And if I tell you?
Me quedo viendo la botella y suspiro, esto no era lo que estaba buscando pero aquí estoy en el restaurante en el que nos conocimos una frente a la otra, me siento regañada pero es que yo lo dije porque me nació, porque de verdad lo sentía pero parece que a ella le ha molestado por alguna razón, tengo miedo de que ya no sienta eso por mí y lo quiera detener, ya se lo que se siente estar en su posición y es horrible.
Hago un pequeño mohín y la intento mirar pero desvía la mirada, ni siquiera quiere hacer contacto visual.
Eso me peso bastante feo en el corazón, quisiera poder decirle que tal vez si me apresure en decirlo luego de haber dicho que no y separarme por tanto tiempo, sin embargo, no quiero mentirle en la cara porque es verdad que la amo y que quiero estar con ella, estoy cien por ciento segura luego de pensarlo por tanto tiempo llegue a esa conclusión porque es lo que mi corazón quiere, porque el es el que late con fuerza al verla y me indica que lo que siento va más allá que un pequeño cariño.
Tomo un poco de la cerveza y suspiro, no sé si vamos a estar todo el tiempo aquí viendo para otro lado sin decir una sola palabra, esto cada vez se vuelve más incómodo y tengo bastante miedo, me gustaría que sea sincera y me diga las cosas a la cara, no me quejaría si eso hace.
Me acomodo mejor en la silla y busco su mirada, sería algo grosera, ya que está enojada, tomarla del mentón y pedirle que me mire a los ojos, muerdo mi labio inferior y vuelvo a acomodar, lo que quiero es que me mire, que me diga que todo va a estar bien y que también me ama, aunque la verdad es que merezco un pequeño castigo.
— no pediré perdón porque no me arrepiento de lo que dije y tampoco siento que haya sido malo —, por fin me mira a los ojos, parece que no está muy contenta por su seriedad pero eso no me impide el ser capaz de poder expresar todas las cosas que he descubierto en todo este tiempo, son asombrosas, de podría decir que es la primera vez que siento tanto en tan poco tiempo.
— no te estoy diciendo que pidas perdón —, gruño por lo bajo, cuando habla con ese tono y solo contesta con palabras cortas es que siento que tengo que agarrarla y...
No debería estar pensando en ese tipo de cosas mientras está con una expresión de odio hacia mi persona.
Sacudo la cabeza y nuevamente busco su mirada para que se de cuenta de que estoy siendo sincera que me quiero expresar correctamente luego de mucho tiempo de intentar reprimir lo que sentía metiéndolo en un pequeño hueco en mi corazón única y exclusivamente por el miedo que tenía a que me vuelvan a dañar, pero ahora que veo que eso es imposible entonces voy a seguir adelante.
— esto va en qué me hiciste sentir muy mal por mucho tiempo y luego me dices lo que había estado esperando esa vez —, miro a un costado y me tomo el vasito de soju que acaban de dejar en la mesa,— eso no es justo para mi Sana —, asiento, estoy apenada, tenía que haberselo dicho antes pero el miedo, como siempre, se apoderó de cada fibra de mi ser y lo único que busque fue una escapada, porque creía que iba a jugar conmigo, me siento mal por pensar así de alguien como ella.
— es que si te amo —, suspira y deja las manos en la mesa, automáticamente las tomo y acaricio con cuidado, no quiero que se sienta presionada en aceptar lo que siento, prefiero que las cosas vayan lento a que estemos acelerando todo,— y quiero hacerte muy feliz, hoy quise demostrarlo de todas las formas posibles —, trago saliva cuando quita las manos y las acomoda en sus muslos,— entiendo si no quieres aceptarme, es lo más justo por lo que te hice pasar —, suspiro,— aún así siento que merezco una oportunidad, lo daré todo —, aseguro.
Quiero que se de cuenta que lo que quiero con ella va más allá de todo lo que he tenido en toda mi vida, que haré hasta lo imposible para verla feliz y sonriente, no quiero que esté mal porque no es lo que espero que sienta al estar cerca de mi, es más todos los días le sacaré aunque sea una sonrisa para que sepa que conmigo puede ser feliz.
Es todo lo que había estado buscando en todo este tiempo que llevo en este extraño mundo que es el "amor".
Es por eso y muchas cosas más que no la quiero dejar ir, porque por fin encontré a alguien con la que me siento sumamente cómoda y sé que me va a cuidar como yo la cuidaré, que me amará como yo la amaré y comprenderá como yo la comprenderé.
Haremos un buen equipo y seremos capaces de atravesar todas las adversidades que nos plantean en el camino, juntas podremos con todo...
El problema es que ahora me está mirando fijamente sin decir absolutamente nada como si estuviera analizando todo, tengo miedo de que me niegues lo que le he pedido, no diré más nada solo me quedaré esperando.
Acerco la botella de soju a mis labios y tomo un gran trato, hago una mueva debido al sabor y la dejo en la mesa, todo bajo su atenta mirada, no me está diciendo nada y eso me está asustando.
— bebé —, vuelvo mi atención a ella y por debajo de la mesa acaricio sus muslos,— quiero estar contigo —, iba a sonreír pero sus manos tomaron las mías y me subieron más arriba de lo que pensé,— deseo estar contigo toda la puta vida —.
Mis labios chocan con los suyos y me pega contra la pared, mordisquea mi labio inferior y yo solo me limito a jadear, se siente tan bien la forma en la que sus manos recorren mi cuerpo con tanta desesperación que me hace sentir igual.
¿Cómo llegamos aquí y así?.
Es sencillo.
Una chica se me acercó mientras ella daba un muy lindo discurso de las cosas que haremos juntas y de lo bien que vamos a trabajar como una unión más que individualmente, todo estaba siendo demasiado hermoso pero esa chica me pidió el número interrumpiendola, a lo que ella le dijo que estaba acompañada y a la otra le dio igual así que tuve que darle uno aleatorio.
Eso la enfado aún más y me jalo del brazo, no sin antes pagar la cuenta, y me trajo de arrastras hasta aquí, mi dulce y hermosos hogar, ni siquiera me dio tiempo de quitarme bien los zapatos porque me estampó contra su cuerpo y comenzó a besarme desesperadamente como si estuviera en busca de algo que la verdad es que no me quejo de ayudarla a encontrar.
— que idiota era esa chica —, digo en tono burlesco y la escucho gruñir por lo bajo, besa mi cuello dejando mordidas bastante fuertes y dolorosas que me hacen ahogar gritos en mi mano,— Tzuyu, suave —, digo cuando chupa con la misma fuerza,— va a quedar marca —, frunzo las cejas y gimo al sentir el roce de sus dientes en mi cuello y luego como se clavan en este.
— quiero que quede marca y sepan que ya tienes dueña —, la miro de reojo.
— ¿quién es mi dueña? —, pregunto com tono serio, solo para asustarla.
— yo —, abro los ojos debido a la impresión que me dio lo que acaba de decir,— o ¿no eres mía? —, baja mi pantalón al igual que ropa interior y me mira a los ojos,— mira cómo estás —, me sube a la mesa y abre mis piernas,— abierta de piernas esperando que meta mis dedos —, trago saliva, algo le está pasando y extrañamente me gusta que se comporte de esta manera, se acerca a mis labios,— ¿eso es lo que quieres, princesa? —, eso fue un golpe bajo, sabe lo que ese apodo provoca en mi.
Abro más las piernas y me acerco un poco a su mano,— si, por favor —, introduce tres dedos y suelto un grito de dolor acompañado de una maldición por lo bien y a la vez doloroso que es lo que acaba de hacer.
Siento un fuerte dolor recorrer todo mi cuerpo por las embestidas fuertes y certeras, aprieto los ojos y me muerdo el labio con la misma fuerza, susurro su nombre esperando que se de cuenta del daño que me está haciendo, mis ojos se llenan de lágrimas y siento como ruedan por mis mejillas.
Tiemblo y antes de que pueda decir algo me toma en el aire y estampa contra la mesa, mi mejilla apretujada contra la fría madera, se me escapa un jadeo cuando vuelve a meterlos, ahora solo dos, su pelvis choca contra mi trasero y su mano haciendo que los dedos entren aún más, arquea la espalda y me estremezco por todas las sensaciones que invaden mi cuerpo, mis caderas se sacuden al igual que mis manos buscando algún tipo de agarre para no sentir que voy a desfallecer en cualquier momento, con el brazo que tiene libre rodea mi cintura y acerca más.
Eso hace que pueda entrar con más rapidez, los chapoteos de mis fluidos chocando contra sus dedos hacen que gima aún más,— que apretada estás —, la miro de reojo, puedo ver la amplia sonrisa que ilumina su rostro ya que está cerca de mi oído,— bebé —, gimo y la aprieto con fuerza, falta poco y eso que apenas acabamos de comenzar,— ¿Qué es lo que deseas? —.
Besa mi cuello y me quedo sin palabras, mi boca se seca por completo y creo que he olvidado el cómo se habla.
— sí no lo haces voy a tener que dejarte así —, dice en un suspiro y cuando siento que sus dedos están saliendo de mi interior me muevo hacia atrás para que siga dentro.
— deseos tus dedos en mi... —, mordisqueo mi labio inferior y acomodo de una manera en la que pueda verla,— en mi... —, abro los labios para decirlo pero un beso me quita la respiración.
— mis dedos en tu dulce, apretado y suave... —, se acerca a mi oído, su aliento caliente choca contra mi piel y me erizo,— coño —, un gemido ronco se escapa de sus labios cuando los aprieto con lentitud,— que es mío, solo mío —, cierro los ojos y me relajo.
Porque es cierto ahora soy suya y dejaré que me haga lo que desee.
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