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Capítulo 9: Preludio

Créditos:
a los respectivos dueños de las imágenes mostradas durante los capítulos

Antes de comenzar... un meme :v

En mi libro de nominaciones pueden buscar más memes como estos (para los que aún no los hayan visto).

Hasta ahora he publicado dos partes con 20 memes cada una. Espero que les gusten.

Trataré de hacer 20 memes después de publicar un capítulo, y puede que algunos contengan ligeras pistas sobre lo que se avecine en la historia.

Miércoles 17 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-calles de la Ciudad Central de Sefiro, 5:22 PM-

-... ¿Q... Qué estás haciendo aquí... Papá?-preguntó nervioso Arien, tratando de sonreír fingiendo calma.

En cambio, Orland solo miraba fijamente a Yuki, la cual se mantenía estoica mirando igual de seria al Rey de Sefiro frente a ella.

-... ¿Es una amiga tuya?-preguntó Orland después de unos segundos de silencio.

-¿Eh?... Ah... Sí-afirmó Arien ahora un poco confundido.

-... No es de Sefiro, ¿verdad?-preguntó nuevamente Orland, esta vez poniendo más nervioso a Arien.

-... No... Su nombre es Yuki Silversnow... Es parte del intercambio que se hizo hace unos días entre Sefiro y Esmelt-explicó Arien un poco nervioso pero tratando de sonar lo más calmado posible.

-Hmm...-asintió Orland como si analizara lo que estaba sucediendo, acto que puso más nervioso a Arien, quien terminó muy tenso, con gotas de sudor frío por sus mejillas y su espalda.

Orland continuó mirando fijamente a Yuki que también lo veía de esa forma, estoica, como si nada.

-... ¿Sucede algo, Papá?-preguntó Arien después de reunir un poco de coraje.

-... Tienes unos lindos ojos-le dijo Orland a Yuki, la cual se sorprendió ligeramente. En cambio, Arien abrió la boca muy sorprendido.

-¿Eh?-preguntó el joven peliazul por lo bajo, aún confundido.

-... Conque semihumana, ¿eh?...-preguntaba Orland con un tono de voz calmado, mientras que Arien tragaba en seco aún nervioso-... Eres una muchachita muy linda-dijo el apuesto rey pelirrojo, mostrando una tierna y encantadora sonrisa mientras observaba casi de forma melancólica hacia la semihumana ojiazul, la cual aún un poco confundida pero serena, se sorprendió ligeramente, mirando con su común inocente expresión del rostro hacia Orland, quien levantó su mano izquierda de debajo de su capa, para colocarla encima de la cabeza de la semihumana y acariciar el cabello de esta, de forma gentil y tierna, aún sonriéndole encantadoramente, sorprendiendo tanto a la chica como al joven peliazul.

-... Y... ¿Qué haces por aquí, Papá?-preguntó Arien tratando de cambiar de tema.

-...-Orland quitó su mano de la cabeza de Yuki, y la guardó nuevamente debajo de su capa, para atender a su hijo. El rey volvió a mostrarse serio, como si aquella tierna sonrisa nunca se hubiera mostrado en su rostro-Iba hacia el Orfanato Drasil-mencionó Orland, sorprendiendo al joven peliazul.

-¿Eh?-preguntó Arien sorprendido.

-¿Y ustedes?-preguntó estoico Orland.

-Ah... Lo mismo-terminó confesando Arien, despertando una ligera sorpresa en Orland.

-Oh... ¿Estáis relacionados con el incidente?-preguntó el rey.

-Sí. Yuki y yo habíamos aceptado la misión del bebé dragón que cuidaban en el orfanato-explicó Arien.

-... Entiendo... Supongo que es mi culpa no estar al pendiente de ustedes pese a que sois mis hijos... Tal vez lo hubiera sabido de haberles preguntado qué estabais haciendo estos días... Perdóname por no prestarles más atención como vuestro padre-se disculpó Orland pareciendo realmente entristecido, lo que sorprendió mucho a Arien.

-Ah... ¡Oh! No te preocupes. Hemos estado muy ocupados con las misiones del gremio. Y tú eres el Rey de Sefiro, es completamente comprensible que estés muy ocupado. Eso no significa que tú seas un mal padre, y eso tampoco significa que nosotros seamos unos malos hijos, jeje. No te preocupes, jeje-sonrió Arien un poco divertido, para luego en su interior, sentirse levemente extraño al respecto-... Sí... Papá es un poco serio y actúa como si no le interesara otra cosa que encargarse del reino, pero...-pensaba Arien, ahora recordando algunos momentos felices de su infancia junto a Orland, y a este último cuando sonrió acariciando gentilmente la cabeza de Yuki-... Pero... Incluso él tiene esos momentos donde te das cuenta de que... Pese a lo que pueda parecer por fuera... Él es una buena persona... Es... siempre ha sido un excelente padre con Orion nii y conmigo...-continuaba pensando Arien en su interior, pareciendo un poco preocupado al respecto-... No... Una persona puede ser mala independientemente de todo lo bueno que haga... Aún así... Realmente cuando veo estas facetas de Papá... no puedo pensar que sea realmente una mala persona...

-Orion y tú estáis bien, ¿verdad? No les pasó nada, ¿verdad?-preguntó Orland.

-Estamos bien. No nos pasó nada, Papá-le dijo Arien con una tierna sonrisa.

-Bueno, eso es bueno. Aunque sigue siendo una lástima para los niños del orfanato-mencionó Orland.

-Sí...-afirmó un poco débil Arien.

-Vamos entonces. Tu también te dirigías hacia allá, ¿no?-preguntó el apuesto pelirrojo rey dándose la vuelta hacia su respectivo destino.

-S... Sí-afirmó Arien un poco nervioso, y junto a Yuki, siguió al Rey Orland hacia el orfanato.

Miércoles 17 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Orfanato ¨Drasil¨ para niños semihumanos, 5:30 PM-

-Bueno, gracias por todo-dijo Sole haciendo una pequeña reverencia antes de usar la poción en su mano y tomar la apariencia de Tsuki.

-Espero entonces contar contigo para desenmascarar a Orland... Sole san-dijo Edgard con una ligera sonrisa.

-Sí. Cuente con ello. Si hay algo que se tenga que desenmascarar, ayudaré a desenmascararlo-dijo Tsuki (Sole) con una confiada sonrisa. Así, decidió salir de la mansión. Los policías esperando fuera, se le quedaron viendo como si sospecharan de ella, hasta que la muchacha se alejó lo suficiente del orfanato siguiendo pasos tranquilos, calmados. De esta forma, los oficiales entraron de nuevo a la mansión, prosiguiendo con su trabajo. Uno de los soldados, se acercó a Edgard para hablarle a este que sonreía viendo por donde se fue Sole.

-Jefe Zasgard, ¿puedo preguntar qué quería esa muchacha?

-... Nada. Es normal que a su edad, este tipo de cosas resulte en un gran impacto...-dijo Edgard aún con una sonrisa-... En cambio yo... No sé, hay algo que me resulta familiar en ella... Como una sensación agradablemente cálida-mencionó sonriendo tiernamente.

Sole se ocultó detrás de aquella pared junto a sus demás compañeros, e hizo desaparecer su apariencia de Tsuki.

-Bien, ¿cómo te fue?-preguntó Kisara.

-... Edgard san es un sujeto agradable, pero...-dijo Sole suspirando cansadamente-... ¡¡Ahhh!!-se quejó, confundiendo a sus compañeros.

-¿Qué sucede?-preguntó Josh confundido.

-Será muy agradable y todo, pero algo no está bien en su cabeza. ¿Había necesidad de conversar todo el tiempo con esos cadáveres alrededor? Casi vomito ahí mismo. Es decir, yo también tengo mis límites-se quejaba Sole mientras colocaba la palma de su mano izquierda en la pared y agachaba su cabeza sintiéndose medio asqueada.

Kisara sonrió tiernamente y acarició la cabeza de Sole mientras esta aún se recuperaba de aquella experiencia.

-Así que al padre de Zay le gusta el estilo gótico... Mmm... Se llevaría bien con Kazari entonces-dijo Kurebai colocando sus dedos índice y pulgar derechos en su barbilla, de forma pensativa.

-¿Kisara?-preguntó Josh un poco confundido.

-Sí, Kazari-afirmó Kurebai como si nada.

-En serio, ¿quién es Kazari?-preguntó nuevamente confundida Kisara, arqueando una ceja mientras continuaba acariciando la cabeza de Sole-Además... ¿estilo gótico? ¿Yo?-preguntó ahora confundida.

-Sí... Es decir... Siempre vistes ropa negra o roja. Tu estilo y apariencia... son muy góticos-explicó Kurebai como si nada.

-Sí, ahora que lo dices es verdad. Ahora porque tiene el cabello rojo, pero con su pelo negro sí parece una auténtica chica gótica-mencionó Josh sonriente.

-Ya paren de hacer fetiches conmigo-se quejó un poco incómoda Kisara.

-Imposible. Tienes el aura con mayores fetiches de las chicas del grupo-mencionó Kurebai sonriendo divertido.

-¡¿Y eso porqué?!-preguntó Kisara un poco molesta.

-No sé. Es tan solo la impresión que das-dijo Kurebai levantando perezosamente sus hombros.

-Denme un respiro-suspiró Kisara casi sin creérselo.

-Oh, Arien y Yuki-dijo Sole tras levantar su cabeza. Esto llamó la atención de los demás presentes que voltearon a ver hacia el mismo lugar. Todos observaron al peliazul y a la semihumana saliendo de uno de los pasillos entrecalles, pero se sorprendieron grandemente al notar que detrás de ellos se encontraba el Rey Orland. Se pusieron un poco tensos. El apuesto pelirrojo rey no los había notado ya que seguía recto hacia la calle donde se encontraba el orfanato, pero le siguieron con la vista, intrigados.

Todos los ¨Humility Brotherhood¨ detrás de aquella pared, asomaron sus rostros para observar cómo los soldados atónitos por la presencia del rey, reaccionaron un poco rígidos y tras hacerle una reverencia, lo dejaron pasar hacia el interior. Curiosamente, cuando uno de los oficiales abrió la puerta del orfanato para que Orland pasara, en ese justo momento iba a salir de la mansión, Edgard. Al final, los dos hombres adultos se miraron serios, fijamente.

Mientras Orland solo lo veía serio y estoico como de costumbre, se podía notar un poco de hostilidad de parte de Edgard. Este había arqueado una ceja con una leve superioridad. Los que observaron la escena entre estos dos, se sintieron tensos al instante, en especial Arien que se encontraba ahora justo detrás de su padre. En cambio, Yuki continuaba seria sin inmutarse.

-... Vaya, vaya. ¿El Rey de Sefiro en persona?-preguntó Edgard sonriendo con superioridad.

-... ¿Algún problema con eso, Edgard san?-preguntó Orland aún estoico.

-No, no. No es la gran cosa, pero... Un rey no debería perder el tiempo yendo hacia donde la policía debería encargarse en su lugar... ¿Qué pasa? ¿No confías en tus propios soldados?-preguntó Edgard sonriendo de forma confiada.

-Solo me encuentro preocupado. No es un incidente que suceda todos los días en Sefiro-mencionó Orland.

-No es un incidente que suceda todos los días... no al menos que se sepa-añadió Edgard aún sonriente, y ese último comentario terminó en un silencio acompañado por una atmósfera tensa entre las miradas de esos dos adultos.

-... Recuerdo haber enviado a tu hijo para que te recordara que tu misión era encargarte del contrabando-explicó Orland.

-Si estabas tan preocupado por este incidente, no tiene sentido que te opongas a que tu mejor policía se encargue del caso del orfanato-mencionó Edgard-... ¿Qué pasa, Rey Orland? ¿Acaso su preocupación es de culpa y no de lástima por las víctimas?

-Tus comentarios como siempre son erróneos e innecesarios, Edgard san-mencionó Orland con un rostro serio y completamente sereno-¿Acaso antes de convertirte en Jefe de Policías no te enseñaron que un oficial debe centrarse en la tarea que le dan y solo en esa tarea mientras aún no resuelva esa misión? En el cuerpo policial, no se debe interferir en una segunda misión cuando la primera no ha sido solucionada. Es lo que se llama ¨código de ética profesional¨.

-Sí. Recuerdo muy bien cuando me enseñaron eso, pero en ese tiempo como usted dijo, no era Jefe de Policías. Nadie me dijo lo que un Jefe de Policías podía hacer o no, así que ahora como Jefe de Policías, asumiré que puedo tomarme ciertas libertades que antes no-afirmó Edgard aún con una sonrisa, mientras Orland se mantenía estoico-... Además, ese ¨código de ética profesional¨... es muy... conveniente, ¿no cree, Su Majestad?

-Bueno, ese código existía antes de yo siquiera nacer-inquirió Orland.

-Bueno, si usted es el tan asombroso Rey que ayudó a desaparecer la corrupción en Sefiro... bien podría haber cambiado un código tan poco honesto como ese... En cambio, que lo haya mantenido podría ser... porque le es conveniente a su tipo de gobierno, ¿no, Rey Orland?...-preguntó Edgard sonriendo aún con confianza. En cambio, el apuesto pelirrojo rey, se mantuvo estoico en todo momento, sin inmutarse.

-... Edgard san actúa demasiado precipitado, ahora que lo pienso-comentó Sole.

-Oye, yo escucho desde aquí gracias a mis orejas de mitad elfo, pero... ¿Cómo los escuchas tú desde aquí?-le preguntó Tsuki confundida a Sole.

-Ah, quité tu apariencia, pero mantuve tus orejas de elfo, son muy convenientes para oír largas distancias-mencionó Sole mientras señalaba sus orejas ahora elfinas, lo que sorprendió a Tsuki y a los demás.

-Eres astuta, Sole-mencionó Tsuki impresionada.

-Jeje, siéntete libre de elog...

-Sí, sí, ¨señorita-narcisista-san¨-dijo Kurebai con pesadez en su voz, molestando a Sole que se volteó con los ojos en blanco, insultada.

-¡No me vuelvas a interrumpir cuando hablo!-se quejó Sole aún molesta.

-Oh, ¿pelea matrimonial?-preguntó Sarah bromeando divertida.

-¡¡Por supuesto que no!!-negaron al mismo tiempo, igual de insultados, Sole y Kurebai, lo que únicamente provocó que Sarah sonriera más divertida.

-¿Dónde está Selik, por cierto?-preguntó Orion un poco curioso.

-Está ocupado investigando por su cuenta acerca de Yuki chan. Pensé que mientras estuviéramos aquí, alguien tendría que investigar por nosotros. Selik es un niño muy maduro, y no me preocupa que le pase algo, es muy fuerte-mencionó Sarah con una sonrisa.

-... Ya veo-dijo Orion.

-Un nuevo gobierno manteniendo mecanismos del anterior gobierno corrupto... Suena mal, ¿no?-preguntó Edgard de forma sarcástica.

-Gobiernos buenos o malos, comparten muchos estilos en común. No es como que todos los gobiernos sean corruptos solo por llamarse ¨gobiernos¨. Parece mentira, Edgard san, a tus acusaciones les hace falta lógica. No es propio de ti-inquirió Orland manteniéndose serio y sereno en todo momento.

-¿Acusaciones? ¿Yo? Para nada, solo me siento increíblemente curioso-sonrió Edgard, confundiendo un poco a Orland.

-¿Curioso?-preguntó el rey pelirrojo.

-Sí... Creo que ambos coincidimos en que incluso si hicieras algo tan cruel como una masacre de este estilo... No serías tan descuidado como para levantar tanta sospecha sobre ti...-mencionó Edgard con una ligera sonrisa. Al principio Orland se mantuvo serio, pero unos pocos milisegundos después de haber analizado las palabras del Jefe de Policías, el rey pelirrojo reaccionó levemente sorprendido, como si se hubiera dado cuenta de algo.

-¿Eh? ¿Qué está pasando justo ahora con esta atmósfera?-se preguntaba Arien confundido en su pensamiento-... Al principio sonaba como que Edgard san desconfiaba de Papá, pero... Ahora es como si... Como si estuviera seguro de que Papá no es el culpable de lo que sucedió en el orfanato...

-Conque llegó a esa conclusión...-expresó por lo bajo Sole-Aunque tiene sentido.

-Sole, cuando lleguemos a casa, me cuentas tu conversación con Edgard san y lo que le está diciendo ahora al Rey Orland-dijo Kisara recostada a la pared con los brazos cruzados.

-Sí-afirmó Sole seria sin inmutarse, aún concentrada en escuchar la conversación de Edgard con Orland.

-¿Y? ¿Qué planeabas hacer aquí?-preguntó el Jefe de Policías con una sonrisa.

-Ayudar lo más posible. Dado que también decidiste quedarte, supuse que terminaríamos más rápido-dijo Orland.

-Hmm... Pero lo siento, yo ya me iba-expresó Edgard con una sonrisa.

-¿Y eso por qué?-preguntó un poco confundido Orland.

-Asumí que allá dentro no hay ninguna pista que nos lleve hacia el asesino. Es tan solo la escena del crimen de una horrible masacre, nada más aparte de eso. Mis hombres siguen investigando, úneteles a ellos... Aunque... Tu poder no sería muy útil para encontrar pistas... Todo lo contrario, ¿no?-preguntó Edgard con una media sonrisa.

-No planeo usar mi poder, solo quiero sacar mis propias deducciones de la escena del crimen. Justo como tú-explicó Orland.

-Bien, bien. Si encuentras algo importante me avisas-expresó Edgard, pasando por al lado del rey, mirando hacia Arien y deteniéndose para observar detalladamente a este último, confundiendo un poco al joven peliazul-... Hablando de masacres... La que hizo huérfano a este niño... fue mucho más lamentable.

-Ese comentario es innecesario, Edgard-dijo Orland, esta vez mirando con una fría y se podía decir que aterradora mirada hacia el Jefe de Policías. Edgard notó dicha mirada y sin inmutarse, sonrió ligeramente cerrando los ojos.

-Sí, perdón-se disculpó Edgard tanto con Orland como con Arien, dirigiéndose ahora a este último-No era mi intención que recordaras un triste suceso como ese. En serio, perdóname-expresó ahora haciendo una pequeña reverencia.

-... Sí... No hay problema-dijo Arien aunque un poco serio.

-Bueno, me retiro-Edgard se dio la vuelta y continuó alejándose del orfanato. Mientras caminaba, notó a Sole asomada detrás de aquella pared, por lo que sonrió y sacó su mano izquierda de debajo de su capa para indicarle que lo siguiera. La albina se sorprendió, pero acató la orden y se adentró al interior del pasillo para encontrarse con Edgard del otro lado, sin levantar sospechas por parte de Orland y los demás.

-Puedes irte ahora, Arien-dijo el rey, llamando la atención del joven peliazul.

-¿Eh?-preguntó el muchacho un poco sorprendido.

-Parece que los demás ya se fueron, ¿no? Viniste con tus compañeros de equipo, ¿verdad?-preguntó Orland.

-Sí. Es verdad, parece que se fueron. Voy a alcanzarlos. Con permiso-Arien hizo una pequeña reverencia y cogió la mano de Yuki, alejándose mientras la semihumana parecía un poco sorprendida, pero aún estoica.

Antes de retirarse completamente del orfanato, Arien echó un rápido vistazo hacia Rico, Rikki y los demás niños que se encontraban sentados en el jardín delantero de la mansión, protegidos por unos cuantos soldados a su alrededor. El joven peliazul se detuvo para observarlos, llamando la atención de Yuki y de Orland.

-... Papá... ¿Qué sucederá con los niños sobrevivientes del orfanato?-preguntó Arien un poco serio y entristecido.

-Serán enviados a un orfanato de Sefiro, pero no será un orfanato únicamente para semihumanos como ellos. El único orfanato exclusivamente para semihumanos era este, pero... Supongo que no les será nada cómodo seguir viviendo aquí incluso si encontráramos una nueva sirvienta que se encargue de ellos-explicó Orland.

-Sí... Tienes razón... Gracias, Papá-agradeció sinceramente aunque aún ligeramente entristecido, lo que confundió un poco al rey.

-¿Sucede algo?-preguntó el pelirrojo.

-... ¿Puedo llevarlos a nuestro apartamento?-preguntó Arien dirigiéndose a Orland con una tierna sonrisa, que sorprendió a su padre.

-... Claro, pero... ¿Por qué?-preguntó el rey un poco confundido.

-Nuestro apartamento actualmente está muy lleno, pero... Tratándose de unos niños... Podemos hacer algo al respecto, cuidarlos hasta que puedan ir a vivir al otro orfanato... Además... posiblemente sean discriminados allá... y después de esta horrible experiencia, me gustaría al menos darles mi mayor muestra de cariño... Como hiciste tú con Orion nii y conmigo, ¿no?-preguntó Arien mostrándole una gran y tierna sonrisa a Orland, este que se sorprendió, pareciendo incluso conmovido.

-... Está bien. Les diré a unos cuantos soldados que los acompañen hasta vuestro apartamento. Después los soldados se irán-dijo el rey.

-¡Sí! ¡Gracias!-agradeció Arien muy sonriente.

Miércoles 17 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, 5:50 PM-

Arien llevó a los niños sobrevivientes a la residencia ¨von Sefiro¨. Eran 6 infantes en total, contando a Rico y Rikki. Al entrar, todos los niños excepto los dos hermanos, se quedaron sorprendidos con el interior del apartamento que no era la gran cosa.

-Vivirán aquí un tiempo, ¿de acuerdo?-preguntó Arien mostrándoles una tierna sonrisa.

-S... Sí. Gracias, Arien nii-agradeció Rikki, tratando de sonreír ampliamente como de costumbre, pero evidentemente un poco abatida. Esto entristeció al peliazul, que luego notó a Rico detrás de los otros niños, cabizbajo con un aura siniestra a su alrededor.

-B... Bien, vengan, les mostraremos sus habitaciones-dijo Arien guiándolos ahora por el interior de la residencia e indicándoles que se quedaran por el momento, en las habitaciones que él les iba designando. La última fue la de Yuki, que al parecer dormiría con Rikki. Solo las dos chicas entraron y se sentaron en la cama para conversar, mientras Rico que dormiría en la habitación de Arien, entró a dicho cuarto junto a este-... Ya... ¡Ya verás cómo me gritarán por haberlos traído aquí! Jaja-se rió un poco nervioso Arien, tratando de mejorar el pesado ambiente alrededor de Rico-... Si... ¡Siéntate!-le indicó al semihumano, este que se sentó en la cama de Arien, y el peliazul a su lado, observándolo un poco nervioso sin saber qué hacer o decir a continuación.

-...

-...

-¡¿QUÉ MIERDA ESTÁS HACIENDO, ARIEN?!-preguntó alguien de repente, entrando muy molesto a la habitación del peliazul que se sobresaltó, notando luego que se trataba de Kurebai, acercándose y quedándose de pie justo frente a él-¡¿Cómo se te ocurre traer a los niños aquí?!

-Oye, me aseguré de que ninguno durmiera en tu habitación-dijo nervioso Arien con una rígida sonrisa.

-¡Eso no es lo que me molesta!-se quejó Kurebai-Te estábamos observando de camino hacia acá y no podíamos creerlo cuando entraste a la casa con los niños... ¡¿Es en serio?!-preguntó el de ojos rosados.

-... Me pareció lo mejor para ellos...-dijo entristecido Arien, bajando la cabeza.

Kurebai se sorprendió por la expresión decaída del peliazul, pero luego se mantuvo serio, aunque medio meditando lo que iba a decir a continuación.

-Ya, Kure, no estás haciendo sentir mejor ni a Arien, ni mucho menos a Rico san-mencionó Tsuki que se encontraba observando junto a los demás, desde fuera de la habitación de Arien.

-... No lo digo para hacerlos sentir mal, pero...-dijo Kurebai por lo bajo-... ¡¡Ah, es que no sé!! ¡En esta incómoda situación apenas puedo pensar, pero Arien rápidamente actuó y trajo a los niños hasta aquí! ¡No sé si él está siendo muy precipitado o nosotros estamos siendo muy incompetentes!-tras decir esto, los demás bajaron la cabeza, levemente incómodos y deprimidos.

-Si soy un estorbo solo díganlo-mencionó Rico, apenas audible para todos los presentes, sorprendiéndolos. El pequeño semihumano continuaba cabizbajo y serio-... Yo... Yo lo sabía...-dijo ahora frunciendo sus labios con los dientes, y apretando sus dos puños con mucha rabia, tanta que hizo sangrar sus manos y sus encías-... ¡Yo sabía que ustedes nos engañaban! ¡Erais parte de esos buitres, lo sabía! ¡Me queríais engañar todo este tiempo y lo consiguieron!... ¡¡¡Por vuestra culpa Oskar, Peter, Jimmy, Miriam san... ¡y todos los demás están muertos!!!! ¡Es vuestra culpa! ¡¿Así que por qué no acabáis de matarnos aquí de una vez por todas?! ¡¡Dejen este absurdo teatro!! ¡¡No os hagáis más los buenos, solo sois unos farsantes, unos buitres!! ¡¡Son unos...!!-iba a terminar de decir Rico en pleno ataque de furia, escuchándose a lo largo del pasillo y por tanto también lo escuchaban los demás niños en el resto de las habitaciones. Yuki les indicaba a los pequeños que entraran de nuevo a sus cuartos, ya que habían salido por curiosidad.

Pero antes de que el semihumano pudiera terminar de liberar todo ese cólera en su interior, alguien se acercó con pasos firmes y rápidos y le metió un fuerte bofetón en la mejilla izquierda, sorprendiendo a todos.

Ese ¨alguien¨ era Sole, quien miraba completamente seria a Rico, el cual continuaba mirando hacia su derecha, con la mejilla izquierda completamente roja por el fuerte bofetón de la albina que le dejó la cara marcada con su mano. El semihumano no podía creerse lo que había acabado de pasar. Ni siquiera reaccionó para colocar su mano en su mejilla adolorida o para voltear a ver hacia Sole que se mantenía seria, justo frente a él.

La albina suspiró ampliamente y mostrando una expresión de rabia, miró fulminantemente al pequeño semihumano frente a ella.

-¡¡¿PUEDES REPETIR TODAS LAS BARBARIDADES QUE ACABAS DE DECIR?!!... ¡¡Sé que esto ha sido muy duro para ti, pero también para nosotros!! ¡¡Nosotros no queríamos algo como eso!! ¡¡¿Qué íbamos a conseguir haciendo algo como eso?!! ¡¡Si hubiéramos querido matarlos lo hubiéramos hecho desde el primer momento!! ¡¡No hubiéramos pasado tanto tiempo con ustedes y encariñándonos con quienes íbamos a matar!! ¡¡Eso No Tiene Sentido!!-gritó Sole muy insultada y molesta.

Rico se encontraba aún atónito, con los ojos bien abiertos por la impresión que todavía le causaba. Luego, después de lo que parecía un incómodo silencio, comenzó a dejar caer por sus mejillas las lágrimas que estaba reteniendo con mucho esfuerzo, frunciendo sus labios con los dientes.

-Pe... Pero...-decía Rico entre sollozos, con palabras difíciles de entender debido al llanto-... ¡Pero...! ¡Si ustedes no son los culpables, ¿quiénes sí lo son?! ¡¿Por qué tuvo que pasar todo esto?! ¡¿Qué fue lo que hicimos mal?! ¡¿Acaso nos merecíamos algo así?!-preguntó el semihumano mostrando sus constantes lágrimas. Sole continuaba seria, pero su rostro evidenciaba una clara lástima hacia Rico, decidiendo abrazarlo mientras él respondía al abrazo y arrugaba con fuerza la ropa de la albina.

Miércoles 17 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, 10:50 PM-

Mientras la mayoría dormía en aquel apartamento, Orion y Kisara analizaban unos documentos, sentados en el sofá de la sala.

En ese momento, Sole bostezando llamó la atención de los dos jóvenes que voltearon a verla. La albina traía un libro entre sus brazos y se acercó a ellos con la intención de unírseles para conversar, a pesar de un evidente sueño que mostraba tener.

-¿Los niños ya están durmiendo?-preguntó Kisara.

-Sí-afirmó Sole sentándose a la izquierda de la mitad demonio, que le llamó la atención algo con respecto a la albina.

-... ¿Y ese libro?-preguntó Kisara refiriéndose al objeto que traía Sole entre sus brazos.

-Ah... Esto... Pues, es un libro que le pedí a Miriam san hace unos días. Tenía pensado devolvérselo una vez que me lo terminara incluso si lo terminaba después de finalizada la misión. Iría al orfanato a devolvérselo, pero... Supongo que se lo entregaré a las autoridades una vez que lo termine-mencionó Sole.

-...-Kisara dio un vistazo al libro, y se sorprendió ligeramente, luego suspirando, para confusión de Orion-Bueno, ¿nos cuentas lo que hablaste con Edgard san y lo que habló él con el Rey Orland?

-Sí, por supuesto-respondió Sole.

...

-Ya veo... ¿Y qué fue lo que Edgard san te dijo una vez que se fue del orfanato?-preguntó Kisara.

-Me pidió que investigara por mi cuenta el dichoso caso del contrabando de Sefiro-mencionó Sole, sorprendiendo tanto a Kisara como a Orion.

-Oh, ¿y eso por qué?-preguntó la mitad demonio, mientras Sole recordaba su conversación con Edgard.

-Aquí tienes la ubicación del lugar donde se efectuó el contrabando-le dijo Edgard dándole un papel doblado a Sole-A estas alturas las personas a las que mandé a ese lugar, ya habrán terminado su trabajo.

-... No entiendo-dijo Sole después de observar unos cortos segundos el papel-¿Si esas personas ya terminaron su trabajo por qué tendría que ir yo?

-El caso del contrabando estará cerrado a estas alturas, pero... Si este caso fue premeditado para dar lugar a este incidente del orfanato, seguramente tú y tus amigos de Esmelt podrán encontrar alguna pista-mencionó Edgard con una sonrisa.

-Mmm... Tiene sentido, pero... ¿Por qué no lo hace usted mismo? Ya terminó su trabajo en el orfanato, ¿no?-preguntó Sole confundida.

-Realmente no, ahora es cuando comienza la auténtica investigación. Buscar sospechosos, analizar los últimos movimientos de los involucrados... Así que estaré bastante ocupado. Por eso te lo pido a ti. Mientras más rápido se investigue ese lugar donde se realizó el contrabando, más probabilidades tendremos de encontrar alguna pista de ser el caso donde hay pistas. En cambio, si investigo ese lugar después, tal vez no llegue a tiempo para encontrar algo que me ayude significativamente en la investigación.

-Entiendo...

-Toma-ahora Edgard le extendió una carpeta con algunos registros-... Son los datos de las personas involucradas en el contrabando, así como el historial de ese tipo de casos durante los últimos años de Sefiro.

-Oh, esto ayudará mucho-se sorprendió ligeramente Sole mientras agarraba los archivos y los guardaba en su bolsa con mucho cuidado.

-Si encuentras alguna información importante, contáctame. No te comuniques con mi hijo ya que se vería muy sospechoso. Mejor puedes usar esto-dijo Edgard mostrándole en la palma de su mano, una pequeña gema de color rojo.

-¿Y eso es...?-preguntaba Sole confundida agarrando la gema con dos de sus dedos y observándola detalladamente-... ¡Oh! Una ¨gema de telecomunicación¨.

-Sí. Esa se comunica con una que tengo yo. Sabes cómo funcionan, ¿no?

-Sí, no se preocupe. Solo tengo que transmitirle un poco de mi magia y mencionar su nombre, ¿no?-preguntó Sole con una confiada sonrisa.

-Exacto. Entonces, buena suerte en tu misión-mencionó Edgard sonriente.

-Igualmente. Buena suerte en su trabajo-dijo Sole, volviendo de su recuerdo.

-... ¿Y cuándo vas a ir al lugar donde se realizó el contrabando?-preguntó Kisara curiosa, pero Sole se mantuvo seria, en silencio, lo que confundió tanto a la mitad demonio como a Orion.

-...

-¿Sole?-preguntó Kisara un poco preocupada.

-... Estaba pensando aprovechar para pedirte que fueras tú en mi lugar.

-¿Eh?-preguntó la mitad demonio sorprendida, al igual que lo estaba Orion.

-Sí... Me gustaría hacer otras cosas en vez de investigar acerca de ese contrabando...-mencionó Sole, despertando más curiosidad en Kisara.

-... Esas ¨otras cosas¨... deben ser bastante importantes si estás ignorando un hecho que puede estar relacionado con el orfanato, ¿verdad?-preguntó la mitad demonio, a lo que la albina, sin necesidad de decir palabra alguna, solo asintió con la cabeza-... Bien. Me encargaré de esto entonces-le sonrió a Sole.

-Gracias por confiar en mí-agradeció tiernamente sonriente la albina.

-No. Eres tú la que está confiando en mí justo ahora. Gracias por eso-le dijo Kisara con una sonrisa, y luego se volteó para dirigirse a Orion-¿Quieres venir conmigo?

-Me ofendería que no me lo preguntaras-sonrió el peliazul, a lo que Kisara también mostró una divertida sonrisa.

-Oh, ¿despiertos a esta hora?-preguntó Sarah llegando a la sala para acercarse a la cocina y tomar un poco de agua, mostrando cansancio en lo que bostezaba de forma seguida.

-Ya nos vamos a dormir. Ciertamente ya es bastante tarde-dijo Kisara.

-Los documentos están en mi habitación. Mañana por la mañana puedes cogerlos, están encima de mi escritorio-le dijo Sole en voz baja a Kisara para que ella fuera la única que la escuchara.

-Okay-asintió la mitad demonio.

-Vamos a dormir entonces-dijo Sole esta vez en voz alta mientras se levantaba del sofá y se dirigía a su habitación, pasando por al lado de Sarah que terminó de tomar agua y volvía a su cuarto.

-Sole, ¿esta vez me dejas dormir contigo?-preguntó Sarah con una divertida sonrisa.

-Nie-negó la albina un poco irritada-Hay que ver lo insistente que eres, Sarah.

-Dormir con Mary chan no es tan divertido-mencionaba Sarah mientras las dos continuaban caminando por el pasillo, hacia sus respectivas habitaciones.

Miércoles 17 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, 11:20 PM-

-¡¿Ahora quién está tocando la puerta?!-se preguntaba Arien irritado en su pensamiento. Al levantarse y abrir la puerta de su habitación, se sorprendió al ver que se trataba de Rikki cogida de la mano de Yuki-¿Eh?

-Dice Rikki que no puede dormir si no es con su hermano-mencionó la ojiazul.

-Oh... Ah...-se sorprendió ligeramente Arien, hasta que se dio cuenta de algo importante-Espera... ¿qué? ¿Significa que ella quiere dormir con Rico ahora?

-Sí-afirmó Yuki como de costumbre, seria sin inmutarse, con Rikki a su lado bostezando, pareciendo ida de la conversación, pero apenas de pie y despierta.

-... Pero... Bueno, de haberlo sabido habría puesto a Rikki en la habitación de Orion nii para dormir con él, pero... Espera, no. Eso tampoco hubiera servido, después de todo la idea era que Rikki durmiera con una chica, no con un chico... Entonces... ¿Qué se supone que hagamos?-se preguntaba Arien confundido, con su mano derecha en la barbilla mientras analizaba la situación.

Yuki confundida, movió sus orejas de gato y jorobó su cabeza hacia la derecha.

-No te entiendo-mencionó la ojiazul, para confusión de Arien que volteó a verla.

-¿Eh? ¿Qué es lo que no comprendes?-preguntó el peliazul confundido ahora.

-No comprendo por qué lo piensas tanto. Solo tenemos que dejar a los hermanos en tu cuarto, y tú te vienes a dormir conmigo, ¿no?-preguntó Yuki estoica, pero dejando en blanco a Arien.

El peliazul estuvo unos cuantos segundos sin emitir sonido alguno, completamente impactado por lo que acababa de escuchar, hasta que se ruborizó por completo hasta las orejas, comenzando a actuar muy nervioso.

-¡¿Eh~~?!-preguntó Arien sorprendido, pero lo más bajo posible para no despertar a Rico ni a nadie más.

-¿Qué sucede?-preguntó Yuki confundida, jorobando la cabeza otra vez pero ahora hacia la izquierda.

-No podemos dormir juntos, somos un chico y una chica-dijo Arien en voz baja, aún ruborizado.

-¿Rico y Rikki sí pueden dormir juntos?-preguntó confundida la ojiazul.

-Sí, ellos son hermanos-explicó el chico.

-¿Y los padres de Sole? Ellos dormían juntos allá en Esmelt-dijo Yuki.

-Es diferente. Ellos están casados-aclaró Arien.

-¿Entonces tú y yo no podemos dormir juntos hasta que estemos casados?

-¨Casados¨... ¨tú y yo¨...-Arien podía sentir cómo su cabeza explotaba expulsando un peculiar humo dado por el calor del momento.

-¿Tampoco es así?-preguntó más confundida Yuki.

-Bu... Bueno, sí, pero... Para casarnos tendríamos que... Es decir... Solo porque queramos dormir juntos... esa es una razón muy... ¿insuficiente? Sí. Solo por eso no deberíamos casarnos-mencionó Arien tímido y nervioso.

-¿Pero en serio no podemos dormir juntos a no ser que nos casemos? Me parece mucho trabajo tomando en cuenta que solo vamos a dormir en la misma cama. No es tan diferente de hacerlo con una chica, ¿no? Yo en casa de Sole también dormía con ella-dijo Yuki estoica como de costumbre, a lo que Arien sonrió sin creerse su situación.

-... Bueno... Como sea... Claro, durmamos juntos-dijo Arien serio sin remedio.

-¿Entonces podemos dormir juntos o no? No entiendo-continuaba Yuki confundida.

-Sí, sí podemos dormir juntos, es solo que normalmente los chicos y las chicas duermen separados, pero... No importa-dijo Arien suspirando un poco cansado.

Miércoles 17 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, 11:30 PM-

Arien dejó que Rikki durmiera en su cama junto a Rico, el cual continuaba durmiendo y no notó en ningún momento el cambio que se había hecho.

Ahora el peliazul dormía junto a Yuki en la cama de este, pero se encontraba muy nervioso y ruborizado.

-... Esto es muy incómodo...-pensaba Arien, observando al principio al techo, pero luego volteando a ver a la parte de atrás de la cabellera de Yuki-... ¿Cómo ella puede dormir así tan tranquila al lado de un chico?... ¿Será que no me ve como uno? ¿Tal vez no siente una timidez especial porque no soy lo suficientemente especial para ella?... O tal vez... ¿se debe a la forma en la que Yuki fue criada?... Es decir... Tiene sentido que muchos de nuestros comportamientos son en base a lo que hemos vivido y experimentado... Hay partes de nuestro comportamiento que son herencia de nuestros antecesores... En cambio, el resto se decide según lo que aprendemos como correcto o no durante nuestra interacción con las personas que nos rodean... Así que... ¿entonces qué clase de vida tuvo Yuki que no conoce los conceptos o leyes que cualquier otra persona promedio conocería?...-pensaba un poco preocupado Arien, aún observando hacia Yuki. Dicha semihumana se volteó de frente a él y mostró que tenía los ojos abiertos, lo que sorprendió grandemente al peliazul que abrió los ojos acompañado de un leve sobresalto.

-... ¿Sucede algo?-preguntó ella.

-... No... Aún no me duermo. ¿Tú tampoco?-preguntó él.

-Mmm... No.

-Aunque creo que todos los demás están dormidos a esta hora. Ya es bastante tarde. Incluso juraría que Rikki chan de tan solo acostarse al lado de su hermano, se durmió rapidísimo.

-... ¿Cómo se sentirán los niños después de todo lo que pasó?-preguntó Yuki, para sorpresa de Arien.

-... Ya veo...-dijo ahora serio el peliazul-A ti también te preocupan ese tipo de cosas, ¿eh?... Bueno, no puedo responderte porque no soy ninguno de esos niños, pero... Supongo que están tratando de sobrellevarlo a su manera... En cuanto a Rico... Él era el mayor, supongo que por eso a él le duele más porque es el más consciente de todos ellos... Los 6 niños que se salvaron por estar con nosotros fuera del orfanato en ese momento... eran los de mayor edad, a pesar de ser tan jóvenes aún... Pero supongo que eso también influye.

-Mmm... ¿Qué piensas hacer mañana, Arien?

-... Estaba pensando llevar a los niños a una heladería y que jugaran en el parque... No sé si estoy forzando mucho las cosas, pero... No quiero que vayan a un funeral... Es... algo muy triste para un niño... Tal vez Rico y Rikki sí vayan, pero los demás... no quiero llevarlos-dijo el peliazul.

-... Creo que entiendo-mencionó la semihumana, lo que hizo sonreír ligeramente a Arien, que se acurrucó virándose completamente de frente hacia ella, con una tierna sonrisa.

-Por cierto, Yuki. ¿De qué color estaba el alma de Papá?

-¿¨Papá¨? ¿El Rey Orland?

-Ah, sí-afirmó él.

-Azul-dijo ella.

-¿Eh? ¿Azul? ¿Y qué significa?

-Las personas con el alma azul... son muy lamentables.

-¿Eh? ¿Lamentables?-preguntó Arien confundido.

-Sí... Aquella mujer también tenía el alma azul.

-¿La mujer que creemos que es tu mamá?

-Sí. La mujer que me crió, o algo así... Ella fue quien me explicó lo que significaba el color azul una vez que le comenté el color de su alma.

-¿Y qué significa?

-... Ella me dijo que su vida era muy lamentable. Tenía que estar al pendiente de muchas cosas. Tenía que ser más cuidadosa que el resto de las personas, preocupándose por demasiadas personas aparte de ella... A la vez me dijo...-Yuki hizo una pausa, llamando ligeramente la atención de Arien-... ¨Ser lamentable no significa que personalmente me lamente por mis decisiones¨.

-...-el chico peliazul se sorprendió por escuchar aquellas palabras-... Eso significa que... Tu mamá tenía que cargar con mucho pero no se arrepentía de lo que hizo... ¿no?

-... ¿Todas las personas son así?

-... Supongo que hay personas que no son capaces de aceptar lo que les ha pasado.

-... Creo que las personas con el alma azul son demasiado amables.

-¿Eh?... ¿Por qué dices eso? ¿Tu mamá era así?

-... Bueno, ella era de las personas que... se preocupaba más de los demás que de sí misma... Era una persona seria, pero capaz de sonreír en los peores momentos si sentía que era lo mejor o lo más conveniente... Era demasiado... ¿¨permisiva¨?... ¿Esa es la palabra?... Creo que las personas con el alma azul se sienten demasiado solas... Son amables y bondadosos por naturaleza, pero ser tan permisivos y generosos... a veces solo les causa sentirse más solitarios... Y creo que esa mujer era justo así. Se sentía en soledad... Tal vez no soledad... ¿tristeza, puede ser? Tal vez se sentía triste, agobiada...

-... ¿La querías? ¿A esa mujer?

-... La quiero. La quiero mucho... La quiero mucho, más que a ti, incluso-dijo Yuki, ruborizando a Arien-... ¿Por qué la pregunta?

-No sé... A pesar de lo mucho que hablamos, nunca me hablaste mucho de esa mujer... ¿No sabes dónde podría estar o algo así?

-...

-Ya. Olvídalo entonces, no tienes que forzarte a hablar de ello si no quieres-le dijo Arien con una tierna sonrisa.

-... Gracias-dijo Yuki en voz baja mientras tapaba de forma adorable su boca con la colcha.

-Es difícil comprender a Yuki y su historia cuando no da detalles tan importantes como esos, pero... Si se necesita mucho tiempo para comprenderla del todo... creo que no importa cuánto tiempo pase si logro comprenderla... E incluso si muero sin comprenderla del todo... el tiempo con ella no habrá sido en vano... Es lo que pienso...-pensaba Arien observando con una tierna sonrisa a Yuki.

-Edgard san... Su alma era verde-mencionó la semihumana con los ojos cerrados y muy tapada por su colcha.

-¿Eh? ¿Y qué representa ese color?

-... Lo contrario al azul... Significa arrepentimiento.

Arien abrió los ojos, sorprendido.

-Mientras que Papá es sospechoso... Yuki solo me ha dicho cosas buenas de él... En cambio, ¿Edgard san en un momento así se sentía arrepentido? ¿Por qué?... No puede ser Edgard san el culpable, ¿verdad?...-se preguntaba el peliazul en su pensamiento.

Jueves 18 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, 9:30 AM-

-¿Qué es lo que tanto lees?-preguntó Sarah sentándose al lado de Sole en el sofá de la sala, llamando la atención de la albina.

-Un libro. No te lo esperabas, ¿eh?-preguntó Sole seria y sarcásticamente.

-Pues no. Esperaba que estuvieras leyendo una puerta o algo así-bromeó Sarah.

-Vamos saliendo-dijo Arien que se encontraba con Yuki, Rico, Rikki y los demás niños cerca de la puerta-Oh, ¿Orion nii ya salió?

-Sí, con Kisara chan-mencionó Sole.

-Bueno, nos vamos-dijo Arien saliendo con su pequeño grupo.

-... ¿No vas a ir al funeral?-le preguntó Sarah a la albina.

-No. Tengo que hacer unas cosas... ¿Y tú? ¿No irás?

-Yo ni siquiera los conocía. ¿Por qué debería ir al funeral?-preguntó Sarah con una sonrisa orgullosa, a lo que Sole sonrió incrédulamente.

-Tú tan insensible como siempre, ¿eh?

-¿Soy insensible? Bueno, sí. Es lo que suele pasar cuando tienes demasiado sentido común, al parecer-dijo Sarah levantándose y dirigiéndose hacia la puerta, pero se detuvo un momento para mirar hacia atrás, llamando la atención de Sole-... Disfruta tu lectura... las veces que te hagan falta-agregó antes de abrir la puerta y salir de la residencia, dejando un poco sorprendida y confundida a Sole.

Jueves 18 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-calles de la Ciudad Central de Sefiro, 9:55 AM-

-¡Arien nii, gracias por el helado!-agradeció uno de los niños que tomaban helado a la vez que correteaban por el parque.

-Por nada. Si quieren más solo díganmelo. Ah, pero no corran cuando están tomando helado-dijo Arien.

-¡Sí!-afirmó el pequeño semihumano y se dirigió con sus demás amigos para jugar en el parque.

-¿En serio no quieres helado, Rico san?-preguntó Arien con una sonrisa, dirigiéndose al joven semihumano a su izquierda, sentado en el mismo banco que él.

-No... Tú tampoco estás tomando helado, Arien san-dijo Rico serio.

-Bueno, es entendible. Pero, si quieres algo que pueda comprar, solo dímelo, ¿sí?-le preguntó el peliazul con una tierna sonrisa, mientras Yuki sentada a la derecha de Arien, miraba hacia los niños, al tanto del cuidado de estos.

-Sí...-afirmó débilmente Rico.

-... Rikki san parece que se está divirtiendo con los demás-mencionó Arien observando hacia la pequeña semihumana que tomaba helado y se divertía con los demás pequeños.

-... Eso es bueno. No quiero que ella sufra-dijo Rico mostrando una pequeña sonrisa, que alegró a Arien ver-Por cierto, ¿dónde dormiste tú entonces ayer?-preguntó Rico confundido, ruborizando avergonzado a Arien.

-¡¿Eh?! ¡Ah!-Arien no sabía qué decir-Bu... Bueno, eso no importa, jeje.

-¿...?-Rico arqueó una ceja confundido-¿Dormiste con Yuki?

-No-negó Arien.
-Sí-afirmó Yuki.

-... O sea, ustedes dos...

-¡No es lo que piensas, lo juro!-aclaró rápidamente Arien, muy avergonzado.

-... Ya... Lo que sea-dijo Rico disponiéndose a cambiar de tema-... ¿Ustedes van a investigar por su cuenta lo que sucedió en el orfanato?

-...-Arien se sorprendió ligeramente al escuchar a Rico-Al parecer Orion nii y Kisara chan se están encargando de eso... ¿Por?

-... No confío en la Policía de Sefiro... La policía no hacía nada cuando esos buitres se robaban el dinero que el orfanato debía pagarle al gobierno de Sefiro.

-... Estaba pensando, Rico san... ¿Quiénes exactamente son esos buitres de los que hablas?-le preguntó Arien serio.

-¡Sí, yo también quiero saberlo!-dijo emocionado un niño que apareció detrás de Arien, agarrado al banco para estar a la altura de la cabeza del peliazul, y cuando este se volteó confundido para ver de quién se trataba, se sobresaltó al notar a un pequeño de cabello verde y ojos dorados.

-¡¡Ah!! ¡¿Y quién eres tú?!-preguntó Arien confundido.

-Hola, Arien kun. Hace tiempo que no nos veíamos, ¿eh?-preguntó el niño muy sonriente, cerrando los ojos mientras le mostraba una alegre expresión a Arien.

-¿Eh? ¿Te conozco?-preguntó el peliazul confundido.

-¿Quiere dejar de comportarse como un niño?-preguntó ahora Mary apareciendo y cogiendo al pequeño niño peliverde por la parte de atrás del cuello de la camisa, alejándolo del banco del cual estaba agarrado.

-¿Mary san? Un momento... ¿¨Comportarse como un niño¨? ¿Acaso no es un niño?-preguntó Arien confundido.

-Oh, Selik san-dijo Yuki al notar que junto a Mary, también se encontraba el hermano menor de Sarah.

-¿Qué está sucediendo aquí?-preguntó el peliazul mucho más confundido.

-Háblanos de esos buitres-dijo el pequeño peliverde mirando con una sonrisa a Rico, este que miraba confundido al niño de ojos dorados que seguía colgado en el aire aún porque Mary sujetaba el cuello de su camisa.

-... ¿Quién eres tú?-preguntó Rico confundido.

-Oh, no me he presentado aún. Lo siento, error mío-se disculpó el peliverde haciendo una ligera reverencia con la cabeza a modo de disculpa, cerrando los ojos, y luego los abrió para mirar a Mary-¿Me puedes bajar?-al preguntar esto con la expresión más sonriente e imperturbable del mundo, Mary lo bajó y él corrió hasta colocarse frente a los tres muchachos sentados en aquel banco-Soy Arthur von Esmelt. ¿Me veo bien?-preguntó divertido el niño de ojos dorados, sacando un poco su lengua.

-...-los tres muchachos se quedaron en silencio, aún asimilando lo que acaban de escuchar-¿Eh?-preguntaron al unísono jorobando la cabeza hacia la derecha al mismo tiempo.

-Es una larga historia-dijo Mary después de dar un suspiro.

-¿En serio es usted, Arthur san?-preguntó Arien aún no muy convencido.

-Sí. Soy yo-afirmó el peliverde colocando sus dos manos en sus caderas, de forma orgullosa.

-... ¿Y por qué tiene la apariencia de un niño? ¿Por qué está aquí en Sefiro?-preguntó Arien aún confundido.

-Bueno, eso se debe a...-Arthur comenzaría a explicarles su situación.

Miércoles 10 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-calles de la Ciudad Central de Sefiro, 7:35 PM-

-¡Oh, helado, quiero helado!-dijo Mary entusiasmada.

-¿En serio, Mary chan?-preguntó Sole sorprendida.

-Oigan, quiero llegar rápido al gremio para ver si tienen una misión interesante. Estar aburrido no es fácil-mencionó Tsuki inflando sus cachetes un poco molesta.

-Ah, entonces vayan ustedes. Sole, te vienes conmigo-dijo Mary agarrando la mano de la albina y llevándosela con ella, sorprendiéndola.

-¡¿Eh?! ¡Espera... ¿eh?!-preguntaba Sole mientras Mary la llevaba en dirección a la heladería que había divisado hace unos pocos segundos.

-Es bastante entusiasta cuando se trata de helado, ¿eh?-preguntó Hawk curioso.

-Al parecer-dijo Josh.

-Yo también soy una entusiasta del helado, pero hay cosas más importantes ahora...-dijo Tsuki mostrando un rostro serio y maduro.

-... No hablarás del bebé dragón, ¿verdad?-preguntó Josh un poco preocupado al respecto, con una sonrisa dudosa.

-¡Efectivamente! ¡Tal vez aún esté esa misión!-afirmó Tsuki aún orgullosa, y retomó sus pasos en dirección al gremio.

-En fin, sigamos a la entusiasta de helados y dragones-bromeó Hawk, haciendo sonreír a los demás.

-¿Era necesario separarnos de ellos solo por helado, Mary chan?-preguntó Sole encontrándose en mitad de la cola de personas que se disponían a comprar helado.

-Lo siento, estoy inquieta y el helado es lo único que me calma-dijo la pelimorada.

-Mmm... ¿Tanto te preocupa no estar cerca del Rey Arthur?-preguntó Sole curiosa.

-¡Por supuesto!-afirmó Mary muy eufórica, asustando ligeramente a la albina que incluso se echó un poco hacia atrás-Ese hombre es muy inteligente pero se confía demasiado. ¡¿Y qué pasa si me necesita justo cuando no estoy con él?! ¡¿Y qué pasa si surge alguna especie de crisis en Esmelt?! ¡¿Y qué pasa si intentan asesinarlo?! ¡¿Y qué pasa si...?!-iba a continuar preguntando Mary cuando Sole, preocupada por el comportamiento de la pelimorada, decidió interrumpirla.

-¡¿Por qué la cola avanza tan lento?!-preguntó Sole en voz alta llamando la atención no solo de las personas alrededor, sino sobre todo, de Mary, la cual se calmó.

Pero en ese momento de calma, viendo hacia Sole que se encontraba a su derecha, la pelimorada divisó fugazmente una cabellera peliverde que pasó corriendo de un lugar a otro y se ocultó dentro de una esquina de las calles de Sefiro. Mary se encontraba serena observando aún en esa dirección, confundida ya que no tenía la total certeza de qué era lo que creía haber visto. Suponía que había sido un pequeño cuerpo, tal vez de un niño, pero no estaba segura.

Se mantuvo observando unos segundos en esa misma dirección y se sorprendió grandemente, sobresaltándose incluso... cuando aquel individuo reapareció. Se trataba efectivamente de un niño, peliverde, pero que al instante Mary reconoció gracias a aquellos ojos dorados. El infante había asomado su cabeza por la misma esquina por la que se había ocultado, y miró hacia la pelimorada. Al coincidir sus miradas, el niño se asustó un poco y actuó rápido, huyendo por el interior de aquella esquina.

Mary se mantenía boquiabierta, sin habla, observando hacia aquella esquina al principio sorprendida, pero luego decidiendo actuar.

-¡So... Sole!-dijo la pelimorada con firmeza pero también un poco de nerviosismo. La albina se sobresaltó por la repentina mención de su nombre (o apodo).

-¡¿S... Sí?!-preguntó Sole confundida y un poco asustada por la extraña reacción de su compañera.

-¡Lo siento, tengo que irme! ¡Después te explico!-diciendo esto, a toda prisa se alejó de la cola de los helados y se adentró en aquella esquina para perseguir al pequeño niño.

Sole se mantuvo 10 segundos viendo al lugar por el cual se retiró Mary hasta perderla de vista... anonadada, hasta que se percató de que se había quedado sin compañía alguna, en la cola de los helados.

-... ¡¡¿HAH...?!!-se preguntó la albina completamente ensimismada con lo que acababa de suceder-¡Oye, ¿y qué se supone que haga ahora?!-Sole se encontraba boquiabierta, demasiado confundida con lo que estaba pasando, pero pronto se percató de que habían muchas miradas encima de ella. Se trataba nuevamente, de las personas a su alrededor, tanto las que eran parte de la cola de los helados así como los individuos que simplemente pasaban por ahí en ese momento. Sole no pudo evitar sonreír nerviosa al notar aquellas miradas de personas confundidas, sintiéndose ahora como el incómodo centro de atención.

-¡Deténgase ahora mismo!-después de mucho correr, Mary logró alcanzar al pequeño peliverde, agarrándolo de la parte de atrás del cuello de su camisa.

-¡Agh!-se quejó el de ojos dorados.

-¡¿Se puede saber qué hace usted aquí?!-preguntó Mary un poco molesta.

-Oh, ¿no te alegras de verme?-preguntó el risueño niño, ruborizando a Mary.

-¡¿E... Eh?! ¡Eso no viene a cuento!-dijo avergonzada la pelimorada, decidiendo soltar al pequeño que se quedó frente a la muchacha.

-Pensé que te alegrarías al verme, pero bueno, me alegra que estés bien-dijo él con una tierna sonrisa que hizo sonrojar un poco más a Mary.

-En serio, ¿qué hace usted aquí?-preguntó la pelimorada confundida.

-No te molestes con Danna chan, se lo pedí yo personalmente-dijo el niño.

-Obviamente. Danna san no haría algo tan irresponsable por voluntad propia.

-Oh, eso tiene mucho sentido-se sorprendió ligeramente el pequeño colocando su dedo índice derecho en su barbilla, lo que no se creía ver Mary.

-Por favor, no se entretenga más y explíquese-dijo la de mechas rosadas.

-Mmm... La cosa es que el día antes de que ustedes se fueran, recibí un mensaje de una fuente, que hablaba de un asunto de suma importancia. Se exponían temas muy graves, y me recomendaba que me infiltrara en Sefiro junto a ustedes pero tratando de no llamar tanto la atención.

-Ese disfraz no es muy bueno que digamos, ¿por qué un niño? Yo rápidamente lo reconocí-dijo Mary confundida cruzando los brazos.

-Oh, tú puedes ver mi pelo verde y mis ojos dorados, pero los demás no-dijo el niño, sorprendiendo a la pelimorada.

-¿En serio? ¿Por qué?-preguntó la de mechas rosadas.

-Porque tú y yo tenemos un pacto mágico. Este encantamiento que hizo Danna chan sobre mí hace que todos me vean como un niño pelinegro de ojos castaños... excepto los que tienen un pacto mágico conmigo. Básicamente solo me ven como el niño que una vez fui, Danna chan y tú. Danna por ser la que puso en práctica el hechizo. Tú por el contrato que hicimos cuando eras más pequeña-dijo el peliverde.

-Aunque ahora mismo el pequeño es él... pero bueno-Mary decidió ignorar las ganas de decirle lo que estaban pensando-¿Por qué ese hechizo tiene esa condición?

-Es para gastar la menor cantidad de magia posible. Después de todo, Danna chan aún mantiene su clon aquí en Sefiro, eso de por sí es un gasto de magia. Incluso si es una semidiosa, es bastante trabajoso-dijo el pequeño.

-... ¿Y la fuente de confidencialidad? ¿Es realmente confiable?-preguntó Mary.

-Muy confiable. Te lo aseguro. Aunque era parte del mensaje que no revelara su identidad. No al menos hasta que termine todo acá en Sefiro-dijo el niño.

-¿Hah? ¿Y cuánto cree que dure esto?-preguntó la pelimorada confundida.

-Si todo sale bien... Unos pocos días más-dijo el pequeño con una sonrisa.

-... ¿Y qué estaba haciendo justo ahora?-preguntó Mary curiosa.

-Ah, las vi a ti y a Sole por casualidad y las seguí-dijo el peliverde con una despreocupada sonrisa.

-¿Y eso por qué?

-Ah, te extrañaba.

-¿A mí y a Sole?

-Ah, a Sole también, sí-afirmó como si nada el pequeño niño, haciendo ruborizar muy apenada a Mary, la cual volteó un poco su rostro para que el peliverde no la notara.

-... Y... ¿Y qué planea hacer ahora?-preguntó la pelimorada.

-La verdad es que llegué un día antes de lo previsto, pero quería asegurarme de un par de cosas... Ya terminé de encargarme de esos detalles, solo tengo que esperar hasta mañana para reunirme con cierta persona-dijo el peliverde.

-... ¿Quién es esa persona?-preguntó Mary curiosa.

-Oh, si quieres saberlo puedes venir conmigo. Estaba en el mensaje, se me dijo que podía llevar a una persona de confianza al encuentro. Ven conmigo mañana.

-... Está bien. ¿Y qué hará ahora?-le preguntó Mary.

-... ¿Me compras helado?-preguntó el pequeño peliverde un poco serio. La pelimorada se mantuvo en silencio unos cortos segundos, igual seria porque pensaba que el pequeño diría algo de suma seriedad, pero la de mechas rosadas abrió la boca totalmente sorprendida por la repentina pregunta del de ojos dorados.

-¡¿HAH?!-preguntó Mary ensimismada.

Miércoles 10 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, 8:10 PM-

-¡Oh, llegaron Kure y Sole!-dijo Tsuki sentada en el sofá junto a Kisara-¿Estabais en una cita?-preguntó bromeando la mitad elfo con una sonrisa pícara, sonrojando al pelinegro, mientras que la peliblanca ni se inmutó.

-Claro que no. Nos encontramos por casualidad-dijo Sole mientras se acercaba al sofá y empujó ligeramente a Tsuki para sentarse entre esta y Kisara, más pegada a esta última, colocando su cabeza sobre el hombro de la mitad demonio-En fin, wenas noches-dijo la albina mientras cerraba los ojos como quien fuera a dormir.

-¿¨Wenas noches¨?-preguntó Hawk curioso por aquella forma tan peculiar que tenía Sole para hablar.

-¿Consiguieron alguna misión interesante?-preguntó Kurebai aún con sus manos en los bolsillos, habiéndosele quitado el ligero rubor que tuvo.

-¡¿Puedes creerlo?! ¡Aún seguía allí la misión del bebé dragón!-dijo Tsuki con estrellitas en los ojos de lo emocionada que se encontraba, a lo que los demás sonrieron incrédulos-Así que la reservamos para mañana. Pero nos dijeron que esa misión es para ocho personas, así que necesitamos a dos más contándonos a Josh kun, Hawk kun, Arien kun, Yuki chan, Danna chan y yo.

-Paso-dijo Kurebai.

-Vamos, Kure, no digas eso-dijo Tsuki inflando ligeramente sus mofletes-Orion y Kisara ya rechazaron la misión. De hecho, Josh y Hawk aceptaron y no sé cómo. Sole y tú sois mi única esperanza... bueno, también Mary, pero ella aún no llega.

-Pues pídeselo a Mary cuando llegue. Y Sole está a tu lado, pídeselo-dijo Kurebai.

-Sole~~-dijo Tsuki haciendo una ligera prolongación en el nombre, lo que hizo que la albina aún con los ojos cerrados, frunciera el ceño un poco irritada.

-¿Es en serio, Tsuki?-preguntó Sole mientras quitaba su cabeza del hombro de la mitad demonio, y abría los ojos mirando molesta a la mitad elfo.

-Porfis~~-Tsuki volvió a realizar una prolongación al final de la palabra, a lo que Sole no podía evitar sentirse irritada, pero después de unos pocos segundos más, no parecía tener más remedio para ella.

-¡Vale, vale! Pero no vuelvas a irritarme de esa forma-dijo la albina.

-¡Okay!-dijo victoriosa Tsuki.

-Oh, Mary san, llegaste-dijo Josh al notar que la pelimorada de mechas rosas entró a la casa, pero al notar a sus compañeros se mostró ligeramente perturbada.

-Ah... Ho... Hola-dijo Mary pareciendo un poco nerviosa.

-¿¨Hola¨? Hace poco nos habíamos visto-dijo Hawk confundido.

-S... ¡Sí, lo sé! Me voy a mi cuarto-dijo Mary yendo rápido hacia su habitación.

-¡Espera, quiero que te unas a una misión!-gritó Tsuki con tal de que la pelimorada lograra escucharla.

-¡Nop!-negó Mary, y luego cerró de un portazo su habitación.

Tsuki se quedó con una mirada en blanco, sin creerse lo que acababa de ocurrir, y luego pasó a mirar con ojos llorosos a Kurebai. Este que estaba mirando hacia la habitación de Mary como todos en la sala, volteó casualmente hacia Tsuki y se asustó al ver a la mitad elfo implorando su ayuda con la mirada mientras juntaba sus manos como una petición.

-... ¡Ahhh! ¡Vale, vale!-dijo Kurebai sintiéndose sin más remedio.

-¡Bien!-celebró Tsuki, lo que no parecía creerse ninguno de los presentes.

Jueves 11 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-calles de la Ciudad Central de Sefiro, 6:00 AM-

-Hola, por fin los encontramos-dijo apareciendo frente al grupo, una chica de cabellera castaña y ojos cafés, que llamó la atención de todos los presentes, pero en especial de la gente de Esmelt.

-... ¿Sarah?-preguntó Kisara sorprendida al ver a la muchacha que venía acompañada de un niño igual de cabellera castaña y ojos cafés.

-Encantada de volver a verte, Kisary chan-dijo la castaña de ojos cafés que tenía una mirada adormecida y una sonrisa confiada.

-¿¨Kisary¨? ¿Cuántos apodos tiene esta mujer?-preguntó Kurebai con las manos detrás de la cabeza, confundido.

-¿Quién es ella?-preguntó Tsuki extrañada, y se sentía un poco preocupada al ver las caras de molestia de las chicas de Esmelt que miraban con desagrado hacia Sarah, excepto Kisara que solo se mantenía sorprendida al respecto.

-... Sarah Sandler-dijo finalmente Sole aún con su rostro serio-Representante del Imperio Sandler, el tercer reino más poderoso de todo ¨OnMortal-Line¨.

-... ¿Eh?...-preguntó Tsuki como si le acabaran de decir algo realmente loco-... ¡¿Eh~~?!-preguntó la mitad elfo mucho más sorprendida.

-Oye, ¿es en serio?-preguntó Arien sorprendido aunque más calmado.

-... Su alma es de color negro-dijo Yuki en voz baja, solo llegándola a escuchar Arien, el cual se sorprendió volteando a ver a la semihumana Neko.

-¿Negro? ¿Y qué significa ese color?-preguntó curioso Arien en voz baja.

-... A veces significa maldad... A veces significa locura...-dijo Yuki manteniéndose estoica, pero sorprendiendo grandemente a Arien, este que tragó en seco y volvió a mirar a Sarah, la cual mantenía su sonrisa confiada y mirada adormilada.

-¿Qué haces aquí, Sarah?-preguntó Kisara curiosa.

-Selik y yo vinimos para ayudaros a encontrar la verdad acerca de Yuki chan-dijo la castaña de ojos cafés, impresionando a absolutamente todos, excepto a la semihumana Neko que se mantenía estoica como si nada.

-¿Cómo te enteraste de Yuki chan?-preguntó Kisara manteniéndose calmada.

-El Rey Arthur le avisó al Imperio Sandler. Nos contó todos los detalles y accedimos a ayudarles. Deberían agradecernos-dijo Sarah.

-¡Ese idiota!-se quejó Mary más para sí misma que para alguien de los presentes en particular, pero igual llamando la atención de los demás, confundiéndolos-... ¿Eh? Ah, olvídenlo. Cosas mías-dijo la pelimorada ahora un poco nerviosa.

Mismo día, jueves 11 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-calles de la Ciudad Central de Sefiro, 7:30 AM-

-Por fin, ¿cuándo llegará esa persona?-preguntó Mary que se encontraba impaciente con los brazos cruzados y la espalda recostada a la pared.

-No te desesperes, Mary chan-dijo el pequeño Arthur que se encontraba a la izquierda de la pelimorada, observando a su derecha e izquierda igual esperando la llegada de esa persona con la que tenían que reunirse.

-Perdón por hacerlos esperar-se escuchó una voz, que al voltear Mary a ver, se sorprendió grandemente al notar que se trataba de Selik, el hermano menor de Sarah.

-... ¡¿Selik kun?!-preguntó la pelimorada muy sorprendida.

-Oh, qué bueno que llegaste-dijo Arthur con una tierna sonrisa.

-Espera... ¡¿en serio es Selik la persona a la que estábamos esperando?!-preguntó Mary.

-Sí. En el mensaje que me enviaron decía que tenía que pedirles ayuda a los hermanos Selik y Sarah del Imperio Sandler para que nos ayudaran en esta misión. Explícitamente decía que me reuniera con Selik kun en este lugar a esta hora, en este día-dijo Arthur con una sonrisa, pero Mary no parecía muy despreocupada del todo.

-... No sé... Ese mensaje... ¿no le da una mala espina?-preguntó la pelimorada, confundiendo un poco a Arthur.

-Mmm... Confío en la persona que me envió ese mensaje. No te preocupes-dijo el pequeño peliverde con una tierna sonrisa.

-... Si usted lo dice...-dijo Mary aún no muy convencida.

-Mi hermana se encuentra ayudando a Kisara san con la investigación de los documentos y registros de Sefiro-dijo Selik serio como de costumbre.

-¿Y nosotros qué se supone que debemos hacer?-preguntó Mary confundida.

-Esta vez toca vigilar los movimientos de Edgard san-dijo Arthur con una sonrisa.

-¿Eh? ¿Dijo ¨esta vez¨? ¿A qué se refiere?-preguntó la pelimorada más confundida.

-Nada, no te preocupes. Vamos, en marcha. Cuando vuelvas a la residencia de los hermanos von Sefiro tendrás que ayudar a Kisara chan con los registros de Sefiro, ¿no?

-S... Sí, supongo-afirmó Mary un poco dudosa ante la pregunta del pequeño peliverde.

Actualidad, jueves 18 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-calles de la Ciudad Central de Sefiro, 10:00 AM-

-Ah, por eso llegaste tarde ayer-le dijo Arien a Mary, quien le asintió con la cabeza.

-Ahora puedo decírselos porque ya he investigado lo suficiente por mi cuenta, pero aún no me quedan claros muchos detalles-dijo Arthur.

-¿Quién fue la persona que le pidió que viniera aquí a Sefiro?-preguntó Arien.

-Es secreto, Arien kun-le dijo Arthur sonriente.

-Debe ser alguien de confianza para usted, ¿no?... Es decir... Vino hasta un reino rival solo por lo que dijo esa persona...-dijo Arien pensativo.

-Tal vez lo sepas, pero por ahora no necesitas saberlo-dijo Arthur sonriendo mientras cerraba los ojos-Entonces, ¿nos explicas quiénes son esos ¨buitres¨?-preguntó ahora dirigiéndose aún con una sonrisa a Rico, quien se sintió un poco nervioso.

-... Supuestamente son miembros del gobierno de Sefiro, encargados de cobrar los impuestos y esas cosas... Pero ellos cobraban mucho más de lo que el orfanato realmente debía pagar-explicó Rico.

-¿¨Supuestamente¨?-preguntó Mary un poco confundida.

-Es decir... sí son miembros del gobierno porque nunca tuvimos problemas con el reino por no pagar los impuestos, pero... Ellos nos obligaban a pagarles sumas... mucho más grandes de las que realmente eran-dijo Rico.

-¿El orfanato de Sefiro tiene que pagar impuestos? ¿No se encarga el reino del orfanato?-preguntó Arthur un poco confundido.

-El gobierno se encarga de abastecer con lo necesario al orfanato, pero aún así tenemos que pagar una pequeña parte a los acreedores de otros reinos. El Rey Orland nos daba todos los meses el dinero justo para ello, pero... esos buitres una vez vinieron y pedían mucho más de lo que realmente teníamos que pagar-dijo Rico.

-¿Y por qué no hablaron con el Rey Orland o presentaron una queja a las autoridades?-preguntó la pelimorada confundida.

-¡Claro que lo hicimos, pero...! La policía que nos atendió... estaba comprada por esos buitres... No encontraron ninguna prueba que los incriminara... lo tenían todo pensado-mencionó un poco entristecido Rico, mientras Arthur parecía analizarlo todo con calma.

-Mmm... Así que unos buitres... ¿eh? Tal vez es esta la página que le faltaba a esta historia...-dijo Arthur en voz baja, pero todos alrededor de él lo escucharon. Aunque estaban confundidos, Mary especialmente se sentía intrigada por aquel misterio.

Mismo día, jueves 18 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, 10:10 AM-

Sole se encontraba aún en la residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, leyendo aquel libro. Pasaba las páginas y se mostraba sumamente enfocada en su lectura. Después de unos segundos de leída, las primeras líneas de la siguiente página le fueron bastante llamativas. Sus pupilas se dilataron ligeramente, mostrándose preocupada. Sus manos temblaban agarrando el libro, y decidió marcar por dónde se quedó en la lectura y cerrar el libro. De esta forma, salió de la residencia y caminó por las calles de Sefiro.

-El funeral empieza a las 10:30 AM... ¿Será que en serio...?-se preguntaba Sole un poco preocupada en sus pensamientos.

Mismo día, jueves 18 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Cementerio ¨Cascade¨, 10:30 AM-

Se trataba de un cementerio cerca del orfanato ¨Drasil¨. Allí se enterrarían los cuerpos de las víctimas de la reciente masacre y se llevaría a cabo el funeral.

Los miembros de los ¨Humility Brotherhood¨ que habían aceptado la misión del bebé dragón, se encontraban allí, excepto Arien, Yuki y Sole.

En ese momento se encontraban orando por los fallecidos, todos con caras entristecidas, abatidas... de luto. Kurebai estaba igual, pero le llamó la atención que había más personas en ese momento de las que él se imaginó.

-¿Quiénes son todas estas personas?-preguntó Kurebai en voz baja para que solo Tsuki a su derecha lo escuchara. La mitad elfo que estaba con los ojos cerrados, los abrió confundida y pasó a mirar a las personas a su alrededor. Eran como unos diez aparte de ellos, y sus rostros se encontraban tapados por capuchas negras, lo que efectivamente terminó llamando su atención.

-Tienes razón... ¿quiénes son estas personas?-se preguntó Tsuki confundida en voz baja.

-No trajiste al dragón, ¿verdad?-preguntó Kurebai cambiando ligeramente de tema, aún en voz baja.

-Claro que lo traje. ¿Con quién se suponía que lo iba a dejar si no?-preguntó Tsuki en voz baja, un poco molesta.

-¿Eres idiota? Se me está ocurriendo ahora, ¿y si estas personas son las culpables del asesinato de Miriam san y los demás y vienen buscando al bebé dragón? Tiene sentido que la razón por la que mataron a tanta gente, sea por ese bicharraco-dijo Kurebai en voz baja aún para que solo Tsuki lo escuchara.

-Ya me entró miedo...-dijo la mitad elfo con su rostro pálido y preocupado.

Una de las personas con capuchas, volteó su cabeza ligeramente hacia Kurebai y Tsuki, llamando la atención de ambos que se preocuparon cuando esa persona parecía a punto de sacar algo de su túnica negra, con una evidente muestra de intenciones hostiles.

-Buenos días-se escuchó la voz de una persona que Kurebai y Tsuki rápidamente reconocieron y voltearon hacia atrás para notar quién era.

Se trataba de Deus, en presencia de Nashi, Bloom, Zaykos y Sally. Estos cinco se detuvieron serios, con los brazos cruzados, llamando la atención de todos los demás reunidos frente a las tumbas de las víctimas del orfanato.

-... ¿Deus sama? ¿Nashi sama?-preguntó Tsuki ligeramente sorprendida.

-Bloom, Zay, Sally...-dijo Kurebai al notarlos.

En ese momento, Sole acababa de entrar al cementerio y observó lo que estaba sucediendo a una distancia considerable para que no fuera notada por ninguno de sus conocidos, pero le extrañó realmente lo que veía.

-Siento interrumpir, pero... No podéis enterrar esos cuerpos aquí-dijo Deus, sorprendiendo grandemente a Kurebai y su grupo.

-... ¿Hah?-preguntó el chico de ojos rosados, confundido.

-No son residentes de Sefiro. Todos ellos, incluidos Miriam san, recibieron asilo de Sefiro pero llegaron de otros reinos. No nacieron aquí. Lo más correcto es enterrarlos en el cementerio que queda fuera de Sefiro-dijo Deus serio y tranquilo como de costumbre.

-... ¡¿HAH?!-volvió a preguntar Kurebai, esta vez más insultado-¡¿Lo dices en serio, pedazo de mierda?! ¡¿Crees que es momento para que estés diciendo estas cosas?!

-No hicieron familiares aquí en Sefiro, así que no hay nadie que reclame sus cuerpos, y...-continuaba diciendo Deus cuando el pelinegro de ojos rosados entró en cólera.

-¡¿Que no hicieron familiares aquí en Sefiro?! ¡Vivían en un puto orfanato! ¡¿Qué esperabas, maldita escoria?!-preguntó Kurebai muy insultado.

-Controla tu lenguaje, Kure-dijo Zay con los brazos cruzados, y serio como si no le importara.

-¡¿Tú también, Zay?! ¡¿Y tú, Bloom, también estás de acuerdo con lo que dice Deus?!

-No es cuestión de estar de acuerdo... Es lo que está establecido. ¿Cuál es el problema? Tendrán un entierro digno, aunque en las afueras de Sefiro-dijo Bloom.

-¡¿Entierro digno?! ¡Estaban teniendo un entierro digno justo ahora! ¡Lo acaban de arruinar todo! ¡¿Cómo pueden ser tan insensibles?!-preguntó Kurebai muy molesto.

-Es nuestro deber. Cuando trabajes, te sustentes con tus propias ganancias y te conviertas en un podrido adulto de los que seguro tanto te quejas... lo entenderás-dijo Deus, haciendo que Kurebai frunciera sus dientes con sus labios.

Los encapuchados que estaban observando lo que sucedía desde que comenzó, decidieron retirarse de forma tranquila sin llamar la atención, pero Tsuki los notó.

-Esto... Kure, se están marchando-dijo Tsuki un poco preocupada.

El pelinegro de ojos rosados levantó la mirada y notó que los encapuchados comenzaban a retirarse, por lo que se concentró en ellos.

-¡Ustedes, ¿quiénes son?!-preguntó Kurebai, pero fue ignorado y en cambio, los encapuchados continuaron caminando en dirección a la salida del cementerio-¡No me ignoren, ustedes son los culpables, ¿verdad?! ¡¡Admítanlo!! ¡Den la cara, malditos, los voy a...!-decía Kurebai muy molesto, decidiendo correr hacia ellos, pero justo cuando pasaba por al lado de Deus, este golpeó con fuerza el estómago del pelinegro de ojos rosados, haciendo que escupiera sangre, preocupando a todos, incluso a Sole que continuaba observando a una cierta distancia sin ser notada.

-... ¨La sangre de los malentendidos será derramada. Los culpables se alejarán... Pero tú no te alejes. Llegará el momento de que reveles tu identidad cuando todo esté a punto de colapsar¨...-recitaba Sole palabras que al parecer estaba recordando, viendo aquella escena. La albina volteó a ver a los encapuchados que se alejaban, a punto de salir del cementerio, y seria apuntó con sus cinco dedos hacia ellos.

-Por... ¿Por qué... Por qué hiciste eso, imbécil?-preguntó Kurebai alejándose un poco de Deus, colocando sus brazos en su abdomen lastimado, y mirando con furia al dios delante de él.

-¿Qué estabas parloteando hace un momento? Esas personas que se retiraron son de la Policía Nacional de Sefiro-dijo Deus, sorprendiendo grandemente tanto a Kurebai como a Tsuki, Hawk, Josh y Danna.

Kurebai decidió mirar hacia los encapuchados y notó el emblema de la Policía de Sefiro en el hombro izquierdo de la capucha de una de esas personas, sorprendiéndose.

-... ¿Qué hacían ellos aquí entonces?-preguntó el pelinegro de ojos rosados aún un poco lastimado por el fuerte golpe en su abdomen.

-Es normal que patrullen de vez en cuando para asegurarse de que todo esté bien, más cuando este es un caso bastante grave-dijo Deus serio sin inmutarse.

-... No me digas que... ¡¡¡DEUS!!!-mencionó Kurebai muy furioso el apodo del dios delante de él, que se sorprendió ligeramente-¡¡¿Acaso tú tienes algo que ver con todo lo que está pasando?!! ¡¡Dime la verdad!!

-... ¿Hah? ¿De qué estás hablando?-preguntó Deus confundido.

-¡¿Tienes que ver con la muerte de Miriam san y los demás del orfanato?!-preguntó Kurebai. Deus se quedó unos pocos segundos en silencio, y luego suspiró sin creérselo.

-Claro que no. Es tan solo que tus acusaciones a la Policía de Sefiro son muy serias.

-Tan solo pulverízalo, hermano-le dijo Nashi a Deus, con total indiferencia hacia Kurebai, el cual continuaba molesto.

-No hay que exagerar, Nashi. Solo es un niño que no sabe qué hacer cuando sucedió algo tan horrible en su presencia. Le falta crecer, madurar... eso es todo-dijo Deus.

-¿Crecer?...-Kurebai comenzaba a escuchar unos extraños sonidos en su cabeza, resonancias difusas, inentendibles-... ¿Madurar?...-otra vez escuchaba esos incómodos ecos dentro de su cabeza, a medida que trataba de mantener su conversación con Deus-... No quiero (sonidos inquietantes)... escuchar... (sonidos inquietantes)... ¡esas palabras de alguien que no le tiene ningún tipo de respeto a los muertos!-se quejó Kurebai cruzando sus brazos frente a él, en forma de ¨X¨ para luego liberarlos y lanzar unas ondas expansivas de oscuridad en forma de cuchillas hacia Deus.

El dios se sorprendió así como todos los presentes, y procedió a levantar con fuerza su brazo derecho, creando frente a él una barrera invisible que separó las ondas oscuras en dos, alejándolas de él y de sus seguidores.

-¿Qué fue eso?-preguntó Sally curiosa.

-¿El poder de Kure?-preguntó Zay, y Sally le asintió con la cabeza.

-Kure controla la oscuridad. Si no reaccionas a tiempo a ese ataque, pudo habernos cortado la piel como una cuchilla de triple filo-dijo Bloom.

-¿Triple?-preguntó Sally sorprendida.

-Así que tiene la habilidad para usar la oscuridad de esa forma... nada mal. Hermano, déjame encargarme yo-dijo Nashi seria, como de costumbre.

-No. Quiero encargarme yo-dijo Deus con una sonrisa orgullosa de sí mismo.

-Personalmente considero que ninguno de los dos debería encargarse-dijo Sally-Son dioses, y Bloom y Zay son demonios. Estamos hablando de Kurebai que es un humano, no tiene ninguna posibilidad contra ninguno de ustedes cuatro.

-¿Te encargarás tú entonces?-le preguntó Bloom a Sally.

-No tengo ningún problema. Y al menos sé que no lo dejaré moribundo-dijo ella.

-No. Ya dije que me encargaré yo-dijo Deus.

El dios decidió acercarse un poco más hacia Kurebai, el cual parecía liberar un aura oscura que se expandía por todo su cuerpo, y que llamaba la atención de Deus.

-... Déjame explicarte algo... Mi magia es demasiado peligrosa... Como dios, puedo convertir los elementos a mi alrededor, en otros tipos de elementos, pero... No solo eso... Mi magia natural es la purgación de materia.

-¿Purgación de materia?-preguntó Tsuki un poco confundida.

-O sea, puedo generar un espacio de control absoluto para anular poderes e incluso... borrar existencias-dijo Deus sonriendo confiado.

-Fue un gusto conocer a Kure-dijo Josh serio, preocupando un poco a Tsuki.

-Josh, no es momento para chistes-dijo la mitad elfo, preocupada.

-Cuando Kure muera verás que no era un chiste-agregó Hawk.

-¡Hawk!-se quejó Tsuki aún más preocupada-¡Danna chan, detén a Kure y Deus!

-Ni lo intentes, Danna san-dijo Deus llamando la atención de la semidiosa-Tranquila, no borraré la existencia de Kure. En el peor de los casos tal vez le desprenda un brazo o una pierna, pero seguirá vivo. Él debe saber lidiar con lo que él mismo inicia.

-No parece estar bromeando, ¿eh?... ¿Desprenderle un brazo o una pierna?... ¿Habla en serio?-preguntó Tsuki preocupada, y de forma instintiva colocando sus manos en su bolsa, al parecer preocupada por el bebé dragón, que asomó un poco su rostro por el borde visible de la bolsa.

-Puedo hacer aparecer lo que hice desaparecer y usarlo en contra de Kure-dijo Deus-Por ejemplo, si me lanza una bola oscura, puedo hacerla desaparecer y luego hacerla aparecer pero para atacar a Kure en vez de a mí. Fácil. Incluso si hago desaparecer uno de tus brazos, puedo traerlo de vuelta y colocarlo en la misma posición de antes... Aunque no es una habilidad de curación, no prometo que se cure tan sencillamente. Puedo borrar cualquier cosa que toque con mis ondas de energía... Al mismo tiempo, no solo sirve para borrar lo que ya existe... También me permite crear ondas de fuerza como la que usé para defenderme de tu ataque. Es como una barrera impenetrable de energía. Mis ondas de fuerza podrían aplastar fácilmente cualquier tipo de cuerpo dependiendo de cuánta energía le suministre...-el dios confiado, hizo una leve pausa mirando fijamente a Kurebai que continuaba molesto y desprendiendo su aura maligna-... Dime, Kure... Después de saber todo esto... ¿aún así quieres luchar contra mí?-preguntó con una sonrisa Deus, pero el pelinegro de ojos rosados continuaba recibiendo en su cabeza, aquellos molestos sonidos ininterrumpidos y discordantes entre ellos.

-... Dijiste (sonidos inquietantes)... que solo soy (sonidos inquietantes)... un niño que no sabe qué hacer cuando sucedió algo tan horrible en su presencia (sonidos inquietantes)... ¿Que me falta crecer, madurar...? ¡Yo ya he vivido cosas realmente dolorosas! ¡He presenciado cosas realmente horribles!-gritaba Kurebai colocando sus manos en la cabeza por el dolor de la resonancia de aquel sonido en su mente, a la vez que le venía a su pensamiento, recuerdos de lo que parecía ser una desafortunada infancia llena de sangre y dolor-... Deus... Yo... #causaré tu lamentable muerte#-dijo, y esto último con una voz bastante aterradora, compuesta por sonidos angustiosos y temibles que no parecía la voz de Kurebai, o al menos no la que él siempre mostraba.

De repente, la onda maligna alrededor del cuerpo del pelinegro de ojos rosados, se intensificó pareciendo un engrudo que ahora era parte de él. El cabello de Kurebai  pasó a tener unas mechas blancas en sus bordes y sus ojos se tornaron negros con un brillo plateado en los costados.

-¿Y eso?-preguntó Deus confundido.

Kurebai con un fugaz movimiento desapareció de la vista no solo de Deus, sino de los demás presentes. Dejó un apenas visible rastro en el aire de aquellas partículas malignas. Mientras Deus observaba a su alrededor tratando de seguirle la pista, el pelinegro de ahora mechas blancas, apareció delante del dios que tuvo que colocar las dos palmas de sus manos de forma instintiva delante de él para protegerse, supuestamente creando una barrera vertical frente suyo, pero Kurebai que parecía una bestia controlada por la ira y la sed de pelea, se detuvo antes de tocar aquella barrera y en cambio levantó su pierna derecha para darle una fuerte patada al dios frente a él por su costado izquierdo.

La fuerza de la patada fue monstruosa. Deus fue impulsado varios metros lejos de Kurebai. Todos estaban sorprendidos. El pelinegro de mechas blancas corrió nuevamente hacia su oponente, el cual trataba de eliminar la presión del aire con su magia para detener el impulso del choque. Kurebai dio un fuerte salto y desde arriba le lanzó lo que parecían ser varias flechas de oscuridad. Deus que pudo detenerse a tiempo, contrarrestó las flechas con su magia anuladora.

El dios aprovechó una ligera brecha entre los ataques del pelinegro y los suyos, para lanzar una nueva onda de energía con intensiones agresivas, pero Kurebai casi a punto de recibir el ataque en su cabeza (preocupando a sus amigos), levantó rápidamente los brazos y se impulsó hacia abajo liberando de las palmas de sus manos hacia el cielo, energía oscura que sirvió de propulsión. Ahora Kurebai corrió mostrando nuevamente sus brazos cruzados en forma de ¨X¨, pero sacando unas filosas garras que llamaron la atención de todos, en lo que se dirigía hacia Deus para un nuevo ataque.

El dios con su mano izquierda se tocó a sí mismo en el pecho y liberó su energía alrededor de su cuerpo para protegerse, de forma tal que los ataques de oscuridad de Kurebai serían inútiles.

-Ríndete, Kurebai. Estoy protegido con mi magia antimateria. Por muchos ataques que me lances, serán inútiles-le dijo Deus detenido aunque agachado en el suelo con una rodilla hincada, un poco preocupado, pero aún serio.

-<¨Remove Heart¨>-dijo Kurebai con su voz monstruosa y resonante, impulsándose como un animal en embestida contra su presa. Extendió la palma de su mano derecha para colocarla justo frente a Deus a medida que se iba acercando a él, y mantenía la palma de su mano izquierda abierta, pero alejada de su otra mano.

Deus aunque un poco dudoso, esperó a recibir el ataque. Kurebai pasó por al lado del dios, pero fue solo lo que resultó a la vista. Realmente, el pelinegro de mechas blancas había colocado su mano derecha en el medio del pecho del dios y su mano izquierda en el medio de la espalda del mismo, estando sus dos manos en la misma posición horizontalmente. Kurebai apartó de forma brusca sus manos y se mantuvo detrás de Deus a unos pocos pasos debido al impulso de su carrera.

El dios notó algo que lo sorprendió grandemente. Su barrera ¨impenetrable¨ se resquebrajó en miles de pedazos que se desvanecieron como partículas de luz. Todo comenzó con un hueco en forma de círculo en el medio del pecho, así como en su espalda, donde estuvieron las manos de Kurebai. A partir de ahí, el resto de su protección se rompió en pedazos, dejando a Deus bastante anonadado.

-... Logró romper mi barrera... ¿Qué tipo de magia fue esa?... Rompió justo el centro de equilibrio de mi armadura antimateria y así logró desquebrajarla en pedazos... Es asombroso, pero... ¿primeramente cómo demonios logró que su magia o su cuerpo no se desintegrara al hacer contacto con mi armadura?... Eso... ¿es siquiera posible?... Es más... No solo eso... Si no hubiera tenido mi armadura antimateria... Realmente me hubiera arrancado el corazón...-pensaba Deus impresionado en su pensamiento, con sus pupilas dilatas por la sorpresa.

Kurebai de espaldas a Deus, lo miró por encima del hombro con unos ojos que parecían enloquecidos, demostrando que el pelinegro de mechas blancas estaba fuera de sí.

-Esa magia... Esa mirada... Esa oscuridad... Esa apariencia... ¡Él es un...! ¡Un Kinxes!-iba a terminar de pensar con asombro Deus, cuando Kurebai procedió con un ataque rápido lanzándole una ráfaga oscura de filo cortante al dios que se echó hacia atrás activando un escudo protector antimateria, pero que rápidamente fue destruido al contacto con la magia oscura de Kurebai. Deus se quedó anonadado mientras caía hacia atrás con la mirada ida notando que Kurebai con una desquiciada sonrisa, estaba justo frente a él, a punto de encajarle como si fuera una lanza, con un preciso ataque lleno de presión, las filosas garras de su mano derecha que llevaban un poco de energía oscura.

-¡DEUS!-se preocuparon Zaykos, Bloom y Sally.

-¡KURE!-gritaron preocupados Josh, Hawk, Tsuki y Danna por lo que estaba a punto de hacer su compañero pelinegro de ahora mechas blancas.

-¡¡Hermano!!-gritó preocupada Nashi a punto de correr preocupada para socorrer a su hermano, pero justo a tiempo, alguien intervino.

Esa persona en cuestión, colocó la palma de su mano derecha sobre la frente de Kurebai, y agarró con su mano izquierda, el brazo derecho del mismo. Las manos de esta persona tenían una especie de energía luminosa, al contrario de Kurebai, pero al hacer contacto con el pelinegro de mechas blancas, el ataque que estuvo a punto de llegar a Deus, se desvaneció justo a tiempo frente a él. Las mechas blancas de Kurebai desaparecieron lentamente junto a los efectos de sus ojos que volvieron a ser rosados.

Todos estaban sorprendidos cuando notaron que quien logró hacer todo esto, fue Sole.

La albina había saltado por encima de Deus y llegó a la frente de Kurebai justo a tiempo, así como consiguió agarrar el brazo del pelinegro para evitar que el impulso de furia que llevaba hubiera terminado en algo grave. Sole dejó caer el libro que estaba leyendo y que trajo hasta el cementerio, para poder encargarse de controlar a Kurebai. El libro con la palabra ¨Antixes¨ en la portada, cayó en el suelo mientras Sole recordaba las últimas líneas de lo que recitó anteriormente.

¨Llegará el momento de que reveles tu identidad cuando todo esté a punto de colapsar¨.

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28 de diciembre del 2020
Aquí Karla :D

Si notan algo flojo el capítulo, es porque escribiéndolo primero en un word en la computadora, le di a "guardar" pero se fue la luz en mi casa y cuando fui a ver si se había guardado... Efectivamente, había perdido una gran cantidad de contenido.

Fue doloroso y he estado alicaída por ese motivo. Aún así me aseguré de estar un 90% orgullosa de este capítulo antes de subirlo, y no 99% como acostumbro (porque 100% nunca se puede ni en nuestros mejores momentos, al menos en mi caso). Así que si no fue de vuestro agrado, me disculpo por ello.

Lo intentaba y lo intentaba rehacer pero al final asumí que no iba a quedar ni remotamente parecido a la primera vez y como al menos estaba orgullosa un 90%, decidí subir el capítulo.

En fin, espero que lo hayan disfrutado. Quiero saber qué opinan y háganme saber cualquier duda que tengan.

Supongo que este viene siendo mi regalo navideño y de fin de año... No sé.

Más de 14 mil palabras ;-;

Por cierto, ¿soy la única que piensa que la canción que insertaron en el episodio 8 de la tercera temporada de Danmachi es épica? No paro de escucharla y me da muchas ideas para escribir esta historia.

Bueno, sin aburrirlos más... Adiós.

Besos. Los quiero :D

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