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Telephone number

Y entonces abrí los ojos, sabiendo que probablemente aquella chica me tenía amarrada a punto de asesinarme pero no fue así, estoy en mi cama abrazada de la almohada como si se tratará de una persona, sigo con la misma ropa de ayer lo que me indica que no intento sobre pasarse conmigo, solo tengo suerte porque de verdad que me pudo haber asesinado o algo peor, es que soy la persona más tonta del mundo, confiado en todo el mundo cuando ni debería hacerlo, aprieto los ojos y subo las manos a mi cabeza.

Dios.

El dolor de cabeza es tan grande que me cuesta abrir los ojos, no se por qué tuve que tomar tanto, suspiro al recordarlo, ella ya no está conmigo y parece que cada día se me hará más difícil su ausencia, Sooyoung, aquella chica que ame por tanto tiempo ya no está conmigo y no se qué hacer, no se como sentirme al respecto, quisiera poder abrazarla y decirle que todo va a salir bien que me perdone, me di cuenta de que suplicarle no sirve nada, es más, eso la altera porque está segura de lo que quiera y eso es tenerme mejor.

La entiendo perfectamente, también hubiera hecho los mismo al estar en su situación pero como no es así y soy una maldita egoísta, sigo pensando que me tuvo que perdonar porque puedo ser mil veces mejor que la versión que me mostré de mi, alguien que en verdad no existe y no es más que una chica que no sabía a quien amar, estaba tan confundida y fui tan tonta por dejarme llevar por esos pensamientos que lo único que hicieron fue destrozar mi relación, lo que más amaba y me mantenía feliz, ahora no tengo nada.

Me quedé tan sola que a veces pienso en dejar todo atrás, esos momentos en los que pienso en aquello que le prometí olvidar pero que sigue en mi cabeza al punto en el que prefiero escuchar música todo el tiempo o hablar para callarlos pero me es difícil, no es lo mismo sin ella porque su sonrisa hacía que me olvidará de todo lo que estaba mal en el mundo, su risa calmaba mi dolor y sus abrazos me sumergían en un mundo en el que estaba bien, en el que era feliz y mantenía una gran sonrisa en mi rostro, la extraño.

Tal vez por eso estaba abrazando la almohada, porque ella me la regaló y cada que estoy cerca siento que está a mi lado, que me abraza y acaricia mi cabello mientras me cuenta cómo le fue en el día, que sonreímos y reímos por todo lo que nos decimos, que aunque nuestras vidas no sean tan emocionantes les encontramos lo divertido, lo magnífico, lo que nos haces suspirar y seguir adelante por algo mejor, pero no es así, porque eso es sólo el recuerdo, no está sucediendo ahora y tengo que comenzar a darme cuenta de ello.

Me levanto y veo en el espejo que está al lado de mi cama, parece que un camión me pasó tres veces por encima y que alguien me vomito, si, tengo una mancha en mi suéter, hago una mueca de asco ya que no recuerdo exactamente qué fue lo que pasó, lo único que sigue en mi cabeza es esa chica, ni siquiera recuerdo su nombre, solo se que es alta y bastante linda, me ayudó a venir para acá pero nada más, espero no haber hecho el ridículo porque aunque sea bastante difícil que la vuelva a ver, si eso llega a pasar voy a querer morir.

Mientras me quito la ropa veo a todas partes, puede que encuentre algo que me haga recordar pero no es así todo se ve normal como si nada hubiera pasado lo que me tranquiliza, bueno, la verdad es que el solo hecho de abrir los ojos me tranquiliza, por un momento pensé que estaría muerta, la verdad es que lo hubiera agradecido porque no es como que tenga muchas ganas de seguir respirando, si Mina llega a enterarse que pensé en esto me va a matar, miro hacia la ventana y sonrío, me gustaría saber en dónde se encuentra esa chica.

Fue bastante amable conmigo, nadie hace lo que ella hizo o tal vez si pero con otro tipo de final, fue alguien bueno, una lastima que no la voy a volver a ver, suspiro, al entrar el baño me retuerzo, no entiendo por qué está todo tan caliente, abro la puerta de la ducha y frunzo las cejas al ver que la tina está llena de agua, aprieto los labios y meto un dedo en el agua, la temperatura es perfecta, volteo a ver el lavamanos, ahí hay una pastilla y un vaso con agua, no recuerdo haber hecho esto.

Me encojo de hombros y tomo la pastilla, no creo que sea algo malo, entro a la tina con mucho cuidado porque la última vez casi me arranco la cabeza y no quiero eso, tengo miedo de que vuelva a suceder, suspiro y es inevitable que una sonrisa se dibuje en mi rostro, no sé si fue ella, me gustaría agradecerle pero no tengo su número ni siquiera se en donde se encuentra, tal vez vuelva a ir a ese restaurante para esperarla, no creo que sea algo invasivo.

Le compraré lo que le guste y puede que me tome algunas cervezas, se las voy a invitar para que sepa lo agradecida que estoy por todo lo que hizo por mi, es un amor de persona, sonrío y cierro levemente los ojos, se siente demasiado bien estar aquí, es de mis momentos favoritos en el día, no tengo que trabajar ni pensar en nada más que no sea estar aquí, habla del de trabajar, lo hago en una cafetería, Mina y yo lo hacemos esperando que la universidad nos acepte, ambas estudiaremos veterinaria, nos encanta desde pequeñas.

Mientras mis dedos viajan por encima del agua siento que alguien me susurra algo oído, abro los ojos como platos pero no hay nadie, ¿que había sido eso?, no tengo muy claro si fue un recuerdo o algo por el estilo, vuelvo a hacer lo mismo y puedo sentir como mi cuerpo se tensa bajo el agua.

Sana, yo puedo ayudarte con todo eso.

Apoyo la cabeza en la pared y frunzo los labios, alguien me estaba hablando pero no sabía quién era, no estoy entendiendo nada, algo está pasando y no logro descifrar que es, quisiera poder hacerlo pero es difícil, porque no tengo nada en la cabeza.

— ¡he llegado! —, y mucho menos ahora que llegó Mina, lo más probable es que llegue hablando de Chaeyoung por bastante tiempo y que luego comamos juntas, es lo que siempre hacemos antes de ir al trabajo, ¿ella trabajará?, no entiendo que me está pasando pero está en mi cabeza, no la puedo sacar de ahí, es que se verdad quiero agradecerle lo que hizo por mi, de seguro estaría tirada en algún terreno baldío, no estuvo para nada mal lo que hizo por mi, además tiene una hermosa sonrisa que me atrapada, es lo único que se quedó grabado en mi cabeza.

— estoy en el baño —, aviso para que no entre porque no sería la primera vez que lo haces, a veces siento que es para que me avergüence, que es lo más probable, le guste que chille y que le pegue para que no lo haga, se ríe bastante,— ¿que trajiste de comer? —, pregunto, no escucho respuesta y ruedo los ojos, voy a tener que salir de aquí para que me diga o yo verlo porque si no, estaré dándole vueltas a eso, salgo y me acerco al lavamanos, tomo mi cepillo de dientes, le echo un poco de pasta de dientes y lo meto a mi boca.

Mientras lo hago busco mi ropa interior y con cuidado me asomo por la puerta, está viendo algo en la puerta de la nevera, quisiera saber qué es pero parece que está tan impresionado que las palabras no le salen, frunzo las cejas y suspiro, vuelvo al baño y me enjuago la boca, ésta chica me va a volver loca en cualquier momento, agarro el short de pijama y me pongo como puedo mientras salto con un solo pie agarro el suéter, todo es tan difícil cuando hay tanto desastre.

Me lo pongo y me inclino haciendo delante mientras intento respirar correctamente, mucho trabajo para alguien que de por sí no hace mucho esfuerzo físico, salgo de la habitación y le pego en la cabeza cuando estoy cerca,—¡Ya, tonta! —, sonrío un poco y miro a dónde ella lo está haciendo, la sonrisa que tenía se agranda, esto es lo que más había estado esperando que sucediera,— ¿quién es Chou Tzuyu y por qué dejó su número ahí? —, entonces ese es su nombre, bastante lindo para la persona que lo porta.

— una chica que conocí ayer —, digo como si no fuera importante cuando si lo es,— ¡oh! —, exclamo entusiasmada al ver la comida,— sabes lo mucho que me gustan los sándwich —, le doy un beso en la mejilla y me siento, ella sigue analizando lo que está pasando, agarro la hoja y enciendo mi teléfono, la llamaré cuando sea necesario pero guardaré su número, así podré comunicarme con ella donde sea que esté, de seguro estará durmiendo así que prefiero hacerlo más tarde, después de trabajar.

— ¿te gusta? —, niego con la cabeza y tomo del jugo de naranja,— entonces, ¿por qué sonríes así? —, me encojo de hombros, ni yo sé por qué estoy tan feliz de saber cómo se llama, aún con ese dilema rondando por mi cabeza me siento feliz, le devolveré el favor a Tzuyu, se lo merece.

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