Capítulo 3
Punto de vista de Alejandra.
Eran así como las ocho de la mañana, Daniela se había despertado temprano pidiéndome comida, y Marcos no estaba por la labor de despertarse aún, por ahí dicen que "noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno", pero la realidad es que la noche de anoche fue demasiado, era algo que los dos necesitábamos.
—Buenos días. —dijo dichoso futbolista levantándose de la cama, yo estaba sentada en el sillón de enfrente dándole el biberón a Daniela.
—Mira, Dani. Papá se ha despertado. —dije señalándole, él nos mira desde su sitio todavía adormilado. —Toma anda, dale tú de comer.
Le di a nuestra hija, él la tomó con gusto.
—¿a dónde vas? —preguntó.
—Abajo, algunos trabajamos. —le sonreí y le guiñé el ojo. —Te quiero.
Cerré la puerta cuando me despedí de él y bajé al living, donde había quedado con Carla, no teníamos que trabajar ni nada, los niños no empezaban a entrenar hasta mañana, Luis Enrique nos había dejado ese día para conocer un poco de Qatar y en especial a mí y a Carla un lugar donde ubicar a las niñas.
Mi lado lésbico. ❤️🔥
Me pongo el tanga y bajo.
No seas tan explícita, Carla. Por favor.
Espera, que eres virgen ahora. No te jode.
Pues no, pero no me interesa saber si te has puesto las bragas o si no.
Bah. Hemos quedado para contar los detalles, no te me vuelvas muermo ahora. El embarazo te ha dejado sosa.
Deja de escribirme y vístete ya.
Que sí, que voy.
Suspiré resentida, y esperé a que mi mejor amiga bajase de su cuarto. Me encontré a Pau y Gerard que iban de la mano y camuflados como si fueran aquí unos celebrities.
Estos no se han enterado que estamos en Qatar y que aquí no los conoce ni el tato.
—¿Pero donde vais así? Parecéis primos de Rafa Nadal. —dije, mirándoles de arriba abajo y riéndome.
—Se llama camuflaje y es para que no nos reconozcan. —habló Pau.
—¿Qué habéis vuelto al armario o qué? —dije riéndome aún.
—Que no, que si no, nos paran y no nos dejan de pedir fotos. —dijo, esta vez Gerard.
—Pero vamos a ver, almas perdidas de mi vida. Que estamos en Qatar y no sois Rihanna, así que relajaos y quitaros las gorras estas de tenistas que lleváis puestas. —dije quitándole las gorras que llevaban puestas.
—Siempre hay que hacer lo que esta dice. Llevo más de un año y medio así. —dijo Pau quejándose.
—encima que me preocupo de que no se rían de vosotros y salgáis mañana como noticia en toda la prensa deportiva como los futbolistas peores vestidos del mundo. —dije cruzándome de brazos. —pensadlo bien, seríais un poco el hazme reír de Villarreal.
—Que ton...
—¡hostias! ¿Dónde vais, Rafaeles? —dijo Unai apareciendo y riéndose de los dos hombres que había frente a nosotros.
—¿veis lo que os digo?
Pauerard desapareció resignado y se fueron a cambiar, qué Cruz de seres, pero los adoro. Luego estos momentos los recordaremos siempre.
—¿y tú que? —me preguntó el portero.
—Pues llevó como veinte minutos esperando a que baje Carla. —dije bufando.
—¿Y Dani?
—Con Marcos, arriba. —le observé detenidamente. —¿y tú qué tal?
—Nervioso, a ver cómo se da el mundial.
—A mí me vale con que no te marques en propia. —dije riéndome, a él eso no parecía causarle ningún tipo de gracia.
—¡joder! Que solo fue en la Eurocopa. —levanté una ceja en cuestión.
—Unai, en la Supercopa de España, también te pasó.
—No es cierto.
—Unai.
—Alejandra...
—Unai, tío. Que estaba yo allí, le distes con el hombro, pero fue en propia.
—vete a la mierda.
Pedri apareció por allí y estaba descojonado de risa.
—Cállate, enano. Por lo menos nosotros llegamos a la final. —dijo Unai enfadado. Pedri siguió riéndose.
—Pero no te piques. —Unai se fue y Pedri fue tras él para tratar de quitarle el enfado, ahora quien se quedó riéndose fui yo.
Carla por fin apareció por el living. El tanga más complicado de poner del mundo.
—Menos mal.
—tu hermano me ha entretenido, pero Chloe ha interrumpido. —explicó.
—Te jodes, el karma.
—¿Qué ha pasado con Unai?
—Nada que es un picado. —dije riéndome. Carla se quedó observando detenidamente tras mí.
—No me jodas que la selección alojada aparte de nosotros es Brasil. —Dijo mirando aún detrás mía.
—Sí, ¿por qué?
—Porque detrás tuya está Neymar con Vinícius.
—¿Le pegamos? —dije divertida.
—¿A Neymar o a Vinícius? —preguntó curiosa.
—cómo les vamos a pegar cacho idiota.
—Puta FIFA de verdad, Dani tenía razón que se van a quedar pobres si nos dan un hotel para nosotros solos ¿o que?
—Pues no sé, pero habrá que aguantar, por lo menos esta semana. —me encogí de hombros.
—¿y estás tan normal? Ahí con la tentación en la planta de abajo. —dijo enfurecida. Seguí riéndome.
—Por dios, qué tentación. Estoy casada y tengo una hija, qué me estás contando de tentación.
—Sí, lo que tú digas. Pero ese se ha puesto más petado, y es que me pone hasta a mí.
—Carla, estás tan falta de sexo, que ahora mismo te pone hasta el panda de peluche de Chloe.
Mi amiga se rio y comenzó a contarme su noche pasional con mi hermano, pero yo como que desconecté hace tres cuartos de segundo.
Me había fijado en mirar a Neymar, Carla tenía razón, estaba más petado, más musculoso, más bueno.
Veremos a ver, por donde me sale el mundial.
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HOLAAAAAA.
lo prometido es deuda, capítulo tres.
5 votos y dejo el capítulo 4.
Comentad!!!
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