La navidad había llegado y las calles de Seúl estaban cubiertas completamente de blanco, mientras Park JiMin y Min YoonGi se preparaban para recibir a sus familias en su hogar, pues era la más espaciosa de todas.

Había sido una experiencia muy bonita el poner y decorar el árbol juntos, aunque después de eso terminaron exhaustos y dormidos en medio de la sala.

JiMin se encontraba comprando regalos en el centro comercial junto a TaeHyung y JungKook, ya tenía todos para cada uno de los integrantes de su familia.

Había elegido un montón de juguetes para sus dos hijos, JiYoon y HaNeul, pues se habían portado bien todo el año y se merecían todo lo bonito del mundo por el simple hecho de ser sus hijos.

A YoonGi le quería comprar unas pantuflas pues estaba harto de verlo con las mismas rotas y viejas, así que cuando vió dos pares de pollito y de gatito, no dudó en comprarlas para estar combinados.

Cuando terminaron, todos fueron a sus casas y cuando JiMin llegó, encontró a YoonGi preparando el relleno del pavo que iban a cenar mientras bailaba al ritmo de mi burrito sabanero junto a sus hijos, quienes estaban sentados en el comedor jugando con sus muñecos.

—Apurate mi burrito que ya vamos a llegar... —Cantó mientras iba a dejar el relleno a la mesa pero casi se le cae todo cuando vió a JiMin recargado en el umbral de la puerta riendo en silencio —, Dios mío Park, algún día me vas a matar de un susto. Casi nos quedabamos sin comer.

JiMin soltó la carcajada y corrió a abrazar al alfa, quién aún seguía sonrojado pues estaba cantando como loco pensando que aún seguía solo.

Tiempo después llegaron todos los invitados con bebidas, botanas y regalos para pasar el rato mientras platicaban y reflexionaban sobre su vida como todos unos señores adultos y los niños fueron a jugar al cuarto de juegos, en donde había de todo para que estuvieran entretenidos un buen rato. 

Desde que JiMin y YoonGi se casaron, todas las navidades eran increíbles junto a toda la familia, normalmente siempre estaba la familia de JungKook y TaeHyung junto a sus tres hijos, la mamá de YoonGi y los papás de JiMin, no eran muchos pero la pasaban increíble.

—¿Cuándo va a estar el pavo? Tengo mucha hambre —preguntó JungKook mientras se sobaba el estómago.

—De ti sacaron la hambruna nuestros hijos, no pueden pasar un segundo sin comer ¡Te acabas de echar tres pedazos de pizza, Dios mío! —se quejó TaeHyung y JungKook río.

—De tal palo tal astilla, bebé.

Todos rieron y acordaron que ya era momento de sacar la cena, llamaron a los niños y acomodaron una pequeña mesa para que comieran aparte y los demás se sentaron en el comedor principal a degustar la gran cena que había preparado YoonGi.

Terminaron y pasaron un rato más platicando, pero cuando llegó la madrugada decidieron irse a sus casas, pues ya era muy tarde, irían al día siguiente para dejar los regalos a todos.

JiMin y YoonGi llevaron a sus hijos a dormir y ellos se fueron a preparar los regalos bajo el árbol para toda la familia.

—¡Papis, papis! ¡Ya están los regalos debajo del árbol, vamos! —gritó con emoción HaNeul mientras saltaba encima de la cama de sus papás junto a JiYoon, quien mejor optó por acostarse pues aún no mantenía bien su equilibrio.

—Yo quiedo degalos, ¡Yo quiedo degalos!

JiMin abrió los ojos lentamente y sonrío al escuchar a sus bebés, esperó a que se despertara YoonGi pero ese hombre no se despertaba ni con el sonido de un tsunami, así que le comenzó a susurrar en el oído hasta que despertara, esa era la mejor forma pues funcionaba rápido.

—Amor, cinco minutos más y... —susurró el alfa antes de caer dormido de nuevo, pero JiMin le gritó pues sus hijos estaban empezando a llorar —¡Ya, está bien! Vamos abajo.

Se levantaron y llevaron a sus hijos a dónde estaba el árbol, estos se sorprendieron al ver una torre de regalos para cada uno e inmediatamente los comenzaron a abrir.

YoonGi tenía ganas de llorar pues el brillo en la mirada de sus bebés no lo cambiaría por nada, y estaba feliz, pues podía darle a sus hijos lo que nunca le dieron de pequeño.

Unos minutos después se acercó JiMin con una caja en sus manos.

—Es para ti mi amor, espero te guste —Sonrío al recibir un casto beso de su alfa en sus labios.

—Gracias mi vida, yo también te tengo uno —le entregó un sobre amarillo —. Primero lee la carta y después lo demás.

El omega le agradeció con un beso y abrió el sobre, encontrando una carta muy bien decorada.

«Feliz navidad, amor mío.
Espero que leas esto antes de abrir lo demás.

Estoy tan agradecido contigo por darme una familia y amor, por siempre cuidarme, protegerme, amarme tanto, y aunque a veces no te lo demuestro como debería, te amo omega mío, te amo tanto que unas simples palabras no pueden expresarlo.

Espero esta navidad sea igual de linda que las otras y que a Haneul le llegue ese juguete que tanto quiere de los monos que lloran jaja, perdón por no poder acompañarte a comprar regalos pero es que necesitaba preparar el tuyo y además la cena.

Ojalá lo disfrutes, pues sé que es algo que quieres desde que estabas pequeño, y sabes que yo soy devoto a hacerte feliz, me encanta hacerte feliz. Es una de mis cosas favoritas en el mundo.

Te ama, tu alfa.»

JiMin estaba casi llorando, como siempre lo hacía con las bonitas cartas de su alfa. A YoonGi le encantaba dejarle cartitas todas las mañanas y todas eran recordándole lo mucho que lo quería.

Él también había dejado una carta en el regalo de YoonGi, no era bueno expresándose pero escribió lo que le salió directo del corazón.

Mientras tanto YoonGi estaba casi llorando por la carta del omega, sabía que no era bueno con las palabras y aún así no necesitaba una carta afirmandole que lo quería, pues lo sabía, por el lazo le trasmitía todo lo hermoso que sentía por él.

«Creo que es la primera carta que te doy después de tanto tiempo juntos jeje, pero sabes que no soy bueno en esto.

Primero que nada, te amo, ah, ojalá hubiera mejor palabra que esa, no abarca todo lo que me haces sentir.

Segundo, te compré esas pantuflas porque sé que tienes un severo apego emocional a las otras feas y rotas que las tienes desde antes de nuestra era, ya ocupaban jubilarse. Espero te gusten, vamos a andar combinados :)

Tercero, gracias por tan hermosa familia. Siempre te agradezco, mediante el lazo y por palabras, pero es necesario recalcarlo aquí. Gracias por ser el mejor papá para tus cachorros y el mejor esposo para mí, gracias por siempre hacerme sentir amado.

Simplemente eres el mejor alfa y siempre estaré orgulloso de decir que eres mi esposo, tanto que podría hasta salir a gritarlo sin problema jeje

En fin, te amo mi amor, disfruta el pequeño regalo, se vienen mejores en tu cumple, pero todavía falta. c: »

Los dos terminaron de leer sus cartas y corrieron a abrazarse y a besarse, mientras sus dos hijos los miraban emocionados, pues les gustaba mucho verlos darse amor o abrazarse, sabían que si lo hacían era porque estaban felices y si lo estaban, ellos también.

—Te amo, te amo, te amo... —dijo YoonGi mientras llenaba de besos la cara del omega —Eres lo mejor de mi vida, ¿Viste el regalo?

—Oh Dios, no lo ví, primero terminé de leer tu carta y tú ya venías a abrazarme así que ni siquiera lo abrí —río y abrió una de las hojas —. ¿¡Un viaje a Disney!? ¡Dios mío, es increíble! —se lanzó a abrazar de nuevo al alfa y comenzó a besar su mejilla muchas veces.

—Y después un viaje a París por una semana nosotros solos, ¿Qué te parece, eh? —susurró en el oído del omega —. Renté una casa, podremos hacer lo que queramos sin interrupciones.

—¿Así que quieres cumplir fantasías? —el alfa río y asintió —, me parece increíble tu plan.

—¡Nos vamos a Disney, JiYoon! —exclamó con emoción HaNeul mientras corrían a abrazar a sus papás.

Les encantaba estar así en su pequeña burbuja, siendo felices con la familia que habían formado.

No lo cambiarían por nada del mundo.

IHHH, les traigo un extra, originalmente era para el 24 de diciembre pero ni siquiera les había subido el epílogo, así que tuve que subirlo hasta ahora.

Espero les guste, no crean que este es el último, estaré escribiendo más pues creo q nunca lograre soltar Only You. :c