Punto de vista de Alejandra.

Me levanté y vi el día que era, hoy era un día especial y aprovechando que es el último día libre antes del partido contra Bélgica, pues mandé un whatsapp a un grupo alterno que tenía con los chicos, sin Carla.

Carluchi baby, cumple 2️⃣5️⃣

Little Towers (Ferran): Qué es esto.

Martirio García😩❤️(Eric): Dios, que te ha dicho que no quiere nada.

Que me da igual lo que me diga.

Big Towers (Pau): Si Carla tiene veinticinco, yo cuántos tengo?

El que no meterá penaltis en su vida (Gerard): Dios mío🤦🏻‍♂️

Enano 1.0 añadió a mi lado lésbico❤️‍🔥

No la mete nunca(Álvaro): Idiotaaaaaa.

Más Sarabio que Descartes eliminó a mi lado lésbico❤️‍🔥

Casillas Vasco: Dios, Pedri eres inútil.

Enano1.0: Perdón, que vi que no estaba y no me parecía bien ese bullying.

Dios Marcos Llorente Griego: Dejadlo en paz, que es un bebé.

Falla Penaltis en semifinales: Si nuestro mundial depende de este, estamos en la mierda.

No la mete nunca: tranquilos, que depende de mis goles.

No sé si echarme a temblar la verdad...

Martirio García😩❤️: El grupo este es para lo que es.

El Resucitado (Koke): ya se habrá enterado la sorpresa está en la mierda.

Bombónpilicueta: le he estrellado el móvil contra la pared, ya no se entera.

Dios Marcos Llorente Griego: era un iPhone 13.

Bombonpilicueta: le tocó por Instagram, seguro que le tocan más.

Bueno, dejarse de rollos ya sabéis todos lo que tenéis que hacer, NO FALLÉIS.

Y estaba claro que iban a hacer lo que les saliera de los huevos, siempre hacen lo mismo.

Mi función era ir a por Carla, y vestirla de forma bella sin que ella sospechara nada, algo difícil, pero lo conseguiré, porque siempre lo hago.

Fui hasta su habitación y abrí la puerta sin más, porque mi hermano me había dejado su tarjeta.

—¡Vámonos de fiesta! —grité entrando por la puerta y ella me miró fulminándome con la mirada.

—Ale, te mato. Acababa de dormirse. —dijo cuando Chloe empezó a llorar.

—Upss... —dije poniendo una cara inocente.

—¿Qué coño quieres?

—El tuyo... —empecé a reírme. —Nah, es broma. No te necesito mientras Turbollorente funcione.

—Me lo suponía. —dijo mirándome haciendo una mueca. —Espero que lo de turbo vaya porque funcione bien y no porque sea enorme.

—Está esculpida por el mismísimo diablo.

—Mejor dejamos los detalles sobre el pene de tu marido.

—Está bien. Vámonos de fiesta.

—Ale, eso para nosotros se acabó, ahora tenemos a dos seres a nuestro cargo que sólo saben comer y dormir y llorar.

—Bueno, cuatro entonces... los maridos cuentan.

—Dos seres para cada una. —me acerqué a ella.

—Jo, es que hace mucho que no tenemos noche de chicas así sin preocupaciones.

—¿y las niñas?

—Ya son grandes, además son nuestras mini versiones, tienen que aprender a ser como nosotras.

Al final la convencí para salir.
Si, lo sé. Mi abuela me dijo que sensacional.

— Este es mi pequeño pedacito para ti. — le digo tendiéndole una caja, me miró con incredulidad pero enseguida comenzó a sonreír, tomó la caja roja entre sus manos y cuando la abrió descubrió un hermoso vestido negro, la abracé fuerte y enseguida comencé a cambiarme.

Estaba nerviosa porque no sabía si los otros pavos iban a estar cumpliendo la parte que le tocaba, y sobre todo si lo iban a estar haciendo bien. Insisto en que son muy torpes, y necesitábamos que este cumpleaños Carla lo recuerde siempre, porque ella se merece todo lo bueno de este mundo y nosotros no éramos suficientes para brindárselo.

bajé a la sala con Carla y mi hermano nos esperaba con un perfecto smoking. Tal y como habíamos acordado. Así se hace, García.

—¿Qué es esto, García? — le dijo a mi hermano riéndose de su vestimenta. — no te veía así vestido desde la boda de Ale y Marcos.

— Pocas veces me volverás a ver. — tomó su mano y nos llevó hasta el coche donde  me encargué de vendarle los ojos a mi amiga, sabía que no queríamos que supiera a qué lugar la llevábamos. Por lo que intuí que estaría calculando donde queda el sitio, el lugar no estaba muy lejano del hotel, ya que tampoco hicimos un trayecto muy largo que digamos.

Con la ayuda de Fer y Pablo bajó del coche y caminamos hasta el interior del sitio aquel donde sería lo que hubiesen preparado.

— ¿estas lista? — musité y Carla asiente. Desaté la venda de los ojos y cuando abrió los ojos no pudo creer lo que sus ojos veían.

— ¡Sorpresa! — gritamos todos los presentes y noté mis ojos aguarse al ver a la reacción de mi amiga y sus ojitos llenos de emoción.

Pedri, Gavi, César  y Marcos, cada cual sujetaba un globo rosa que tenía el nombre de Carla. Quise disfrazarlos de Hada Madrina, pero no se dejaron.

— Felices veinticinco. — dijo Eric acercándose mientras ella rodeó sus brazos en su cuello abrazándole. —Estoy tan feliz de que seas mi mujer y la madre de mi hija, estoy tan enamorado de ti que no te puedes hacer una idea.

— ¿qué hacéis aquí? — sequé mis lágrimas que salían de Pura emoción mientras ellos se sonríen.

— ¿de verdad pensabas que con lo que te hemos tenido que aguantar te íbamos a dejar sin nuestra presencia en tus veinticinco? — se acercó a ella riéndose Álvaro, dejó un suave beso en su mejilla.

— Esto es para ti. — Pedri le abrazó y le dio una cajita con un pequeño anillo y una nota que decía: para una de las mejores reponedora de botellas de todas las selecciones.

— me encanta, muchas gracias, chicos. — me acerqué a ella para dejar un beso en su mejilla.

— Pero está no son todas las sorpresas. — dije yo separándome de ella y Marcos tomando mi cintura y señaló hacia el escenario...

Un chico con trenzas en el pelo y piel de color caramelo apareció en el escenario del local enorme y adornado con un gran globo de veinticinco y que ponía Carla.

— ¡No lo puedo creer! — el chico de arriba del escenario le señaló y le sonrió. — ¡Rauw Alejandro!

— Felicidades Carla, y felicitaciones por tu bebita. — Rauw le sonrió y yo juro que se sonrojó y mi hermano hasta incluso llegó a poner mala cara. — tu amiga ya me dijo que tu canción favorita es Nostálgico así que esta es para ti. — colocó el micrófono y comenzó a cantar.

«Aquella noche que volviste, llorando me convenciste, que tú no querías hacerme daño, que hicimos el amor el baño, tu mirada no es confiable, como Tokio inestable. Sin importar el daño que has causado te quiero pa' atrás y eso malo.»

— Se pasaron con los regalos. — dijo bailando un poco, lo suficiente que le permitía la emoción.

«Baby se acabó, te corté de raíz ahora dónde ponerte decido yo, que se muera mi flor. Difícil me la puso (Yah)
Acabo de ver en mi carro que su cartera se quedó
A propósito la dejó (Ey)
Siempre pone una excusa pa' volverme a ver
Despué' que peleamo', me lo quiere hacer
Con solo un beso se me olvidó
Todo lo que ella me hizo, ey.»

Marcos y yo cantábamos y bailábamos juntos, desde nuestra reconciliación el otro día que las cosas iban cada vez mejor, nada va a poder con nosotros.

Cuando Rauw acabó de cantar lo saludamos y después se marchó, me pareció un chico lindísimo y seguimos festejando. Me sentía bien, estuve feliz, pero feliz de verdad tenía a todas las personas que necesitaba a mi lado.

O eso creía.

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HOLAAAAAAAAA. Este capítulo lleva escrito mucho tiempo, allá por el cumpleaños de una amiga a la que le dediqué este capítulo 🤓.

¿Creéis que algo pueda con Marcale?

20 votos y doy el 10.