Park JiMin era un omega que desde sus seis años de edad había destacado en la danza.

Especialmente en la danza contemporánea, pues tenía tanto talento que siempre ganaba todas las olimpiadas que se le presentaban y siempre fue de los mejores alumnos.

Cuando entró a la universidad, era un omega con demasiados, pero demasiados alfas detrás de él gracias a su apariencia perfecta y su hermosa sonrisa que cautivaba a todo el mundo, además de que era una persona muy amable y bondadosa, eso hacia que todos lo quisieran y lo respetaran.

Tenía solo dos amigos, los cuales eran TaeHyung y JungKook, al principio era solo Taehyung pero al hacerse pareja de Jungkook el alfa se unió a ellos, y aunque a veces JiMin hacia mal tercio, él decía que era el hijo adoptivo de la pareja.

JiMin estudiaba para ser un gran profesional en la danza, y lo logró, al salir de la universidad a sus veintidós años inmediatamente lo contrataron como profesor en una de las academias más prestigiosas del país, pues gracias a su gran talento era reconocido como uno de los mejores bailarines de Corea.

Después de que le ofrecieran ese trabajo, tuvo que dejar su ciudad natal —Busan— para irse a Seúl, en donde se encontraba aquella academia.

Por cosas del destino TaeHyung y JungKook también tuvieron que irse, así que al menos no se sentiría tan solo con ellos ahí, además de que la pareja viviría al lado de JiMin.

Cuando llegó el primer día estaba muy nervioso pues era la primera vez que iba ahí y realmente solo conocía a la directora que le ofreció el trabajo.

Preparó todas sus cosas y esperó al taxi que lo llevaría al lugar, cuando llegó se subió a él, le indicó la dirección al conductor y se colocó sus audífonos para escuchar sus canciones favoritas durante el camino, ya que le quedaba a casi cuarenta minutos de su casa.

Llegó a la academia y al entrar le sorprendió lo grande que era esta, además, la directora lo estaba esperando en la puerta con una gran sonrisa.

─¡Bienvenido, JiMin-ah! Entra, es un gusto tenerte por aquí, soy Lee SunHee. Te enseñaré las instalaciones y después irás al salón que se te asignó ─Se hizo a un lado para dejarlo pasar y Jimin le agradeció con una sonrisa.

─Muchas gracias Señora Lee. Estoy emocionado ─Le sonrió de nuevo mientras la seguía.

Sunhee lo llevó a los salones y lo presentó, todos los alumnos lo saludaron con una gran sonrisa, e incluso algunos le pidieron fotos, pues dentro del mundo de la danza era realmente muy conocido.

Cuando al fin llegó a su salón asignado pudo ver a todos sus nuevos alumnos y a algunos alfas sentados en las esquinas del salón, por alguna razón su lobo se sintió inquieto al sentir un rico aroma a menta inundar sus fosas nasales.

Se tomó unos segundos para observar de dónde venía ese olor, hasta que dió con un lindo chico pelinegro de ojos gatunos, al parecer este también estaba inquieto, podía sentirlo y no sabía cómo era posible eso.

Entró al salón y se paró enfrente para poder presentarse, cuando todos le pusieron atención, habló.

─Buenas tardes, soy Park JiMin, su nuevo profesor de danza contemporánea. Espero en mis clases se la pasen bien, pues lo que busco es que tengan un buen aprendizaje. Eso sí, soy un poco exigente, pero no al extremo, así que no se preocupen ─río ─. Ahora, vamos a comenzar con algunos estiramientos...

Dió la clase como la había planeado anteriormente y todo salió muy bien, pero su lobo era el que aún se sentía inquieto pues el aroma seguía intensificandose.

Nunca había sentido eso, con ningún alfa, y estaba comenzando a sospechar que había encontrado a su destinado.

Cuando salieron todos, JiMin se quedó organizando sus cosas, mientras hacía eso, Sunhee entró a felicitarlo por su gran trabajo.

─¡Muy bien, JiMin! Me encanta tu forma de enseñar, nos sentimos muy afortunados de tenerte por aquí y que compartas tus conocimientos con tus alumnos ─le entregó una carpeta con su nombre escrito en la parte de arriba ─. Esta es la planeación de tus clases, claro, puedes agregar cosas, pero trata de tener una planeación de todo lo que vayas a hacer para que no te pierdas.

─Oh, muchas gracias señora Lee ─tomó la carpeta y comenzó a hojearla ─, se ve muy bien, no tengo problema en hacerlo ─sonrió y tomó sus cosas ─. Ahora me tengo que ir pues se está haciendo noche y necesito llegar a casa temprano.

─Está bien, pasado mañana te esperamos aquí.

Jimin salió y esperó al taxi, su lobo ya no se sentía inquieto pues al ya no tener el aroma del alfa cerca estaba un poco más tranquilo.

Ahora quería saber más de ese chico.

Era muy lindo, lo había observado unos cuántos minutos y lo vió sonreír.

Tenía una sonrisa tan hermosa que no pudo evitar quedar embelesado al verla.

Todo el camino estuvo pensando en él, en como podría hacer para hablarle, y en como les contaría a sus mejores amigos lo que había pasado ese día.

¿Y si tal vez lo conocían? Eso sería una verdadera bendición, pues ni siquiera sabía el nombre del alfa.

Llegó a su casa ya muy tarde, así que decidió no molestar a nadie y acostarse a dormir, sin antes mandarle un mensaje de buenas noches a sus padres, pues aún no se aconstumbraba completamente a estar sin ellos.

-----

Buenass, nuevo fic, prometo que este si lo actualizaré seguido 😭

Por favor lean el apartado de aclaraciones. ;)

Espero y les guste, no será ni tan corto ni tan largo, tendrá como mínimo unos 15 capítulos, así que bueno...

Se despide, Sof. 💋