8.-Intercambio equivalente
Aclaraciones:
•¡Futuro!
•Universo canónico.
Título:
•》Memorias desconocidas
Desde unos meses atrás, cada que Katsuki despierta lo hace llorando; sintiendo una presión en su pecho que solo disminuye y no lo abandona del todo, dejando una sensación de soledad por el resto del día.
No puede comprenderlo, no sabe qué le pasa, no sabe por qué le duele tanto despertar y marcharse de sus sueños. Demasiados escenarios que siente no ser suyos a pesar de estar presente en ellos y todo porque pareciera estar acompañandose a sí mismo en cada memoria o estar viendo el panorama desde tercera persona, aunque desecha la idea de eso último porque siempre él está hablando con su otro yo.
Más de una vez se ha levantado solo para mirarse en el espejo buscando una pecas que cree que debería tener, observa su cabello y se cuestiona por qué no es verde y en rizos, mira el reflejo de sus ojos rojizos esperando que cambiaran a un verde esmeralda pero nada de eso sucede. Es como si se tratara de algún tipo de espejismo o ilusión, no saber si confiar en su mente o en lo que puede ver.
Ha estado con la incógnita desde que despertó en la sala de un hospital sin recordar cómo llegó ahí. No sabía nada y solo murmuraba un nombre sin cesar, mismo que ahora cada vez que lo repite le parece melancólico y extraño. Como si debiera recordarlo pero no puede, como si olvidarlo hubiera sido lo peor que ha hecho en su vida.
Izuku, Izuku, Izuku.
Él preguntó, él esperó que le respondieran, pero nadie lo hizo. Su madre lo abrazó llorando y pidiendo perdón, su padre no dijo nada y solo los cubrió con sus brazos; Kirishima, Kaminari, Ashido y Hanta le pidieron disculpas entre llantos y le dijeron que contaran con ellos para todo sin importar lo que fuera, que lo apoyarían y se quedarían a su lado sin importar que él no quisiera.
Solo dos días después llegó su tía Inko, con sus ojos rojizos y ella le dedicó una triste sonrisa. Esa fue la primera vez que la vio de esa manera y su corazón se estrujo; por extraño que le pareciera, quiso abrazarla y decirle que todo estaba bien. A su lado estaba Todoroki acompañándola, con un aspecto desaliñado y sombras negras debajo de sus ojos.
En ese momento no pensó en el por qué, apenas estaba recobrando sus sentidos del todo.
Ella habló poco, le preguntó cómo estaba y qué le habían dicho los médicos pero Katsuki notó que aunque su tía estaba presente físicamente parecía ida, pensando en otras cosas y llevando su mente a otros rumbos excepto a ese cuarto de hospital donde se encontraban.
Solo cuando su tía se marchó un momento y lo dejó a solas con Todoroki fue que decidió hablarle.
—Deseó cuidarte, deseó que recordaras, deseó no perder su mundo y tú sin saberlo perdiste el tuyo —Shouto se quedó en silencio por un tiempo, solo podía escucharse el pitido de la máquina que medía los latidos del corazón de Katsuki. Él no entendió a qué se refería, él no había perdido nada según el chequeo que llevaban los medicos hasta ahora; estaba completamente sano. Todoroki levantó su mirada para encontrarse con la suya y a Katsuki le pareció como si estuviera buscando algo más, a alguien más; en un susurro casi inaudible fue que continuó—... ¿Es que no podíamos tenerlos a ambos por igual?
—¿De qué hablas?
Todoroki se mostró indeciso de continuar y miró la puerta de la habitación por si volvía a abrirse.
—¿Realmente no lo recuerdas? ¿Nada de él? ¿Nada de ustedes?
—No se de qué estás hablando.
Katsuki lo vio hacer una mueca discreta, no recordaba haberlo visto de esa manera y no entendía por qué tantos secretos parecía esconder y no quería decir pero perdió la oportunidad de descubrirlos cuando su tía ingresó junto a un médico que venía para hacerle otra revisión.
Luego de eso el tiempo continuó, Katsuki fue dado de alta del hospital y en lugar de ir a su departamento sus padres le sugirieron que volviera a casa con ellos y solo aceptó para no preocuparlos. Un día después de dos meses de vivir con ellos pudo pisar finalmente su departamento.
Lo primero que sintió fue soledad, por extraño que le pareciera esperó ver a alguien asomarse por el pasillo para darle la bienvenida; ver una sonrisa y una brazos extenderse hacia él, escuchar una voz que en su cabeza cada vez se distorsiona más.
Por un segundo recordó la primera visita de Todoroki y se preguntó si eso tenía que ver con esas sensaciones pero luego intentó ignorarlo y solo tomó sus cosas antes de volver con sus padres. No miró por mucho tiempo los lugares en los que creía les faltaba alguna cosa, fotos, ropa, vida,...alguien más.
Incluso ahora, que volvió a vivir solo todavía cree en que se perdieron cosas durante su ausencia. Aún espera que deje de ver espacios faltantes, que deje de añorar a un fantasma en cada momento; a una persona que no sabe quién es pero extraña a su lado.
Ese día volvió al hospital para un chequeo y antes de regresar a su departamento decidió dar un pequeño paseo por el jardín del hospital. Iba perdido en sus pensamientos con su mirada al suelo, hasta que una hoja se deslizó por la acera justo a donde iba a pisar. Se detuvo y la levantó para verla mejor, se trataba de un dibujo de un chico que miraba por la ventana que tenía a su lado, no podía verse su rostro pero se le hizo conocido la manera en la que fue dibujado su cabello.
Escuchó unos pasos aproximarse y luego detenerse abruptamente junto a él. Parecía ser el dueño del dibujo por lo que le tendió la hoja para que la tomara y lo oyó suspirar aliviado.
—¡Gracias por no pisarla! —exclamó tomándola y levantó su mirada. En ese momento, una brisa fría llegó a ellos y Katsuki observó los rizos verdes del hombre frente a él moverse y sus labios elevarse para formar una sonrisa; fue como si el tiempo se hubiera ralentizado, como si le hubieran dado la oportunidad y todo el tiempo para que pudiera apreciar esa imagen y grabarlo con fuego en su memoria para que jamás la olvidara.
—¿Cómo te llamas?
—Soy Bakugou Katsuki ¿y tú?
—Ah... no lo sé bien —soltó una risa nerviosa mientras jugaba con sus manos en la hoja y sus ojos se desviaron a su distracción, Katsuki se percató que sus manos tenían heridas profundas que no parecían molestarle. El pecoso hizo una mueca que se le hizo familiar, como si la hubiera visto miles de veces antes—... soy Deku, creo.
—¿Deku? Qué nombre más de mierda tienes.
Él volvió a reír y Katsuki sintió que con solo escucharlo su día se iluminó, pero aún así se reprochó internamente por decirle eso.
—Eres divertido —dijo mirándolo, dándole la oportunidad de apreciar sus hermosos ojos esmeraldas—. Ni siquiera sé quién me apodó así pero eso es lo único que puedo recordar bien.
Bakugou se quedó en silencio, solo viéndolo y preguntándose por qué su pecho dolía, por qué su corazón dolía y no sabía cómo controlarlo, por qué sus ojos picaban y quería llorar.
—¿Te he visto antes? Siento como si esta no fuera la primera vez que hablo contigo.
Deku negó y se acercó a él preocupado cuando Katsuki bajó su mirada. Deku no parecía un desconocido, no para él. Era como si todo su cuerpo lo reconociera y le estuviera diciendo que el fantasma que había estado acompañándolo finalmente había tomado forma y estaba presentándose de nuevo.
—¿Estás bien? —preguntó Deku—. ¿Por qué lloras?
Su voz, era una voz que jamás desearía olvidar.
Katsuki tomó un gran respiro antes de hablar y secó las lágrimas que escapaban de sus ojos; sintió que el sentimiento de soledad que había estado con él desde que despertó lo dejaba libre.
—Creo que encontré lo que me quitaron.
Octavo tema y fue de los complicados para pensar en una historia que contar.
Explicación:
Digamos que sucedió un ataque y Katsuki perdió la memoria; estuvo inconsciente por un largo tiempo y les habían dicho que puede que nunca despertara. Izuku interrogó al villano que los había atacado y resulta que solo Katsuki despertaría si recuperaba sus recuerdos perdidos, lo que era imposible porque el villano los destruyó.
El villano le dice que a menos que hubiera alguien que tuviera casi esos recuerdos lo podrían salvar y resulta que ese era Izuku ya que en su mayoría los que perdió eran de momentos en donde estuvieron involucrados ambos.
Entonces Izuku accedió a olvidar con tal de que Katsuki recordara. Memoria por memoria, por eso Katsuki ahora tiene los recuerdos de Izuku e Izuku no tiene ninguno sobre él pero para ellos dos es como si fueran extraños.
*Katsuki le dice tía a Inko porque recuerda que ella lo cuidaba a menudo cuando era pequeño y solo por eso.
Y eso es todo, ¡gracias por leer!
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