Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18

• ────── ✾ ────── •

HOTARU

• ────── ✾ ────── •

Terminaron las vacaciones de diciembre, pasaron tres semanas más, las clases habían vuelto a iniciar y Tachibana-kun aún no regresaba ¿Qué era lo que había pasado? Tenía que haber regresado a clase conmigo y con los demás, pero no era asi. Nadie decia nada, nadie sabia nada... ¿Entonces que era lo que habia ocurrido? Comenzaba a preocuparme, ya estabamos en los últimos días de enero.

—Eso es todo por hoy, pero no olviden repasar el libro que les deje—se despidió el maestro de biología. Ya era hora de salir.

—¡Hola Hotaru!—era Sanae que venía corriendo hacia mi, cuando yo ya salía por el pasillo. Se veía muy agitada.

—Hola Sanae-chan ¿Qué sucede?

—No pude decirtelo en clase, pero Keiko Oshiro de la clase D ¿Fue con la que tuviste problemas en el campamento? ¿La exnovia de Yoshida-kun no es asi?

—Si, ¿Por qué?

—He oído comentar a unos profesores que dejará el instituto. No se el motivo, pero es más que un hecho.

—Ya veo—exclamé solamente. No era que eso fuera totalmente indiferente para mi, pero ahora solo podía pensar en la ausencia de Tachibana-kun, y además esos ya eran asuntos de Keiko.

Sanae me miro extrañada, tal vez pensó que me alegraría.

—No veo porque no te animas Hotaru. Esa horrible chica ya no te causara problemas, ni inventará rumores sobre ti. Pero bueno, aunque lo hiciera Tachibana-kun te defendería.

—¿Eh?—pregunté sorprendida al escuchar el nombre de Tachibana—¿Defenderme?

—Si, asi es ¿Por qué crees que ya nadie dice cosas malas sobre ti? Tachibana-kun se ha encargado de que esos rumores feos ya no sigan y él los ha desmentido, aunque ahora ya no ha asistido a clases.

Me sonrojé, pero lo oculte con mi cabello. No queria que Sanae me viera asi.

—Ustedes parecen ser muy amigos... quizá más que eso.

—¡No es verdad! Sólo somos eso, simplemente amigos—expliqué con pesar, aunque fuera triste esa era la verdad. Baje la mirada y Sanae me miró.

—Sabes Hotaru, ¿Por qué no vienes hoy a comer a Mc Donalds conmigo y otras chicas de la clase? Te ves un poco sola ¡Vamos! Tengo cupones—me dio una palmada en el hombro amistosamente, y yo acepte sonrojada pero feliz. ¡Nuesta delegada era genial! No sólo era amable, sino también bonita. Definitivamente era la única amiga de verdad que habia hecho y estaba agradecida.

Bajamos finalmente al jardín del instituto y para nuestra sorpresa ahí estaba Keiko, sentada en una banca llorando. Ambas la miramos por un instante, y ella al sentir nuestras miradas no tardo en voltear.

—¡Hotaru!—habló entre lágrimas y con el maquillaje corrido, se veía horrible—¿Por qué no hablamos? Por nuesta vieja amistad. De todas maneras, me voy esta tarde. Vamos, siéntate. Hay algo que quiero decirte.

<<Debo estar loca por sólo pensarlo>>, me dije después. Me habia disculpado con Sanae por al final rechazar su invitación, y después de despedirnos me reuní con Keiko.

—¿Qué es de lo que querías hablar?—pregunté sin mirarla.

—Sólo vine al instituto a recoger mis cosas—dijo ignorándome, costumbre habitual en Keiko. Ya no lloraba—Es triste saber que al final te das cuenta que nadie te quiso, ¿Recuerdas esas chicas que eran amigas mías? Al final en cuanto Yusuke terminó conmigo me dieron la espalda. Únicamente hablaban conmigo por él y para obtener popularidad, luego está por supuesto el mismo Yusuke y claro mi primer novio, Shinta, que igual pensaba solo en ti, pero bueno que se le va a hacer—soltó una fuerte carcajada, y yo la observé de pies a cabeza. Parecía una desquiciada.

—Yoshida-kun claro que te quiso. Y en el tiempo que fuimos amigas tú, Natsuhi y yo también fue algo sincero. Sino hubiera sido por lo que hiciste.

—Nunca dudes de lo que hagas—sonrió—Podrás haber ganado, pero aún asi no me arrepiento ni lo haré. Siempre logré lo que quisé, aún a costa de lo que fuera.

—Menos ahora. Te iras del instituto y por lo visto no es tu deseo.

—Fue por Yusuke. Mis padres nunca tuvieron mucho dinero, eramos modestos en ese sentido. Pero hace unos meses despidieron a mi padre, y yo al ser la novia de Yusuke su familia nos apoyaba económicamente pero en cuanto terminamos eso se acabo. Por eso nos vamos con unos familiares que viven en Osaka, las cosas no serán sencillas. Pero no debes preocuparte porque...

—Usaras tus mismos trucos sucios—ella sonrió—No importa que tanto te sientas orgullosa de lo que hiciste. Al final me hiciste un favor, tus acciones hicieron que me diera cuenta de algo y estoy agradecida.

Frunció el seño, para después levantarse de donde estabamos sentadas, sin decir nada.

—Debo irme ya, me esperan. Adios Hotaru, no creo que volvamos a vernos.

—Adios—me despedí tranquilamente. Keiko ya no me inspiraba nada. Una vez que camino unos pasos lejos de mi, se giró volviendo a mirarme.

—Y sobre lo que quería hablar, se que rechazaste a Yusuke y no solo eso, te he observado, fuimos antes amigas por lo que... bueno no se si deba decírtelo—se frenó.

—Dilo ya, Keiko.

—Nunca podrás estar con Tachibana.

—¿Cómo es que...

—Te lo dije, fuimos amigas. Te conozco Hotaru.

Era una tarde gris y nevada. Aqui en Japón la nieve continúa hasta por principios de marzo, por lo que el clima aún era frío. Keiko prosiguió.

—Siempre piensas primero en los demás antes que en ti, te detienes fácilmente y dejas de hacer cosas para no dañar a otras personas, aunque no sea hacer algo malo. Titubeas en tus acciones y dudas bastante de ti, aunque no entiendo porque...—me sonrió pero era una sonrisa apagada, sin brillo quizá triste, muy diferente a sus anteriores sonrisas. Estaba sorprendida, Keiko casi parecía haber dicho algo amable—Y no sólo eso... Además hay chicas más interesantes que tú—me sacó la lengua en una mueca y se fue riendo, al fin recobró su compostura y su actuar habitual.

Esa fue la última vez que asistió al colegio y que nos vimos.

Llegó el último día de enero, y con ese día de fin de mes Tachibana-kun. Tan sonriente y alegre como siempre.

—¿Por qué tantos días de ausencia Tachibana? Parece que eran demasiado pocas para ti las vacaciones de diciembre—rió uno de nuestros compañeros que hablaba con él.

—Mi abuela enfermo, por lo que nos quedamos con ella un tiempo más, pero ya se encuentra mejor.

Fije mis ojos en él. Pero él no me prestó atención, estaba muy ocupado riendo con sus amigos por lo que no se dió cuenta de que lo observaba. Tenía que hablar con él sobre lo que ocurrió en la fiesta de Navidad, aún era mi deseo, siempre lo sería ¡Debía decirle cuanto lo amaba!

🌸🌸🌸🌸🌸

Gracias por su apoyo. Espero sigan disfrutando de la historia ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro