Al día siguiente, se levantó un poco más tarde de lo normal, pues se sentía algo cansado al haberse dormido a altas horas de la noche. Fue a su clóset a buscar algo de ropa cómoda para su día y se vistió con una camisa blanca oversize y unos pants grises, definitivamente estaría cómodo.

Se sentó en la pequeña silla de su tocador para maquillarse un poco y no parecer recién levantado, así que comenzó tapando sus ojeras ya que no le gustaban para nada.

Cuando terminó, escuchó algunos toques en su puerta así que fue a abrir, encontrando a JungKook y a TaeHyung detrás de esta con una bandeja de comida.

—¡Buenos días, JiMinie! Te traje esto para festejar que ayer fue tu primer día de trabajo —Le extendió la bandeja y JiMin la tomó.

─Muchas gracias chicos —les sonrió —. Ah, tengo algunas cosas que contarles, pasen —Se hizo a un lado para permitirles la entrada.

Se adentraron a la casa y dejaron sus cosas, para después sentarse en uno de los sillones de la sala junto al omega que los veía con un brillo en los ojos, emocionado porque al fin podría contarles.

JungKook aprovechó que había una jarra con agua y vasos en la mesa de la sala para servirse un poco y después de eso se sentaron correctamente para poder escuchar bien al rubio.

—Agarrense del sillón porque lo que les voy a decir está fuerte.

JungKook se sorprendió al escucharlo y se aferró a TaeHyung, quien soltó una carcajada ante la acción de su alfa.

JiMin se acomodó y los miró seriamente, tratando de agregar un poco de suspenso a la noticia.

—Creo que encontré a mi destinado —Soltó, dejando sin palabras a sus amigos.

JungKook que apenas le había dado un trago a su vaso de agua, la escupió, mojando casi toda la chaqueta de su omega.

JiMin río a carcajadas, mientras TaeHyung se quitaba la chaqueta y se la aventaba en la cabeza a Jungkook.

—¿Cómo que a tu destinado? Que fuerte loco, cuenta más.

—Apenas iba a entrar al salón en el que iba a dar clases cuando mi lobo se comenzó a sentir muy inquieto por un aroma a menta. Al observar bien todo el salón pude ver a varios alfas sentados en las esquinas, al parecer viendo a sus omegas o así, y vi a un alfa muy lindo, tenía los ojos como un gato y por alguna razón, lo pude sentir también inquieto... Así que supongo que es mi destinado —Sonrió mientras recordaba la hermosa sonrisa del alfa. 

—Espera JiMinie, creo que se quién es —Sacó su teléfono, entró a Instagram y fue directamente a su perfil.

JungKook buscó en todos sus seguidos hasta que dio con el alfa que describía JiMin, le dio click a la única foto que tenía en dónde se mostraba sonriente y con el cabello demasiado largo y se la mostró al omega, quien al verlo inmediatamente sonrío emocionado.

—¡Sí, sí! ¡Es él! —Asintió repetidas veces con su cabeza, ilusionado.

—JiMin, lamento decirte que él ya es queso de otra quesadilla... —dijo JungKook, mientras veía las historias destacadas del alfa con una omega a la que reconocía como JiEun.

—¿Qué?

—Ya tiene omega, JiMinie.

JiMin sintió como su lobo se desilusionó, y él también, pues pensaba que al fin podría tener el romance que tanto había deseado.

Nunca había llegado un alfa que lo llenara completamente, pues todos eran pasajeros.

Muchas veces terminaba desilusionado y con el corazón destrozado, pues los alfas solo jugaban con sus sentimientos. Incluso pensaba que moriría soltero, viviendo entre un montón de gatos que lo acompañarían en su soledad.

También en que algún día se vería a él con una taza que dijera Treintona, soltera y fantástica como las había visto en los grupos de Facebook que seguía su madre.

Quería al menos saber su nombre, conocerlo un poco, pero tampoco quería convertirse en una gata rompehogares.

—Al menos díganme su nombre...

—Mmh, Min YoonGi, es muy buena onda, fuimos amigos en la secundaria —sonrío JungKook —. Dijiste ojos de gato e inmediatamente me acordé de él.

—Bueno JiMinie, no te desilusiones, tu puedes. Si  no se logra, me llamas y vengo contigo a cantar Quién como tú a todo pulmón. —JiMin rió ante el comentario de su amigo y lo abrazó con fuerza.

—¿Y si la cantamos ahora? Estoy bien aburrido.

—Póngase a chambear mijo —dijo JiMin y JungKook lo miró ofendido —. No es cierto, vamos.

Rieron y cantaron todo el día, pues decidieron disfrutar su día libre.

JiMin no tanto, pues se sentó un rato para ver su teléfono y buscar el instagram del tal YoonGi, vio sus destacadas y encontró una foto de él sonriendo, era totalmente hermoso, sus ojos y su sonrisa que irradiaba felicidad, todo él lo tenía embelesado.

Su lobo y él lo querían, y si JiMin quería algo, no se rendiría nunca.

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¿Les va gustando? Espero q sí

Tiene mucho humor, es q me gusta q sea así para q no se sienta tan aburrida la historia JAJAJAJAJ

En fin, soy Jimin en la vida.

Vuelvo el próximo sábado, y si m dan ganas de actualizar antes lo hago.  =)