Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

O9 | No.

Después de que Ladybug y Chat Noir se hicieran cargo del inesperado akuma —que, para su suerte, fue solo uno en esta ocasión—, se sentían preparados para descansar después de varios días sin tener tiempo para siquiera respirar, sin embargo, un mensaje del maestro Fu les dio a entender que ya tenía planes para nuestros héroes y el descanso no formaba parte de ello.

Y vaya que los tenía.

El primer entrenamiento que tuvo nuestro icónico dúo podría resumirse en una simple palabra: desastre. Fu era consciente de que el entrenamiento sería difícil para Chat, lo esperaba, después de todo, era su primera vez frente a sus ejercicios teóricos y físicos, suponía que se acostumbraría al ritmo e intensidad tras unos días, más no esperaba ver fallar a Ladybug. Aunque, el motivo era sencillo de explicar; si bien, es cierto que la heroína ya estaba completamente adaptada a los entrenamientos del maestro Fu, no estaba adaptada para lo que vendría después, lo cual era trabajo en equipo, algo en lo que la azabache se consideraba "oxidada" por decirlo así, y ya que ahora todo el entrenamiento estaba orientado para que trabajen en conjunto, fue una muy larga noche de caídas, golpes, y sobre todo equivocaciones.

Cabe mencionar, que aquello no hizo más que provocar un gran sentimiento de frustración en nuestra heroína, quien sentía que debía ser un "ejemplo" para su compañero, y el que solo haya podido mostrarle error tras error, no hacía más que dejarle con una sensación de fracaso no muy agradable. Obviamente Chat se percató de los sentimientos de Ladybug, e intentó reconfortarla en más de una ocasión aludiendo que de esa manera podrían "superarse juntos" y que el equivocarse no era motivo de preocupación, inclusive Fu mencionó que se podía aprovechar la oportunidad para crear bases sólidas, pero ninguna palabra parecía hacer efecto en la azabache, e irónicamente, esto hizo que el rubio también sintiera el haber fracasado con su misión, al no poder siquiera animar a su compañera.

Así ambos se llevaron sus pensamientos y emociones hasta sus casas.

Al día siguiente nuestro dúo se encontraba completamente exhausto, casi moribundos y con justa razón, anoche desfallecieron tras prácticamente rozar sus camas, de las cuales hoy no podían levantarse, por ello no era de extrañar, que ambos llegaran tarde a clases esa mañana.

La campana que marcaba el inicio de clases ya había sonado, y con todos los alumnos en sus respectivos sitios, la profesora Bustier se disponía a cerrar la puerta para dar inicio a la lección de hoy, cuando algo, concretamente hablando, un pie, seguido de un exasperado "¡Espere!", se lo impidieron. La maestra suspiro, reconocía aquella voz, y al momento en que abrió la puerta y revelo a una joven azabache con la respiración agitada y pequeñas gotas de sudor avistándose por su frente, comprobó que no se equivocó con su teoría..

—Marinette...—llamó la maestra, se podía percibir cierta molestia en su voz—. Es tu octava tardanza en lo que inicia el mes—Si bien no perdía aquella sonrisa y mirada dulce que la caracterizaban, sus gestos y palabras hacían efecto en la joven, quien no podía evitar sentirse apenada ante el regaño de su profesora.

Con la mirada algo baja y la tez ligeramente rosácea, la azabache intentó explicarle lo ocurrido a su maestra—P-perdone señorita Bustier, es que-.

—Ahórrate tus patéticas excusas Chen—exclamó Chloe, interrumpiendo a Marinette y atrayendo la atención de toda la clase—. ¿Por qué no solo admites que te olvidas de venir a clases? Eso explicaría lo ridículo de tu atuendo, ya que vienes con lo primero que encuentres—sentenció la rubia en un claro tono burlón, y una sonrisa socarrona.

La azabache no pudo evitar sentirse ofendida al escuchar eso, y, por ende, enojada, inmediatamente su mente comenzó a buscar la manera más adecuada en la que podría responderle a Chloe, no pensaba quedarse callada ante las burlas de su compañera, no después de que ya tuvo el valor de alzar su voz. Sin embargo, la profesora Bustier, al percibir las intenciones de Marinette, decidió intervenir antes de que se de inicio a una pelea.

—Chloe, eso no fue muy cortés de tu parte—La pelirroja colocó una de sus manos en el hombro de la menor, indicándole que le dejara el control de la situación a ella.

—Mil perdones señorita Bustier—empezó Chloe, sin perder aquel tono de vanidad característico en su voz—Solo que me parece injusto que alumnos que siempre llegan tarde no reciban ningún castigo, es como si le quitaran crédito a aquellos que logramos venir temprano, y aún así, conservar el estilo.

—Chloe, no creo que haya problema alguno con tus compañeros que llegan tarde, después de todo, ninguno se demora más que unos minutos, así que no interrumpen la clase.

—Pues no creo que mi papi opine lo mismo—En ese momento la rubia extendió su mano en dirección a su mejor amiga Sabrina, quien, tras unos segundos de confusión, —y una mirada algo amenazante de parte de Chloe—, logro entender la indirecta y entregarle su respectivo celular—, Me pregunto que pensará mi papi si se enterara que permiten este tipo de faltas en las escuelas.

Caline se tensó un momento al oír aquella amenaza de su alumna, suspiró, pensó en la opción de seguir debatiendo con Chloe y persuadirla para que olvidara la idea de meter a su padre en esto, sabía que la rubia podía ablandar su corazón en ocasiones, sin embargo, esta no parecía ser una de esas veces, su mirada parecía indicar que estaba completamente decidida en realizar esa llamada, su mano estaba en posición, como si esperara la respuesta de la profesora para saber si debía halar del gatillo o no; La maestra también considero el permitir a la rubia hablar con su padre, y al juzgar por la agenda que tendría el alcalde esta semana, las posibilidades de que Chloe lograra su cometido eran mínimas, pero era conocedora del poder de influencia que tenía su alumna sobre su padre. Tras meditarlo unos segundos consideró que lo mejor era escoger el "mal menor", prefería ver a la azabache en algún castigo, que verla suspendida por una semana... o semanas.

La señorita Bustier respiró hondo, y con pesar dirigió su vista a nuestra heroína, la cual tenía una mirada de resignación al notar que su profesora había tenido que ceder ante las exigencias de la hija del alcalde.

—Marinette, me temo que por llegar tarde tendré que-.

—¡Esperen! —exclamó la voz de un joven rubio a su vez que se acercaba al umbral de la puerta—. Perdone la demora maestra Caline, tuve un trabajo de modelaje esta mañana y se prolongo más de lo debido...

Adrien quedó en silencio al ver que todas las miradas estaban puestas en él, y que nadie hacía ni un solo comentario, en especial su maestra, de la cual se esperaba algún tipo de regaño, se preguntó qué había pasado antes de que llegara y si tal vez imprudentemente había interrumpido algún tema importante de la clase, fue entonces que la pelirroja aclaró su voz, sacando a los demás del estado de sorpresa en el que se encontraban, y al observar detenidamente la situación que se había dado, decidió aprovecharla para no dejar que la azabache estuviera sola toda una tarde, "Tal vez así sea más ameno el castigo para ambos" pensó.

—Marinette, Adrien—llamó Bustier, captando la mirada de ambos jóvenes—. Temo que ambos tendrán casti-.

—¡No puede poner a ambos juntos! —exclamó Chloe al ver que su mejor amigo iba a ser obligado a pasar tiempo a solar con la "panadera" —. Esto es ridí-.

—Chloe—interrumpió la maestra, llamado la atención de la rubia—. Fue tu idea castigar a los alumnos que llegaran tarde, ¿Qué pensaría tu padre si no ayudaras a cumplir las reglas de la escuela? ¿No crees que ya no te escucharía si sabe que dejas que otros alumnos rompan el código escolar?


La piel de la rubia tomó un ligero tono rosáceo debido a la molestia que le causaba el ver como su plan había sido arruinado por culpa de la suerte de Chen, tenía ganas de seguir replicando y no ceder tan fácilmente a una idea tan ridícula, más su orgullo le impidió hacer cualquier tipo de "rabieta", o mostrar señal de que aquello le perturbaba, por lo que simplemente bufó antes de soltar un "bien, como usted quiera" y reincorporarse a su asiento. Caline soltó un sutil suspiro de alivio al observar la actitud que había tomado Chloe, terminó de indicarles a ambos jóvenes su castigo, el cual consistía en quedarse después de clase y ayudar con la limpieza de las aulas, para luego pedirles que se dirijan a sus asientos y comenzar la lección del día.

Durante el resto de la clase Marinette fue incapaz de concentrarse, con el solo hecho de saber que pasaría toda una tarde junto al chico de sus sueños, su cerebro no dejaba de expulsar niveles altísimos de dopamina, su corazón latía a mil veces por segundo, y todo en lo que podía pensar, era en el nombre que le pondría a sus futuros hámsteres, obviamente se encontraba muy nerviosa, sus manos no dejaban de sudar y su cuerpo no paraba de temblar, a lo que su amiga no dejaba de tranquilizar y decir "Es tu oportunidad", temía hacer algo torpe o molesto, pero, después del día que pasó con él —lo cual aún no comentaba a Alya, y no lo haría pronto porque prefería ahorrarse las preguntas—, tenía más confianza en ella, y en que, aunque no la amara, el rubio la apreciaba, lo suficiente para salvarla incluso de sus padres. Estaba decidida a esforzarse.

Llegado el momento, la azabache era un completo manojo de nervios, al termino de las clases, ambos jóvenes esperaron a la señorita Bustier por sus indicaciones, una vez que los guío al aula que les correspondía asear y les indico donde podrían encontrar los objetos de limpieza, los dejo completamente a solas, debido a que tenía que corregir unos exámenes que ya estaban algo retrasados. Marinette estaba enfocada en mostrarle sus habilidades de limpieza al rubio, la tarea era sencilla, y estaba completamente segura de que ni siquiera su legendaria torpeza lograría arruinarla, su objetivo era simple, actuar relajada, casual, sin preocupaciones, esta vez estaba preparada, no se repetiría lo mismo que ocurrió en su casa. Desgraciadamente, su objetivo se arruinó a los pocos minutos de empezar, cuando por intentar parecer fuerte insistió en llevar una cubeta llena de agua por su cuenta, la cual sí llego hasta el salón, sin embargo, la mitad del contenido termino vertido en el piso, aumentando algo más a su lista de deberes.

Pese a que el rubio repitió reiteradamente que no había problema, y que, posiblemente, también a él le hubiera ocurrido lo mismo, Marinette sentía que este solo lo decía por lastima, y que, además, también lo decía como una forma de ocultar su enojo hacia a ella, ya que, por su culpa, su castigo acababa de hacerse más complicado, fue allí que la azabache decidió quedarse callada, y concentrarse solamente en limpiar, con la esperanza de no llegar a empeorar más la situación, mientras que por dentro, no se dejaba de maldecir por haber nacido en un cuerpo tan descuidado que le arruinaba muchas oportunidades. Adrien al notar la tristeza de Marinette, recordó como ayer también fallo al intentar animar a su Lady después de las complicaciones que se habían presentado en el entrenamiento, una sensación de frustración apareció en su pecho, ¿Por qué no podía hacer felices a las personas importantes para él? ¿Qué hacía mal?, apretó con su mano el objeto que estaba utilizando para limpiar uno de los pupitres, no, está vez tenía más tiempo, y no se quedaría sentado viendo como su amiga sufría en silencio, pensó en qué podía hacer para hacerla sentir mejor y romper aquel silencio que se había formado entre ellos como una barrera.

—Y, Marinette...—habló Adrien, captando la atención de la azabache, que se encontraba ensimismada limpiando una de las pizarras—. ¿Por qué llegaste tarde? —preguntó, sí, debía admitirlo, no era el mejor tema de conversación, pero era lo mejor que se le ocurría para iniciar.

Marinette quedó sorprendida unos segundos, no esperaba que el rubio quisiera hablar con ella, sonrojada desvió la mirada hacía los lados, intentando buscar alguna excusa que no pareciera la típica "me quedé haciendo tarea" que era lo que siempre solía decir.

—Yo...—empezó, dirigiendo su mirada a Adrien—. Me había quedado revisando los ejercicios que me diste—Sí, diferente, la joven quería golpearse por la explicación tan vaga que había usado—, ¿Qué hay de ti? ¿Por qué te demoraste hoy? —preguntó, en un intento por desviar la atención.

Sin embargo, se sintió aún más tonta, al recordar que el rubio ya había dado su explicación esta mañana cuando entro al salón, estaba a punto de retractarse y disculparse cuando Adrien le ganó la palabra.

—Oh, ya sabes, quiero ser un buen tutor para ti, así que estuve hasta tarde creando nuevos ejercicios que pudieran ayudarte—respondió el rubio con una sonrisa un tanto nerviosa.

Marinette se confundió ante la respuesta de Adrien, quería preguntarle acerca del trabajo que dijo había tenido en la mañana, "¿Se estará confundiendo? ¿O es otra mentira para hacerme sentir mejor?" pensó, pero, nuevamente, el amor de su vida se adelantó, y añadió.

—¿Puedo decirte algo?

—Tú puedes decirme lo que quieras... —respondió inconsciente la azabache, a lo que rápidamente corrigió, con las mejillas coloradas—, d-digo, sí.

Adrien río ante la reacción de su amiga y continuó—. Esto me recuerda a The Breakfast Club—confesó—, he estudiado en casa por un largo tiempo, así que al ver esa película me pregunté que se sentiría vivir esas experiencias de un chico normal—Marinette quedó en silencio unos segundos, a lo que Adrien añadió—. Claro que creí sería más emocionante.

La azabache se mantuvo en silencio un poco más de tiempo, y el rubio comenzó a preocuparse, "¿Será que dije algo incorrecto? ¿La hice sentir mal al decir que esperaba fuera más emocionante? No me refería a que no me divierto con ella" pensó, sin embargo, en ese momento vio a su compañera acercarse a paso vacilante hasta su teléfono. Marinette medito unos segundos mientras veía la pantalla de su móvil, para después preguntar a Adrien si estaba seguro de referirse a la película de los 80's, a lo que él simplemente asintió con la cabeza, completamente intrigado por lo que iba a hacer.

Pensó unos instantes sobre si estaba segura de lo que estaba haciendo, estaba nerviosa, de eso no había duda, aunque para su sorpresa, su cuerpo se encontraba totalmente relajado, y sus latidos no estaban enloquecidos, aquello le dio la valentía que necesitaba, "No hay forma de que empeore esto, así que al menos intentaré mejorarlo", por lo que. antes de que perdiera la inspiración, se dirigió a la aplicación de música de su celular, y colocó su canción favorita de Jagged Stone. El sonido siguiente que se escuchó en el salón, fue un solo de guitarra, seguido de unas fuertes carcajadas, a la azabache le encantaba esa sonrisa.

Marinette había subido a uno de los pupitres y se había puesto a bailar al ritmo de la música, cabe decir que el baile no era uno de sus puntos fuertes, pero aún así, podía notarse cuanto lo disfrutaba, a pesar de ello, estaba a punto de detenerse al oír solo risas del parte de Adrien, por un momento creyó que simplemente estaba haciendo el ridículo, hasta que el rubio subió a su lado y se unió a ella en el baile, en ese momento, la azabache sonrío por primera vez en todo el día.

Y, en ese momento, él noto que también le agradaba esa sonrisa.

Las siguientes horas, pasaron entre polvo, música, y risas, sobre todo risas. Adrien se preguntaba si Marinette sabía lo mucho que esto significaba para él. Lo mucho que ella significaba para él.

A la salida, el rubio se ofreció a acompañar a Marinette hasta su casa —y aprovecho a preguntarle si le era posible invitarle un croissant—, estaban bajando juntos las escaleras, debatiendo sobre quien tenía los mejores pasos de baile, cuando el sonido de un claxon los asusto, el guardaespaldas del rubio se encontraba estacionado precisamente en la entrada, indicándole que tenía que irse inmediatamente a casa, y que no podría tomar ningún desvió.

Adrien se disculpó con Marinette reiteradas veces y prometió irse juntos en otra ocasión, a lo que la azabache simplemente respondió que no había problema, y que lo entendía, se despidió de la joven con un beso en la mejilla —la cual termino embobada al pie de la entrada de la escuela, al no creer lo que acababa de ocurrir— e inicio su camino hacia su guardaespaldas, una vez que entro en la limosina esta se puso en marcha, alcanzó a despedirse de nuevo de Marinette a través de la ventana, y río al verla en el mismo lugar de hace un rato, "Esta esperando a que me vaya, es una muy buena amiga" Tras pasar un par de cuadras, el rubio rápidamente abrió su bolso en busca de su celular, para escribir el siguiente mensaje:

«"Gracias por hacer el castigo divertido. No te atrevas a olvidarlo."

Adrien.

P. D.: Guárdame los croissants para la próxima tutoría. :D <3»


─────────────────────────

n/a: El mensaje & baile, son referencias a la película.♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro