Luego de casi tomar hasta desmayarnos decidimos ir a un parque que está justo en el punto centro que divide nuestras casas, me columpio mientras la veo, examina el sube y baja como si fuera lo más importante que exista en el universo, una maravilla de la mano del hombre, creo que nos excedimos, no soy de tomar muy seguido y parece que ella tampoco, echamos a perder un momento en el que pudimos conocernos pero no me quejo, no se ve mal cuando sonríe y me enseña la cosa más común que hay, como una piedra, la toma entre sus manos y se acerca.

— la piedra más hermosa que he visto —, es común, de color gris opaco, tiene bastante polvo y algunos trozos de césped, no me atrevo a tocarla porque estoy segura que han pasado cuentos de bichos por ahí, estaba hablando pero se calló, que raro porque ha estado hablando desde que salimos del restaurante, subo lentamente la mirada de la piedra a su rostro, me está mirandome fijamente, tanto que se me corta la respiración, ¿por qué está tan cerca de mi?, las cosas que provoca con algo tan simple son un acercamiento, mi cuerpo se está volviendo loco.

— ¿qué? —, pregunto frunciendo las cejas para que crea que estoy enojada y así se separe pero no lo hace, sigue en el mismo lugar con la mano sobre la mía frenando el columpio,— ¿te vas a quedar ahí? —, relame sus labios y puedo ver cómo traga saliva, su cuello es bastante lindo,— ¡en serio! —, me quejo y levanto, tengo que buscar una escusa rápida para que no malinterprete lo que acaba de pasar, tampoco es como que haya creído que me iba a besar,— tengo una pregunta para ti —, asiente sin decir una sola palabra, parece que me está prestando bastante atención,— ¿por qué fue tan normal para ti que yo sufriera por una chica? —, se cruza de brazos y se encoge de hombros.

Siento que la he dejado sin palabras, mira el cielo, yo hago los mismo, hoy está especialmente lleno de estrellas, demasiado hermoso para la contaminación que hay en el ambiente, frunciendo los labios le doy un golpecito en el hombro, creo que hice una pregunta demasiado personal, solo es mera curiosidad, quisiera saber el por qué lo tomó como si nada cuando aquí es un lugar en el que la homosexualidad no está bien vista.

— ¿hay alguna razón para juzgarte? —, niego con la cabeza, tiene razón en lo que dice, no hay ninguna,— tengo dos amigas que son novias —, eso también podría influir en su aceptación, pero no es lo que quiero escuchar, tengo curiosidad sobre ella, lo que es, lo que siente,— y soy bi —, no tengo muy buena experiencia con eso, por mucho mentí diciendo que lo era para que los demás me aceptaran y creyeran que solo lo decía por moda pero no era así, siempre he sabido lo que soy, por más que duela en muchas ocasiones porque los demás no lo entienden incluso los que me apoyaban se fueron de mi lado.

— debió ser complicado para ti... —, mueve la cabeza de un lado a otro.

— ¿tu eres bi? —, siempre me hacen la misma pregunta.

— nop —, inflo las mejillas y acto seguido suelto el aire, me siento en el final del tobogán y coloco las manos a cada lado de mis piernas para apoyarme y no resbalar,— soy lesbiana —, no me duele mi sexualidad solo que es complicado,— ¿cuántos años tienes? —, esa pregunta si que no estaba planeada, salió tan natural que hasta yo me impresione, no soy alguien que pregunta porque me da vergüenza y no quiero que me vean como entrometida.

— veintiuno —, su sonrisa se agranda al sentarse en el columpio,— ¿y tú? —, cada que se columpia sonríe, puedo escuchar como de vez en cuando sale una pequeña risita, es más adorable de lo que pensé.

— veintitrés, casi veinticuatro —, susurro en un suspiro.

— ¿puedo hacer preguntas? —, asiento, quiero que lo haga, así sabremos más de la otra y será más cómodo hablar sobre todo, se supone que no iba a verla después de esto pero ahora siento que sabe mucho y que debe quedarse conmigo, una buena amiga nunca está de más.

— claro que sí, yo te hice preguntas, ahora te toca a ti —, la señalo con la cabeza, me sonríe viéndome a los ojos, nunca había sentido esa tranquilidad al ver una sonrisa como lo hice al ver la suya.

— ¿en serio la engañaste? —, mis ojos automáticamente se llenan de lágrimas, es un tema que es bastante reciente, bueno, algunos meses atrás pero todavía no lo puedo superar, es algo que sigue doliendome y arransando con mi corazón, tome tantas malas decisiones en la vida pero esa supera todo lo que he hecho.

— físicamente nunca —, frunce las cejas, supongo que no sabe a qué me refiero,—  a veces me cuestiono si en algún momento en realidad si estuve enamorada de ella —, asiente, siempre es algo que me he preguntado porque no es normal lo que pasó, no entiendo por qué volví a sentir lo mismo por Jennie cuando la vi, es confuso, ni yo me entiendo bien así que no se cómo explicarlo,— pero mi corazón...siempre le perteneció a Jennie —, bajo la mirada,— le dije tantas veces a Joy que la amaba que...siento que lo hice para olvidar a Jennie cada vez que lo decía —, ¿algún día olvidaré su sonrisa?.

— el primer amor nunca se olvida —, dice y suspira.

— ella no es mi primer amor, es el segundo —, la primera chica de la que me enamoré casi nunca la menciono, no vale la pena,— siempre hablan del primero pero nunca del segundo, porque aunque el primero te enseña el segundo hace que sientas más...porque sabes cómo se siente, así que no te preguntes cientos de cosas...solo dejas que fluya —, y eso fue lo que me pasó con Jennie, deje que todo fluyera sin importarme lo que pasaría con Joy.

— tampoco hablan del último —, me mira, ¿que me quiere decir?.

Sus ojos se iluminan por unos instantes haciendo que mi corazón se acelere, me está queriendo decir algo pero no le quiero prestar atención ahora se lo herido y asustado que está pero es una buena chica, tengo que convencerme de ello,— definitivamente es el más importante —, le devuelvo la sonrisa pero no por mucho tiempo, en sus ojos hay algo que me está debilitando, como si todas las paredes que siempre he tenido que me mantienen segura se van bajando cada que brillan,— es con el que estarás para toda la vida —, murmuro antes de morder mi labio inferior.

Muy a mi pesar se está haciendo tarde pero tengo muchas preguntas para hacerle y se que ella igual, estamos esperando que alguna lance una para responder y seguir con eso, es bastante divertido cuando las dos personas están interesadas en lo que pasa, porque se nota que ella está igual o incluso más entusiasmada de lo que yo lo estoy, lo que me hace bastante feliz y me calma, se que es una chica con la que puedo sacar un tema de conversación sin problema.

— ¿que es lo que más te gusta hacer? —, preguntamos al unísono y reímos, me estoy comenzando a creer que estamos conectadas porque cada que vamos a hacer algo ya la otra lo sabe o lo intuye, es algo que nunca me había pasado y que se siente bastante bien porque se que puedo confiar en ella.

— a mí me gusta bailar en mis tiempos libres —, la única que lo sabe es Mina porque la verdad es que me avergüenza, pero a veces voy con ella a un sitio en donde entrenan algunas chicas y yo también lo hago, me gusta y siempre me ha apasionado pero mi pánico escénico siempre me ha detenido a hacer cosas de ese estilo, me duele bastante.

— yo dibujo —, he aquí una chica que tiene un futuro brillante en casi todo y luego estoy yo que ni he entrado a la universidad, que pena ajena doy, cierro los ojos al sonreír, aunque no se lo quiero decir porque sería bastante tonto siendo que es alguien perfecto, no tiene ningún error ni físico ni de nada, es asombroso como pueden crear personas que parecen computarizadas por la perfección que sale de sus poros, quisiera poder quitarle un poco para ver lo que se siente,— ¿trabajas? —, asiento.

Me encantaría que pase por la cafetería pero moriría porque se que Mina me va a molestar con ella, hará que vaya varias veces para preguntarle cosas sin sentido y si no lo hago de seguro me hará pasar una vergüenza enorme, las cosas que tengo que aguantarle,— ¿en dónde? —, estoy entre decirle y no decirle, aprieto los labios y suspiro, tengo que hacerlo no puedo ser tan mala persona,— ¿tienes familia? —, claro que la tengo solo que está en Japón y no he podido verla en mucho tiempo, parece que siempre toca temas que son difíciles.

— si tengo —, me levanto, es demasiado tarde y tengo que irme porque mañana me toca trabajar,— lo lamento pero ya es tarde —, asiente y se levanta,— fue un placer pasar este tiempo contigo —, sonrío, quisiera poder quedarme un poco más pero no puedo, camino hacía la dirección en la que vivo y suspiro, no soy de despedirme porque no me agrada la idea.

— ¡nos vemos luego! —, la miro por encima del hombro y sonrío, tal parece que voy a estar más tiempo con ella de lo que pensé, me impresiona que la idea no me desagrade al contrario, hace que mi corazón se sienta feliz y lata con entusiasmo, quisiera salir corriendo y saltar pero de seguro ella me está viendo, así que debo seguir caminando como si nada.

Volteo y me doy cuenta que ya no está, hago un puchero y suspiro, la voy a extrañar.