primero que tal si nos concentramos en esto-

Misty sacó de sus maletas una bola de cristal, y algunos ingredientes para pociones junto con su caldero y otro que Diego tenía guardado y entre ambos comenzaron a mezclar los ingredientes para preparar las pócimas la primera era para que Misty pudiera encontrar en trance y asi ver el futuro con más claridad y la otra para aumentar la capacidad de visión de Misty.

Diego puso el nirm carmesí una planta rojiza la cual en seco mezcló con ajo y otros dos ingredientes los cuales pico hasta crear un polvo finísimo una vez terminado lo arrojo en seco al caldero, después en ese polvo seco exprimió un limón completo, después lleno de agua hasta la mitad y la puso a hervir en la chimenea, después de menear el agua durante cinco minutos lanzó unas semillas de uva seguidos de unos pétalos de una flora purpura, antes seguir meneando la formula antes de dejarla en el fuego hasta que hervirla mientras que seguía introduciendo más ingredientes como un aceite viscoso de color amarillo paja, seguido de un polvo gris que provocó que la poción sacara un aroma bastante fuerte.

-¿Qué tal la tuya?-le pregunto Diego a Misty volteando a ver la sustancia de color azul rey en el otro caldero antes de voltear al ver el suyo cuyo líquido se estaba volviendo plateado.

-no lo sé el libro no dice nada que color debe quedar- le respondió Misty poniendo una cara de asco al ver ambos calderos

-recuerda son pociones la preparación debe ser al pie de la letra, no es como las sumas dónde el orden de los factores no altera el producto- añadió viendo el libro para asegurarse de que ambos habían preparado bien la poción.

-ahora solo debemos dejarlas reposar.

-querrás decir reposar esa, la tuya, la primera no debes beberla debes respirar el humo, que es lo que te pondrá en trance, lo que involucra que primero debemos tomar de esa-

-¿Ambos?-

-si ambos- respondió el elfo mientras que iba a una alacena con unas copas, la primera no es para aumentar las capacidades de adivinación si no para darle un empujón a nuestra especialidad mágica, en tu caso la adivinación y en la mía las ilusiones.

-¿Qué tiene que ver las ilusiones?-

-que hay un hechizo de ilusión invertida, este permite ver las visiones que tenga una persona-

Misty lo miró sin mucho convencimiento así que devolvió su atención a la poción.

-espero que no huela a rayos... espera- si ambos vamos a ver la visión debo advertirte que durante el proceso ninguno de los dos podrá lanzar ningún hechizo y que podríamos tardar en verlo todo-

-espera-

Diego sacó del fuego la poción que iban a tomarse para dejarla reposar antes de salir al exterior y comenzar a lanzar hechizos de protección y de ilusión alrededor de la casa de esa forma no la verían ni podrían acercarse a ella.

-¿seguro que no quieres que lance algunos hechizos más?-preguntó Misty en su tono sarcástico de niña buena que no se le quitara.

-no es por parecer machista, pero siempre fui mejor que tú en caso todas las ramas de la magia, con excepción de la adivinación, eso para mí es una pérdida de tiempo-

-bien entonces no perdamos el tiempo y comencemos-

Ambos regresaron a la casa donde ambos se sirvieron la poción azul en las copas.

-bien a tu salud- dijeron ambos chocando las copas antes de tomárselas, la poción n o supo tan horrible pero si era como haberse tomado un refresco sin azúcar sin sabor y demasiado frío.

-bien no estamos muertos-

-rápido la otra-

Diego sacó mediante magia el otro caldero mientras que Misty apago la chimenea mientras que Diego servía la poción en la otra copa mientras que Misty colocaba su bola de cristal en el centro de la mesa.

La chica se sentó en la silla y comenzó a cantar lo que parecía ser un mantra, mientras que Diego le acercó la copa a Misty para que ella comenzara a respirar ese humo hirviendo para ponerla en trance.

Diego agarró de nuevo su báculo, apuntó a la frente de Misty mientras que decía

-vicissim transferunt illusio- antes de jala la punta del báculo de la frente de Misty como si estuviera extrayendo esa misma sustancia neblina y pasarla a su frente

Fue como si una niebla que provocaba un calor bastante extraño comenzara a cubrir toda la cabaña, no solo era la imagen también llegó un aroma a hierbas, Diego intentaba ver a través de la niebla pero no pudo distinguir nada al punto en que llegó a pensar que el hechizo no había funcionado.

-Misty creo que algo hicimos mal-

En eso sintió como si algo lo jalara hacia un lado, Diego no sabía lo que era, así que ignorándolo continuó intentando llamar a Misty.

En eso Diego sintió un jalón en el codo derecho mucho más fuerte que el anterior el cual provoco que Diego volteara hacia atrás para ver lo que al principio pensó que se trataba de una sala de fiesta en un edificio viejo, entonces Diego volteó hacia arriba y hacia los lados antes de darse cuenta de que no era un edificio era una caverna lo supo al ver las estalagmitas y las estalactitas que estaban en el piso y en el techo.

La mirada de Diego se fijó al frente de la habitación dónde se encontraban unos alargados escalones de piedra que conducían a una silla inclinada ligeramente hacia enfrente a la izquierda debido a que le faltaba una silla.

Ahí fue cuando se escuchó u n ruido muy fuerte como si algo muy potente hubiera chocado contra la pared, ahí fue cuando Diego se dio la vuelta y vio lo vio entrar junto con otras persona y en su mano estaba sujeto el báculo.

Eso solo podía significar una cosa, que ese era su plan, aunque era bastante obvio, iniciar la calamidad y aunque ese era su plan, en verdad no creía que alguien que no sea él quisiera llevarlo a cabo, pero aun así como consiguió la ubicación de ese castillo, pero como.

-bien creo que ya vimos suficiente Misty que tal si...

En eso la niebla volvió a cubrir por completo todo lo que Diego veía a través de Misty, pero está segunda visión lo llevo a ver algo diferente.

Ahí se encontraba el gran maestro Wilton frente a alguien que estaba arrodillado frente a él, mientras que el gran maestro le daba instrucciones a ese hombre y lo que ordeno llegaba más allá de lo que Diego podía imaginar.

-no puede ser, entonces ese es su plan-

Misty salió de su trance y Diego salió de su conexión con ella, el chico volteó a ver la chica que estaba despertando, esperaban que a que pudieran hablar.

-de verdad ese es el tal Alfonso, y va a ser eso, pero como supo la ubicación del castillo-

-no lo sé, fuera de mi madre, Brian Aurora y yo somos los únicos que conocemos la ubicación de los castillos, bueno yo se las dije a Bruno cuando murió, pero él no me creyó, así que solo me queda la opción de que Brian o quizás Aurora, lo hayan comunicado.

-¿Qué hay de la segunda visión?-

-bueno dudo que el gran maestro anterior haga algo así pero si es ese tal Wilton, entonces hay que detenerlo- dijo Diego sentándose en la silla apoyando sus manos en las rodillas que le temblaban.

-¿pero qué haremos primero?-preguntó Misty mientras que se servía un vaso de agua

-ambas son urgentes- Misty le paso un vaso de agua a Diego- gracias pero para el susto es mejor un bolillo, bueno en que estaba ahí sí, hacer ambas al mismo tiempo será difícil, por separado no podemos hacer nada, pero juntos tenemos más posibilidades de ganar.

-tomaremos partido entonces, y que haremos entonces, ambas son igual de urgente y podrían convertirse en tres-

-qué tal si hacemos la que tenemos más fácil, detener a Wilton, sabemos dónde está, aunque no estoy seguro de como burlar su seguridad con la guerra iniciada debería ser más fácil ya que no habrá tantos soldados-

-¿Qué hay de Alfonso?-

-enfoquémonos en Wilton primero, si nos tardamos en esto sé a quién podemos pedirle ayuda-