Capítulo 4: Demonios vs Demonios
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kurebai
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Racowl
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LionGM
El grupo fue guiado por Sally hacia una especie de palacio, no tan enorme como los castillos de Esmelt o Sefiro, pero era bastante grande. Los llevó hasta lo que también parecía ser una especie de salón del trono.
-¿Qué querrán hablar con nosotros dos dioses?-preguntó Kurebai en voz baja, confundido pero aún con sus manos detrás de la cabeza, de forma confiada.
-Ya los traje, Sus Eminencias-dijo Sally colocando su mano en su pecho a modo de respeto, agachando levemente su cabeza como una reverencia, frente a un chico que medía 1.75, de cabello negro azabache y ojos rojos, sentado en el trono con su mejilla derecha sobre su puño derecho, y el codo derecho apoyado en el brazo de su asiento, mirando serio hacia sus invitados. También, detrás de dicho trono, se encontraba una chica de baja estatura, posiblemente 1.55, que se encontraba de espaldas al asiento del muchacho, mirando por la enorme ventana que mostraba una gran vista de Sefiro. La chica al virarse hacia el pequeño grupo, dejó ver su rostro. Era una linda muchacha de ojos rosados y cabello largo hasta después de la cintura, de color rubio dorado con puntas rosas. La expresión de su rostro, parecía serio y maduro, a la vez que confiado.
-Mucho gusto. Mi nombre es Ahimy Nashi Herlentz-se presentó la muchacha.
-Igualmente mucho gusto. El mío es Axel Esben Herlentz... Pero pueden llamarme ¨Deus¨-dijo el muchacho, dejando sorprendidos a todos con la presencia que imponían estas dos personas que no parecían para nada ¨corrientes¨.
-¿Y? ¿Quiénes sois?-preguntó Kurebai con su característico mal carácter.
-¡Kurebai! Más respeto, exactamente porque no sabes quiénes son tienes que respetarlos-dijo Tsuki preocupada por el comportamiento del chico de ojos rosados.
-Ñe-se quejó Kurebai como si no le importara.
-Somos los dioses representantes de Sefiro-explicó Deus.
-¿Dioses? ¿Un presumido y una niña?-preguntó Kurebai un poco burlón.
-¿Presumido?-preguntó Deus completamente confundido.
-¡¿Niña?! ¡¿A quién llamas niña, renacuajo?!-preguntó Nashi.
-¡¿Renacuajo?!-se quejó Kurebai mientras Josh y Hawk se reían disimuladamente.
-Ignóralos, Nashi-dijo Deus restándole importancia al comportamiento de Kurebai-Enfoquémonos en por qué los trajimos hasta acá.
-Mejor-dijo Kurebai cruzando los brazos.
-¿Y bien? ¿Cómo les fue en la misión de los 7 días?-preguntó Deus con una sonrisa un poco confiada y astuta, que preocupó al pequeño grupo.
-Rayos... Esto no estaba en los planes...-pensó Josh preocupado.
-Mi... Mi hermano fue a hablar con el Rey Orland acerca de eso-dijo Arien un poco nervioso, y Deus solo sonrió aún confianzudamente.
-Bueno, igual, ¿me pueden contar lo que pasó?-preguntó Deus.
-Rayos... Podríamos meternos en un gran problema si se entera de todo acerca de Yuki-pensó Tsuki igual de preocupada.
-¿Conseguiremos engañar a los dioses de Sefiro?...-se preguntaba Hawk en su pensamiento, mostrándose nervioso-¿Quién debería hablar ahora?-se preguntaba mirando a sus demás compañeros que parecían igual de nerviosos.
-... Se podría decir que hemos fracasado-dijo Arien, sorprendiendo a sus compañeros, pero comenzando a hablar de forma seria y decidida, sin titubeos-... Cuando encontramos a la semihumana, esta se suicidó al verse arrinconada. No pudimos hacer nada para evitarlo, ya estaba muerta. Así que por ahora, tanto Sefiro como Esmelt se mantienen en paz uno con el otro. No debería preocuparse.
-... Wah... Sonó realmente creíble... Arien también puede sonar confiado como su hermano Orion-pensó Tsuki sorprendida.
-Mmm...-Deus parecía analizar lo que acababa de escuchar, y luego sonrió-Ya veo... Es una lástima. Algo me decía que había mucho misterio alrededor de esa semihumana.
-Sí. Nosotros también pensábamos lo mismo. Realmente la situación de la semihumana parecía ser algo de suma importancia para Sefiro-dijo Arien mostrándose aún serio.
-¿Cuándo la encontraron?-preguntó Deus.
-Ayer-dijo Arien.
-¿Día o noche?-preguntó Deus.
-Mediodía-dijo Arien aún serio sin inmutarse.
-Mmm... Bueno, entonces supongo que los traje inútilmente... No puedo sacarles ninguna información que resulte provechosa-dijo Deus.
-¿Qué tipo de información habría resultado provechosa para usted?-preguntó Arien.
-Supongo que los secretos que ahora nunca sabremos acerca de esa semihumana.
-Pues sí, lo siento. No pudimos obtener ese tipo de información-dijo Arien cerrando los ojos, a lo que Deus parecía levemente sorprendido.
-... ¿Conocieron a Danna y a Kisara?-preguntó Nashi.
-Sí. Ellas nos trataron amablemente mientras habitamos el castillo los días que tardamos en encontrar a la semihumana-dijo Tsuki que parecía casi completamente confiada, pero aún así un poco nerviosa.
-¿Qué les parecieron?-preguntó Nashi curiosa.
-Parecen buenas personas-dijo Hawk.
-¡Hola!-dijo Bloom irrumpiendo en el lugar junto a Zay, sorprendiéndose ambos al observar que Deus y Nashi estaban reunidos-Oh, ¿interrumpimos?
-Oh, son los chicos de la misión de los 7 días-dijo Zay sorprendido.
-Oh, cierto. Ustedes conocieron a Bloom, a Zay y a Sally, ¿no?-preguntó Deus.
-Sí. Ellos estuvieron cuando nos reunimos con Danna y Kisara-dijo Josh.
-¿Entonces encontraron a la semihumana?-preguntó Bloom colocando sus brazos detrás de la cabeza, con mucha confianza.
-Lamentablemente la semihumana se suicidó y no pudieron sacarle información alguna-dijo Deus mientras cruzaba las piernas de forma más confiada aún.
-¿Y el cuerpo?-preguntó Zay.
-El reino se responsabiliza por el cuerpo de los fallecidos, independientemente de dónde viene el cuerpo, siempre que haya muerto en su territorio. En ese sentido, solo Esmelt puede responsabilizarse por el cuerpo de la semihumana-dijo Nashi.
-Si la semihumana tuviera familiares aquí en Sefiro, sería distinto. Pero nadie la reclamará, al parecer-dijo Deus.
-Bueno, entonces no tenemos nada más que hacer aquí, ¿no?-preguntó Arien serio.
-... Supongo que no-dijo Deus asintiendo con la cabeza mientras cerraba los ojos.
-Bueno, con su permiso-dijo Arien haciendo una leve reverencia y siendo el primero en decidir retirarse. Todos los demás también se inclinaron ligeramente, excepto Kurebai que directamente solo se retiró pasando por al lado de sus dos amigos Zay y Bloom.
-¿Y entonces, Deus?-preguntó Bloom aún con su risueña sonrisa.
-Obviamente ocultan algo-dijo Nashi seria cruzando los brazos.
-¿Acaso les mintieron?-preguntó Zay confundido.
-No pude detectar ninguna mentira. O sea, que si me mintieron, lo hicieron muy bien. El error fue aquella expresión tan seria y decidida de aquel muchacho peliazul-dijo Deus.
-¿De Arien?-preguntó Sally.
-Sí. De ese muchacho-afirmó Deus-Mostró una actitud muy seria y demasiado confiada en sus palabras. A veces es lo único que necesitas para saber si alguien está mintiendo, ya que ese chico a simple vista no parece ser del tipo que actúa serio, independientemente del lugar donde se encuentre. Eso lo vi sospechoso.
-Puede ser-dijo Bloom-Aunque deberías conocer a su hermano. Ese sí que no podrías detectarle una mentira. Siempre se encuentra serio.
-Arien y Orion, ¿eh?...-preguntó Nashi de forma reflexiva, llamando la atención de los demás-Ellos son los hijos adoptivos del Rey Orland, ¿no?
-... Sí...-afirmó Deus que ahora volvía a encontrarse pensativo al respecto.
Mismo día, martes 9 de mayo del año 2000, Después de la Creación
-Castillo Esmelt, sala del trono-
-¿Así que eso fue lo que sucedió?-preguntaba un hombre alto, fornido, que se encontraba de espaldas a Orion, observando a través de la gran ventana a la derecha de la sala del trono.
-Sí-afirmó Orion serio como de costumbre.
-... Ya veo...-dijo el hombre que decidió mostrar su rostro ante Orion, virándose hacia este. Se trataba de un apuesto adulto de aproximadamente 35 años, de cabellera corta roja, y ojos rojos llameantes. Tenía una expresión de seriedad que parecía imperturbable.
-¿Entonces? ¿Tienes alguna otra misión para nosotros?-preguntó Orion igual de serio.
-... No. Por el momento no. Esa era la única que parecía más importante-dijo Orland.
-Ya veo.
-¿Y Arien?
-Él y los demás fueron a despejarse un poco al gremio.
-Entiendo... ¿No les pasó nada grave en Esmelt?
-No, por suerte no. Todos salimos ilesos-dijo Orion aún serio.
-Eso es bueno...-dijo Orland decidiendo mirar aún estoico por la ventana, llamando solo un poco la atención del peliazul-Sabes que dentro de poco se realizará el Torneo Coliseum, ¿verdad?-preguntó, sorprendiendo a Orion, mientras el pelirrojo observaba lo que parecía ser un enorme estadio estilo coliseo.
-Sí... ¿Por qué lo mencionas?-preguntó el peliazul un poco confundido.
-... Hace unos años me dijiste que cuando cumplieras 15 participarías en el Torneo Coliseum junto a tu hermano-dijo Orland.
-Sí. Arien y yo lo decidimos para hacernos más fuertes. Después de todo, en el Torneo Coliseum participan magos de todos los reinos de ¨OnMortal-Line¨. Si derrotamos a los más poderosos y nos hacemos con la victoria absoluta, podremos estar más preparados para vengar a nuestros padres biológicos y matar al culpable principal de su asesinato-decía Orion un poco molesto mientras levantaba su puño a la altura de su pecho y lo apretaba con fuerza y rabia, frunciendo sus labios con los dientes.
-...-Orland se mantuvo en silencio sin inmutarse, solo observando el rostro enfurecido de su hijo adoptivo, el cual se logró controlar bajando su puño y volviendo a su expresión seria pero serena-... Ya te dije que no estaba de acuerdo con que ustedes se inscribieran a ese torneo... Por mucho talento que ambos tengáis, os enfrentaréis a personas muy poderosas y peligrosas. No solo es un torneo de fuerza, es también una casa de apuestas. Allí la mayoría usa trucos sucios.
-No importa-dijo Orion de forma calmada-Si no somos capaces de responder debidamente a los trucos socios, no podremos enfrentarnos al mundo real. Mucho menos ganaríamos una batalla de verdad.
-Me gustaría que al menos esperarais a los 18 años pasando por el mismo entrenamiento que habéis tenido ambos bajo mi tutela, pero... No puedo hacer nada al respecto. El límite de edad para poder entrar al torneo, es tener 15 años. El torneo empieza el día 9 de septiembre, y vuestro cumpleaños es el día 6. Cumplís 15 justo tres días antes.
-Aunque algunos ya nos tratan como si tuviéramos 15 años-dijo Orion un poco divertido.
-Bueno, los cumplís este año, no es para menos. Además de que los dos parecéis muy maduros, inclusive Arien que es menos sensato que tú. Él tan solo es un poco indeciso. Pero en el futuro podría ser incluso, mejor líder que tú-dijo Orland aún serio.
-No lo dudo-dijo Orion sonriendo tiernamente al pensar en su hermano.
-... Cuídalo-dijo Orland, llamando la atención de Orion que se sorprendió grandemente-... Cuídense, ambos... No quiero que les pase nada-dijo, mostrando una expresión menos recia en su rostro, lo que dejaba más anonadado al peliazul.
-S... Sí-afirmó Orion.
-... Bueno, creo que ya puedes irte-dijo Orland volviendo a mirar por la ventana.
-¡Sí!-dijo Orion haciendo una pequeña reverencia y retirándose.
Por los pasillos del Castillo Esmelt, Orion se mostraba confuso.
-... ¿Se supone que uno de los dos es el ¨malo¨? ¿Cómo podría saber cuál es de los dos?-se preguntaba Orion un poco irritado.
Mismo día, martes 9 de mayo del año 2000, Después de la Creacion
-Gremio Servant de Sefiro, 3:00 PM-
El grupo de Arien estaba sentado de nuevo, alrededor de una de las mesas del interior del gremio, mientras conversaban, aunque Kurebai parecía pensativo.
-¿No está tardando mucho Orion san en llegar?-preguntó Tsuki confundida.
-Nah, debe estar al llegar-dijo Hawk confiado.
-¿Creen que los dioses se creyeron lo que dijo Arien?-preguntó Tsuki.
-No lo creo del todo-dijo el propio Arien, sorprendiéndolos, excepto a Kurebai que no escuchaba lo que estaban diciendo por encontrarse dentro de sus propios pensamientos.
-¿Por qué? Sonó creíble-dijo Josh.
-Sí, pero... No sé cómo explicarlo, pero... No sonó a mí-dijo Arien.
-¿A qué te refieres?-preguntó Hawk confundido.
-A ver... Es decir... Si ellos son lo suficiente observadores... podrían notar que mi carácter no es tan decidido cuando tengo que informar algo. Pero al mismo tiempo, obligatoriamente tuve que mostrarme decidido con tal de decir esa mentira-dijo Arien.
-Igual nos salvaste. Ninguno de nosotros parecía estar seguro de dar una respuesta más convincente que la que tú diste-lo animó Hawk, y Arien sonrió.
-Igual nos podríamos estar arriesgando y nos están escuchando desde lejos con algún tipo de magia-dijo Tsuki, preocupando a todos, otra vez excepto a Kurebai.
-Esperemos que no-dijo Josh un poco nervioso.
-Solo es una posibilidad. Aunque supongo que no tienen control de mentes, o ya lo habrían usado en nosotros, ¿no?-preguntó Tsuki.
-Supongo. Aunque debemos contarle a Orion san para que él nos diga qué deberíamos hacer-dijo Josh.
-Sí. Él es el mejor cuando se trata de dar órdenes y organizar nuestros actos. Es un buen líder-dijo Hawk.
-Sin dudas. Gracias a él nunca nos hemos metido en algún problema-dijo Josh.
-Dirás sin contar en este lío en el que nos hemos metido entre Esmelt y Sefiro, ¿no?-preguntó Tsuki de forma sarcástica.
-Bueno, pero esto no fue su culpa. Tan solo fue inevitable. Somos compañeros del mismo grupo que Orion y su padre nos encargó esta misión. ¿Qué íbamos a hacer al respecto?-preguntó Josh.
-Eso es verdad-dijo Tsuki-¡Oh, ¿aún estará disponible la misión del dragón bebé?!-se preguntó de la nada, viendo hacia los carteles con misiones.
-En serio. Esta chica es completamente difícil de entender. Lo mismo está hablando de algo importante y de la nada comienza a hablar de cosas innecesarias-dijo Hawk con un toque de pesadez en sus palabras, refiriéndose a Tsuki.
-Lo del dragón bebé es importante-dijo Tsuki confiada en sus palabras-¿Verdad, Arien kun?-le preguntó al peliazul buscando apoyo.
-¡Sí!-afirmó Arien entusiasta como de costumbre.
-¿Ven? Arien kun me apoya-dijo Tsuki orgullosa.
-Te serviría cualquier extraño que te apoyara-dijo Josh bromeando.
-Lo cierto es que sí-no lo negó Tsuki, y todos sonrieron, excepto nuevamente, Kurebai.
Mientras los demás continuaban conversando de diversos temas, Kurebai no atendía a ninguno, inmerso en sus propios pensamientos, recordando una conversación que tuvo con Sole los días que se encontraba en Esmelt.
-¿Ya te cansaste de romper antigüedades?-preguntó Sole divertida, acercándose a Kurebai que se encontraba sentado en una de las azoteas del castillo, aunque no en la más alto, solo observando el paisaje que daba una sensación tétrica pero a la vez agradable, algo que no podía explicarse con palabras.
-¡No rompí ninguna antigüedad! Solo que me columpié demasiado en una y estuve a punto de romperla, pero al final no se rompió-dijo Kurebai mientras recordaba esa experiencia, cuando Hawk, Josh y Tsuki que lo acompañaban, también pensaban que estaría a punto de romperse esa estatua en uno los pasillos.
-Solo no la rompiste porque Mary detuvo la caída con su magia justo a tiempo-dijo Sole ahora recordando que ella y la de mechas rosadas pasaban por ahí en ese momento. Mary evitó que la estatua se rompiera con una sencilla magia de viento, y luego miró molesta a Kurebai que sintió el aura asesina de la muchacha. Sole tuvo que abrazar con fuerza a Mary para evitar que hiciera alguna locura.
-Bueno, pero al final no pasó nada grave-dijo Kurebai silbando mientras miraba al lado contrario de Sole, la que arqueó una ceja sin creerse la actitud del pelinegro.
-Claro, yo fui la que tuvo que sujetar a la fiera-dijo Sole mirando incrédula a Kurebai, refiriéndose a Mary cuando esta está muy molesta.
-Ya, no te quejes más. Decidí no columpiarme más, ¿no es suficiente?-preguntó Kurebai cambiando de tema, mientras miraba serio hacia el frente. Sole sonrió y decidió sentarse a la izquierda de este, llamando la atención del pelinegro-¿Qué sucede?
-¿No puedo sentarme?-preguntó Sole confundida.
-Bueno... Sí, claro que puedes, pero... De hecho, ¿cómo sabías que yo estaba aquí?
-No lo sabía. Es tan solo que ¨alguien¨ descubrió mi lugar favorito de todo el castillo.
-¿En serio?-preguntó sorprendido.
-Sí. Este lugar tiene una hermosa vista, ¿no crees?
-Pensaba que te gustaría más el jardín-dijo un poco sorprendido.
-El jardín sin dudas es más bello, pero... Este lugar transmite una sensación extraña pero agradable... ¿no sentiste lo mismo?-preguntó Sole.
-Sí... Lo cierto es que sí-dijo Kurebai aún manteniéndose serio.
-... ¿Por qué eres un solitario, Kure?-preguntó Sole curiosa.
-Tú no sabes nada de mí-dijo Kurebai con mal carácter.
-¿Entonces no eres un solitario?-preguntó ella bromista.
-Sí. Pero tú no sabes nada de mí-dijo él, y Sole sonrió divertida.
-Ya, en serio. Solo tengo curiosidad.
-... No es que sea solitario, es que... Me gusta mantener distancia. Acercarme a otros solo porque sí... me parece innecesario-dijo Kurebai.
-¿Alguna vez has intentado acercarte voluntariamente a alguien?-preguntó Sole.
-Supongo que la mayoría de los niños lo hacen. Hacer amigos es divertido, nadie lo puede negar. Pero no siempre lograrás hacer amigos. Es inevitable-dijo él, lo último, un poco entristecido, mientras Sole parecía dolida al ver el rostro triste del pelinegro.
-... Yo más bien soy parte de esa ¨minoría¨-dijo ella, sorprendiendo al de ojos rosados-Cuando niña no quería acercarme a nadie. Ahora soy todo lo contrario, siento como... que si no conozco más personas, no habré entendido nada realmente. Hay un mundo gigantesco allá afuera. No sabemos absolutamente nada de lo que realmente sucede. Las personas, malas o buenas, todas, son interesantes. Ninguna piensa como tú por más que se parezcan sus formas de raciocinio. No quiero hacer amigos, tan solo quiero conocer lo que busco de un verdadero amigo, y para eso, es inevitable conocer a personas malas. Esas personas me servirán de ejemplo para saber lo que no quiero de un amigo mío-dijo, impresionando al pelinegro con sus palabras.
-Pienso... Que es una grandísima e idiotísima idea al mismo tiempo-dijo Kurebai cerrando solo un poco sus ojos, mientras la peliblanca trataba de asimilar la palabra que acababa de escuchar del pelinegro.
-¿¨Idiotísima¨? Esa palabra juraría que no existe en el diccionario-dijo Sole pensativa.
-¡Ay, ya!-se quejó Kurebai-Lo que quiero decir es que estás realizando una apuesta muy grande. Te buscarás muchos problemas de esa forma. Es mejor una vida sencilla sin complicaciones. Para eso, ser un solitario es el mejor camino.
-Esa es tu opinión, Kure. ¡Pero la vida se trata de apostar!-dijo ella muy entusiasmada-¡Apostar qué será mejor! ¡Enfrentarse a lo desconocido! ¡¿No es emocionante?!
-... Su... Supongo-dijo Kurebai que parecía un poco ido en la actitud de la peliblanca.
-¿Alguna vez te has enamorado?-preguntó de repente Sole.
-¡A... ¿A Qué Viene Eso?!-preguntó Kurebai rojo hasta las orejas.
-Solo curiosidad. Las personas enamoradas suelen abrirse más con los otros, ¿no?
-En mi caso no fue para nada así-dijo él confiado mientras cruzaba los brazos.
-¡¿Entonces sí has estado enamorado?!-preguntó la peliblanca acercando su rostro al del pelinegro, que al notar el rostro de la chica tan cerca del de él, se sonrojó mucho más de lo que ya estaba, y tragó en seco un poco nervioso.
-... ¡AH! ¡Sí, he estado enamorado!-dijo Kurebai un poco molesto.
-¡¿De quién?! ¡¿De quién?! ¡Cuenta, cuenta!-dijo Sole entusiasmada con ojos relucientes esperando a que el pelinegro decidiera contarle.
-... Mirai, se llamaba Mirai-dijo Kurebai, logrando que la peliblanca retrocediera un poco para atenderlo mientras él seguía hablando-Bueno... Se llama, aún no está muerta... No que yo sepa.
-¿Y?-preguntó Sole con un toque cotilla, sonriente y muy interesada en el asunto.
-Se llama Mirai Kuriyama-comenzó a contar él-La conozco desde niño. Ella y yo vivíamos en el mismo orfanato. Cuando niño no destacaba mucho. Quería hacer amigos pero mi timidez me impedía destacarme. Quería causar buena impresión, pero no quería hacer algo que molestara a los otros y reprimía muchas de las cosas que realmente quería hacer.
-Whoa...-se sorprendió un poco Sole.
-Fue cuando la conocí a ella-dijo Kurebai con una tierna sonrisa, sorprendiendo ligeramente a Sole-Fue la primera que se acercó a mí. Yo era el que solía acercarse a los demás, pero ella se acercó a mí. Lo cierto es que no la había notado hasta ese momento. Me resultó tan especial que supe desde ese momento que me había enamorado-decía mientras se recordaba a él de niño, cuando la pequeña Mirai se acercó a él y le ofreció tiernamente una hermosa flor. El infante Kurebai estaba sorprendido, así que Mirai le colocó la flor detrás de la oreja, en su pelo alborotado. Ella sonrió divertida y él apenado por el sonrojo que sentía en sus mejillas, bajó un poco la cabeza.
-¿Y qué sucedió?-preguntó Sole con una tierna sonrisa.
-...-Kurebai seguía sonriendo tiernamente mirando hacia el frente.
Sole sonreía esperando la respuesta del pelinegro.
...
-¡Se enamoró de otro, ¿puedes creerlo?!-le preguntó Kurebai eufórico de la nada, lo que sorprendió grandemente a Sole que abrió y cerró los ojos varias veces, sin creerse el cambio tan drástico de humor del pelinegro que ahora estaba molesto tras recordarlo.
-...-Sole estaba sin palabras, aunque le resultaba ¨encantadora¨ la reacción de Kurebai.
-¡AAHH! ¡¿Qué vio en ese maldito rubio?! ¡¿Es porque es rubio?! ¡Es por eso! ¡Ni siquiera parece rubio natural, seguro es teñido!-dijo él molesto.
-Jajaja-sonrió Sole divertida.
-¡Ah, ¿y te burlas?!-preguntó Kurebai aún molesto.
-No me estoy burlando. Es solo que encontré tierna tu reacción.
-Ah, ¿sí?-preguntó Kurebai de forma pesimista, sin darle la más mínima importancia, volteando a ver hacia otro lado con desinterés.
-A ver si entiendo... ¿Mirai y tú eran buenos amigos solo que ella se enamoró de otro?
-Sí. Justo eso-dijo Kurebai-Y creo que actualmente son novios. Pero bueno, no sé mucho al detalle porque Mirai fue adoptada un año antes que yo, a los 8 años.
-O sea, ¿tú tenías 9 cuando fuiste adoptado? Mirai y tú sois de la misma edad, ¿no?
-Sí. Somos de la misma edad. Ella fue adoptada cuando tenía 8, y yo fui adoptado cuando tenía 9. Así que perdimos mucho contacto. De vez en cuando nos encontrábamos casualmente por Sefiro, pero solo conversábamos cortamente. Un día de esos fue que la vi junto a ese maldito rubio, Akihito Kanbara-dijo, esto último mostrándose realmente irritado-Ella lo cogió del brazo y se despidió de mí. Así que supongo que son novios.
-¿No sabes nada más acerca de la vida actual que lleva ella?-preguntó Sole.
-Fue adoptada por unos ricos embajadores de Sefiro que al parecer no podían tener hijos. Así que económicamente no le puede estar yendo mal. Pero no sé nada más aparte de eso-dijo Kurebai.
-¿Y tú?-preguntó Sole, sorprendiendo al pelinegro que parecía confundido al respecto-¿Por quiénes fuiste adoptado?-preguntó, impresionando aún más a Kurebai, quien terminó bajando la cabeza, un poco afligido.
-Preferiría no hablar de ello...-dijo él, sorprendiendo solo levemente a la peliblanca, que sonrió y decidió levantarse.
-Bueno, en fin, que apoyo tu relación con Mirai-dijo Sole, sorprendiendo a Kurebai-Si algún día la conozco, haré lo que pueda porque estéis juntos. Aunque no esperes mucho, después de todo, no soy una experta en lo que a relaciones se refiere-dijo la peliblanca, dejando aún sorprendido al pelinegro-Bueno, que fue un placer hablar contigo, Kure-le dijo sonriente Sole, retirándose.
-...-Kurebai quería decirle algo, pero una leve y extraña timidez, lo detuvo en el último momento, cuando Sole ya se había retirado-I... Igualmente-dijo por lo bajo.
El pelinegro de ojos rosados, volvió de su recuerdo, cuando alguien parecía estar llamándolo, pero él aún ni se inmutaba, todavía ido en sus propios pensamientos.
-... ¡Kurebai, ¿no escuchas?!-preguntó Tsuki en un último intento para que el pelinegro la escuchara. Este se sobresaltó solo un poco y notó que a su izquierda estaba Orion de pie a su lado-Llegó Orion san, déjalo que se siente junto a nosotros.
-Ah... Sí, claro. Perdón, estaba distraído-dijo Kurebai mientras le hacía espacio a Orion para que este se sentara entre él y su hermano Arien.
-¿Distraído?...-reflexionaba Tsuki un poco confundida, hasta que sonrió de forma perversa-¿Por qué? ¿Por una tal chica llamada Solitude Silversnow?
-¡¿Q... Qué?!-preguntó Kurebai ruborizándose muy avergonzado.
-¿Te aprendiste ese nombre estrambótico?-preguntó Hawk sorprendido.
-Normalmente no me lo aprendería. De hecho no sé si lo dije bien. Pero solo con tal de molestar a Kure, aprendérmelo valió oro-dijo Tsuki sonriendo mientras sacaba la lengua y guiñaba un ojo de forma divertida.
-¡Hija de...!-iba a quejarse Kurebai, pero Tsuki lo interrumpió.
-Si te molesta es porque es verdad-dijo Tsuki orgullosa con los brazos cruzados, ignorando a Kurebai con la mirada. El pelinegro de ojos rosados se sorprendió aún sonrojado, pero cerró los ojos y cruzó los brazos igualmente.
-¡Ja, no caeré en tu jueguito barato!-dijo él, y todos sonrieron.
-Bueno, estaba pensando que deberíamos ponerle un nombre cool a nuestro grupo-dijo Josh, sorprendiendo a todos.
-¡Oh, tú sí sabes!-dijo Hawk aprobando el comentario de Josh, sonriendo ambos.
-Bueno, me voy yendo-dijo Kurebai disponiéndose a levantarse, pero lo interrumpieron.
-¿Por qué te vas?-preguntó Josh confundido y a la vez confundiendo a Kurebai.
-Ah... Pues, porque...-iba a terminar de decir el pelinegro de ojos rosados, pero Josh continuó con su explicación.
-La idea es que cada miembro del grupo muestre un nombre. Y luego decidirnos por cuál es el mejor-dijo Josh, sorprendiendo a Kurebai.
-Pero... Eso significa que...-el de ojos rosados aún no sabía qué decir al respecto.
-Eres parte de nuestro grupo, Kure-dijo Josh sonriendo tiernamente como si nada. Esas pocas palabras conmovieron al pelinegro de ojos rosados. Estaría a punto de llorar, pero lograba controlar bastante bien sus lágrimas y solo se le aguaron un poco los ojos.
-Yo... Yo...-Kurebai no sabía exactamente qué decir ante esa situación.
-No digas nada, solo escribe-dijo Tsuki alcanzándole una hoja para que escribiera su idea para el nombre del grupo.
-... Sí...-dijo Kurebai observando aquel papel en blanco que no significaba nada pero a la vez lo representaba todo. El pelinegro sonrió y comenzó a escribir su propia idea.
(Nota:
Los siguientes usuarios en especial tendrán la oportunidad de escoger el nombre que tendrá este ficticio grupo. Cualquier otro usuario que quiera participar es bienvenido, así que pongan en los comentarios sus ideas (o por privado, como les parezca mejor). El nombre que más me guste, será el indicado.
😀Fin de la Nota😀)
Mismo día, martes 9 de mayo del año 2000, Después de la Creacion
-Residencia de los hermanos ¨von Sefiro¨, 8:00 PM-
-Así que aquí viviré...-decía Kurebai observando la casa, que era amplia y tenía una sala enorme. El pelinegro no tardó mucho en lanzarse de pecho al sofá, comprobando que era muy cómodo-Declaro mío el sofá-dijo acomodándose.
-Tienes tu propia habitación, Kure-dijo Tsuki mientras los chicos traían las maletas del pelinegro de ojos rosados que fueron a buscar a casa de este.
-Lo sé, pero aún así declaro mío el sofá-dijo, y Tsuki arqueó una ceja sin creérselo.
-Bueno, ahora vamos a comer y luego a dormir, así que despídete del sofá-dijo Hawk bromeando con Kurebai, el cual infló sus cachetes a modo de berrinche.
Después de la comida, cada uno fue a su respectiva habitación. Mientras Kurebai dormía plácidamente a pierna suelta, Arien en cambio no parecía conciliar el sueño.
-Yuki-dijo Arien en su propio recuerdo, cuando el peliazul le enseñaba a la pelinegra, a leer correctamente, en el tiempo libre que tenían los dos allá en Esmelt.
-¿Sí?-preguntó ella como siempre estoica.
-¿De qué color está ahora mi alma?-preguntó sonrojado y un poco curioso-Es decir... ¿Sigue del mismo color que cuando me viste por primera vez?
-... No. Tu alma ahora está rosada-dijo Yuki, sorprendiendo a Arien.
-¿Rosada? ¿Y qué significa ese color para mi alma?-preguntó el peliazul curioso.
-No sé-dijo ella, sorprendiéndolo-Solo vi ese color una vez, cuando pequeña, pero nunca logré entender qué significaba. Únicamente te puedo decir que desde hace un buen rato tu alma se ha mantenido de color rosa. Ya no muestra aquel gris.
-...-Arien volvió de su recuerdo, pero se mantenía igual de intrigado que en aquel momento. Así como Yuki, no sabía lo que significaba aquello, y tenía gran curiosidad.
Miércoles 10 de mayo del año 2000, Después de la Creacion
-Gremio Servant de Sefiro, 12:00 PM-
-Hoy llega Yuki, ¿no?-preguntaba Arien nervioso caminando de un lado a otro, estando a la espera junto a sus compañeros de grupo y demás miembros del gremio.
-Sí. Ya contrólate, Arien-dijo Tsuki que se mostraba impaciente por el comportamiento del peliazul.
-¿Saldrá todo bien?-preguntó Arien un poco preocupado.
-¿Y yo qué sé?-preguntó Tsuki incrédula con los brazos cruzados.
-Aunque te digamos que va a salir mal, solo nos queda verlo por nosotros mismos, ¿no crees?-preguntó Josh para tranquilizar a Arien, lográndolo.
-Sí... Tienes razón-suspiró más calmado el peliazul.
-¡Aquí vienen!-dijo un muchacho que esperaba en la puerta, observando que se acercaban los magos que serían parte del intercambio.
Eran más de solo 15, ya que Esmelt no era el único reino que formaría parte del intercambio con Sefiro. Los magos de los otros reinos se formaron en líneas para ser presentados ante los miembros del Gremio Servant, el más importante de todo Sefiro.
-Nuestros candidatos a formar parte del intercambio ya debieron haber llegado a Esmelt y a los demás reinos, ¿no?-preguntó Tsuki en voz baja, curiosa.
-Sí-afirmó Orion.
-¿Puedes disimular, Arien?-preguntó Kurebai que comenzaba a hartarse de ver al menor de los hermanos, moviéndose de un lado a otro lo más disimuladamente posible, para tratar de ver a todos los magos que formarían parte del intercambio, tratando de encontrar obviamente a Yuki.
-No veo a Yuki-dijo el peliazul preocupado.
-Ya la verás-dijo Kurebai sin darle mucha importancia.
-Todos los magos de otros reinos que son parte del intercambio vienen a Servant porque es el gremio más importante de Sefiro, ¿no?-preguntó Tsuki.
-Sí. Los que fueron enviados a otros reinos, también tienen que ir hacia el gremio más importante de esos reinos-dijo Orion.
-Sería emocionante ver qué tan fuertes son los magos de otros reinos-dijo Josh.
-Tienes razón. Aunque supongo que podremos saberlo sin necesidad de viajar a otro reino, ya que más bien vinieron ellos hacia nosotros-dijo Hawk.
-Cierto-afirmó Josh.
-¿Por qué los chicos solo pensáis en batallas?-preguntó Tsuki.
-Los chicos también podríamos preguntar por qué las chicas no pensáis en batallas-dijo Hawk, y Tsuki volteó la mirada para ignorar el comentario, a lo que Josh sonrió.
-¡Kazari Kadokawa!-dijo el hombre que estaba presentando a los magos invitados.
-Oh, ya empezaron con la gente de Esmelt-dijo Tsuki.
-¿Kazari?-se preguntó Arien confundido, observando que se trataba de una chica pelirroja con puntas negras y ojos negros azabaches-... ¡OH! ¡¿Pero si esa no es...?!-iba a terminar de preguntar en voz alta Arien, cuando Tsuki logró taparle la boca con ambas manos, mirándolo muy molesta.
-¿Eres idiota?-preguntó la mitad elfo molesta, pero en voz baja-Sí. Es Kisara san, pero no debes gritarlo.
-Lo siento-se disculpó apenado Arien, en lo que Tsuki le quitaba las manos de la boca. Por suerte, nadie lo había llegado a escuchar, ya que la mitad elfo actuó a tiempo.
-Está impaciente por ver a Yuki, es evidente-dijo Kurebai serio sin inmutarse.
-¡Diaspro Yugan!-presentó el hombre a una muchacha de cabellera castaña reluciente y ojos del mismo color.
-... Oh... ¿Esa no es Danna san?-le preguntó Arien en voz baja a Tsuki.
-Sí. Se parece mucho. Lo único que cambió fue el color del pelo y de los ojos-dijo ella.
-¡Solitude Silversnow!-dijo ahora el hombre presentando a Sole.
-Oh, no se cambió ni el nombre ni la apariencia-dijo Kurebai pero sin mostrarse muy sorprendido al respecto.
-Ella y Mary san no tienen que preocuparse por ello. Ya que las dos pueden ser parte del intercambio sin ningún problema-dijo Tsuki.
-El problema más bien serían Kisara san y Danna san porque son las representantes de Esmelt. Sería como que el mismísimo rey de Esmelt fuera parte del intercambio, o sea, algo sin sentido-dijo Hawk.
-Este intercambio es una vez cada 5 años. Por eso nunca antes presenciamos uno-dijo Josh reflexionando.
-¡Yuki Silversnow!-dijo el hombre presentando a la Yuki que Arien tanto deseaba ver, emocionándose al verla, igual que siempre, estoica con su pelo negro, ojos azules zafiro y orejas de gato.
-Yuki...-dijo Arien contento.
-¿Silversnow?-se preguntó Kurebai curioso.
-Al parecer la familia de Sole la adoptó, o al menos le donó el apellido aunque sea de forma temporal. Lo más probable por petición del Rey Arthur-dijo Orion.
-Oh...-se sorprendieron tanto Kurebai como Tsuki y Arien.
-¡Mia Blackwood!-dijo el hombre presentando a Mary, la cual pasó a mirar molesta hacia el sujeto.
-¿Osas acortar mi nombre?-preguntó la pelimorada de mechas rosadas, que asustó a aquel hombre que tragó en seco y decidió proseguir con las presentaciones.
-Ya, ya, Mary chan-dijo Sole tratando de tranquilizar a su compañera, e increíblemente consiguiéndolo.
-¡Jaden Jallais!-dijo el hombre.
-Oh, ¿ese no era el nombre del muchacho que nos presentó a Bloom, Zaykos y Sally?-preguntó Arien curioso.
-Sí, pero...-Yuki se detuvo al observar que se trataba de un chico de cabellera negra, ojos azules claros y sin orejas de lobo. Era idéntico a aquel Jaden de aquella vez, pero había cambiado el color de ojos, de pelo, y no tenía orejas de ningún tipo. Parecía un humano normal y corriente-¿El otro no era un semihumano lobo? Y para colmo este tiene el pelo negro y los ojos azules claros, no verdosos.
-Sí... Qué raro-dijo Arien.
-No raro si consideramos que Jaden san es un importante caballero del Ejército de Esmelt. Ser parte de este intercambio llega a ser absurdo en su caso. No tanto como en el caso de Kisara san y Danna san, pero sí bastante innecesario-dijo Orion.
-Tienes razón-dijo Josh.
El hombre continuó mencionando nombres, hasta que las menciones terminaron y los invitados fueron presentados a sus futuros inquilinos.
-¡Wenas!-se presentó Sole con su saludo tan peculiar.
-¡Hola!-dijo Arien contento, y luego miró hacia Yuki, la cual ligeramente se sorprendió.
-¿Y no le dices nada ahora?-le preguntó Kurebai confundido a Arien.
-Hola-lo saludó Yuki, y Arien le sonrió sonrojado.
-¿Ustedes dos también hicieron la clonación antes de venir hacia acá?-preguntó Josh curioso, dirigiéndose a Mary y a Sole.
-No-negó Sole con una sonrisa.
-Lamentablemente no lo hicimos-dijo Mary cruzando los brazos-No somos demonios o diosas, no podemos darnos tanto lujo de gastar tanto poder aunque pudiésemos. ¡Aunque daría de todo por estar con el Rey Arthur en estos momentos en vez de con ustedes!-se quejó la pelimorada, preocupando un poco a Sole.
-Vamos, vamos, Mary chan. Bajito-dijo la peliblanca calmando a su amiga.
-Oye, ¿ese Jaden es...?-le preguntaba Orion curioso a Kisara, la cual solo sonrió un poco apenada mientras asentía con la cabeza sin que el peliazul pudiera terminar su pregunta.
-Sí. Es el mismo que conocisteis-dijo Kisara.
-Insistió mucho en venir con nosotras, no pudimos negarnos-dijo Danna.
-¡Kissy!-dijo Jaden acercándose a Kisara y abrazándola.
-Jaden, ¿no deberías estar con tus respectivos inquilinos?-preguntó Danna llamando la atención del ahora pelinegro de ojos azules que aún abrazaba a Kisara, la cual se sentía apenada al respecto-Te recuerdo que no puedes vivir con nosotras en la residencia de los hermanos porque solo pueden vivir 11 personas. Te tuve que mandar a otra casa con otras personas.
-¡Sí!-dijo Jaden risueño-Y parecen ser muy buena gente. Me dijeron que me relajara y que disfrutara del reino lo que quisiera y luego podría ir a mi nueva casa. Me dieron la ubicación en un mapa para que no me perdiera-dijo el ojiazul mostrándole a Danna, el papel con la ubicación.
-Bueno, creo que estaría bien dar una vuelta por el reino-dijo Tsuki con una sonrisa-Ustedes nos mostraron lo que pudieron de Esmelt, deberíamos hacer lo mismo en retribución, ¿no?-preguntó amigablemente.
-¡Sí, quiero conocer Sefiro!-dijo Sole entusiasmada.
El grupo de 11, acompañado por Jaden que conversaba amigablemente con sus compañeras de Esmelt y de vez en cuando con los de Sefiro, entablando una rápida amistad con estos; se encontraba ahora paseando por las calles más transitadas del reino. Era un lugar muy colorido y amistoso. Las personas te trataban con amabilidad. Había muchas tiendas ambulantes, pero estas no parecían desahuciadas como las de Esmelt. Jaden se probaba collares con símbolo de animales, generalmente de lobos, ya que les atraía mucho. En ese sentido; él, Josh y Hawk ya tenían algo en común.
Continuaban caminando cuando de repente, mientras Kisara conversaba con Danna y Tsuki que se encontraban a su derecha, alguien que pasó por su izquierda, levantó ligeramente su cabello ahora rojo, llamando la atención de la mitad demonio que volteó su cabeza para ver de quién se trataba. Kisara detuvo su paso al notar que el muchacho que levantó con delicadeza su cabello, también se había detenido. Los demás también se detuvieron al observar lo que sucedía.
Se trataba de Bloom, que sonrió aún con el cabello de Kisara encima de la palma de su mano izquierda. Todos estaban sorprendidos, pero en especial la mitad demonio.
-¿Creías que podrías engañarme, Kisara chan?-preguntó Bloom sonriendo divertido.
-¡Bloom, Zay!-dijo Kurebai sorprendido, al notar que no solo estaba el pelirrojo, sino también el otro demonio, acompañados los dos por Sally. Estos tres habían pasado por al lado de ellos, pero Bloom se detuvo al reconocer a Kisara que era una de las que más atrás estaba del grupo en aquel momento.
-Hola, Kure-saludó Bloom que aún no soltaba el cabello de Kisara-¿Y bien? ¿A qué se debe la visita?-le preguntó esto último a la mitad demonio, la cual lo miró seria-No sirve de nada que nos mientas. Tampoco es como si fuera a atacarte así como así. Si vienes con intenciones hostiles, no tendré más remedio que luchar contra ti, pero... Si me das una buena explicación no te delataré. De hecho, será divertido convivir contigo en el mismo reino. Vernos solo en las reuniones de representantes y en ocasiones excepcionales... no es nada divertido-dijo Bloom risueño, cuando se sorprendió al notar una mano en su brazo izquierdo. Al voltear a ver, resultó ser Jaden, que lo miraba serio.
-Tú solo quieres ver a Kissy para hacerla sentir inferior. Parece que no aprendes que eso no funciona con ella. Kissy siempre te pone en tu lugar-dijo Jaden apretando fuerte con su mano derecha, el brazo de Bloom.
-Suéltalo, Jaden-dijo Kisara, y aunque el ahora pelinegro parecía un poco dudoso al respecto, le hizo caso a la mitad demonio y soltó el brazo de Bloom, este que serio, arqueó una ceja, pero soltó el cabello de Kisara.
-Y tú debes ser Jaden, ¿no?-preguntó Bloom colocando sus manos en los bolsillos, mirando con superioridad al ahora pelinegro-¿A qué viene ese aspecto?
-Te lo contaremos todo-dijo Kisara, sorprendiendo a sus compañeros, aunque solo llamando la atención de Bloom, Zay y Sally.
-Oh, ¿en serio? Pues cuenta-dijo Bloom un poco bromista.
-...-Kisara se mantuvo en silencio unos cortos segundos, mirando seria a Bloom-La semihumana tenía una hermana-dijo, sorprendiendo a todos, en especial a Yuki que jorobó un poco su cabeza, confundida por lo que acababa de escuchar.
-¿Una hermana?-preguntó Bloom confundido.
-Sí-afirmó Kisara seria y confiada en sus palabras-Antes de suicidarse nos contó que tenía una hermana mayor en Sefiro. La idea de las dos era huir, pero solo la menor lo consiguió. La semihumana que llegó a Esmelt, tenía la intención de volver a buscar a su hermana acá en Sefiro, pero una vez que entró a Esmelt, no encontraba la forma de salir con tantas personas buscándola. Decidió suicidarse contándonos esto y por último dijo... ¨no confíes en la gente de Sefiro¨-dijo la mitad demonio seria, impresionando a todos los que la oyeron. Incluso Bloom parecía anonadado, ya que era una confesión bastante fuerte. Durante unos segundos algunos quedaron sin palabras.
-¿Entonces viniste aquí a comprobarlo todo por ti misma?-preguntó Zay.
-Sí. Decidimos ocultar parte de la información, porque como puedes notar, es un asunto demasiado serio que terminó involucrando a Esmelt-dijo Kisara-Así que me pareció lo más correcto, investigar lo que sucedía por mí misma... ¿Por qué alguien querría huir del reino más ¨amigable¨ de todo ¨OnMortal-Line¨? ¿Por qué sus últimas palabras fueron ¨no confíes en la gente de Sefiro¨? Es una acusación muy seria, ¿no creen?-les preguntó Kisara a Bloom, Zay y Sally, los cuales se mantuvieron callados pero aún estoicos-Ni siquiera nos pidió personalmente que la ayudásemos a encontrar a su hermana... Esa semihumana estaba desesperanzada del todo. Ya no valoraba su propia vida al punto de querer suicidarse y efectivamente hacerlo... Dime, Bloom... ¿Sabes algún secreto de Sefiro que tenga que ver con algo tan grave como esta situación?-preguntó seria.
-... No. No sé nada-dijo Bloom serio.
-Claro-dijo Kisara-Porque no sabes nada es que tuvimos que actuar nosotros los de Esmelt. Aparte... Si supieras algo pero estuvieras involucrado, lo normal sería que no lo dijeras abiertamente. Así que... ¿Bien? ¿Qué vas a hacer ahora?
-... Entenderás que tengo que contárselo al menos a Deus y a Nashi, ¿no?-preguntó Bloom con una sonrisa.
-Me parece bien. Yo te acompaño-dijo Kisara.
-Te acompañamos-dijo Orion refiriéndose al resto del grupo.
-¡Sí!-dijo Jaden decidido.
-Bueno, ya ves. Te acompañamos-rectificó Kisara aún seria.
-... Bien... Pero antes... Quiero que tengamos un combate tú y yo-dijo Bloom, sorprendiendo a Kisara y a todos los demás, incluso a Zay y a Sally.
-¿Hah?-preguntó la mitad demonio confundida.
-Siempre he querido luchar contra ti. Es un favor que te pido. Quiero que luchemos en serio-dijo Bloom.
-... Sabes que siendo los dos demonios... luchar en serio conllevaría a la destrucción de todo un reino, ¿verdad?-preguntó Kisara incrédula.
-Tranquila, lucharíamos fuera de Sefiro y lejos de cualquier otro reino-dijo Bloom.
-¿Cómo?-preguntó Kisara confundida.
-¿Aceptas o no?-preguntó el pelirrojo.
-... Sí, supongo-dijo Kisara aunque no muy convencida.
Bloom los llevó a todos hacia una pequeña pero reconfortante casa, donde trabajaba una entusiasta chica de cabellera castaña grisácea y ojos rojos. Tenía planos ubicados por toda la casa y parecía estar estudiando lo necesario para la creación de ¨algo grande¨.
-Leydis, ¿estás aquí?-preguntó Bloom entrando a la casa junto a los demás.
-¡Oh, Bloom san!-dijo la chica mirando hacia el pelirrojo.
-Sigues teniendo la mala costumbre de dejar la puerta abierta-dijo Zay.
-Quiere que le roben sí o sí-dijo Sally cruzando los brazos sin creérselo.
-Perdón, perdón-dijo Leydis sonriendo-¿En qué puedo ayudarlos?
-Necesitamos que nos lleves a ese lugar-dijo Bloom sonriendo confiadamente.
-¡OH! Ya entendí-dijo Leydis que levantó sus manos y creó una especie de portal entre ella y los demás.
-¿Un portal... de teletransporte?-preguntó Danna sorprendida.
-¡Sí! Entren todos, por favor-dijo Leydis.
Las 16 personas en total contando a la chica de cabello castaño grisáceo, entraron al portal, y aparecieron en una pradera desierta. También había un pequeño coliseo, pero deshabitado. Se encontraban dentro de aquel estadio de batalla, que al parecer se hallaba fuera de Sefiro y lejos de otros reinos.
-Así que magia de teletransporte...-dijo Mary un poco sorprendida.
-Aquí es donde Bloom san, Zay san, Deus sama y Nashi sama entrenan sus poderes demoníacos y divinos respectivamente-explicó Leydis-Con tal de que no terminen destruyendo Sefiro por accidente, jiji-sonrió al final-¡Oh, aún no me presento como es debido! ¡Mi nombre es Leydis Lyngstad, encantada!-dijo con una sonrisa.
-E... Encantados-dijeron todos pareciendo un poco confusos, menos Bloom, Zay y Sally.
-¿Entonces aquí es donde combatiremos?-le preguntó Kisara al pelirrojo.
-Sí. Los demás pueden sentarse a observar en las gradas-dijo Bloom.
Todos se colocaron en sus respectivas posiciones. Bloom y Kisara estaban en el medio de aquel coliseo, y los demás sentados como meros espectadores.
-Muéstrame tu apariencia real, si quieres-dijo el Bloom sonriendo confiado.
-¿Y tú? ¿No me mostrarás tu apariencia real?-preguntó Kisara.
-No. Me gusta más el cabello rojo y los ojos dorados-dijo él-Además, tú te sueles mostrar con tu apariencia original porque es la que más te gusta, ¿no? No es diferente.
-Sí-dijo Kisara cambiando por sí misma, su apariencia. Ahora volvía a mostrar su cabello negro con puntas rojas, y sus ojos rojizos-¿Alguna condición durante esta batalla?-preguntó la mitad demonio.
-No. Puedes luchar como prefieras, ya dije que sería una pelea en serio-dijo Bloom.
-Ya veo...-dijo Kisara mientras con su magia demoníaca, hacía aparecer una espada plateada, que sostuvo en su mano derecha mientras le sonreía confiadamente a Bloom, el cual sonreía también de forma confianzuda.
-¿Cuál es el poder de Bloom?-preguntó Orion.
-Es un ¨mata bestias¨-dijo Leydis, llamando la atención de casi todos.
-¿¨Mata bestias¨?-preguntó Tsuki intrigada.
-Sí... ¿Pero ustedes saben cuál es el poder de Kisara san primeramente?-preguntó Leydis confundida, y todos los de Sefiro se sintieron nerviosos ante esa pregunta.
-¡Empiecen!-dijo Zay, y los dos contrincantes se movieron a una velocidad impresionante. Kisara atacó a Bloom con su espada, pero este sacó unas garras de su mano izquierda y detuvo la espada de la mitad demonio.
-¿Tiene poderes de bestia o de mata bestias?-preguntó Orion confundido.
-Podrías decir que ambos, ya que se adapta a las bestias para luchar contra ellas-dijo Leydis, mientras los demás observaban impresionados aquella pelea.
-¡<¨Demoniacal Roar¨>!-Bloom rugió y un miasma oscuro impactó contra Kisara, la cual retrocedió presionada por aquella aura maligna proveniente del rugido del pelirrojo-¡<¨Demoniacal Kick¨>!-ahora se apareció con una impresionante velocidad, a la derecha de la mitad demonio, metiéndole una fuerte patada en el abdomen, que la impactó contra la pared, resquebrajando esta. Kisara escupió sangre mientras con su mano izquierda tocaba su vientre, por donde Bloom la había golpeado.
-¡Kissy!-dijo Jaden preocupado.
-Vamos, ¿eso es todo?-preguntó Bloom sonriendo confiado-Parece mentira que seas una demonio... Vale que seas solo mitad y mitad, pero... ¿Ni siquiera puedes mostrar la mitad de lo que mostraría un demonio?
-... No te preocupes-dijo Kisara aunque con una voz debilitada, pero confundiendo a Bloom y a los demás-... Ya hice mi movimiento-dijo sonriendo confiadamente. Todos estaban confundidos, en especial Bloom. Kisara se apartó del muro y se mantuvo de nuevo en pie. Lo único que hizo a continuación, fue blandir su espada con fuerza hacia la derecha, aún sosteniéndola en su mano diestra. Pero de repente, tras ese movimiento, Bloom pareció moverse por sí solo a gran velocidad, impactándose de la nada contra la pared que había a su izquierda. Todos estaban atónitos tras lo que acababan de observar. Bloom también escupió sangre, igual de lastimado que Kisara tras haberse impactado contra el muro.
-¿Có... Cómo lo hizo?-preguntó Kurebai confundido.
-Es el poder de Kisara, obviamente-dijo Sole sonriente.
-¿Cuál es su poder?-preguntó Orion curioso.
-¿Có... Cómo hiciste eso?-preguntó Bloom mientras se apartaba del muro, aún herido colocando sus dos manos en la parte de su abdomen que fue mayormente golpeada.
-Así como yo no conocía tu poder, por eso me pillaste desprevenida. Pero tú tampoco conocías mi poder, razón por la cual caíste tan rápido en mi trampa-dijo Kisara confiada.
-¿Cu... Cuál es tu poder?-preguntó Bloom aún con su debilitada voz tras el impacto.
-Solo controlo el fuego y la lava, nada especial-dijo Kisara con una sonrisa.
-¡¿Y cómo lograste impactarme contra la pared entonces?!-preguntó Bloom confundido-¡No usaste fuego que yo sepa!
-No que tú hayas podido ver-dijo Kisara aún sonriendo confiadamente, lo que confundía más a Bloom que al menos ya no se encontraba alterado. Kisara levantó un poco su espada, y dejó ver un pequeño hilo cubierto de fuego, sorprendiendo a todos-Esta es una de mis técnicas: ¨Fire Wire¨. Mi espada está bañada con mi magia, por lo que al mínimo contacto, puede pegar un alambre de fuego que se hace invisible siempre que a mí me plazca. Por eso no pudiste verlo cuando detuviste con tus garras mi estocada.
Tras oír esto, Bloom observó que efectivamente el hilo de la espada de Kisara, estaba conectado con su garra en su mano izquierda. Decidió hacer desaparecer la zarpa, pero el alambre de fuego continuaba pegado a su mano.
-¡¿Pero qué demonios es esto?!-preguntó Bloom enfurecido.
-¿Eso? Eso... No es nada comparado con lo que le sigue-dijo Kisara mirando de forma perversa y siniestra hacia Bloom, preocupando a este.
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Cortesía de kurebai :3
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